El dolor...
Soñaba con él... pensaba en sus grandes manos acariciando su rostro y su cabello. En su sonrisa tan hermosa, sus gestos de amabilidad y la suavidad de su piel. En su aroma tan masculino y en el sentir su amplia espalda al abrazarlo. Le prometía una y otra vez que jamás lo dejaría y lo besaba dulcemente, sus labios estaban tibios y eran cálidos.
Dolía. Estaba sufriendo.
Se estaba quemando por dentro, se ahogaba, no podía respirar por el terrible nudo en su garganta que lo limitaba a largar lágrimas.
Ji Yong gime muy afectado y revuelve su cuerpo, no controlando sus espasmos. Mantenía sus ojos cerrados mientras seguía llorando. Era otra pesadilla, la cuarta de esa noche. El pobre no dejaba de ser torturado por sus sueños, no podía evitarlo.
Young Bae estaba a su lado en su cama y no dejaba de abrazarlo, entrelazando sus piernas con las de él y apegándose lo más posible al pequeño cuerpo. Al volver a percibir que había tenido otra pesadilla, lo abraza con más fuerza y entierra la cabeza del menor debajo de su cuello. Ji Yong gemía adolorido y lloraba, al estar semi inconsciente, clava sus uñas en la espalda de Bae y lo hace sangrar.
Pero su amigo no le da importancia a eso.
-Tranquilo, Ji... tranquilo...- Le acaricia la espalda y trata de calmarlo, temblaba muy fuerte y no quería que sufriera otro ataque de pánico. Necesitaba todo el soporte posible y debía ser su sostén en un momento tan duro. No puede evitar pensar que esa noche se estaba haciendo terriblemente larga, apenas eran las cuatro de la mañana y Ji iba por su cuarta pesadilla. No podía dormir y no era porque no quisiera, sino porque era torturado por sus sueños.
Desde la otra habitación, Daesung y Seung Ri bebían café caliente, ambos sentados alrededor de la mesa del comedor. Se dirigían miradas preocupadas cuando oían gritar y sollozar a Ji Yong tan fuerte.
-Menos mal que nos llamaste. Taeyang hyung es el único que puede calmarlo en ese estado.- Ri suspira agotado y observa su taza de café con tristeza. Nunca había visto tan mal a Ji, le dolía ya que él siempre lo había visto sonriendo y siendo amable con todos, como si no tuviera preocupaciones.
-Realmente debe amar mucho a hyung como para quebrarse de esta forma.- Daesung había llamado a sus dos amigos porque no sabía como lidiar con un Ji Yong tan inestable. Agradecía que hubieran venido tan rápido a su hogar, no hubiera podido solo.
-¡Cómo para no hacerlo! Esa Jen es una zorra. Si fuera Seung Hyun hyung, la haría abortar sin dudarlo.- Estalla el maknae con mucha rabia y sin medir lo que dice.
-¡Hey Ri! No hables así, ese bebé no tiene la culpa de nada.-
-¡Ji Yong hyung tampoco! ¿Por qué debe sufrir de esta forma? Es injusto. Aquí lo único que está mal es que ellos vayan a tener a un bebé sin quererse realmente.-
Ambos se quedan en silencio por unos segundos, volviendo a escuchar como desde la otra habitación el pobre de Ji Yong gemía a los gritos y continuaba llorando destrozado. Era una situación terrible, Seung Hyun de seguro había tomado esa decisión intentando ser responsable. Pero lo más probable es que todo eso fuera difícil hasta para él, porque se notaba que también quería a Ji más que a nada.
-Y... ¿Qué sucederá con nosotros?- Pregunta Seung Ri con un tono muy triste. Dae lo mira igual de angustiado.
-¿De qué hablas?-
-Ya sabes. Top Hyung se encargará de su bebé. Ya no podrá seguir con todo esto de querer entrar a YG, nadie garantiza que podrá triunfar. Deberá buscar un trabajo estable para mantener a su familia. Lo más seguro es que nos abandone también.-
-Si. También pensé en eso. Y aunque quisiera intentarlo, dudo que Ji Yong hyung quiera volver a verlo. No le haría nada bien. No podemos seguir los ensayos juntos.- Dae se siente tan mal al considerar que todo lo que habían construido hasta ese momento se derrumbara tan rápido.
-Que jodido es todo esto.- Suspira frustrado el maknae y vuelve a tomar de su café que empezaba a enfriarse.
Las horas pasan y llegan a hacerse las siete de la mañana. Ninguno de los dos logra dormir, pero agradecen que en las últimas horas ya no se oyeran los lamentos de su principe. Al parecer había podido dormir y Bae lo había tranquilizado lo suficiente.
En un momento, Taeyang sale de la habitación con grandes ojeras marcadas. Ambos chicos se levantan de sus asientos de un salto al verlo, estaban asustados por las fachas del mayor.
-Bae...- Se preocupa Seung Ri cuando nota los raspones y rasguños que aún sangraban de sus brazos. Se acerca a él y revisa sus heridas. Pero Taeyang no tarda en acariciarle la cabeza y sonreírle para darle seguridad.
-No te preocupes por eso. Me haría bien que me prepararas un café. En un par de horas debo ir a trabajar y necesitaré algo de energía.-
-Dios. Yo también debo ir a trabajar en unas horas. Casi lo olvido con todo esto.- Daesung se estresa de solo pensarlo. Seung Ri le asiente a Bae y se dirige a la cocina para hacerle algo caliente de beber. Mientras tanto ellos dos toman asiento alrededor de la mesa. Y Taeyang suspira cansado, no había podido dormir nada al igual de los demás.
-¿Cómo está Ji Yong hyung?- El castaño frunce el seño muy preocupado cuando Bae le niega con la cabeza varias veces en señal de resignación.
-Se quedó dormido. Pero es porque está agotado. Ya no tenía fuerzas ni para seguir llorando.-
-Dios. Me siento muy mal por él. No sé que debemos hacer con el grupo en esta situación.-
-Yo tampoco. Pero por ahora tratemos de no presionar mucho a Ji. Hay que darle tiempo. Sé que las audiciones son en una semana, pero si no quiere hacerlo, estará bien. Lo importante es que esté bien.-
Seung Ri llega a la mesa y deposita la taza de café frente a Bae, quien no tarde en tomarla y beber un poco. El liquido caliente lo despabila y lo hace sentir mejor.
-Lo que me gustaría saber es que hará Seung Hyun hyung a partir se ahora.- Piensa el mayor en voz alta. Y ambos compañeros se le quedan mirando con expresiones angustiadas. No podían pretender demasiado de él, pero era casi un hecho que dejaría el grupo para cuidar de su familia.
De pronto...
Se escuchan unos pasos lentos atravezar la sala.
Los tres giran hacia atrás y se congelan al ver a Ji Yong aproximarse a su mesa. Él mantenía su mirada baja y lugubre pegada al suelo. Nadie dice nada debido a la sorpresa, Ji toma asiento al costado de Young Bae y continúa mirando hacia abajo.
Lucía debastado, sus ojos rojizos marcaban su reciente llanto. Sus ojeras y su palidez eran muy notorias y su cuerpo temblaba ligeramente. Ya no podía ni consigo mismo.
-Ji Yong... ¿Estás bien? Debes descansar.- Taeyang se arrodilla ante él de inmediato y le toma la mano, siente que estaba helado y como sus dedos temblaban.
-No quiero... dormir más.- Murmura Ji mientras su voz se quiebra dolorosamente y no se atreve a mirar a sus demás compañeros a los ojos.
Entonces aparta su mano de la de su mejor amigo y se cubre el rostro con ambas palmas.
-Si duermo... sueño con Seung Hyun. No quiero volver a dormir jamás.-
Daesung siente como algo en su interior se quiebra al escucharlo hablar así y al volver a verlo llorar tan destruido. Nacía su más profunda necesidad de protegerlo, de cuidar esa fragilidad tan fina.
Entonces Seung Ri no lo resiste más y se abalanza sobre Ji, abrazándolo con mucha fuerza y apegándolo a su pecho. No entendía por qué, pero le dolía a horrores verlo de esa manera y hasta sentía que se pondría a llorar junto a él ahí mismo. Verlo tan pequeño, tan frágil y débil. No quería que nadie le hiciera más daño, nunca más.
Taeyang se da cuenta de que los tres sentían lo mismo hacia Ji Yong. Una imperiosa necesidad de protegerlo y de hacerlo feliz, a pesar de que esos dos chicos no lo conocían desde hace mucho. Se hacen ese juramento en secreto. El de nunca permitir que le volvieran a hacer tanto daño jamás.