Se quita las prendas mojadas y suspira agotado, por alguna razón sentía su cuerpo más pesado se lo normal y de a poco el dolor de cabeza aumentaba. No quería molestar a Seung Hyun más de lo necesario. Considera que el malestar se iría apenas terminara de darse una ducha fresca. Ji Yong ingresa al baño de aquella casa y se adentra a la ducha, empezando a refregar cada parte de su cuerpo. No se había duchado luego de haber tenido relaciones con esos dos hombres y aquel baño le haría relajar sus musculos. Revisa varios raspones y manchas negras en su vientre y brazos, mientras sentía como el agua caliente descontracturaba sus musculos. Esos dos tipos le habían dado el mejor sexo que había tenido en mucho tiempo, hacía bastante que no estaba en una orgia y esa clase de riesgos y de sometimientos lo excitaban muchisimo.
Pero quizás Seung Hyun tenía razón, debería comenzar a cuidarse un poco más a sí mismo y ya no dejarse llevar por sus impulsos más bajos. Nadie sabía qué podría pasarle si algún día se descuidaba de más. Era un imán para los pervertidos de alguna forma.
Cuando sale de la ducha y termina de secar su cuerpo, se viste con algunas ropas de Seung Hyun que le quedaban bastante grandes. Se dirige a paso lento hacía la sala donde su hyung estaba sentado sobre el sofa mirando la televisión. Ji se deja caer a su lado en el sofá y suspira agotado una vez más, se estaba sintiendo algo mareado pero quería asumir que era porque se había duchado con agua muy caliente y su presión había bajado un poco.
-¿Qué tal el baño? ¿Te sientes mejor?- Seung le dirige una mirada atenta y se aproxima un poco más a su lado, Ji Yong le sonríe con una expresión algo somnolienta.
-Solo estoy cansado. No dormí en toda la noche y me duele bastante el...-
-No quiero oír más detalles, en serio.- Ríe un poco el mayor ya que Ji Yong solía ser muy gráfico cuando hablaba de sexo. Seung no era concervador, su mente estaba muy abierta gracias a su amigo, pero en verdad había detalles que no le gustaba saber.
Odiaba escuchar como las personas se sobrepasaban con Ji Yong y violaban todos sus límites.
De pronto nota como Ji cierra sus ojos y vuelve a suspirar, como si estuviera acalorado. Se notaba el pesar en su rostro, nota de inmediato como sus mejillas estaban algo sonrojadas y como estaba comenzando a sudar. No lo duda ni por un momento, pasa su mano por la frente de su amigo, provocando que el menor temblara ante el frío tacto y abriera bien sus ojos ante la proximidad.
-Maldición. Estás ardiendo.-
Ji siente como Seung Hyun aparta su mano y como pasa a acariciar su rostro, para cerciorar su temperatura. El menor lo observa con ojos brillosos. Pero por un segundo se maldice a sí mismo por poseer una contextura tan débil y enfermiza. Su cuerpo nunca era muy fuerte y ante la lluvia que lo había empapado ya había contraído un resfríado.
-Ve y recuestate en mi cama. Te llevaré medicina.-
-Pero hyung...-
-Sin peros. No voy a regañarte si me haces caso.-
Ji asiente avergonzado. No entendía porque sentía tanta vergüenza cuando se trataba de él. Cada vez que salía con hombres o les coqueteaba para tener sexo, se mostraba seguro y confiado, hasta descarado y engreído. Pero con Seung era diferente.
Siempre lo veía de forma diferente y el idiota jamás se daba cuenta.
El menor se levanta y camina hacia la habitación de su hyung. Se recuesta, se quita el calzado y termina acomodandose y cubriendose con algunas sábanas ligeras.
Cuando cierra los ojos se da cuenta de lo mal que se siente, su cabeza da vueltas y el calor resultaba ser agobiante. Entre abre los ojos y siente su pecho y cuello algo frescos debido a que estaba sudando.
Entonces Seung Hyun llega a su habitación con una pastilla y un vaso de agua. Toma asiento al costado de Ji y se los ofrece, el menor se incorpora un poco para ingerir el medicamento y beber el agua con mucha necesidad. Luego de hacerlo vuelve a recostarse y a cerrar sus ojos, sintiéndose muy agotado de repente.
-Descansa y duerme un poco. Estoy seguro que para mañana estarás bien.-
-Gracias por cuidarme. No sé que haría sin ti, Seung Hyun.-
Aquella mirada débil y esa sonrisa quebradiza se instalan en el pecho de Seung. El oír como pronunciaba su nombre con sus labios sonrojados solo hacen que algo incómodo se presente en su consciencia. Desvía su mirada apurado, y se levanta de la cama para salir de la habitación.
-No quiero molestarte. Dormiré en el sofá de la sala. Descansa, Ji.- Es lo último que logra pronunciar antes de retirarse y apagar la luz de la habitación.
Ji Yong se queda a oscuras y termina cerrando sus ojos para quedar profundamente dormido.