-¡Hey! ¿Estuvo bien? ¿Cómo estuvo?-
-¿Bien? ¡¡Estuvo de puta madre como siempre!!-
Xin se muestra muy eufórico luego del desempeño en el escenario de GD&TOP, se abalanza sobre Ji Yong y lo abraza. Él era uno de los mejores amigos del menor y siempre asistía a su conciertos, desde que habían comenzado con ese estilo de vida.
-Es hora de festejar, ¿No lo crees?- Se separa Xin del abrazo y lo codea de forma divertida, desde atrás de ambos se les acercaba Seung Hyun con una sonrisa tranquila. Los tres se dirigen a la barra principal del club y son atendidos de inmediato por el cantinero, quien les sirve tres vasos del más cargado whisky con varios hielos.
Ji Yong se sienta entre medio de ambos y vuelve a enfocar su atención en Xin antes de comenzar a beber desesperadamente, ambos morían de calor y habían sudado mucho gracias a las luces fuertes del escenario. Ellos e habían vuelto muy buenos en su profesión y en su interpretación en el escenario, muchos jóvenes y raperos que comenzaban en el mundo underground los iban a ver y se corrían buenas voces por los suburbios sobre ambos.
-Me encanta la idea de festejar~ ¿Sabes de alguna fiesta cerca?- Ji corta su pregunta y gira hacia Seung Hyun, dirigiéndole una mirada más severa.
-No puedes dejarme solo esta noche, ¡Tienes que acompañarme!-
-¿Disculpa? ¿Por qué debo hacer eso?- Seung arquea una ceja ironicamente, no le gustaba mucho estar en las fiestas del ambiente y mucho menos ir con Ji Yong porque se descontrolaba y no había nadie que pudiera hacerlo entrar en razón.
-¡Porque quiero que me cuides! La última vez cualquiera pudo haberme hecho lo que sea, nada hubiera pasado si hubieras estado conmigo.- El menor lo sujeta de un brazo y se apega a su cuerpo, formando un puchero tierno y finge dramatismo. La realidad era en que cada fiesta siempre se sobrepasaba entre sustancias y alcohol y la fiesta de la semana pasada no había sido la excepción.
-Ya estás bastante grande para cuidarte solo, ¿No crees?- Suspira agotado el mayor y niega la cabeza como si no tuviera remedio.
-¡Ah! ¡Hyung! Que cruel.- Ji Yong quería que asistiera a las fiestas para que le hiciera compañía y para poder disfrutar más tiempo juntos. Siempre se reunían para componer, escribir letras y ensayar con mucho esmero. Pero ya no salían a fiestas como antes y no entendía el porqué.
De repente, Seung Hyun le acaricia la cabeza y acomoda sus despeinados cabellos largos, provocando que todo el cuerpo de Ji se estremeciera y alce la mirada para chocas sus ojos con los suyos. Se encuentra con una sonrisa autentica de parte del mayor, era como si hubiera sentido mucho cariño hacía él y lo demostrara con una sonrisa que le transmitía algo muy agradable.
-Te acompañaré a donde sea, tonto. No quiero que nada malo te suceda. ¿Con quién haría la audición de la YG si algo te pasara?-
La sonrisa de Ji Yong se hace cada vez más grande ante tales palabras, porque amaba sentirse protegido por él. Las pocas veces que salía siempre lo alejaba de los pervertidos que querían aprovecharse de él y era algo que valoraba demasiado. Apreciaba mucho a su hyung y no sabía como agradecerle todos sus gestos.
-De todas formas te tengo una sorpresa y no se trata precisamente de una fiesta. Aunque quien sabe, podrías considerarla tu propia fiesta personal.- Menciona Xin con una sonrisa traviesa, pero aquella información no es procesada por completo por sus dos acompañantes.
Antes de reaccionar, dos hombres ingresan por la puerta principal del bar y acaparan toda la atención de la gente de su alrededor. Uno de ellos tenía rasgos americanos, ojos azules y cabello rubio claro, vestía ropas holgadas y su mirada podría encantar a cualquiera. El otro parecía más japones que coreano, su cabello era negro oscuro y traía sus brazos musculosos lleno de tatuajes. Ambos saludan a Xin desde lo lejos con sus manos mientras se aproximan hacia ellos.
Seung Hyun se les queda mirando con verdadera desconfianza, porque nunca se mostraba simpático con desconocidos. Se da cuenta de que ambos hombres no le despegaban la mirada a Ji Yong. Y cuando gira un poco hacia su compañero, se da cuenta de que Ji tampoco podía hacerlo. De hecho su mirada se había vuelto más aguda y felina, mientras que mordía su labio inferior. El deseo se podía sentir en el ambiente, había que ser idiota como para no darse cuenta.
-Hey bros. Les presento a Ji Yong. Aunque no creo que necesite presentación, les he hablado tanto de él.- Xin no disimula su perversión al saludar a sus colegas. Ji Yong no tarda en ponerse de pie y encarar a los dos hombres en frente suyo, cruzándose de brazos y sonriéndoles con simpleza, para poder romper el hielo.
-Que vergüenza. No tengo idea de que clase de estupideces les pudo haber dicho sobre mi.-
-No tienes que avergonzarte de nada, hermoso.-
Los sentidos de Seung Hyun se agudizan y se pone en estado de alerta cuando el rubio americano rodea la cintura de Ji Yong y lo atrae a su cuerpo con completo descaro, provocando que Ji tampoco se esperaba una acción tan repentina y jadee sorprendido.
Pero Seung no podía hacer nada al respecto, porque casi de inmediato Ji Yong se tranquiliza y se relaja en los brazos de su acompañante, rodea su cuello con sus brazos desnudos y le sonríe muy coqueto. El japones comienza a acariciar uno de los brazos del menor mientras que con su otra mano le acaricia el trasero, él no hace más que reír ante esas caricias descaradas que empezaban a surtir efecto en él.
Seung Hyun no puede seguir viendo aquella escena que a Xin le resultaba divertida. Él gira hacia la barra y enfoca su vista en el vaso de whisky que aún no terminaba de beber, el hielo se derretía con mucha lentitud.
Y ruega por la seguridad de Ji Yong, como lo hacía todas las noches cuando se marchaba con acompañantes casuales. Una rutina que había asumido desde hace mucho.
Pide por su bienestar, deseando que nada malo sucediera jamás.