Las gotas se escuchaban caer y estrellarse contra las ventanas de la humilde morada de Seung Hyun. Una casa pequeña sin grandes lujos ubicada en un barrio pobre, él vivía solo desde hace un par de años y sabía como arreglarselas desde que había cumplido la mayoría de edad. No poseía un gran trabajo, apenas era uno de medio tiempo que le alcanzaba para cubrir sus impuestos. Pero no podía quejarse, el tiempo libre que le quedaba se lo dedicaba a la música que más amaba y hacer lo que le apasionaba era algo que agradecía todos los días. Conseguir entrar en la YG era como un sueño y una gran salida laboral para poder vivir de lo que amaba, por eso desde que se había enterado de las audiciones, no podía dejar de pensar en ello. Su sueño quizás podría convertirse en realidad, había una mínima esperanza de que sucediera.
Un cuerpo delgado y empapado se acerca a la puerta de la humilde casa. Tiembla con frío ya que al anochecer solía bajar la temperatura, se abraza a sí mismo y jadea muy afectado por estar tan desabrigado. Ji Yong intenta cambiar su expresión afligida y toca la puerta con su puño, quería fingir estabilidad ante su amigo y no quería preocuparlo más de la cuenta.
La puerta no tarda en abrirse, un Seung Hyun vestido con ropas holgadas de entre casa lo recibe, pero en vez de ponerse feliz por la visita repentina, abre bien sus ojos desconcertado ante la repentina presencia de su compañero.
Ji Yong sonríe de alguna manera alegre de verlo, hubiera tenido mucha mala suerte si el mayor no hubiera estado en casa. No tenía a donde ir.
-¡Hola hyung!- Sin borrar su linda sonrisa se le queda mirando, no deja de abrazarse a si mismo ni de temblar helado de pies a cabeza. Su apariencia era deplorable, y se sentía patético y lleno de vergüenza por llegar de esa forma...
Pero al ver a Seung Hyun hace un esfuerzo por mostrar una de sus mejores sonrisas, como siempre. Odiaba que lo viera tan débil y vulnerable, quería que se creyera su falsa felicidad.
Ji borra su sonrisa cuando el mayor lo jala de un brazo para que entrara a su casa. Cierra la puerta violentamente y luego arrastra al menor hacia su sala que quedaba solo a algunos pasos. Lo toma por los hombros y lo sienta en una silla. Su expresión era severa y molesta, Ji siente más vergüenza que antes, de seguro había molestado a Seung por irrumpir en su casa sin avisar.
-Idiota, te enfermarás. ¿De dónde vienes?- Seung formula su pregunta con ingenua preocupación, corre hacia su baño y cuando vuelve a los trotes, trae varias toallas para poder secar el cuerpo del menor. Ji sigue todos sus movimientos con la mirada, sorprendido por toda la atención que estaba recibiendo.
-Yo... bueno... fui a follarme a los amigos de Xin. Pero cuando terminamos, debían irse y tuve que volverme solo desde el hotel.-
Ji Yong siente como Seung Hyun cubre su cabeza con una toalla blanca y comienza a secar su cabello. Al hacerlo, Seung suspira como si el menor nunca tuviera remedio. Disfrutaba mucho follarse a cualquiera, pero luego nadie tenía consideraciones con él y lo largaban a su suerte. Odiaba ver como era tratado como una zorra, aunque él lo disfrutaba mucho y era su estilo de vida, no podía hacer nada al respecto.
-Que par de imbéciles. Deberían haberte acompañado hasta tu casa. No puedo creer que hayan sido tan poco hombres.- Murmura el mayor, pensando en voz alta. Con otra toalla, envuelve el cuerpo de Ji para que dejara de temblar de frío. El menor se le queda mirando y se aferra a la toalla seca, cuando sentía como Seung lo protegía se sentía cálido y agradable. No puede evitar sonreír un poco.
-Gracias por preocuparte, hyung. Vine hasta aquí porque me peleé con mi hermana y no puedo volver a casa. ¿Podría quedarme solo esta noche? Prometo que no seré una carga.-
-Puedes quedarte todo el tiempo que quieras, idiota.- Le vuelve a sonreír Seung con simpleza, ver la expresión apenada de Ji mientras le pedía un favor lo hacía sentir más necesidad de protegerlo. Se veía muy frágil a pesar de ser un hombre.
Antes de que Ji Yong pudiera agradecerle, una figura femenina aparece en escena, y se sorprende al ver al mejor amigo de su novio en aquella casa tan repentinamente.
-¡Dios, Ji! ¡Estás empapado! ¿De dónde vienes?- Hyori, más bien apodada "Jen" por sus amigos y su propio novio, se acerca hacia Ji y se arrodilla ante él con mucha preocupación. Ella tenía buena relación con todos los amigos de Seung Hyun y en particular con Ji ya que solían estar siempre juntos realizando actividades referidas al rap. Lo quería como a un hermano y siempre había mucha química entre ambos.
Ji Yong ya no tiene el valor y la confianza para hablarle a Seung Hyun como antes, sus ojos se apagan un poco al sentir la presencia de Jen entre los tres y baja la mirada un poco desanimado. De hecho hasta se arrepiente de haber ido a aquella casa e iterrumpir a la pareja.
Le hubiera gustado estar solo con Seung Hyun.
-Digamos que tomé una mala desición, como siempre. No tenía a dónde ir y por eso estoy aquí. Pero... no quiero molestarlos. Debería irme.- Ji disimula su decepción y les sonríe algo apenado a ambos, no quería demostrar más de lo necesario. Seung Hyun nota todas esas expresiones porque lo conocía demasiado bien. Cuando abre la boca para hablar, Jen se le adelanta y le niega con la cabeza de inmediato.
-¡No es molestia, Ji! De hecho ya estoy por irme a trabajar. Iré en mi auto para no empaparme. Puedes quedarte a dormir los días que quieras ¿Verdad, amor?, sé que la situación en tu casa siempre es algo complicada. Pero descuida, te divertirás con Seung. Intenta despejarte. ¡Ahora debo irme porque se me está haciendo tarde!-
Jen se levanta y termina de darse sus últimos retoques de maquillaje en el espejo principal de la sala, recoge su bolso de un asiento y se dirige rapidamente hacia la puerta de entrada, no sin antes saludar a su novio con un ligero beso en los labios. Se aleja y los termina saludando a ambos con su mano y cierra la puerta. Su auto la esperaba en la entrada como de costumbre.
Ji Yong sonríe más animado, no logra disimularlo. No logra contener su alegría, podría pasar toda la noche con Seung Hyun. De hecho quizás hasta algunos días, porque el trabajo de Jen era agotador y a pesar de solo trabajar los fines de semana, cuando terminaba su turno regresaba a su casa a descansar. Los demás días iba a dormir con Seung Hyun, hacían vida de pareja cuando tenían tiempo.
Ellos se amaban mucho, Ji había perdido la cuenta de todo el tiempo que habían compartido como novios. Quizás unos cuatro años. Tan diferente a su vida...
Ji Yong era homosexual y era tan promiscuo que jamás había experimentado lo que era tener una relación seria. Tampoco había estado con alguna mujer alguna vez.
Cuando observa a Seung Hyun, descubre que este lo estaba observando sin disimulo alguno, provocando un pequeño sonrojo en sus mejillas.
-Ven a mi habitación, te daré ropa para cambiarte.- Lo invita el mayor, tomando su mano y haciendo que se levantara. Ji es guiado hasta la habitación de Seung, apretando su mano con fuerza, saboreando su tacto suave...