Los días pasaron, Junsu no tuvo contacto alguno con Hyukjae por casi 4 semanas, por lo que el chico se sentía triste, deprimido y algo enfermo – no… ni una sola llamada o mensaje… rayos-
Encerrado en su cuarto Junsu maldecía el no recibir llamadas de su novio, solo quería saber cómo estaba, quería hablar con él, quería verlo, tocarlo, que él lo toque, quería todo de él, pero no respondía las llamadas ni los mensajes que le enviaba; con un largo suspiro se dejó caer en la cama, puso su brazo sobre sus ojos esperando que se le pasen el dolor de cabeza y las náuseas. Un golpeteo en la puerta de su habitación lo sacó de su estado de trance, se removió un poco vacilando en el hecho de atenderá al llamado pero el golpeteo era cada vez más fuerte y hacía que su cabeza doliera más, bufó y fue a abrir la puerta a su compañero.
– Dime Minnie – habló fastidiado.
Changmin era ligeramente más alto que él, pero con solo quince años definitivamente le llevaba ventaja, cabello castaño oscuro, ojos chicos y labios delgados, le daban una apariencia “particular” como solía llamar Junsu. Eran amigos del colegio, estaban en el mismo año de estudios y a pesar de que Junsu era mayor por dos años, se llevaban muy bien.
Cuando los padres de Changmin tuvieron que mudarse a Seúl por el tratamiento de su hermana menor, Junsu ofreció que se quedara en su casa, ya que desde hace un par de meses vivía completamente solo, sus padres aceptaron porque solo faltaban meses para terminar el año escolar.
Así, sin darse cuenta ya había pasado un año de eso y ahora eran casi como hermanos, por lo que la mirada preocupada de Changmin ya era familiar para él.
- ¿Estás bien Hyung?, te veo cada vez más pálido… - soltó tocando el rostro de su amigo para ver si este tenía fiebre, Junsu quitó su mano y se dirigió nuevamente a su cama
– Estoy bien Minnie ah~, solo debe ser una tonta gripe, no te preocupes- se acurrucó en sus sábanas un poco más mientras le daba la espalda al menor.
-Bueno…, pero si mañana no te mejoras, no creas que te salvarás de ir al médico – exclamó el menor preocupado- ¿de acuerdo? Ahora te traeré la sopa que hice, no es muy buena, pero espero que te ayude a recobrar fuerzas-
Junsu sonrió un poco mientras se acomodaba para comer la sopa y esperaba a Changmin, definitivamente haberle pedido que vivan juntos había sido una buena decisión, ambos se cuidaban mutuamente y realmente el menor podía ser una buena compañía cuando no estaba ocupando su tiempo en molestarlo o ser sarcástico.
- Listo… ahora… hmmm- el castaño ingresaba con una bandeja en la mano, pateando un poco una silla para acercarla a la cama y dejar la bandeja ahí, con su cometido logrado se apoyó en la pared esperando que su amigo empezara a comer.
- Está rica… - Junsu no quería comer, la comida le sabía feo, pero no podía decepcionar a Changmin, normalmente el no cocinaba, solo cuando era de suma urgencia y supuso que le había costado mucho hacer su almuerzo, así que aguantando las arcadas, siguió comiendo
- Min, ve a dormir, sé que está preocupado, pero te estás comportando como mi madre, ya verás que mañana estoy mejor…- el menor de los dos soltó un suspiro acomodándose mejor en la pared
– Está bien… pero termina la sopa para llevar el plato a la cocina- Junsu suspiró y terminó rápidamente la sopa en silencio, le dio el plato a Changmin y con una sonrisa lo mandó a dormir nuevamente.
– No te desveles, tu cuerpo necesita reposo… nos vemos mañana Hyung, descansa- Changmin salió de la habitación con la bandeja, viendo a su amigo meterse en las sábanas y caer rápidamente dormido. Sabía que Junsu era terco, y que si mañana no lo obligaba a ir al médico esa “simple gripe” se iba a poner peor, se devolvió a su habitación, se tiró en la cama y cayó profundamente dormido.
Al día siguiente Junsu se removía perezosamente en su lugar, los primero rayos del día se colaban por su ventana, pero él solo quería quedarse un poco más resguardado bajo sus sábanas; sin embargo, un fuerte punzón en su estómago y unas fuertes nauseas le hicieron correr al baño chocando con todo lo que tenía a su paso, haciendo que, por el ruido, Changmin saliera corriendo de su habitación para ver qué pasaba.
-Junsu ah~ …- dijo preocupado mientras frotaba la espalda de su amigo- voy por agua, te alistas y vamos al hospital-
Junsu fastidiado quería negar pero una nueva arcada se lo impidió- No hay forma que no vayamos, vas con tus propios pies o quieres que llame a una ambulancia- Junsu negó con su cabeza y luego de calamar sus nauseas un poco fue a vestirse. Cuando terminó, Changmin ya lo esperaba cambiado en la puerta con las llaves de su apartamento en las manos.
– Min estoy bien… solo es una indigestión…- soltó el mayor con un soplido.
- No hyung… estoy preocupado… me quedaré más tranquilo si vamos al médico, así sea solo una indigestión… ¿vamos si? – Dijo mientras abría la puerta y esperaba que Junsu lo siguiera.
– Está bien, pero no te quejes si gastamos más de lo presupuestado- Junsu salía con su casca en el hombro y arrastrando los pies.
-No te preocupes, la salud está primero-
Junsu sonrió y miró con cariño al chico que iba delante de él, aunque no lo dijera a menudo, había aprendido a querer a su amigo, al inicio fue solo para que lo acompañara pero en la convivencia se dio cuenta que era un chico genial, que si hubiera sido su hermano, estaría muy orgulloso de él- gracias Minnie… - dijo acelerando su paso para estar a la par del castaño
– No hay por qué hyung, tú también me ayudaste en épocas difíciles, cuidar de ti es lo menos que puedo hacer- sonriendo Changmin llamó a un taxi y subieron en él.
Treinta minutos después habían llegado a la clínica estudiantil, Changmin removió un poco a Junsu pues este se había quedado dormido en el trayecto.
– Hyung… ya llegamos, despierta- pagó el taxi y ambos entraron en el recinto, Junsu hizo una mueca de desagrado, odiaba los hospitales, realmente los odiaba, le recordaba a su padres.
– Ya me siento bien Minnie… vamos a casa… te dije que solo era cuestión de tiempo para ponerme mejor… -
Changmin lo miró con una ceja levantada y suspirando le dijo- ya estamos acá… no hay vuelta atrás, vienes con migo… - jalándolo de la mano, fueron a pedir una cita con el médico, veinte minutos después ya estaban siendo llamados al consultorio.
-Buenas tardes jóvenes, soy el doctor Park, ¿en qué les puedo ayudar? – Un muy joven y atractivo doctor entró al consultorio, era alto, su cabello ligeramente ensortijado, castaño de labios gruesos y rosados, con una sonrisa amable se dirigió a su escritorio viendo a los dos jóvenes que sentados allí que lo veían con los ojos abiertos
- Tranquilos… ¿quién de ustedes es Kim Junsu?- Changmin señaló a su amigo y espabilando un poco ante la sorpresa de ver un médico tan joven, no más de 30 según sus cálculos, habló primero.
-Bueno… mi amigo… Soy Shim Changmin, amigo de Junsu… él ha estado vomitando mucho estos días, al principio pensamos que era una indigestión o una gripe, pues está cada vez más pálido y tiene algo de fiebre de rato en rato… pero…- Changmin dejó de hablar un rato, lo que fue aprovechado por el médico.
- No han parado los mareos ¿verdad? – Junsu movió la cabeza en señal de negación.
- ¿Qué otros síntomas tienes?- Junsu suspiró y siguió la conversación con el doctor.
– Me duele el cuerpo, estoy muy cansado últimamente, la cabeza me da vueltas… y bueno… le tengo asco a casi todo lo que como… - Junsu bajó la cabeza esperando que el doctor dijera algo.
-¿Tienes una vida sexual activa? – el médico notó que Junsu abrió sus ojos muy grandes y que este se removia en su asiento, además del fuerte sonrojo que se apoderó de su rostro - es por rutina…- dijo tratando de tranquilizar a los chicos frente a él.
- … N… no… - Junsu se hundió más en su asiento, no queriendo enfrentar la mirada del doctor, menos aún la de Changmin.
- Te haremos unos exámenes de sangre y orina y veremos que sale, ¿vale?– Preguntó con una sonrisa el doctor - ¿Has comido algo hoy? Porque si estas en ayunas puedes hacer los exámenes ahora mismo- el doctor hablaba mientras escribía los exámenes que debí hacerse y también los medicamentos para calmar sus malestares.
-Tomen... esta es la receta, las pastillas para las náuseas solo puedes tomarlas como máximo 3 al día, también quiero que estas vitaminas… tienes 17 ¿verdad?- Junsu asintió mientras tomaba la receta de la meza - ¿Puedo saber por qué tus padres no están acá?, debería darles las indicaciones a ellos- Junsu entristeció la mirada y se movió incomodo en su asiento.
– Sus padres… - Changmin habló al ver que su amigo no diría nada, pero un ligero golpecito hizo que se detuviera.
-Mis padres están de viaje por negocios, volverán pronto pero… no quiero preocuparlos… - Changmin lo miró incrédulo pero le siguió la corriente y aunque el doctor no se tragó la historia del chico, lo dejó pasar.
– Entonces… ¿ustedes viven juntos? – Ambos asintieron mientras veían el rostro de sospecha del médico. Changmin empezó a hablar nuevamente para tratar de desviar la atención de que 2 menores estaban en un consultorio sin ningún adulto que los represente – Yo me haré cargo, vivo con él hace un tiempo; nuestros padres son amigos y mientras los suyos están de viaje, los míos están en Seúl cuidando a mi hermanita menor, ella… ella tiene cáncer… los papas de Junsu hyung me aceptaron en su casa mientras tanto. Así que lo que sea que tenga que hacer, me encargaré de que lo haga… - dijo el menor sonando muy convincente, Changmin odiaba mentir, pero como el mismo dijo antes de salir de su casa “la salud está primero”.
No muy convencido el doctor Park soltó un suspiro – Bueno… no estoy de acuerdo con esto, pero no puedo dejarte sin las indicaciones- el doctor le explicó el resto de la receta y de los exámenes que se tendría que hacer- Con esto deben ir a farmacia y pedir lo que receté y con esto debes pasar los exámenes, se lo entregan a la enfermera en recepción y vienen con los resultados ni bien los tengan- los menores asintieron y luego de una reverencia salieron del consultorio.
Yoochun salió segundos después y se dirigió a la cafetería, los dos menores fueron sus últimos pacientes en su tan ajetreada agenda matutina. Algo en su interior le decía que las cosas con esos dos chicos no estaban bien –Esos niños… creo que me mienten… - La cabeza de Yoochun estaba demasiado ocupada como para darse cuenta que alguien familiar se acercaba.
-¿En qué piensas querido ratón? – un joven blanco, un par de años mayor que él, de cabello casi rubio se acercó a él por la espalda - ¿Quién ocupa esa cabecita tuya?- Yoochun volteó a verlo, mientras el mayor lo abrazaba aún parado.
- Jaejoong hyung… eso es secreto doctor-paciente, no te puedo decir nada más – dijo en broma – además no deberías abrazarme así, no quiero tener problemas con Yunho hyung- dijo sonriendo esperando que el mayor lo soltara y se sentara a su costado.
-Yunho no hará nada, estamos peleados- el rubio hizo un puchero y con la mirada algo triste se sentó junto a Yoochun mientras acomodaba su cabeza en el hombro de este.
-¿Otra vez? Y ahora ¿por qué? – preguntó Yoochun con algo de burla, pues esta situación se venía repitiendo varias veces durante los últimos 6 meses.
– Problemas que no valen la pena, pero que él las hace grandes… a veces me pregunto si todavía me quiere- se notaba el dolor en las palabras del mayor, así que prefirió cambiar el tema de la conversación.
– hmmm, ¿quieres venir a casa a cenar?, Yoona me dijo que prepararía algo especial para hoy… - Jaejoong volteó a verlo con una expresión molesta.
- ¿En serio?... ¿me pides que cene con ustedes? Sabes que mientras esté esa mujer contigo… ¿Cuándo botarás a la tipa esa de tu casa?- preguntó hastiado, Yoochun rodó los ojos y con un suspiro se golpeó mentalmente por haber sacado ese tema a la luz-
– Hyung, no hables así de Yoona, es una buena persona, yo realmente la quiero mucho y ahora ella me necesita- Esta vez fue el turno de Jaejoong de rodar los ojos y sonreír sarcástico.
– Te está usando date cuenta… pero bueno… ya no sé cuántas veces te lo he dicho, depende de ti hacerme caso o no- Yoochun quería que su mejor amigo y su novia se llevaran bien, pero Jaejoong solo tenía palabras duras contra la mujer que amaba y aunque le dolía eso, no dejaría que nadie, ni su mejor amigo, le haría daño a su amada. Esta vez el que cambió de tema ante el denso ambiente que se había formado fue Jaejoong
– Como sea, que pensabas hace rato, ¿tienes problemas con algún paciente? – Yoochun suspiró y se acomodó mejor en el asiento
– Mis últimos pacientes fueron dos niños, en realidad solo uno el otro solo lo acompañaba, me han dejado un poco… no sé cómo explicarlo…- Jaejoong suspiró, comprendía muy bien la situación en la que se encontraba su amigo
–A veces nos tocan casos complicados Yoochunnie, debes acostumbrarte a eso y no dejar que te afecte, recuerda que eres su médico, no su terapista ni consejero… - dijo sonriendo.
-Lo sé hyung es solo que… no sé… ¿Qué crees que debo hacer con ese chico? Creo que está embarazado... – dijo preocupado, era su primer año en el hospital, ni bien se graduó Jaejoong le ayudó a entrar moviendo sus “influencias” (en realidad convenciendo “lindamente” a su novio) y si bien ya tenía algo de experiencia, nunca se le había presentado un caso tan complicado. Jaejoong se sorprendió al inicio pero luego tuvo que reconocer que no era del todo imposible, su amigo tenía muy mala suerte.
– Ayúdale hasta dónde te corresponda, si gustas dale un par de consejos, lo más probable es que sus papás no sepan, así que necesitará quien lo guie… y si se te hace muy pesado, siempre puedes derivar el caso a un doctor con más experiencia… - dijo dándole palmaditas en la mano que tenía sobre la mesa.
-Tienes razón, solo espero… de verdad espero… estar equivocado y que sea algo que comió… y no hyung no me refiero a ESO – Yoochun rodó los ojos al ver el rostro colorado de su amigo
– realmente… Yunho hyung debe hacer algo con esa mente sucia que tienes… - Jaejoong rió y con una expresión pícara le respondió en voz baja…
- créeme, él es peor… -
Los dos amigos siguieron conversando de todo y de nada por un par de minutos más antes de que ambos tuvieran que volver a sus labores del día, para Yoochun esta había sido una mañana extraña, solo quería que termine, llegar a casa, cenar junto a su amada y descansar.