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El arte del amor por Kouichi_RedSun

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Notas del capitulo:

¡Hola! Aquí les traigo el segundo capítulo de este fanfic, espero que sea de su total agrado, sin más que decir por el momento, los dejó con el capítulo. Gracias por leer

Era ya de noche, Takato, Henry y Ryo pasarían la noche en casa de Iván, a sabiendas de que la noche sería todo, menos aburrida, pues los padres de Iván no estarían, debido a un viaje de negocios, lo primero que hizo Iván en la noche, fue presumir el nuevo tubo de escape del auto de su padre, el Accord blanco que había conducido antes.

 

-Vengan, se los mostraré- dijo sonriendo Iván, mientras tomaba las llaves del auto y subía a este.

 

-¿Estás seguro de esto?- preguntó Ryo mirando al menor que estaba a punto de encender el auto, además de tener una enorme sonrisa en sus labios.

 

-Sip, lo hago todo el tiempo, no se preocupen- agregó el chico de ojos marrones, casi negro –Solo confíen en mi- dijo sonriendo mientras Takato, Henry y Ryo se posicionaban detrás del auto, expectantes a lo que pasaría.

 

-Vamos, no creo que pase nada, estoy seguro- dijo Takato con una linda sonrisa –Además, Iván nos aseguró que este auto tenía un sonido genial con este nuevo tubo de escape- dijo un tanto emocionado el lindo “Goggle Boy”.

 

-Así es, un tubo de escape nuevo, mejoró la potencia y sonido del motor- dijo Iván ciertamente emocionado, para finalmente girar la llave que encendió aquella chispa, dando vida a aquel motor DOHC L4 2.4 ¡-VTEC, que rugía de una forma más imponente, y que transpiraba por todas partes sus ahora 190 caballos de fuerza.

 

-¡Suena genial!- gritó Takato emocionado al escuchar la nueva faceta del Accord.

 

-Ah… La… Terminal de escape esta…- Decía Henry de forma analítica mientras observaba aquella salida cromada.

 

-Ok, ¡Prepárense para el concierto!- exclamó Iván y con el auto en punto muerto, pisó el pedal del acelerador a fondo a todo el ruido del motor, a sus 7,600 revoluciones por minuto, provocando que la terminal del escape saliera escopetada del mismo, golpeando el piso y rebotando, golpeando al indo “Goggle Boy” en su entrepierna.

 

-¡Takato!- gritaron los dos semes cuando el menor cayó de rodillas al piso, con una mueca de dolor, llevando sus manos a su zona golpeada, sin embargo, la cosa no paró ahí, aquella pieza metálica había rebotado de nuevo en el muro por la fuerza con la que salió, golpeando el portón frontal y golpeando a Takato directamente en la cara, haciéndolo caer de espaldas, Iván apagó el motor y bajó del auto con una libreta y un bolígrafo en su manos, anotando algo en  dicha libreta.

 

-Esto es un lindo recordatorio; aconsejar al mecánico apretar bien todas las piezas del escape- dijo Iván apuntando en su libreta, mientras un brillo blanco en sus lentes, cubría sus ojos. –Hey, ¿Sigues vivo?- preguntó guardando la libreta y mirando a Takato, ese brillo en sus anteojos, permanecía.

 

-M-Mi cara- dijo el oji-carmesí con una mano en su rostro y la otra en su entrepierna.

 

-Deberías sobarle su zona baja, Henry- dijo Iván con picardía y ese brillo blanco en sus lentes, provocando que el jovencito de cabellos azules se sonrojara, al igual que el chico que yacía en el piso –Hazlo mientras voy por hielo para su cara- dijo Iván ajustando sus anteojos con su dedo medio e ingresaba a la casa, mientras Ryo estallaba en una carcajada al escuchar ese pícaro comentario de su novio –Entren, espérenme en la sala en lo que voy por el hielo- dijo sonriendo el de cabellos azabaches.

 

-¿Te duele, Takato?- pregunto Henry sobando la frente del menor, hasta que llegó Iván, dándole una bolsa con hielo, la cual Takato sostuvo contra su frente.

 

-¿No te regañaran cuando vean el auto?-  preguntó Ryo a su novio, mirándolo con un leve brillo de preocupación en sus ojos.

 

-No te preocupes, ya me inventaré algo- dijo el lindo jovencito de anteojos besando al moreno en los labios –Bueno, lamento el golpe, aunque… Fue divertido- dijo Iván acompañado de una pequeña risita de Ryo.

 

-No pasa nada… Fue un accidente después de todo- dijo el “Goggle Boy” con una linda sonrisa en sus labios.

 

-Henry, ¿Si sobaste a Takato?- preguntó nuevamente el azabache jovencito con un tono de picardía en su voz, mientras los dos aludidos presentaban un enorme sonrojo en sus mejillas –Porque si tú no lo hiciste, con gusto yo me ofrezco- concluyó el menor con una pícara mirada para Takato.

 

-¡No, yo lo hago!- gritó Henry y en un reflejo comenzó a sobar y frotar su mano en la hombría del castaño, que estaba sumamente rojo ante tales acciones, al igual que Henry, al darse cuenta de lo que estaba haciendo, por lo que quitó de inmediato su mano de aquella zona – ¡Lo siento!- gritó el jovencito oji gris completamente en pánico y avergonzado, mientras Ryo e Iván estallaban en carcajadas, el sonrojo de Takato era casi inhumano, su cara brillaba de lo roja que estaba, además de que el muchachito estaba inmóvil.

-Ah… Takato- dijo Ryo observando detenidamente al castaño y pudiendo divisar una casa de campaña en los pantalones del menor.

 

-S-Supondría que… Quieres ir a mi habitación- dijo Iván desviando la mirada sonrojado.

 

-¡O-Oye! No somos…- Henry se vio interrumpido por Takato, quien se levantó y jaló a Henry directo a la habitación del anfitrión.

 

-Hum… N-No puedo andar así y… Como tu… Me pusiste así… L-Lo ideal es que tú lo resuelvas- dijo el jovencito castaño con un extremo sonrojo, pareciera que en cualquier momento su cara iba a explotar de lo sonrojado que estaba, sin embargo, aún algo dubitativo, Henry se sentó en la cama y posicionó al menor en sus piernas, abriendo los pantalones de este para masajear lentamente el miembro del “Goggle Boy”, quien comenzó a soltar pequeños gemidos.

 

-No pensé que tuvieras una mente pervertida- dijo el mayor de los dos un poco sorprendido.

 

-L-Lo sé pero… Me sentí muy caliente- dijo el chico de los ojos carmesí –Henry… L-Lámelo- pidió el castaño bastante sonrojado, para sorpresa del  oji-gris por aquella petición –Por favor… Henry- dijo el menor en un tono de súplica, y ante aquella insistencia, Henry no pudo más que obedecer, así que sentó al menor en la cama y se arrodilló entre sus piernas, aún con algo de duda y debido a su falta de experiencia, le dio una pequeña lamida al miembro del menor, haciéndolo gemir tiernamente –He-Henry- decía el nombre del mayor entre su gemidos, ante esto, Henry sonrió un poco y con su lengua, lamió los blancos y lampiños testículos de Takato y subió el camino hasta la punta del pene, haciendo suspirar más al jovencito que le acompañaba, Takato gemía el nombre de su novio, de un momento al otro, el chico de ojos plateados, engulló todo el miembro del menor, lamiendo con bastante inexperiencia la hombría del menor, pero siendo suficiente para que el castaño gimiera más fuerte, al sentir las lamidas en todo el tronco y sus testículos –Henry… M-Me voy a venir- advirtió el menor y Henry solo pudo succionar la virilidad ajena, tragándose todo lo que salió de esta.

 

-¿T-Te sientes mejor?- dijo Henry jadeando y limpiando sus labios con el dorso de su mano.

 

-S-Si… Gracias- contestó el jovencito de ojos carmesí ya mucho más calmado.

 

-Deberíamos bajar, o Iván i Ryo se aburrirán- dijo Henry sonriendo, el castaño sonrió y se levantó.

 

-Ese par ni de broma se aburriría- dijo sonriendo y ambos bajaron a hacer compañía a los otros dos.

 

-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: SEMANAS DESPUÉS -:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

 

Hirokazu había  por fin salido del hospital, el castaño de ojo grises, había regresado, aunque siendo recibido por las gélidas miradas de Ryo, Iván y Henry, puesto que Takato, no podía sostenerle ni siquiera la mirada, inmediatamente, su novio fue a recibirlo, con un lindo beso en la mejilla, Kazu lo abrazó sonriendo un poco y se acercó a los otros cuatro chicos, mientras su novio permanecía un poco atrás, aunque el jovencito de la visera, sintió su integridad en riesgo cuando Iván y Ryo empezaron a tronar sus nudillos.

 

-E-Esperen… Sólo… Quiero hablar con Takato- dijo Hirokazu completamente nervioso al ver su integridad en sumo peligro.

 

-La pregunta es ¿Quiere él hablar contigo?- cuestiono Henry con cara de pocos amigos.

 

-Chicos… Dejen que hable- pidió el “Goggle Boy” con algo de duda en su voz, sin embargo, sentía que debía escuchar al contrario.

 

-Gracias Takato… Yo… De verdad lo siento, sé que lo hice estuvo mal… Que traicioné tu confianza, te fallé, también a Ryo, pero… De verdad lo siento, perdóname- dijo el chico de la visera con ojos llorosos.

 

Takato miró al chico que se había arrodillado frente a él, rogando por su perdón, Takato estaba ahora serio, pensativo y muy callado, lo cual ponía a Hirokazu aún más nervioso, Takato cerró los ojos y chasqueó la lengua –Bien… Te perdono- dijo el bello jovencito de ojos carmesí, sorprendiendo a su novio y a sus otros dos amigos –Pero… El hecho de que te perdone, no quiere decir que recuperas mi confianza ni que volvemos a ser amigos- sentenció el jovencito castaño con seriedad.

 

-P-Pero Takato… Yo… Lo siento… Me he… Me he disculpado por todo- dijo el joven de la visera con algo de ansiedad, mientras su novio veía todo y se acercaba, acariciando los hombros de Hirokazu, que trataba de no llorar frente a ellos.

 

-Yo confié en ti y me escupiste en la cara, traicionaste mi amistad, al parecer no te acordaste de esta al hacer lo que hiciste… Te perdono, pero sin embargo, mi confianza y sobre todo, mi amistad, las has perdido, tú dirás si las recuperas o no- concluyó el “Goggle Boy” caminando a su lugar, dejando a Hirokazu en shock, mientras gruesas lágrimas recorrían sus mejillas.

 

-¿Qué?- fue lo único que pronunció el jovencito castaño de ojos grises.

 

-Deberías considerarte afortunado- dijo Iván mirando al chico que yacía arrodillado aún –Yo en el lugar de Takato, no te hubiera perdonado, tienes suerte de que él lo hiciera- dijo Iván con un tono serio, orgulloso y gallardo.

 

-Pero creí que… Que si me perdonaba él…- Hirokazu se vio interrumpido por el jovencito de ojos oscuros.

 

-¿Todo sería como antes?, vamos, no seas ingenuo, vale, te perdonó, pero la herida sigue ahí ¿Pensaste que inmediatamente te abrazaría, te recibiría con palmas y un pastel?- cuestionó sarcástico el bello jovencito de anteojos.

 

-Se supone que… Éramos amigos- dijo Hirokazu aun llorando con su mirada en el piso.

 

-Tú mismo acabas de decirlo, se suponía, pero te atreviste a hacerle algo tan bajo, a dañarlo tanto, es decir, le robaste a su novio y lo más irónico, es que el que acabo peor de los tres, fuiste tú, porque si bien, Ryo comparte mucha culpa contigo, tú fuiste el que lo engatuso, tú fuiste quien se aprovechó de un tipo que estaba medio borracho y pasó lo demás, ahora ve, Ryo hizo varias cosas para compensar a Takato, incluso, aún lo sigue haciendo y también, ve, Ryo finalmente encontró a alguien, a quien le es fiel, ¡Takato no debió perdonarte!- le recriminó Henry al castaño.

 

-Ya basta, por favor, se… Se están pasando, Hirokazu ya no puede escuchar nada más… Sigue llorando en shock- dijo Kenta tratando de que dejaran de amedrentar a su novio –Por favor, ya paren- pidió.

-¿No dirás nada, Ryo?- preguntó Henry en voz algo baja, mirando al moreno.

 

-No… Yo no tengo derecho a recriminarle nada, después de todo, yo también tuve culpa en eso y soy el menos indicado para recriminarle a Hirokazu- dijo el jovencito de ojos celestes, dando media vuelta y caminando a su lugar, seguido de Iván y posteriormente Henry, mientras Kenta trataba de calmar a su novio.

 

La clase transcurría con normalidad, todos los alumnos trabajaban con normalidad, Ryo e Iván no dejaban pasar la oportunidad de hacer bromas y algunos juegos, que hacían reír a varios de los alumnos, finalmente la hora del receso había llegado, nuestros 4 muchachos emprendieron la retirada hacia el patio, donde Henry se cruzó con uno de sus viejos “amigos”, el cual, solo iba a molestar al enterarse de la relación de Henry y Takato.

 

-Creí que eras un hombre, no un puto maricón- dijo un joven castaño, con su cabello perfectamente peinado hacia atrás y de ojos negros.

 

-Cállate, Giovanni, sabes muy bien que me importa un bledo que tu padre se al CEO de industrias Rocket- amenazó Henry.

 

-Giovanni, no seas un patán- dijo un muchacho rubio y de ojos dorados, bastante lindo.

 

-Cállate Yellow- dijo Giovanni con seriedad.

 

-Mejor cállate tu- dijo Iván empujando con fuerza a Giovanni, fastidiado de su pesada actitud.

 

-¡¿Y tú qué?!- gritó el castaño asestando un puñetazo a la cara de Iván, haciendo que los anteojos de este cayeran al piso, de inmediato, dos de los esbirros de Giovanni aparecieron, uno de ellos, corpulento y fuerte, Surge y el segundo, esbelto, pero con una filosa mirada, Koga.

 

-Te vas a arrepentir- dijo Ryo y se lanzó sobre Giovanni, dándole un feroz puñetazo en la mejilla, Iván se enderezó de aquel golpe y para evitar ataques a traición, se abalanzó sobre Koga y finalmente Henry sobre Surge. Takato estaba asustado, jamás se había metido en una pelea y sabía que tendría que hacer algo, sin embargo, Yellow le tomó del brazo y lo alejó de la pelea

 

-Calma, no te preocupes, tus amigos y tu novio estarán bien, esos tres idiotas no son tan peligrosos- dijo el rubio para calmar al “Goggle Boy”, mientras los otros seis se surtían bien y bonito de golpes, hasta que intervino un profesor que detuvo la pelea, puesto que Ryo ya estaba sobre Giovanni, dándole de puños en la cara, mientras él solo sangraba del labio, Henry no había podido con la brutal fuerza de Surge, este sangraba de la nariz y la boca, tendido en el piso, mientras Surge lo pateaba en las costillas, Iván solo presentaba un sangrado en su nariz, sus lentes se habían estrellado, pero tenía a Koga sujeto de los brazos y le daba varios puños en el estómago y rostro. Giovanni ya tenía un ojo morado, sangre en la boca, la nariz y en una ceja, mientras que Surge apenas tenía unos moretones en la sien y en el pómulo, Koga tenía un ojo morado, la nariz sangrando y también su boca, el profesor, ayudado de otros más, llevó a los seis chicos a la oficina del director.

 

Una vez ahí, Giovanni se apresuró a hablar en su defensa –Señor director, yo le juro que ellos nos atacaron de la nada ¡Créame!- exclamó el castaño con fingida inocencia.

 

-No puedo creer lo cobarde que eres…- Le recriminó Henry a Giovanni, aún dolorido de las costillas.

 

-No soy un cobarde, solo digo la verdad, le juro que no hice anda, director- dijo Giovanni en una súplica.

 

-¿Hay algún testigo?- preguntó aquel imponente hombre que estaba sentado en el escritorio y mirando fijamente a los chicos que estaban en su oficina, al escuchar la pregunta, Ryo e Iván se miraron entre sí.

 

-No señ…- La voz de Koga se vio interrumpida por la voz de Iván.

 

-Los hay, señor, permítame buscarlos- pidió el oji marrón, el director le miró y asintió.

 

-Henry, ¿Sabes cuál es el aula de Yellow?- preguntó en voz baja el chico que ahora llevaba sus anteojos estrellados.

 

-S-Si… el 13-C- dijo Henry y de inmediato, Iván salió corriendo en dirección a los dos salones, el 11-C, donde iban ellos, para traer a Takato.

 

-Profesora, necesito a Takato- pidió el bello jovencito, aunque su nariz seguía sangrante y parte de su rostro teñido de rojo.

 

-¿Al joven Matsuda?- preguntó ella algo confusa.

 

-Si, a Takato Matsuda, por favor, es urgente- dijo un poco desesperado el peli azabache.

 

-Ah, vale, Takato, ve con Vitela- dijo la profesora y de inmediato Takato salió con él.

 

-Vale, vamos, tenemos que buscar a Yellow- dijo Iván y corrieron al aula 13-C –Profesora, por favor, necesito que me permita a Yellow- dijo en tono suplicante el azabache.

 

-Ah, está bien, joven Tajiri, vaya con ellos- dijo la profesora sin darle mucha importancia y los tres corrieron a la oficina del director.

 

-Señor, aquí están, ellos presenciaron todo- dijo Iván con una mirada seria y segura.

 

-Pues bien, por favor, díganme lo que paso.- Pidió el director.

 

-Pues, verá… Fueron Giovanni y esos dos chicos los que empezaron la pelea, Yellow me alejó de ellos para no salir lastimado, pero... Mis amigos no empezaron- dijo Takato con una sinceridad indudable en sus palabras.

 

-Bien, joven Tajiri, ¿Es eso cierto?- preguntó el director, mientras Yellow sentía las miradas heladas y fulminantes de sus compañeros Giovanni, Koga y Surge, esto lo hizo dudar y querer decir que era mentira, pero al ver los ojos de Takato, que le pedían que dijese la verdad, entró en un duelo interno, luego miró a Henry, Iván y Ryo, dándose cuenta que ellos solo se defendían.

 

-S-Si… Señor… Giovanni se burló de Takato y su novio por… sus preferencias sexuales y cuando el chico de anteojos calló y empujó a Giovanni para que se fuera, Giovanni le dio un puñetazo en la cara y ese chico moreno saltó a golpear a Giovanni y se armó la campal- dijo Yellow con cierta seguridad en sus palabras.

 

-Ya veo… Así que ustedes tres empezaron- dijo el director mirando a Giovanni, Koga y Surge –Bueno, ya que no solo pelearon, si no que atentaron con la integridad de dos personas en forma discriminativa, llamaré a sus padres y ustedes serán suspendidos por una semana. En cuanto a ustedes- dijo mirando a Iván, Ryo y Henry –No puedo dejar pasar esto por alto, así que llamaré a sus casas y tendrán un reporte cada uno- dijo aquel señor.

 

-No se repetirá, señor director- dijo Iván haciendo una reverencia hacia su superior, quien lo miro de forma seria.

 

-Eso espero, pueden retirarse- dijo el director y los ocho muchachos salieron, nada más estar en los pasillos, Giovanni tomó a Yellow del cuello de su ropa y le dio un rodillazo en el estómago.

 

-Te vas a arrepentir, maldito traidor- dijo Giovanni mientras Yellow se sujetaba adolorido el estómago, pero Iván interrumpió.

 

-Toca al chico de nuevo y me encargaré de destrozarte la cara- dijo claramente molesto.

 

-Ah, así que tu responderás por el ¡Pues bien! ¡Quédate a este mocoso de mierda!- dijo Giovanni dando otro rodillazo al estómago de Yellow y empujándolo, Yellow hubiera caído de no ser porque Iván lo atrapó, tras eso, Giovanni se fue.

 

-G-Gracias- dijo Yellow tratando de recuperar el aire –Me salvaste- dijo Yellow comenzando a llorar.

 

-No, calma, calma, ya pasó- dijo el azabache sonriendo, Yellow tomó un pañuelo y con suavidad le limpió la sangre de la nariz. Se acercó a los otros dos y por igual les limpió la sangre, agradecido por haberlo defendido. El resto de día prosiguió normalidad, Takato acompañó a Henry al médico, pues sus costillas dolían, aunque el mayor estaba molesto y avergonzado.

 

-Lo siento… Takato, quedé como un idiota frente a ti… Ahora pensarás que soy débil y patético- dijo Henry claramente con su ego dolido.

 

-Te equivocas, Henry… Para mí siempre serás el chico más fuerte y valiente, te enfrentaste con un sujeto mucho más corpulento que tú y no te acobardaste- dijo Takato sonriendo –No digo que me guste que te pelees pero… Fuiste valiente- dijo el “Goggle Boy” sonriendo.

 

-Gracias… Takato- dijo el jovencito de ojos grises sonriendo un poco.

 

Henry llevó al menor a su casa y una vez ahí, se despidieron con un tierno y cálido beso, para despedirse hasta el día siguiente. Nada más entrar, los padres del castaño, recibieron a su hijo.

 

-Hola campeón ¿Qué tal la escuela?- preguntó su padre.

 

-Bien, nada fuera de lo común- mintió para que sus padres no se preocuparan por Henry ni sus amigos.

 

-Me alegra oír eso, hijo, toma, te llegaron estas cartas, una es de tu primo Kai- dijo la madre del castaño sonriendo, Takato las tomó sonriendo.

 

-¿De quién es la otra?- preguntó el jovencito de ojos carmesí.

 

-No tiene remitente, dime, ¿Qué dice tu primo Kai?- preguntó la madre del chico, quien abrió la carta de su primo y sonrió ampliamente.

 

-Kai vendrá a Tokio, lo inscribieron en la misma secundaria que a mí y quiere saber si puede pasar su estadía aquí- dijo Takato con una linda sonrisa en sus labios, hacía mucho que no escuchaba de su primo, dos años como mínimo, sus padres sonrieron y Takato fue a su habitación a leer la otra carta, entró y se sacó los calcetines, pues no le gustaba mucho usar dichas prendas, en esas épocas, solo por el frío que llegaba  a hacer, también se sacó la camisa , cosa que era normal para él en su casa, miró la carta, para proceder a abrirla, esa clase de caligrafía era inconfundible, era de Hirokazu.

 

Takato procedió a leer la carta, prestando atención a todo lo que decía.

 

“Takato.

 

No me sorprendería que para ahora, ya supieras quien es el remitente de esta carta, solo quería decirte que yo de verdad te quiero mucho y estoy dispuesto a hacer todo con tal de recuperar tu amistad, me siento eternamente arrepentido,  yo de verdad quiero recuperar tu amistad, quiero que seamos amigos de nuevo, sé que quizá las cosas no serán tan buenas como antes pero… Trabajaré para que lo sean, te prometo que seré el mejor amigo que puedas tener, que no te volveré a fallar, no desperdiciaré esta oportunidad que me has dado, gracias por perdonarme, nunca olvides que te quiero mucho.

 

Atte.

Hirokazu Shiota.

PD: Hay un pequeño regalo para ti en el sobre.”

 

Takato revisó en el sobre y había un bonito dije en forma de Guilmon, hecho de acero inoxidable y pintado, que al reverso, tenía la inscripción “Para mi mejor amigo. Takato Matsuda”.

 

El “Goggle Boy” sonrió  y guardo la carta en su mesita de noche, sonrió y se puso el dije en el cuello, se recostó y puso sus manos sobre su desnudo pecho, pensando en lo que leyó –Espero que realmente cumplas lo que me dices en esa carta, Hirokazu, porque yo también te quiero… Amigo- dijo el castaño con una linda sonrisa en sus labios y fue llamado a cenar, se levantó y tomó sus calcetines y camisa, arrojándolos al cesto de la ropa sucia, pues a sus padres ya se les hacía normal que el castaño bajara a cenar sin camisa, se lavó las manos y se dispuso a cenar, sin embargo, esa sonrisa en ningún momento abandonó su rostro.

 

-¿Pasó algo bueno, campeón?- preguntó el señor Matsuda

 

-Sí, algo muy bueno- contestó el pequeño castaño y tras agradecer por la comida, se dispuso a disfrutar de sus alimentos, feliz por el hecho de que Hirokazu realmente trataría de recuperar su amistad, aunque nunca la hubiese perdido del todo realmente.

Notas finales:

Bien, si llegaron hasta acá, muchas gracias, espero el capítulo haya sido de su agrado, sin más que reportar, me despido, hasta la próxima.

 

Matta ne


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