Sherlock era su tutor pero por sobre todo también su mejor amigo. Cuando sus problemas con la materia de Química comenzaron necesito de una persona que le enseñara y guiara, los maestros le habían recomendado a Sherlock Holmes. El mejor estudiante de Química en la clase.
John hizo caso a las recomendaciones y busco a Sherlock para que lo ayudase. Y aunque al principio se había negado, terminó aceptando. Con el tiempo se volvieron amigos y la gente en ocasiones veía extraño a John, dado a que Sherlock tenía la reputación de ser alguien raro. Sherlock podía ser alguien de personalidad extravagante pero John lo consideraba inteligente y le gustaba pasar tiempo con él.
Desde esa fecha hasta ahora, había pasado un año desde que se habían conocido y vuelto amigos. Y aun así John todavía tenía problemas menores con la materia.
"Deberías de concentrarte más en la clase y dejar de mandarle papelitos a esa chica estúpida con la que sales." dijo Sherlock mientras caminaba justo aun lado de John.
"Si sigues así no pasarás la prueba."
John se quejó. Era extraño podría jurar que solo se comportaba así cuando se refería a las chicas con las que salía.
"Pero para eso te tengo a ti. Para que me ayudes a estudiar." John sonrió. Sherlock había sentido un calor en su interior.
"Tampoco tienes que aprovecharte de mí."
Un sonido interrumpió la conversación entre los dos chicos, había sido producido por el celular de John. La expresión del rostro de Sherlock cambió, lucía molesto, sabía de quién era el mensaje. John sacó su celular para revisar el mensaje y mientras lo leía le habló a Sherlock.
"Es Sarah, quede de verme con ella dentro de una hora. Vamos a ir al centro comercial ¿Quieres ir?"
Pero Sherlock ya se había ido para cuando John había volteado.
Su amigo era así en ocasiones, se molestaba sin razón alguna y se iba del lugar. En otras, tan solo le decía John que tenía cosas importantes que hacer y lo dejaba. John solo se quedaba pensativo ante eso.
Cuando fue al centro comercial con Sarah de todo lo que pudo hablar fue de la extraña actitud de Sherlock, cosa que a la chica no le agradaba demasiado, John no dejó de hablar en ningún momento de ese tema. Al final Sarah se había enojado por lo distraído que estaba y le había dicho a John que dejaran la cita para otro día.
John decidió hacer lo que hacía Sherlock. Él siempre le decía que veía pero nunca observaba, entonces esta vez no vería el comportamiento de Sherlock sino lo observaría y averiguaría el por qué de su actitud.
Ahora John se encontraba en la cafetería junto con Sherlock, no hacían nada más que esperar el café.
Desde hacía días que John quería tener una cita. Alguien con quién pasar en año nuevo ya que tan solo faltaban dos días pero no creía encontrar a alguien. Podría llevar a esa chica Mary con la que había salido un par de veces unas semanas atrás. ¿A qué lugar podrían ir?
John envió un mensaje en ese instante para saludarla y preguntar como estaba mientras dibujaba una sonrisa en su rostro. Entre tanto Sherlock solo hizo un ruido que John alcanzó a escuchar.
De nuevo estaba ahí. Sherlock comportándose pesado y molesto cuando se trataba de sus citas. Era momento de observar. ¿Por qué se molestaba? Acaso existía una mínima posibilidad de Sherlock estuviera ¿Celoso?
Las únicas veces que se comportaba así eran cuando iba salir con alguna chica, solo así. Anteriormente John había tratado de hablar del tema pero Sherlock lo había esquivado, cambiado, tal vez le parecía aburrido, como la mayoría de las cosas en este mundo.
Pero no solo era eso, sus ojos se ponían más oscuros con algo de furia se iba y aun al día siguiente continuaba algo molesto. Siempre era así. Siempre.
Mientras repasaba todas esas situaciones su celular sonó indicando la llegada de un mensaje, era Mary, le estaba invitando a algún lugar a salir. Lo ignoró, no quería que Sherlock se fuera de nuevo como hacía siempre, esta vez haría las cosas bien.
Continuó repasando todas las actitudes de Sherlock cuando estaba cerca de las chicas con las salía, todo el tiempo era grosero con las personas, sin embargo, con ellas era ESPECIALMENTE grosero e idiota. ¿En realidad podría estar celoso?
Sherlock jamás había dicho que le gustara John. O quizás lo había hecho pero a su manera.
"¡Y yo no me había dado cuenta!" exclamó John de repente haciendo que Sherlock le observara extraño.
"¿Darte cuenta de qué?" preguntó Sherlock frunciendo el ceño.
"No de nada." fingió John pensando en las próximas palabras que diría.
Sherlock seguía con la mirada encima de John poniéndolo un tanto nervioso.
"Sherlock tengo un problema."
"¿Es de Química?"
"No, no se trata de eso." hubo un pequeño silencio que John rompió.
"Necesito que me aconsejes a cerca de a donde puedo llevar a mi cita"
Sherlock lucía un tanto fastidiado por la pregunta.
"Llévala a cualquiera de los otros lugares a donde llevaste a las otras, seguramente es igual de estúpida que ellas." rodó los ojos desviando la vista.
"No puedo." una interrogante se formó en el rostro de Sherlock mientras veía a John a los ojos.
"¿Por qué no?"
"Porque tu eres la persona a la que quiero invitar a salir."
Sherlock se había quedado perplejo ante la respuesta, abría la boca pero las palabras no salían.
"¿Co-cómo supiste que me gustabas?" dijo Sherlock sonrojándose.
"Observé." una pequeña risa escapó de la boca de John "Entonces, ¿Saldrás conmigo Sherlock? Me gustaría pasar el año nuevo contigo."
"¡Si! ¡Si quiero!" exclamó Sherlock con alegría. John sonrió.
"Bien, ¿A donde quieres ir? ¿A la morgue?" bromeó John. Sherlock se sentía tan bien, John lo conocía bastante.
"No, no importa donde. Solo quiero ir contigo." las mejillas de Sherlock se volvieron a ruborizar.
Así Sherlock y John pasaron el año nuevo juntos teniendo su primera cita.