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Buscando la cura por R13

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Notas del capitulo:

Thorin y Bilbo deciden partir de Inglaterra, habrá muchos nuevos problemas.

Nadie respondía, atrapado en aquel lugar. Al menos tenía todos los recursos y tecnología. Aun así, detestaba el frio, se suponía que solo estaría unos meses en esa base pero la epidemia Z había ocurrido y ahora permanecería ahí por un largo tiempo.

 

—Aquí la luz del norte. Respondan. —Tercera vez en dos horas que lo intentaba. Quizás nadie jamás respondería.

 

Suspiró profundo y se quitó el abrigo para no tener demasiado calor, continuó revisando los ocho monitores frente a él en busca de alguien que pudiera escuchar su mensaje.

 

—Si alguien logra escucharme responda.  

 

Bueno, si es que quedaba todavía humanidad que salvar.  Siguió moviendo controles e intentando hacer comunicación con algún humano que siguiera vivo.

 

La información que poseía no debía ser revelada a cualquiera, menos a alguien que aun sirviera para el gobierno, ahora solo confiaba en la ciencia, aunque él hace dos semanas hubiera servido al gobierno. Por lo menos un humano tendría que responder e interesarle lo que le diría.

 

Sabía que varias personas escuchaban su grabación, pero lo ignoraban, no les importaba. Sin embargo, tenía la esperanza de que alguien lo escuchara, alguien confiable y bueno. No del gobierno por favor, por favor.

 

De nuevo tomó la radio para intentarlo una vez más en el día.

 

—Aquí luz del norte, soy el oficial Smaug Golden e intentó lograr hacer comunicación con cualquiera que quiera ayudar… no me ignoren —soltó el botón de la radio para que ya nadie escuchara. — Si quieren saber la cura… por favor… no me ignoren.

 

Exactamente eso sucedió, eso pasa cuando te encuentras hackeando bases de datos y cámaras en toda la región de Inglaterra sin saber con qué te puedes encontrar.

 

(…)

 

—Es imposible —dijo uno de los hombres en la habitación.

 

La misión era imposible por múltiples razones. No arriesgaría más hombres para una causa perdida.

 

—Pudo haber sobrevivido y es tu deber encontrarlo. Por ello trabajas para mí.

 

Fueron sus últimas palabras y se levantó de la silla. …l otro hombre no estaba para nada satisfecho con la tarea que le habían asignado.

 

—¿Por qué es tan importante? —suspiró y luego tragó saliva. Tentaba su arma con la mano izquierda, era su jefe, pero un pequeño disparo en el brazo no lo mataría.

 

—Eso es clasificado.

 

Salió de la habitación junto con sus dos guardias, la poca iluminación logró ocultar la sonrisa en la cara del hombre que había salido. El que aún continuaba sentado,  lanzó su arma con ira sobre la mesa, limpió su rostro con una tela y se levantó de la silla.

 

(…)

 

Hora de Llegada: 11:57 am. Mes: noviembre. Día: martes.

Hechos ubicados el jueves de noviembre a las 12: 34 pm.

 

Luego de varios disparos fallidos y por casi ser mordidos una vez, a Sherlock ya no le temblaban las manos a la hora de jalar el gatillo. Ahora solamente quedaba poner bien en práctica las habilidades, claro, con John con él para que no acabase muerto por culpa de los Zombies.

 

Si querían irse lo más pronto de ese país, tenían que tener una buena estrategia y saber a qué lugar iban a llegar. La primera opción era Australia, no era como ir a la vuelta de la esquina. La segunda opción era California, reportes indicaban que ahí se intentaba encontrar la cura para el virus y que existía por igual, un sitio de refugiados.

 

John se enjuagó los labios con un pañuelo, había obtenido esa manía hacía ya unos días. Se sentía menos incomodo ya que había logrado que Sherlock vistiera por lo menos una camisa, increíble híbrido. Mientras regresaba al pensamiento de su estrategia, se sirvió algo de agua, un poco, debía de racionalizar.

 

Iría a California, por supuesto ¿A quién demonios le pediría un avión o barco? Claro que pensaba que tendría que quedar alguien para ayudarlos, alguien que igual deseara sobrevivir al apocalipsis. Cuanto deseaba en estos instantes haber nacido en América, pero no le servía de nada desearlo ahora. Estaba que le llevaba el carajo y ni idea de que debía hacer. ¡Por dios! Demasiada situación para alguien de 24 años.

 

Asentó el vaso en la pequeña meseta, por el rabillo del ojo vio pasar a Sherlock por la sala de estar, se había sentado en uno de los sillones. Debía de tener la seguridad de que Sherlock no saldría herido y que ambos llegarían a salvo hasta California. Sin embargo, sabía que jamás tendría por completo esa seguridad.

 

(…)

 

—No tenemos que irnos, Bilbo no quiere irse —trató de detener a Thorin de que empacará cosas pero el otro lo ignoró.

 

—Sí, si tenemos que irnos Bilbo pero hay que hacer solo una cosa antes. —Thorin buscó en uno de los muebles un objeto que luego pondría en la cabeza de Bilbo. —Es un gorro. Ahora quiero que metas tu cola en tus pantalones para que nadie la vea.

 

—Pero…

 

—Nada de peros. —Bilbo obedeció y rápido metió su cola dentro de los pantalones que llevaba puestos. — Por último necesito corregir algo. Podrías no… hablar como lo haces.

 

—Bilbo no entiende.

 

—¡Exacto! No hables así como lo hiciste en este instante. Hazlo como yo lo hago. Se dice No entiendo.

 

—¿No entiendo? ¿En lugar de Bilbo no entiende? Pero… alguien me había dicho que se decía así.

 

—¡¿Pudiste hablar así todo este tiempo?! —exclamó Thorin frustrado. —Bueno ya no importa, solo quería que hablaras correctamente para que nadie se dé cuenta de que no eres humano.

 

—Soy humano.

 

—La mitad. —corrigió Thorin.

 

(…)

 

Lo primero era encontrar un auto, bastante listo Thorin que quería irse sin vehículo. Necesitaba la ayuda de Bilbo para conseguir uno que sirviera, hacer que Bilbo saliera del departamento era el verdadero problema ¿El híbrido querría? No, ni el mismo saldría si no lo necesitara.

 

Que hermoso día nublado para salir de Londres. Sin decirle nada al chico, Thorin le colocó un chaleco anti balas primeramente quitándole su camisa y luego, una vez que estuvo el chaleco en su lugar, volvió a vestirlo. En un momento a otro le entregó el arma ya cargada, dándole explicitas instrucciones para que la usara debidamente y cada vez que corriera peligro. Explicó a donde tenía que llegar la bala para que pudiera acabar con los devoradores.

 

—Si disparas a cualquier otra parte del cuerpo, el zombie no caerá. Debe de ser ahí.

 

Bilbo asentía con cada nueva instrucción que recibía por parte de Thorin, el híbrido no sabía muy bien por qué es que le decía todo eso, pero seguro estaba de que Thorin le obligaría a hacer algo, como sujeto de experimentos eso era fácil de deducir. Estaba acostumbrado.

 

Sin dudar asintió a todo lo que dijo el humano y vio como Thorin se comenzaba a alistar. ¿Thorin le cuidaría? ¿Estarían a salvo? Ese lugar del que hablaba Thorin a donde irían aun no sabiendo bien, se escuchaba lejos por el tono en que hablaba siempre de él.

A Bilbo le recorrió un escalofrió, recordó el laboratorio, una parte de un día de pruebas estaba borrosa en su mente. Sus recuerdos. No debía hablar así, no debía, no debía. Estaba mal, él no era humano, no era permitido.

 

—Si Thorin dice que está bien… y es humano. Yo debo hablar así…

 

El otro hombre en la habitación escuchó el pequeño murmullo que había salido de la boca del híbrido. Inmediatamente se preguntó qué había sido.

 

—¿Dijiste algo?

 

Bilbo negó con la cabeza bruscamente, Thorin sabía que era mentira pero no importaba, si el chico no quería decirle, que no le dijera. No había problema con eso.

 

Hora de salida: 10:49 am. Mes: noviembre. Día: jueves.

 

Bajaron hasta la entrada del edificio de departamentos y Bilbo ya se estaba arrepintiendo de confiar en Thorin. El híbrido se quedó a un lado de la puerta para que Thorin pudiera quitar los bloqueos y dejar libre el paso para salir.

 

Terminando de mover todas las cosas, Thorin levantó la mochila del suelo y la colocó en su espalda. Su mirada se encontró con la de Bilbo, ahí fue cuando con un gesto le indicó que se acercara. Los pasos resonaron en el edificio vacío. Bilbo de paró justo delante de Thorin con la mirada preocupada frunciendo el ceño.

 

Bilbo sacó el arma de su funda para estar preparado, Thorin asintió ante la acción para luego imitar lo que había hecho el híbrido. Siendo la entrada de vidrio y con ello transparente, era posible observar a los Zombies caminando a unos metros de la entrada.

 

A Bilbo se le heló la sangre al ver tal número de devoradores. Thorin por igual lucía sorprendido, jamás había tantos de ellos cerca del área. Siempre a muchos metros, varias calles más allá. Nunca cerca de la entrada.

 

—Debe de haber algo que los atrae. —Thorin murmuró preparando el arma, sosteniéndola con ambas manos.

 

El humano susurró la pregunta “¿Listo?” cuando con su mano derecha jaló la puerta para dejar el acceso libre, Bilbo abrió los ojos y corrió hacia donde Thorin lo dirigía.

 

Thorin dejó que el híbrido fuera a la misma distancia que él, justo a su lado. Algunos Zombies que habían permanecido en el frente del edificio en este momento avanzaban en la dirección de ellos dos. De una forma particular, pareciera que al único que tomaban en cuenta era a Bilbo. Para Thorin fue extraño este factor.

 

Permitió que el chico pasara a tomar lugar delante de él para que eso le permitiera disparar con mayor libertad. Tres de los devoradores cayeron y dos balas fueron desperdiciadas por disparos fallidos. Thorin le señaló a Bilbo hacia donde debía correr ahora, tenían que perder a los Zombies que restaban.

 

Thorin disparó una vez más y por último estuvieron lo suficientemente lejos como para que los dos Zombies que quedaban ya no los vieran. Comenzaron a trotar, uno a la misma altura que el otro, Thorin limpió la parte de atrás su chaqueta, unas gotas de sangre bajaban por ella.

 

El híbrido no lucía nada cansado, apenas un poco de sudor le recorría en su frente, el frio que se aproximaba por el invierno ayudaba para no sudar tanto. Se escondieron en un callejón, sin embargo no era tan necesario, en la calle no se asomaba ni un alma, solo Zombies a una calle de distancia. Nada de qué preocuparse.

 

Thorin observó algún vehículo en la calle que pudiera servirle, había aprendido a encenderlos sin las llaves gracias a sus antiguos compañeros. Ya se había encargado de darles misericordia, no tenía de que lamentarse. Prefirió la camioneta a su lado izquierdo, el modelo era no más de dos años de antigüedad. Era útil aun, esperaba que nadie hubiera tomado la batería.

 

—Mira, Bilbo —tomó aire para pensar cómo explicarle lo que debía hacer. — Iremos hacia esa dirección y entraré al vehículo, quiero que apuntes y vigiles que ni un devorador se acerque, si eso sucede dispara ¿Entiendes? Le dispararás a la cabeza como te enseñe. No me tomará mucho tiempo encenderlo pero necesito, enserio necesito que hagas bien lo que te pido, yo estaré ahí en cualquier caso y dispararé si es que tú no puedes.

 

Bilbo respondió con un simple “si” a todo lo explicado, Thorin le había pedido que le cuidara y que se encargara de los Zombies, así, ambos podrían ir al lugar sin devoradores que Thorin quería.

 

Se movieron a donde el vehículo estaba ubicado, que era cruzando la calle. Ambos se agacharon sosteniendo sus armas con las dos manos, se vieron a los ojos y Thorin asintió. Se cubrió la mano con una tela que había conseguido antes y rompió el cristal. Daba las gracias que el auto no había producido ni un sonido por la falta de alarma. Accedió así hasta el seguro de la puerta y la abrió. Thorin se sentó para luego quitar la tapa que cubría los cables del vehículo.

 

La puerta estaba totalmente abierta y para Bilbo era posible estar con Thorin en caso de que algún Zombie pasara y no pudiera disparar. No lo creía así pero el miedo le invadía muy fácilmente.

 

—Entonces… si sabes hablar correctamente. —Thorin necesitaba hacer que Bilbo se relajara un poco, distraerlo con una conversación haciéndole saber que todo estaba bien era lo mejor —. ¿Puede saber quién fue el que te dijo que no hablaras así?

 

—Yo… no lo recuerdo Thorin. —Esa parte aún seguía borrosa y cuando recordaba nada coherente salía.

 

Thorin removía los cables entre tanto Bilbo apuntaba a la calle solitaria.

 

Casi estaba listo el cableado, pero un sonido de una, no, varias personas corriendo se escuchó muy cerca, solo a uno metros de la camioneta. Bilbo disparó hacia su lado derecho fallando el tiro, dos veces más y pudo derrumbar a uno de los cinco Zombies que se aproximaban. Thorin podía notarlo, todos ellos querían a Bilbo, se movían hacia el híbrido.

 

No lo pensó dos veces y salió de la camioneta, con la pistola ya cargada disparó a todo lo que se movía, menos a Bilbo, claro está. Uno de los devoradores intentó abatirlo contra el suelo pero fue más rápido y lo empujo cayendo su cabeza en el automóvil de al lado, la sangre se escurrió haciéndole saber que el devorador había caído. No obstante, todavía sobraban dos más.

 

Uno de los golpes de alguno de los dos Zombies lo había aturdido, visualizar se le dificultaba ahora. Un disparo que afortunadamente fue certero, logró que el devorador callera al suelo aunque mientras Thorin se recuperaba el otro atacó poniéndose en su espalda. Su pistola cayó al suelo cuando la soltó por el impacto.

 

Bilbo vio aquello aterrado, el Zombie no podía matar a Thorin, no, no lo permitiría. Entonces sujeto uno de los brazos del devorador halándolo para atrás, Thorin con esfuerzo consiguió  quitarlo de su espalda para pelear contra él como se debía. El híbrido quería ayudar y disparó, la bala dio justo en la garganta, eso no serviría para acabar con el Zombie.

 

Thorin lo lanzó al suelo para tener tiempo y recoger su arma, una vez teniéndola en la mano, apuntó a la cabeza y le voló los sesos, el devorador cató de espalda. Pero Thorin escuchó un ruido más.

 

—Thorin…

 

El nombrado volteó hacia atrás al escuchar la voz de Bilbo casi en un susurro. Un maldito devorador lo tenía contra la camioneta perforando el pecho del híbrido con sus dientes. Thorin admiró la escena, enfurecido y llenó de terror. La ira le hizo disparar el arma sin fallar dando en la cabeza del Zombie, este cayó soltando a Bilbo con una herida grave.

 

Thorin sabía que pasaba cuando un devorador te mordía. Aun así, recogió a Bilbo entre sus brazos y lo metió a la camioneta para llevarlo a algún lugar seguro.

 

No quería tener que darle piedad a Bilbo. Jamás podría dispararle ¿Cómo había dejado que esto pasará?

 

Bilbo estaba débil y cayó inconsciente en los brazos de Thorin.

Notas finales:

Grcias por leer.


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