Eran cerca de las 8 am, los pájaros cantaban, el sol brillaba, y él aun así no contrastaba con el hermoso ambiente del día.
Odiaba cuando era todo tan lindo, tan brilloso y alegre. Odiaba todo, porque era luminoso y él solo un manchón de oscuridad entre todo ese resplandor y felicidad.
—Maldita luz...—Murmuró a la nada, maldiciendo luego por haberse quedado dormido en el sofá, con la tv todavía encendida.-Maldito lunes.—Tomó el control remoto y apagó el artefacto, dejando el aparato sobre el mueble que sostenía el mismo.
Se bañó, vistió y arregló para luego caminar hacia ese maldito edificio del infierno.
Al llegar a la entrada, visualizó al montón de alumnos dispersados en pequeñas unidades por todo el patio delantero. Emprendió nuevamente su camino, aumentando la velocidad de sus pasos para llegar a tiempo al aula, esperando a que éste aún vacía para derrumbarse sobre su pupitre a dormir un rato más.
—Oh, buenos días YoonGi.—>>Mierda...<<—El pelirrojo estaba perdido.
Con el corazón latente de miedo, trató de esquivar al rubio y pasar de largo, pero un fuerte agarre en su muñeca se lo impidió, lanzándolo al piso como si de un viejo trapo se tratara.
—¿No te han enseñado que no saludar y respetar a tus mayores es de mala educación, maldito mocoso?—Preguntó con el ceño fruncido a más no poder.
—Lo siento. Buenos días Namjoon.—Saludó sumiso mientras se ponía de cuclillas para intentar pararse, pero el pie del otro se lo impidió, empujándolo bruscamente, quedando espalda contra las frías baldosas.
—Te pregunté algo.—El de piel morena comenzaba a verdaderamente molestarse, odiaba que dejaran sus preguntas flotando en el aire.
—¡Respóndele sucio renacuajo!—Gritó HoSeok, quien lo miró desafiante, parado del lado izquierdo del blondo.
—Sí, me enseñaron modales hyung.—Contestó tratando de no tartamudear y así sentirse menos ridículo.
—Pues no lo parece. Me faltaste el respeto al ignorarme y por eso mereces un castigo, maldito marica.—Las amenazas hicieron eco en los vacíos pasillos.
—N-no por favor...L-lo siento, ya no lo haré.—Suplicó sentándose mientras le miraba a los ojos en busca de piedad, sólo logrando transmitirle su miedo y desesperación a través del contacto visual.
—Jodido estúpido. ¡No me mires a los ojos!—Su mejilla se coloreó por el impacto de aquel puñetazo que le hizo tambalear.
—>>Siempre es lo mismo<<—La bienvenida rutinaria siempre era la peor parte del día ,la ferocidad con la que le golpeaban dejaba muchos hematomas y moretones que luego tapaba con una gran capa de maquillaje. Eran ya tantas las heridas que tenía, que si le pagaran con un billete de 100 por cada golpiza que recibió sería millonario.—>>Toca ya, maldita campana.<<—No es como si la campana sonara cada vez que la invocaba, pero siempre valía la pena rogar por escuchar ese martillante y aturdidor sonido, que muchas veces milagrosas lo salvó de ser masacrado por los matones del colegio.
Su cara palideció cuando lo levantaron del fiel piso, arrastrándolo involuntariamente hasta el baño de hombres, donde lo tiraron nuevamente al suelo, comenzando a llenar su frágil cuerpo de rudos golpes. Sus piernas, sus brazos, su pecho, estómago y cara. Arrasaron con violencia cada parte de su anatomía mientras él sólo se dejaba maltratar, soltando quejidos y sollozos que nunca faltaban en presenciar ese tipo de escenas.
—Eso es, llora como el maldito marica repugnante que eres.—La respiración de Namjoon comenzaba a tornarse irregular por la adrenalina y excitación que recorría sus venas. Le encantaba ver a aquel paliducho sufriendo, su dolor aumentaba al cien por ciento su ego. Le hacía sentirse seguro y superior, y eso le encantaba.—Ahora vamos a ver si realmente eres un macho o una perra.—Los ojos del menor se abrieron como platos y trató desesperadamente de zafarse, cuando Taehyung y HoSeok le inmovilizaron de los brazos.-Vamos a comprobar si realmente eres una jodida zorra.
Su corazón latía sin parar. Sus ojos se cerraron cuando Namjoon tiró hacia abajo su pantalón y ropa interior. Simplemente quería que la tierra le tragase y no lo volviera a escupir jamás.—>>Maldita campana de mierda.¡¿Porque no tocas?!<<.
—Oh, parece que realmente eres un chico, así que también se te puede parar ¿No?—Sus párpados se apretaron aún más, queriendo desaparecer del presente en el que se encontraba.—Es tan pequeña como un estúpido maní.—Se carcajeó, con los otros dos coreándolo.—Hey, rojito, habré tus malditos ojos si no quieres que te golpee de nuevo.-Ni siquiera cerrar los ojos podía. Cuando estos hacían presencia a su frente...ellos mandaban.
—Eso es, mantén tus ojos abiertos, que vas a tener el mejor espectáculo de tu miserable vida.—Las palabras de Taehyung le alertaron de lo que luego pasaría.
—>>Es inútil luchar a estas alturas.<<—¿Que lo salvaría ahora?, su único héroe le había abandonado ahora, la maldita campana otra vez le fallaba y quería morirse ahí mismo de la impotencia que le inundó cuando el rubio masajeó con rudeza su miembro, liberando inconscientemente gemidos de dolor y muy a su pesar...de placer.—Te gusta que te la toque.
¿No maldita perra?—Preguntó sonriendo con maldad, para después apretar fuertemente su agarre.
—¡AHH!—Y sí que dolió aquello. Pero por más que no quisiera pensárselo, admitía con pesadez en su interior que aquél acto de rudeza en su miembro le gustaba, y le excitaba.
—¡Contesta la maldita pregunta!—Y ahí estaba otro grito desesperado por una respuesta.
Por un momento se preguntó si debía de responder que "No" para comprobar que no lo golpearan, pero presentía que si aún le respondiera con un "Si" estos le golpearían de todos modos.
—N-no me g-gusta.—Contestó con la poca valentía que tenía, recibiendo como recompensa, un golpe en la mandíbula que lo dejó mareado.
—Eres una puta orgullosa, por eso te mereces tu gran recompensa.—Sus ojos se abrieron en par al visualizar como el oxigenado se bajaba de un tirón su jean y bóxer, dejándole ver su monstruoso pene.
—>>Oh no, no, no, esto es muy malo, lo va a hacer...<<—Se repetía mentalmente, con un sudor frío escapando de su cuerpo: estaba muy asustado.
—¿Te gusta lo que vez ,putita?—Le Susurró el castaño de ojos felinos y penetrantes.(Taehyung)
—Ya hazlo Namjoon, que luego es mi turno.—Se quejó el de nariz respingada.(HoSeok)
—¡CALLENSEN¡, lo voy a estrenar cuanto tiempo quiera!—Gritó furioso al terminar de ponerse un condón.—Vas a disfrutar mucho esto pequeña zorra.—Y sin que le diera tiempo de soltar otro sollozo, lo penetró vilmente, comenzando a moverse apenas entrar por completo en la cavidad del menor, quien gritó de dolor.
Encima de no prepararlo, ni siquiera tiempo le dio para acostumbrarse a la anchura de carne que se incrustó como una daga furiosa, una y otra y otra vez en su interior.
—Ahh,ahh...n-no...p-para..porf-avor...—Sus ruegos fueron más que escuchados por los tres chicos, quienes hicieron caso omiso a sus súplicas.
YoonGi está asustado, muy pero muy asustado. No por el hecho de estar siendo violado ahora mismo, sino porque le gustaba, le encantaba esa sensación de ser dominado y eso era perturbador y confuso a la vez. ¿Acaso era masoquista? La sola respuesta le causaba repugnancia.
—¿Realmente quieres que esto pare?, tu pene parece pedir otra cosa.—Susurró HoSeok, antes de morder con sensualidad el lóbulo de su oreja.
—Ahhh...haa...nngh—Aunque no podía admitirlo, el castaño tenía razón. ¿Realmente quería parar aquello?, sin aún aceptarlo completamente lo estaba disfrutando, y esa mordida en su oreja no hizo más que enviarle una corriente de placer a su ingle chorreante de pre-semen.
—Ya NamJoon, quiero hacerlo yo también.—Reclamó nuevamente un impaciente HoSeok.
—Maldita seas puto HoSeok.—Maldijo, sacando su pene del acogedor agujero rosa, para después, masturbarse y correrse en la cara sonrojada de YoonGi.
—¡Al fin!—Exclamó soltando el brazo del forzado, y situándose ahora entre sus blancas piernas, entrando lo más profundo que pudo, mordiéndose el labio inferior al deslizarlo fuera y nuevamente dentro.—Oh si, que malditamente apretado es este Jodido trasero.
A comparación de Namjoon, HoSeok fue más rápido y rudo, dándole certeras estocadas a su próstata, causándole un orgasmo sin siquiera tocarse el miembro.
—Oh, pero que zorrita eres, te has corrido sin el permiso de tu hyung.—La mirada que le dedicó le erizó los vellos, había algo en esa sonrisa que le preocupaba.—Todavía no he llegado, y vas a tener que dejarte perforar hasta que YO me venga.
Su ano aún apresaba el miembro del contrario, y por el reciente orgasmo, su entrada se cerraba y abría constantemente a su alrededor.
—¡AHH!¡AH!¡AH H-HOSEOK!—El pelirrojo estaba tocando el paraíso. El placer era tanto que se volvía insoportable. YoonGi estaba seguro de que el colegio entero le estaba escuchando, y a pesar de ello no paró de gemir como si su vida se le fuera en ello.
—Ahh, sí, grita mi nombre para que todos te escuchen YoonGi.—El corazón del de piel blanca comenzó a latir descontrolado. HoSeok había gemido su nombre, y eso parece agitarle mucho.
Sin poder quedarse quieto, su cuerpo comenzó a reaccionar al exceso de placer, llenándose de espasmos y gritos aún más fuertes.
Para su suerte, el rendimiento del castaño llegó a su fin cuando este se vino en su interior, dándole luego un par de embestidas más antes de salir y acostarse aún lado, tratando de respirar más amanamente.
—Por fin terminaste, creí que lo ibas a partir en dos si no parabas.—Comentó Taehyung, dejándolo acostado en el frío piso, soltando su brazo para arrodillarse encima de su cintura una vez que se quitó los pantalones —¿Te gustó que te dieran bien duro por tu lindo culito?—YoonGi podía escuchar al de bandana, pero sus ojos no visualizaban bien esa figura, pues estos aún se hallaban nublados por las lágrimas que juntó una vez terminado su orgasmo.—Te lo repetimos ya dos veces y sigues sin aprender. ¡Responde por un carajo!—Gritó estrellando sus nudillos en el estómago, quitándole la respiración al pelirrojo, quien escupió un poco de sangre.
—S-si, me gustó hyung.—Contestó con voz rasposa mientras hiperventilaba para recuperar el aire.
—Pues que bien que te gustó, porque esto es sólo el comienzo.—El pelirrojo estaba preocupado ¿qué otra cosa iban a hacerle?, en su cabeza pasaban distintos escenarios desagradables y horribles de lo que podía pasar.
—Taehyung, ya hazlo de una vez.—HoSeok en definitiva era un impaciente.
—Ya, ya, no me apures porque esto no es nada fácil.—El de ojos café metió su mano en el bolsillo derecho de su chaqueta, sacando luego, un sobrecito plateado, el cual para sorpresa de YoonGi vacío en su pene, quien enseguida volvió a la vida cuando el de piel morena lo tocó.—¡Ahh! ¡Dije que esperarás HoSeok!—Sus ojos se abrieron de la sorpresa cuando Taehyung apoyó sus manos a ambos lados de su cabeza, gimiendo.
—>>O-oh por dios...e-el está...<<—No podía creerlo, sin embargo esta imagen de Taehyung con la boca entre abierta era suficiente evidencia como para probar lo obvio.
—Ahhh....H-hoSeok, ve despacio maldita sea...—Sí, efectivamente, era lo que pensaba que pasaba: HoSeok estaba penetrando a Taehyung.
Su cara de sorpresa no se fue, y sólo reaccionó cuando el de corte de hongo se apoyó sobre sus codos para plantarle un beso. Y no era precisamente porque lo estaba besando, su sorpresa era por la forma en la que estaba siendo besado: como si quisiera darle cariño, tranquilidad, como si de algún modo le...transmitiera amor.
—A-ahhh...Y-yoonGii..—El castaño rebuscó el pene lubricado de YoonGi, guiándolo a su entrada y metiéndolo junto al de HoSeok.—M-muévete..—Sin esperar un segundo más, comenzó a moverse, sintiendo como si un pedazo de terciopelo envolviese su miembro.
El pelirrojo vio la cara de goce de Taehyung y luego miró a HoSeok, quien lo miraba a los ojos con la boca abierta.—>>¡Maldito corazón, deja de latir!<<—Gritó a su órgano vital, quien parecía estar de fiesta por los enormes sacudidos que emitía en su pecho.
—Abre la boca YoonGi, hyung va a darte leche calentita.—Susurró Namjoon en su oreja, y el menor hizo lo que le ordenaron, sin entender porque quería que hiciera tal acción. En un par de segundos YoonGi pudo comprender perfectamente el porqué de la petición del rubio.
—>>¿Es que acaso tienes que ser un bobo para no darte cuenta de sus intenciones?<<—YoonGi se reprendió mentalmente.—>>Ya está dentro, sólo chúpalo si no quieres ser golpeado de nuevo.<<—Se motivó meciendo su cabeza y caderas a la vez(una tarea difícil, pero que de alguna manera podía realizar).
—Eso es, que buen chico resultaste ser YoonGi.—Namjoon era tan confuso y difícil de entender. Hace unos pocos minutos le había golpeado y arrastrado: Namjoon era de temer. Pero ahora era un caso diferente, le acariciaba los cabellos y le miraba a los ojos con una bondad y calidez tan sincera y desconfiada que daba pensar ser una buena persona a pesar de hacer lo que en este momento estaba haciendo.
—O-oh por ddios...ah..m-más rápido chicos...—Taehyung estaba en su límite. El castaño cabeza de hongo era un caso perdido en lo que concierne ser el pasivo, pues cuando toma ese papel suele acabar muy rápido.
HoSeok, junto con YoonGi aumentaron la velocidad casi a la vez. HoSeok tiró su cabeza hacia atrás, fijando su vista hacia el blanco techo, mientras que YoonGi sentía doler su cintura y cuello por la doble acción, pero a pesar de eso no se detenía, e incluso llevó una mano al pene de Namjoon para masajearlo cada vez que lo medio sacaba de su boca; y luego bajando su otra mano hacia su propia erección y así masturbarse al ritmo de ambas embestidas que daba y recibía en su boca.
—¡Ah!¡ah!¡ahh!, ¡¡N-no puedo aguantar más!!—Taehyung básicamente lloriqueaba del placer, era tanto que llegaba a ser intolerable y más aún lo fue cuando Namjoon lo enderezó y se inclinó a platicarle un grato sexo oral.—¡¡NAMJOON!!—Gimió fuerte, y en ese crucial momento, sus mentes parecieron conectarse: HoSeok y YoonGi comenzaron a penetrar a un ritmo violento ,sodomizando a Taehyung, quien agarró con ambas manos la rubia melena de Namjoon , moviendo sus caderas frenéticamente, y éste dejándose penetrar la boca imitó al castaño, arremetiendo más fuerte en la cavidad bucal de YoonGi, tocándole de vez en cuando la campanilla del pelirrojo, logrando obtener así unos gruñidos que le llenaban el cuerpo de escalofríos y corrientes placenteras.
Todos gemían, gritaban, balbuceaban y se movían con frenesí hasta que finalmente, lograron venirse. Dejando caer sus cuerpos sobre el que tenían abajo, siendo también aplastados por un contrario, a la excepción de HoSeok claro.
—Chicos...—Susurró YoonGi cuando logró normalizar su respiración.
Los tres presentes levantaron sus cabezas mirando al pelirrojo.
—Eso fue genial...—suspiró sonriente, y carcajadas ruidosas rebotaron en las paredes de aquél baño.
—Eres un babo.—Río Namjoon desordenándole el cabello, Taehyung apoyó su mentón sobre el hombro del rubio uniéndosele a las caricias.
—Acabamos de literalmente violarlo y este idiota piensa que es genial.—Se carcajeó J-Hope parándose para comenzar a vestirse y alcanzarle luego sus prendas correspondientes a cada uno.
--*òuó*--
—¡¡¡WHAAH!!—Se levantó sudado, con el corazón latiéndole más no poder.
Miró a su alrededor con total confusión, observó su manos, tocó su cabello y comenzó a ser consciente de lo que había pasado.
—YoonGi hyung ,¿estás bien?—Apareció un peli-rosado por la puerta.-¿Has tenido una pesadilla?-Entró esquivando las zapatillas y prendas tiradas en el piso y sentándose en la esquina de la cama. Sonrió comprensivo cuando recibió un asentimiento de parte del rapero mayor, y acarició sus verdosos cabellos para animarlo.—No te preocupes, ya pasó. Vamos a la cocina, Hobi y Jin hyung cocinaron un delicioso pastel de fresas.
Suga sonrió feliz y se levantó del mueble, volviéndose a sentar rápidamente al notar un pequeño amigo muy despierto.
Namjoon levantó una ceja.
—¿Vamos?—Preguntó confundido por la extraña actitud de su gruñón hyung.
—Ve primero, me tengo que vestir.—Mintió desconectando su celular para evadir la mirada del menor.
—Okey...pero no tardes o Jimin y V se la devorarán rápido.
Namjoon salió de la habitación y YoonGi se dejó caer nuevamente en su cama.—¿Qué rayos había soñado?
—FIN—