Allá vas, junto a él. Parecen divertirse. Lo miras con un deslumbrante brillo en tus ojos, ¿Acaso no se da cuenta de que él es el único con quien ríes así? Que doloroso se ha de sentir el no poder decirle lo que sientes, lo sé muy bien, estoy en las mismas.
Lo vi, vi cómo te sonrojas cuando te sonríe, vi como a veces intentas tomarle la mano pero no hayas el valor, también cada vez que quisiste confesarte, el día, la hora, incluso las palabras me las contaste, pero nunca lo hiciste. ¿Tienes miedo? Lo entiendo bien. ¿Te sientes triste? Te logro comprender. ¿Aun así le sonríes como si nada? También se cómo se siente.
Se despiden, pareciera como si no quisieras que se fuera, pero tiene clases y en fin, siempre eres comprensivo con él. Ahora me vez y te me acercas, te sonrió lo más creíble que puedo y con mi tono tranquilo y cálido te saludo.
- Haru, ¿Cómo te fue hoy?-
- Makoto, ven a mi casa esta noche.- De nuevo tienes cosas que contar.
- Si, estaré allí.- El timbre suena y las clases vuelven a comenzar, no preste mucha atención, no lograba concentrarme. Ni siquiera podía pensar en ti, estaba tan concentrado en otra cosa.
Las clases terminaron, te dejo del camino a casa, en un par de horas nos volveremos a ver, lo único que hago es ir a mi cuarto, arreglarme, preparar tu comida favorita, la cual tarde mucho aprender a cocinarla, solo para que te contentes un poco y prepararme emocionalmente para lo que viene.
- Makoto, bienvenido.- Llegue a tu casa.
- Gracias.- Subimos a tu habitación, bien, que comience.- ¿Paso algo con Rin?-
- Si, aun no encuentro las palabras para decirle lo que siento.-
- Lo que dijiste ayer estaba bien.-
- Necesito ensayar. Makoto, actúa como si fueras Rin.- No, por favor, no me hagas esto...
- Este...-
- No te sientas nervioso, no necesitas decir nada si no quieres, solo escúchame. Mírame a los ojos.-
- Bien.- Suspire hondo.
- No sé bien como expresarlo, lo tenía planeado hasta que llego este momento. Solo quiero decirte... Que te amo, pensé que nunca podía decirlo, me conoces, no soy el tipo de persona que hace comentarios largos, o da muestras de afecto, pero contigo... Siento que no me puedo resistir, mis manos tiemblan cuando te veo, mis labios titubean cuando te intento hablar y cuando estas con alguien más me siento tan enojado, por el simple hecho de que no eres mío... No sé de dónde empezó esto pero, de un día para otro empecé a sentir que quería pasar contigo el resto de mi vida, y... Makoto...- ¿Makoto?- Makoto ¿Por qué lloras?-...
- Eh, no, lo siento... Es que lo que dices, es muy hermoso... Rin seguro no te podría rechazar.- Por un momento sentí que todo eso lo decía para mí... Que tonto fui...
- ¿De verdad? Gracias.- Me alegra verte tan feliz, me gustaría ser el por qué estás tan feliz.
- Ya es tarde, me tengo que ir...-
- ¿Eh? ¿No ibas a quedarte a dormir?-
- No, no, es que, prometí dormir con mis hermanos, mientras contamos historias y eso. Buenas noches Haru.- Tengo que irme rápido, no logro aguantar.
- ... Está bien, hasta mañana.- Es suficiente para mí, me fui.
Una vez afuera de su casa corrí, no a mi hogar, ni siquiera sabía a donde, solo corrí. Mis lágrimas comenzaron a salir, pare en aquel viejo mirador, ese lindo lugar que ahora lucia tan solitario. Me apoye en la madera, caye mis sollozos con mi mano. Demonios ¡¿Por qué duele tan fuerte?! Mi corazón no para de latir, siento que en cualquier momento fuera a estallar. ¿Está comenzando a llover? ¿Acaso hay momento peor?
Mis piernas flaquearon, caí de rodillas. Aun callaba esos sollozos que querían salir como gritos desgarradores con una mano y con la otra, me abrazaba a mí mismo buscando un inútil consuelo. A veces me doy miedo, miedo a pensar que podría explotar frente a Haru, gritarle, decirle cosas horribles, no se de lo que soy capaz, por eso escapo como el cobarde que soy desde que era niño.
Desde pequeño supe que lo quería, ¡¿POR QUE NO LO LOGRA ENTENDER?! ¡¿POR QUÉ ESTOY SIENDO SU CONSEJERO AHORA?! ¿Que acaso... Merezco esto?
- ¿Makoto?- Esa voz...
- ¿Sousuke?- Rápidamente limpie mis lágrimas y me puse de pie.
- ¿Que tienes?- Se acercó a mí, a lo que yo respondí alejándome.
- N~nada.-
- ¿Nada?- Insistía en acercarse.- Mírate, no solo estas bajo la lluvia sin abrigo o paraguas, se podría decir que estas agonizando.-
- No, no es nada.- No me cree nada.- Ya es tarde, debo irme.- A paso acelerado, pase al lado de él, dispuesto a irme, pero me detuvo.
- Makoto, está bien... Está bien estar triste alguna vez, y también está bien desahogarse.- Me tenía agarrado del brazo, intente zafarme pero es notablemente más fuerte que yo.
- Dije que estoy bien, suéltame por favor.- Rogaba, pero el hacía caso omiso a mis peticiones.
- Vamos.- Me halo del brazo. ¿A dónde me lleva? Me subió al auto, cuando él lo rodeo para subir a el asiento del piloto, quise abrir pero tenía seguro.
- ¡Sousuke! ¡Debo llegar a casa temprano!-
- ¿Qué hora crees que es? Son las 2:00 am, ¿A esto le llamas temprano?- ¿Cuánto tiempo estuve allí?
- ¿A dónde me llevas?- Tenia una voz temblorosa.
- A mi casa.- ¿Qué?
- ¿Para qué?-
- ¿No te parece obvio?- Me aterre, no pude decir más. Mis manos temblaban, mi respiración entrecortada.
Llegamos a su casa, me mira como si me amenazara.
- Ven, tienes que quitarte esa ropa o te resfriaras.- Me volvió a tomar del brazo y subimos a su habitación. - Toma.- Me paso una toalla. Asentí, comencé a quitarme la camisa y secarme en cuerpo.
- Sousuke... ¿Podrías... Dejar de mirarme?-
- No.- ¿Eh? - Continúa.-
- P~Pero...-
- Ahora.- Se acercó amenazantemente hacia mí, asentí temeroso, él es alguien peligroso.
Me quite el resto de mi ropa, me seque con la toalla, y la envolví en mi cintura. De repente, sentí los brazos de Sousuke en mi cintura, di un respingo.
- Sousuke ¿Qué haces?-
- Makoto, no sé si te diste cuenta, pero mira aquí.- ¿Su celular?.... ¡¿Me estuvo tomando fotos?!
- ¡¡Hey!! ¡¡BORRA ESTO!!- Me enfurecí, ¿A dónde quiere llegar?
- Te propongo un trato: Las fotos a cambio de sexo.- Dios no...
- Eso es chantaje, ¡podrías ir a prisión!-
- No me importa, si no haces todo lo que yo te diga, las fotos irán directo a tu querido Haru.-
- ¿Haru? ¡¿QUÉ TIENE QUE VER EL EN TODO ESTO?!-
- No te hagas, ambos sabemos que estas perdidamente enamorado de él, por eso llorabas ¿Cierto? Que patético.- ¿Por qué es tan cruel?
- Pero... Tu no ganarías más que el rencor de ellos.- Lo rete con la mirada, el aun parecía confiado.
- ¿Crees que sería tan tonto como para mandarlos directamente a Haru? Si llegasen “accidentalmente” entonces el único perjudicado eres tu Makoto.-... - Entonces, ¿Qué dices?-Comenzó a besar mi cuello.
- ... Bien.- Comencé a sentir lagrimas acumulándose en mis ojos.- Lo hare.- Dije en un hilo de voz.
- Acuéstate.-Me susurro al oído. No reclame, ahora... Ahora prácticamente soy su esclavo...