Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Memories por K_483

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

«La eternidad duró medio segundo, pero hay segundos que ajustician veranos»

~Septiembre, de 2014~
 
Creía que mi vida estaba en perfecto orden pero me equivocaba, no sé en qué momento las cosas con mi pareja empezaron a torcerse, en que momento comencé a ponerme mal y darle vueltas a las cosas sin parar. Cuando me paraba a pensarlo fríamente me parecía estúpido ya que él era lo más increíble que me había pasado hasta el momento.. era bueno, cariñoso, atento, con su punto picante y rebelde. En definitiva, lo tenía todo.. me daba todo, y aún así me sentía mal. Sabía que algo iba mal en mi pero no sabía exactamente el qué. Pasé mucho tiempo preguntándomelo a mi mismo, tratando de obtener una respuesta que no llegaba.
Me sentía tan mal que era incapaz de disimularlo ante los demás, por eso me mantenía apartado con estúpidas excusas. Al parecer eran creíbles porque nadie ponía pegas a mis ausencias, nadie salvo una persona. Un chico que había conocido días atrás tras haber coincidido con él en casa de mi hermano, su nombre, Tom. Empecé a hablar con él de casualidad dado que no me encontraba bien pero si no quería que mi hermano se preocupase debía parecer estar normal.
Y lo que empezó como una simple charla acabó siendo el principio de una buena amistad. Pasamos horas y horas hablando, le conté todo lo que me pasaba sin saber por qué conociéndole de tan poco tiempo (dos días) me sinceraba tanto con él. A mi me resultaba extraño, él parecía de lo más cómodo y encantado conociendo cada rincón de mi mente, y aconsejandome para que encontrase la salida y pudiese volver a estar bien con mi chico. Pero eso que fallaba en mi seguía ahí, a pesar de horas de charla, desahogarme, consejos.. etc.. yo seguía atascado y la situación empeoraba. Matandome cada vez más el ver a mi chico pasarlo mal por mi culpa, quizá debería haberle contado todo, quizá debería haber buscado refugio en él... pero no fui tan listo.
Unos pocos días pasaron, y ahí estaba yo en mi apartamento sentado en el sofá con la mirada perdida pensando en todo y en nada a la vez. Mi plan para esa noche era ese, pensar. Pero algo inesperado ocurrió, y el sonido del timbre me anunció una visita inesperada y que a raíz de ella.. mi vida cambiaría. 
 
Me levanté del sofá sin demasiadas ganas y caminé a paso lento hasta la puerta, la abrí de mala gana ya que no me apetecía ver a nadie, estaba dispuesto a ponerme desagradable con quien fuese y echarle. Pero esa idea murió en cuanto vi a quien se encontraba al otro lado de la puerta, y una sonrisa se formó en mis labios.
 
-Hola Tom -le saludé en tono agradable, más del que me creía capaz de emplear dado mi estado; él me regaló una bonita sonrisa.
-Hola Billy, vengo a sacarte de paseo -dijo en tono medio de broma, imaginando cual podría ser mi respuesta.
-No soy un perro -refunfuñé cruzandome de brazos, lo que provocó una carcajada por su parte; antes de que pudiera decir nada más me agarró de la camiseta y me dio un empujón hacia atrás, le miré confuso.
-Vistete, te invito a cenar fuera, cuanto más encerrado estés peor será -dijo totalmente convencido apoyándose en el marco de la puerta- te espero aquí -finalizó sin darme opción a réplica.
 
Le conocía lo suficiente como para saber que teniendo una idea fija en mente no podría hacerle cambiar de opinión, por lo que decidí ahorrarme un sermón por su parte y asentí con levedad para luego girarme sobre mi mismo e irme a mi habitación para cambiarme de ropa.
Mientras me arreglaba me dediqué a repasar mentalmente lo que sabía sobre él. Tom, vivía solo aunque tenía hermano y se llevaba muy bien con él, eran uña y carne, tenía su propia empresa aunque en ese momento no lograba recordar de que era. Me maldije a mi mismo por mi torpeza mental. De aspecto debía admitir que era guapo, sus ojos color miel eran muy bonitos, sus rasgos masculinos y bien definidos le hacían muy atractivo, y aunque yo soy alto, él lo era algo más que yo. También era un par de años mayor que yo, aunque a penas se notaba.
Acabé de vestirme con eso en mente, dado que íbamos a cenar fuera me metí en el baño para arreglar bien mi pelo y maquillarme, me gustaba jugar con mi aspecto algo andrógino. En el proceso mi mente volvió al joven que me esperaba. Un dato importante suyo es que era vampiro, había confiado tanto en mi como para contarme ese secreto que no compartía prácticamente con nadie.
Cuando me lo confesó recuerdo haber pasado horas interrogandole sobre el tema para saber que cosas eran ciertas y cuales un mito. Él pacientemente había respondido a todas mis preguntas.
Al acabar de arreglarme me eché un vistazo en el espejo quedando satisfecho con el resultado. Me metí en el bolsillo el tabaco y la cartera y fui a reunirme con él. Una vez me tuvo enfrente pude notar como mi aspecto le llamó la atención y me dio un buen repaso, aunque traté de ignorarlo. Le dediqué una sonrisa mientras cogía las llaves de casa.
 
-Dado que tú no comes la cena la elijo yo, y me apetece una buena hamburguesa con patatas -dije en tono divertido a la vez que cerraba la puerta.
-Vale, pero lo coges para llevar y lo.tomas en otro lado, no soporto el olor de los restaurantes de comida rápida -hizo una mueca.
-No hay problema -respondí con una sonrisa a la vez que nos dirigiamos a la salida del edificio.
 
Sentí que me cogía de la mano, una sensación que no supe identificar me recorrió entero. Le mire sin saber que decir porque seguro que había notado mi estremecimiento, pero no dijo nada, tan solo sonrío. Supongo que para no ponerme más nervioso.
 
-Permíteme ahorrarnos tiempo de viaje -dijo al llegar a la calle, y en menos de un suspiro gracias a uno de sus poderes estábamos frente a la puerta del establecimiento.
 
Una vez hube comprado mi cena me llevo a tomarla a un bonito mirador junto al bosque desde donde se podía observaba toda la ciudad. Hablamos de todo y de nada, cené y seguimos hablando con tranquilidad, dejando que el tiempo pasase sin preocuparnos. Al final, sin poder resistirme le pregunté sobre su "dieta".
 
-Bebo sangre humana, directa de la vena, como mejor sabe -se rió de sus propias palabras y yo.me reí con él.
-¿Tienes hambre ahora? -pregunté curioso.
-Tranquilo, se controlarme, ya buscaré después alguien a quien dejar seco -sonrió de forma malvada.
-Puede haber otra opción para ésta noche.. -me miró con curiosidad- puedes morderme y beber un poco de mi -continué hablando de forma despreocupada, un mordisco no me parecía nada malo.
-No solemos dejar a nadie con vida, cuando eso se hace se crea un vínculo entre la persona y el vampiro -comenzó a explicarme- y ese vínculo conlleva muchas cosas.. -me miró con atención.
-Cosas en las que no puedo involucrarme, lo sabes -respondí con seguridad mirando sus ojos.
-Sí.. -respondió tan solo, me pareció notar cierta decepción en su voz, él sabía que yo tenía pareja y no iba a traicionarle.
 
Un tenso silencio se instaló entre nosotros, nos quedamos mirando la ciudad cada uno sumido en nuestros pensamientos. Le miré de reojo y una idea se deslizó por mi mente. Morderme no podía, pero beber de otra forma quizá.. sí. Con la idea de romper la tensión surgira vacié el hielo del vaso de coca cola que había tomado con la cena, eso no pareció llamar su atención ya que ni me miró. Pero yo seguí con mi tarea, cuando el vaso estaba libre cogí una piedra lo suficiente afilada como para poder hacer un corte en mi piel, rasgué ésta en la zona del brazo y nada más que la sangre brotó puse la herida sobre el vaso para llenar un poco éste.
Eso si captó su atención ya que me miró con los ojos abiertos como platos. Se puso en pie de golpe y le imité.
 
-¿Que haces? -preguntó sin poder creer aún lo que veía.
-Bueno.. no puedes morderme, pero beber así no pasa nada.. ¿no? -pregunté inseguro.
-El vínculo se crea por la sangre, y me la estás cediendo directamente a mi -sus ojos comenzaron a tomar un tono rojizo- suelta eso y corre -me ordenó mientras se me acercaba.
-Pero.. -no pude acabar la frase, de un manotazo tiró el vaso con mi sangre dentro, pude notar como se tensaba.
-¡CORRE! -me alejó de él de un buen empujón.
 
Hice una mueca de descontento y acabé dándome la vuelta empezando a correr después. Sin pensarlo me metí en el bosque y corrí entre los árboles tan rápido como podía rezando por no chocarme con nada ya que apenas veía. No sé cuanto tiempo corrí, pero en la carrera acabé arañandome la cara con varias ramas e hice un viaje al suelo por un tronco que no vi y con el cual tropecé. Acabé parando cuando sentí que me faltaba el aliento. 
Me quedé quieto en medio de aquella negrura sin saber donde estaba ni si Tom habría sucumbido a sus instintos y estaría acechandome. Me sentí realmente estúpido, mi curiosidad por saber me había llevado a esa situación, una de la cual seguramente no saldría bien parado.
Creí que mi corazón se pararía cuando unos fuertes brazos me rodearon y tiraron de mi, cerré los ojos con fuerza y en lo único que pude pensar fue en que moriría y no había podido pedirle perdón a mi novio por la situación en la que nuestra relación estaba.
Pasaron unos segundos que se me hicieron eternos y.. nada me pasó, sentí como aflojaba su agarre hasta soltarme. Cuando abrí los ojos pude ver que me había llevado a casa, estabamos frente a mi puerta, tomé una buena bocanada de aire y me giré hacia él. Tom me miraba sonriendo orgulloso.
 
-Menos mal que soy yo. Otro ya te habría devorado -se río aunque yo no podía, me había quedado estático en el sitio.
-Por suerte elijo bien mis amigos -bromeé con una pequeña sonrisa que él me devolvió.
-¿Quieres hacer alguna cosa más en plan suicida o prefieres irte ya a dormir? -se burlaba de mi.
-Pues quiero darmeuna ducha, lo primero, y después iremos a buscar a alguien que si puedas cenarte -no sabía por qué había dicho eso pero estaba convencido, abrí la puerta de.mi apartamento y entré, le miré a la vez que encendía la luz- vamos pasa, te invito -comenzó a reírse a carcajadas, y yo de nuevo tenía cara de tonto.
-Tú no le tienes miedo a nada, ¿verdad? -siguió riendo mientras cerraba la puerta tras haber entrado- ahora me invitas a entrar como si nada, sabiendo que éste era el único lugar seguro.
 
Recordé que me había contado que para entrar en una casa particular los vampiros necesitaban ser invitados por el propietario. Me encogí de hombros viéndole echar un rápido vistazo a mi hogar desde su posición. Sonreí.
Sin pensarlo mucho me giré y empecé a caminar por el pasillo.
 
-Ponte cómodo, no tardaré -le dije antes de que me perdiese de vista.
 
Una vez solo Tom se dedicó a merodear por la cocina y el salón curioseando un poco hasta acabar sentado en mi cómodo sofá.
Por mi parte me metí en el baño dispuesto a darme la ducha que necesitaba. Al mirarme al espejo se me calló el alma a los pies al ver mi aspecto.. tenía algunos cortes en la cara, el pelo revuelto y sucio, y mi ropa estaba que daba pena. Me quité algunas hojas del pelo y después me lavé la cara limpiandome así las heridas y quitandome el maquillaje. No tardé mucho en quitarme la ropa y meterme en la ducha dejando que el cálido agua recorriese mi piel, aproveché ese momento para meditar bajo el agua lo sucedido. No sabía que me resultaba más preocupante, que había puesto mi vida en peligro o que a medida que pasaba el tiempo cada vez me sentía mejor junto a Tom, comenzaba a despertar cosas en mi que sabía que estaban mal que no debían ser.. yo amaba a mi chico, sin embargo, algo me pasaba cuando estaba junto a Tom todo lo demás comenzaba a hacerse pequeño y a desaparecer.
Una vez mas me maldije, por la aparición de esas malditas dudas y mi inutilidad emocional.
Dentro de esa burbuja en la que, se habia convertido la ducha no me enteré que desde la puerta del baño, Tom me observaba. Tan solo me percaté de su presencia cuando sentí sus manos apoyarse en mi cintura. Me giré a la velocidad de la luz y retrocedí hasta chocar con la pared por puro instinto. Pude ver como alzaba una ceja mirándome.
 
-¿Me escondes el culo? -dijo en tono divertido, burlándose una vez más de mi.
 
Me quedé un momento sin saber que decir ya que mi mente era un torbellino de ideas y sentimientos. Al menos se había metido con ropa. Cuando pude coordinar mi mente negué varias veces.
 
-Me has asustado, idiota, la ducha es privada no esperaba tu compañía -respondí acelerado viendo como el agua lo iba mojando y la ropa se le pegaba al cuerpo, tuve que apartar mi mirada para que mi mente no me traicionase más, empezaba a quedarme claro que sentía cosas por él, y no quería poner a prueba lode fuertes que podían llegar a ser, de nuevo la imagen de mi novio acudió a mi mente, no iba a engañarle.
 
Nuevamente me había quedado perdido en mis pensamientos y tan solo salí de ellos cuando noté a Tom pegarse a mi a la vez que me miraba entero de forma descarada. Tragué saliva y noté mi corazón acelerarse, de inmediato me sonrojé pues sabía que él podría escucharlo. Su sonrisa me confirmó que así era. Acarició mis brazos con suavidad mientras me miraba de una forma intensa. Sentí mi piel erizarse con su frío contacto, de nuevo tragué saliva.
 
-Tom.. por favor.. -susurré esperando que entendiese lo que le pedía, verle mirar mis labios me ponía más nervioso.
 
Pareció entenderme ya que se separó dándome espacio, el espacio que necesitaba. Me quedé un momento quieto tratando de ubicarme ya que la situación me parecía de lo más irreal.
No podía ser que hubiera sentimientos compartidos en tan poco tiempo, no podía existir una conexión así. Pero la había y solo hacía falta que nos mirasemos a los ojos para que ambos pudiesemos sentirla. Tragué saliva antes de armarme de valor para mirarlo, tenía su vista clavada en mi, como si pudiese ver a través de mi y ver mi alma.
Estiró un brazo para agarrarme del codo y tirar de mi pegandome a su cuerpo, se limitó a abrazarme tan solo, sin decir nada. Yo notaba mis rodillas temblar, por los nervios que invadían mi cuerpo.
 
-Todo irá bien.. -le escuché susurrar, pero yo no estaba seguro de eso, le miré y de nuevo esa conexión, mi pobre corazón estaba al borde del colapso; de hecho creo que se me paró por un momento cuando unió sus labios a los míos, sin hacer nada más, sin profundizar en el beso esperando mi reacción.
 
Negué a la vez que me separaba y apartaba la mirada de él. Pasé por su lado para salir de la ducha sin pararme a cerrar el agua. Me puse un albornoz y cogí una toalla para él, se la pasé en cuanto cerró el agua, seguí sin mirarle, podía escucharle quitarse la ropa y no quería perder la maldita cabeza.
 
-No quiero causarte problemas.. -dijo a la vez que salía de la ducha ya tapado, me giré hacia él sin acercarme.
-Lo sé, pero esto no está bien, nada bien. Yo quiero a.. -no me atrevía a pronunciar su nombre, me sentía realmente mal.
-Lo siento, de verdad, no quería ponerte en una situación así.. -pude ver como se contenía para no acercarse a mi.
-Tranquilo.. -susurré al cabo de un par de minutos, mordisqueé mis labios nervioso y después me separé del lavamanos- hablemos en otra parte.. -caminé hasta el salón seguido por él, ambos nos sentamos en el sofá.
 
Le miré sin saber qué decir o hacer, porque no sabía, jamás me había ocurrido algo así. Pareció leer las dudas en mi mirada, me cogió entre sus brazos y me sentó en su regazo, aunque estaba nervioso no me opuse, me senté de forma cómoda. Confiaba en él, sabía que no se pasaría.
 
-No entiendo lo que me pasa.. no entiendo por qué dudo así.. por qué... bf.. -cubrí con mis manos mi rostro sintiendo algunas lágrimas caer por mis mejillas.
-La vida es así, no se puede controlar todo, en todo momento, si te consuela.. me pasa lo mismo.. siento algo que no puedo explicar y que no me había pasado antes.. -susurró a la vez que acariciaba mi espalda a modo de consuelo.
-¿Soy malo, verdad? Todas éstas dudas estando con alguien.. no son propias de alguien bueno.. no lo soy... soy malo.. -susurré entrecortado por el llanto-
-Dudar no te hace malo.. no has hecho nada malo... -susurró abrazandome- eres humano, no todo poderoso, asique no te castigues.. no debes hacerlo.. -limpió mis lágrimas con suavidad, yo seguía sin mirarle-
-Tal vez... ¿pero que voy a hacer? -murmuré mientras notaba como él había dejado al descubierto uno de mis hombros y me daba besos en él, no pude evitar relajarme.
-Pensar con calma.. y después decidir.. -respondió con los labios pegados a mi piel- pero yo mal conmigo no te veo y esto que nos pasa.. por algo será..
Asentí suavemente -tengo mucho en qué pensar.. -dije con un hilo de voz y le miré, acaricié una de sus mejillas unos segundos y antes de levantarme le di un corto beso.
 
Aunque sonrió por el beso en cuanto me levanté captó el mensaje y se levantó. 
A los pocos minutos salía de.mi casa vestido con un chándal mío su ropa estaba empapada y no iba a dejarle irse así. Nos miramos una vez él estaba fuera.
 
-Nos veremos pronto.. -me dijo a modo de despedida aunque sonaba más a algún tipo de promesa oculta y me sonrió.
 
Le sonreí y cerré la puerta quedándome apoyado luego en ella sintiendome totalmente raro y confundido. Mi mundo había dado un giro en apenas unas horas y no sabía a donde me dirigía. Pero algo estaba claro, amaba a Tom, de la forma más profunda que puede hacerse.
Y él.... él me amaba a mi.
 
[…]
 
~~
 
Limpié mis mejillas llenas de lágrimas, leer aquellas páginas escritas tiempo atrás en aquel diario no eran más que un recordatorio de como la vida me puso al verdadero amor enfrente para después arrebatarmelo.
Pues... aunque yendo a contracorriente vivimos nuestro amor... el para siempre prometido no se cumplió.
 
~F i n~
 
 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).