Hanbin! Ya deja de distraerte!.-me grito por décima quinta vez en el día mi querida tía, la cual intentaba de todas las formas posibles hacerme concentrar aunque sea solo unos segundos en la estresante tarea de matemáticas que tenia que entregar mañana.
Oh, perdón tía Dami.-dije mientras regresaba mi mirada hacia el cuaderno anillado que tenía en frente.
¿Qué mirabas tanto por la ventana?.-
Nada… solo veía el cielo, ya oscureció y al parecer va a llover.-Tome la calculadora que estaba a un lado de mi cuaderno.
¿Él esta ahí afuera?.-inmediatamente mi piel se erizo al escuchar “él” y un sonrojo inconciente apareció en mis mejillas. Mi tía solo se limito a sonreír.-Tomemos un descanso.- Ay no, aquí viene…-¿Qué me cuentas de Jiwon?¿cuando te vas a acercar a hablarle?.-
Tía Dami, sabes que no puedo acercarme a nadie.-dije mientras comenzaba a juguetear con los botones de la calculadora, obviamente incomodo.
Pero cariño, deberías hablarle, quizás así…-justo en ese momento sonó el teléfono que estaba en la sala. “Gracias Dios!”-Seguramente deben ser tus padres, ahora vuelvo.-Cuando por fin la vi desaparecer por el pasillo emití un largo suspiro de alivio. Odiaba hablar de ese tema.
En ese momento aproveche el hecho de que estaba solo para regresar otra vez mi mirada hacia la ventana, y para mi fortuna “él” seguía ahí, solo que ya no estaba sacando la basura sino que ahora se encontraba jugando al baloncesto.
“En serio Jiwon juega muy bien! y esa sudadera lo hace ver muy sexy… espera un minuto, ¿sexy?, por favor Hanbin vuelve a la realidad! De seguro ya te estas babeando”, pensé sin quitar ni un segundo mi mirada de él.
“Kim Jiwon” si, así se llamaba el chico que me traía loco desde hace algunos meses, para ser exactos, aproximadamente seis, ya que dentro de una semana se cumplirían los ocho meses en los que comencé a frecuentar más la casa de mi tía debido a que ella me ayuda con algunas asignaturas de la secundaria que son muy importantes. Este es mi último año en el instituto, así que tengo que aprobar todo si o si para poder terminar limpio el secundario y por fin dedicarme a estudiar intensamente para los exámenes de ingreso a la universidad.
Aun recuerdo la primera vez que me quede en la casa de mi tía. Ese día habíamos decidido estudiar al aire libre, por lo que sacamos una pequeña mesa y dos sillas al jardín, el cual en serio es verdaderamente maravilloso, ella ama las plantas, posee más de diez especies distintas de flores, una más hermosa y colorida que la otra. Recuerdo perfectamente como estaba haciendo mi tarea cuando una pelota se estrello contra mi cara haciéndome caer al suelo.
Oye, perdón, ¿estas bien?.-su voz era gruesa, y fue en ese momento que sentí como su brazo rodeaba mi cintura para poder ayudarme a que me levantara. Yo no dije ni una sola palabra en ese momento, solo me limite a tocar la parte de mi cabeza que habia sido golpeada, la cual dolía a horrores.-¿Te duele mucho?.-Asentí.- A ver, déjame echar un vistazo.-Saque lentamente mi mano dejando el área golpeada visible.-No veo nada grave, solo que tu piel se enrojeció un poco debido al golpe, déjame llevarte a mi casa para que te coloque un poco de hielo antes de que se inflame, vivo aquí al frente.-estuve a punto de aceptar su oferta hasta que mi tía apareció y comenzó a llenarme de preguntas al ver mi mueca de dolor.
Hanbinnie! ¿Qué paso?.-pregunto mientras miraba el golpe en mi frente.
No se preocupe señora Kwon, lo que paso es que estaba jugando con mis hermanos y accidentalmente la pelota fue directo hacia su…
Mi sobrino, es mi sobrino.- dijo con una sonrisa.
Ah, bueno, al menos no es nada grave, solo haga que se ponga un poco de hielo en la zona enrojecida.-
Oh, muchas gracias por avisarme Jiwon, ahora mismo haré que se ponga una bolsa de hielo.-
De acuerdo, y… perdón otra vez.-estaba vez se dirigió a mi.-fue un accidente.
No te preocupes, yo también estaba distraído.-le sonreí ligeramente, a lo que el también me devolvió la sonrisa pero la suya era diferente, era más grande y bonita que la mía. No sé en que momento fue pero mi corazón comenzó a latir cada vez más rápido, sobre todo cuando me di cuenta de que no me dejaba de mirar.
Esta bien, disculpen las molestias otra vez, prometo que no volverá a pasar.-y así sin más se dio la vuelta para regresar a su casa.
A pesar de que no fue la mejor forma con la que me hubiera gustado conocerlo, le agradezco al universo el hecho de que esa pelota me haya golpeado justo a mí, y lo sé, suena muy tonto, pero bueno, estoy jodidamente enamorado de ese tipo.
Lo unico malo de mi enamoramiento es que desde ese día en el que lo conocí nunca más volví a cruzar una palabra con él, lo que es más estupido porque prácticamente ni siquiera lo conozco bien, solo me dedico a observarlo por la ventana de la cocina, pero aun así no pude evitar enamorar de él al ver como se comportaba, siempre hacia reír a sus hermanos y amigos, y su madre (según lo que me dijo mi tía) es lo más valioso que tiene y haría cualquier cosa por ella, lo que hace que mi amor por su persona solo siga creciendo más y más. Muchas veces quise acercarme a hablarle, pero simplemente no puedo porque soy demasiado tímido y además tengo prohibido relacionarme con la gente que no sea mi familia.
Hanbin!.-grito mi tía desde el marco de la puerta.-Tus padres me llamaron, dicen que Jungwoon te vendrá a buscar dentro de unos minutos.- Asentí a lo dicho y comencé a guardar mis libros en mi mochila. No espere mucho hasta que escuche la bocina que indicaba que Jungwoon ya se encontraba afuera.
Me despedí de mi tía con un beso en la mejilla, recibiendo las mismas palabras de siempre “cuídate”,”estudia mucho” y “mándale saludos a tus padres”, las cuales respondí con un asentimiento. Entre en la limosina y baje la ventana para saludar por última vez a mi amada tía con la mano.
¿Cómo se encuentra joven Hanbin?-pregunto Jungwoon mientras me observaba por el retrovisor.-¿Por qué esa cara larga? ¿Ocurrió algo?.-A veces creo que este hombre me conoce mucho más que mi familia.
¿No están en casa verdad?.-Pregunte casi en un susurro mientras bajaba mi mirada.
No Hanbin, ellos están en mitad de un concierto ahora mismo… el señor Choi me comunico que regresarían como a las seis am.-dijo mientras me volvía a echar un vistazo a través del espejo, como esperando mi reacción.
Pero… hoy íbamos a cenar todos juntos. Lo prometieron!.-Dije mientras trataba de evitar que mis lágrimas salieran, “Siempre es lo mismo…creo que ya debería dejar de esperar cosas que nunca llegaran”.
Jungwoon solo se mordió un poco la comisura del labio, mientras me regalaba una mirada triste, él más que nadie sabia perfectamente como me sentia en esos momentos.
Lo lamento.-
No te preocupes Jungwoon hyung.-No volvimos a hablar después de eso hasta que llegamos a casa.
Que tenga buenas noches joven Hanbin.-dijo por ultimo antes de volver a entrar a la limosina y marcharse. Yo me quede allí parado en la entrada, era tarde así que no me preocupaba el hecho de que alguien me pudiera ver, pasaron unos segundos hasta que decidí entrar ya que comenzaba a hacer frió.
Ya dentro me cambie rápidamente y me metí en la cama, cubriéndome por completo con mis sabanas de color de azul cielo. A pesar de que intente de todas las formas posibles conciliar el sueño no lo logre, asi que me gire lentamente hacia mi mesita de luz para poder tomar mi celular, y como era de costumbre, no habia nada, más que un mensaje de mi omma que decía “Perdón por haberte fallado otra vez amor, la próxima prometo que nos quedaremos a pasar más tiempo contigo L. Omma y appa te aman”.
“No te preocupes omma, espero que les este yendo bien en el concierto” le respondí dejando el aparato otra vez en su lugar, en ese momento me quede mirando detenidamente la foto que tenia enmarcada, en ella estábamos mi appa, mi omma y yo. Inconcientemente emití un largo suspiro y pensé “¿Por qué no me pudo tocar una familia como cualquier otra?”. Me levante de la cama y fui a buscar un vaso de agua, de regreso pase por la sala y esta vez mire detenidamente la gran fotografía que se encontraba arriba de la chimenea, mis ojos observaron detenidamente cada uno de los cinco rostros que aparecían en aquella imagen que tenia escrito con letras brillantes en la parte de abajo “Big Bang”, sonreí inconcientemente al fijar mi vista en los rostros de mis padres: Kwon Jiyong y Choi Seunghyun, los grandes G-Dragon y T.O.P.