Capítulo No. 7
Y los días seguían pasando…
Era realmente difícil mantener una vida privada y una profesional, sin que ambas se mesclaran y lo complicaran todo.
En especial para personas tan reconocidas en el ámbito como ellos. A donde quiera que iban, llamaban la atención. Aunque, para ser sinceros, hacía tiempo que no salían juntos, que no se veían más que por asuntos del trabajo. Y ellos eran profesionales, así que cuanto trabajaban, realmente trabajaban.
Aun así, entre tanto trabajo, Gackt se las arregló para tener un fin de semana para ellos solos. Ya lo había previsto todo, llevaría a Tetsuya a Okinawa, quería que conociera el lugar donde había crecido. Y aprovecharía esa tarde en el estudio para invitarlo, so pretexto de haber terminado con los arreglos en los que él le había ayudado, ya había hablado con sus compañeros, ya sólo faltaba Tetsuya.
-¿Qué dices? Será divertido…
-No creo que sea prudente, Gackt…- reclamaba Tetsuya, pues según él aún quedaba mucho trabajo por delante como para perder el tiempo de esa manera.
-Vamos, tampoco será tanto tiempo.- El cantante se acercó a él e intentó abrazarlo, pero Tetsu retrocedió. Gackt simplemente sonrió con algo de tristeza. Tetsuya lo notó y en seguida se sintió mal. Esos errores…
Pensó en lo que Hyde le había dicho y sintió que era hora de hacer las cosas de manera diferentes. Aunque era tan difícil…
-¿Okinawa, dices? ¿Qué hay allí?- preguntó con verdadero interés.
-Mi hogar…
Tetsu se sintió peor. ¿Cómo hacía Gackt para abrirse tan fácilmente con él? ¿Por qué era tan difícil para él?
-Solamente he ido una vez a Okinawa,- prosiguió -me gustaría mucho visitar el mar… aquella vez, no pude ir…- hubo un ligero silencio. Tetsu estaba escogiendo muy bien las palabras, pero le era difícil. -¿A qué hora partimos? - preguntó, intentando sonar animado.
-No tienes que esforzarte…
-Sí, si tengo…- ahora fue Tetsuya el que se acercó. –Perdóname, Gacchan… yo… a veces soy un poco… insensible…
-¿Un poco?- retó con humor.
-Supongo que también irán los de Job, ¿no?- preguntó de nuevo nervioso.
-No. Bueno, tal vez sólo Yuu y Ju-Ken… a lo mejor viajan Chacha y…- observó la mirada de resignación en el bajista. –Sí, lo siento, ellos también irán. Pero llegarán luego. Tú y yo partiremos el jueves por la tarde, llegaremos allá por la noche, tendremos el viernes y el sábado para nosotros, ellos llegarán el domingo por la mañana y regresamos por la noche… ¿Qué dices?
-Eso significa que les contarás sobre nosotros, ¿verdad?... ¿o es que ya lo saben?
-¿Te molesta? Ellos son mi familia y no me gusta guardarles secretos…
-No, si tú crees que está bien, yo no tengo nada que objetar.- se quedó un momento en silencio. Intentando apartar ese miedo que comenzaba a extenderse por todo su cuerpo. -¿En qué aerolínea viajaremos? Tendremos que ponernos de acuerdo con…
-¿Aerolínea? No, Tetsu, la empresa cuenta con un avión privado. Y está a nuestra entera disposición.
-¿De verdad?
-Sí, te divertirás, ya lo verás. No sabes lo relajante que es viajar así…
-Si tú lo dices…
En ese momento, Gackt aprovechó que Tetsuya estaba algo distraído, lo jaló ligeramente de la cintura y le robó un suave beso.
Tetsu se volvió inmediatamente para comprobar que nadie los había visto. Al notar que seguían solos se arriesgó por otro beso.
*******
-¡Vamos, Tetsu se hace tarde…!
-Ya voy, ya voy…
Tetsuya salió con las maletas en mano. Dos maletas para ser más exactos. Gackt lo miró divertido y sorprendido al mismo tiempo.
-¿Pero qué tanto llevas ahí? Sólo será un fin de semana, Tetsuya…
-No llevo tanto, sólo lo necesario. Además, como no conozco el clima de Okinawa, no quiero arriesgarme…
Gackt soltó una carcajada. Se acercó a Tetsu y tomó las maletas para acomodarlas en el automóvil.
-Y se supone que yo soy el vanidoso…
Cuando Tetsu subió al coche, comenzó a sentir un cosquilleo en el estómago. La emoción, los nervios, la ansiedad, todo se acumuló en ese momento. Soltó un gran suspiro.
-¿Todo bien?
-Sí. En realidad, mejor que bien.- Tetsuya le sonrió. Gackt se encontró maravillado por la forma tan inocente de la sonrisa. Tan infantil. –Me siento muy emocionado, ¿sabes?
-También, yo.
Gackt no pudo contenerse por más tiempo y tomó a Tetsu de la mejilla y lo acercó para besarlo, e increíblemente, Tetsu no se alejó; lo correspondió profundizando él mismo el beso.
Entonces, más que feliz, Camui se puso en marcha.
*******
-Vaya, este avión es mucho más lujoso que el que utiliza L’arc en Ciel…- dijo con un tono sardónico. Como si realmente eso le molestara, pero Gackt sabía que bromeaba así que le siguió el juego.
-Sí, bueno. Ya sabes, GacktJob se merece lo mejor…- dijo en tono altanero y arrogante. Y Tetsu, en lugar de molestarle le causó gracia la actitud. No pudo evitar lanzar una ligera risilla.
El vuelo no duró tanto, pero para cuando llegaron a Okinawa ya estaba bastante oscuro. Y a pesar de las luces, todo tenía una calma increíble. Se respiraba una tranquilidad inexplicable. Como si toda la isla se meciera al ritmo de las olas del mar y cayeran en un arrullo mágico y ahora todo y todos durmieran.
-Vamos, Tetchan…- Tetsuya giró la mirada rápidamente, sorprendido. Era la primera vez que Gackt le llamaba así, “Tetchan”. Y le gustó cómo sonaba en su voz.
-¿En qué Hotel hiciste las reservaciones?- preguntó con interés, y preocupación.
-¿Hotel? ¿Creí haberte dicho que quería mostrarte mi antiguo hogar…?- dijo al momento que hacía parar un taxi.
-Supuse que te referías a la ciudad…- respondió.
Gackt sonrió y negó. Subieron al taxi y le dio la dirección. ¿Qué raro? A pesar de los años aún la recordaba perfectamente.
El taxi se detuvo frente a una casa grande, algo desdeñada por el tiempo pero igual de imponente que en sus mejores años.
Ambos bajaron del auto y se dirigieron a la entrada. Gackt llamó un par de veces a la puerta y entonces se escuchó cómo quitaban los seguros del otro lado.
-¡Satoru!- casi gritó la anciana al verlo y se lanzó a sus brazos como una chiquilla de quince años. Tetsuya sonrió enternecido, y confundido por la escena.
-¡¿Nana?!- a pesar del asombro, el cantante le devolvió el abrazo y de paso la besó cariñosamente en la mejilla. –Nana, ¿qué haces aquí?
-Arreglando todo este desastre, por supuesto.- respondió la mujer con voz pastosa, propia de su edad.
-Pero, nana… cuando la compré le pedí a Tomoya-san que se encargara de todo. No pensé que te llamaría a ti…
-¡¿Llamarme?! No. En cuanto me enteré que compraste esta casa, yo misma saqué al montón de inútiles que él trajo y me hice cargo de todo…- dijo orgullosa. Pero entonces la mujer notó la figura detrás del cantante y lo miró insistentemente.
-Él está conmigo, pasará el fin de semana aquí.- respondió Gackt a la muda pregunta. Tetsuya se sonrojó violentamente.
-Soy un amigo…- dijo enseguida. –Ogawa, Tetsuya…
La mujer lo miró otro rato, como analizándolo. Lentamente abrió la boca y suspiró antes de hablar… -Bueno, no importa, sólo te diré una cosa; Si le rompes el corazón a mi pequeño Satoru, te las verás conmigo, ¿eh?
-No, nosotros, no…
-Él no hará nada eso, Nana…- le defendió Gackt.
La mujer chasqueó los dientes y entonces se volvió, pero antes de regresar a sus quehaceres, preguntó.
-¿Vendrá más gente?
-Sí, vendrá todo el grupo. ¿Los recuerdas?- la anciana asintió. -Pero llegarán hasta el domingo, así que no te preocupes…
-Bueno, dispuse todas las habitaciones por si acaso,- se giró y comenzó a caminar hacía la cocina –La tuya es la principal, ya sabes cuál… ¿por qué no van a instalarse y luego bajan a cenar?
-Yo no tengo hambre, gracias.- negó el bajista.
-Pues estás muy flacucho, necesitas alimentarte bien…- le retó la mujer. Y Gackt lanzó una ligera risilla. -¿Y tú Satoru? ¿Tienes hambre?
-No, nana, estoy bien. Puedes irte si quieres.- le indicó Gackt.
-Entonces, mañana estaré aquí a primera hora…
-Está bien, nana. No tienes a qué venir, nos las arreglaremos nosotros mismos.- le interrumpió el alto cantante con voz cariñosa. –Te llamaré si necesito algo, ¿de acuerdo?
-Bueno, yo sólo quería ayudar… ya veo que no hago falta. Después de todo sólo soy una vieja… una anciana inútil…- dijo la mujer dolida.
-Gracias Nana… y te quiero…- le dijo Gackt desde las escaleras cuando la mujer pasó con sus pocas pertenencias hacía la salida.
-Sí, claro, me quieres… pero me quieres lejos de ti…
-Esa mujer es realmente extraña…
-Oye!!- reclamó fingidamente dolido. –Recuerda que es mi nana…
Tetsuya rio ligeramente mientras ambos subían las escaleras.
-Es en esa…- Gackt le señaló la habitación al final del pasillo. –Esa será nuestra habitación por las siguientes tres noches.
Tetsu asintió, estaba un poco distraído apreciando la amplia habitación. Embelesado en los muebles de diseñador y sobre todo, el gigantesco closet que daba paso al baño.
-¿En serio esta era tu habitación?
Gackt sonrió ligeramente, Tetsuya tenía una linda expresión de asombro.
-En realidad, este solía ser el estudio de mi padre. Hace unos meses me enteré que la casa en la que crecí estaba en venta y la compré, y de paso, hice algunos cambios… ¿verdad que tengo buen gusto?
-Podría pasar el resto de mi vida encerrado en esta habitación…- respondió distraídamente.
-Eso podemos arreglarlo…
Tetsuya seguía admirando el closet cuando sintió que “alguien” lo jalaba con cierta violencia. Pero antes de que pudiera reclamar nada, Gackt ya había atrapado sus labios con los propios.
-No voy a dejarte salir de aquí, Ogawa…- susurró cerca de sus labios. –Por los siguientes dos días serás mi prisionero…
Tetsuya sonrió juguetón y se separó completamente de su pareja. Gackt lo miró curioso, para luego sonreír al ver que Tetsuya se sentaba en la cama, y le miraba con cierto desafío… el alto cantante comenzó a caminar lentamente hacía él, deteniéndose a centímetros, se sacó la chaqueta y comenzó a desabotonarse la camisa…
Tetsuya lo miraba fascinado, le gustaba el cuerpo fornido y tonificado de Gackt. Lo había sentido por sobre la ropa. Y ahora, sin poder evitarlo, se levantó de su lugar para poder tocar el pecho y abdomen desnudo del hombre que deseaba…
Gackt aprovechó la cercanía para comenzar a deshacerse de la ropa del bajista… cuando la camisa cayó al suelo, el bajista se sintió un poco avergonzado de su aspecto, pues su cuerpo carecía de la tosca musculatura de su amante. Pero eso a Gackt no parecía importarle, pues el vocalista lo observaba como si fuera el ser más divino que jamás hubiera visto. Y eso lo sonrojó.
-¿Te gusta, Techan?- preguntó en un tono bajo, tan sensual. Tomando las manos del bajista y paseándolas por todo su pecho… y Tetsuya se dejaba hacer…
-Me encanta…- contestó sin darse cuenta…
En ese momento Gackt decidió que era suficiente y se lanzó sobre su compañero, llenándolo de besos y caricias.
-Esta noche, no, estos días, voy a hacerte el amor, Tetchan…- anunció en medio de un susurro con voz ronca, llena de deseo. Esa voz que Gackt solía utilizar con sus canciones más sensuales.
Tetsuya no estuvo seguro de qué contestar y simplemente le sostuvo la mirada. No podía dejar de hacerlo, le miraba mientras lo masturbaba y lo preparaba… y cuando comenzó a invadirlo… no quería perderse de nada, quería grabar cada imagen, cada sensación en su mente…
-S-satoru… ahhh…