Decir que no le daba miedo seria una mentira pero no podía evitar que sus ojos terminaran rodando hacia esa persona. Su presencia era intimidante y nunca parecía dirigida con particular interés hacia él. Kise suponía que jamás estaría a la altura, no había manera que alguien como Akashi Seijuuro tuviera un particular interés hacía él, no más que como jugador… aun así, Ryouta no podía dejar de prestar atención a sus gestos y movimientos. No dudaba que Akashi se diera cuenta pero imaginaba que era algo normal para él, en ese sentido eran iguales, siempre atraían la atención de las personas. El único que conocía su secreto era Kuroko, pasaba horas oyéndolo y siempre le daba el mismo consejo
-deberías decirle, jamás sabrás si tus sentimientos son correspondidos - y siempre obtenía la misma respuesta
-jajajaja pero si ya conozco la respuesta. Akashi Seijuuro es el emperador y no hay manera que baje la mirada hacia nadie -Kuroko negaba con la cabeza, su amigo se estaba dando por vencido antes de siquiera intentarlo
...
Aun que San Valentín siempre traía consigo locas esperanzas...
El equipo de Teiko por lo regular siempre recibía una gran cantidad de chocolates. Al final del día terminaban haciendo una competencia para ver quien había recibido más, a nadie le sorprendía que Akashi siempre ganaba aunque en esta ocasión Kise se había acercado bastante. El pobre de Kuroko por lo regular apenas y recibía algo, por aquello de que era invisible y solían olvidarse de él y por eso el resto del equipo le compartida de sus chocolates. Justo se encontraban en eso cuando alguien apareció en la puerta preguntando por Kise, era una chica de su salón, estaba sonrojada y apretaba con fuerza una caja. Ryouta compuso una sonrisa y se dirigió a ella. Sin embargo no pudo evitar notar que algo no encajaba, Kuroko también lo noto; Akashi veía en dirección a la chica con una mueca de desagrado y una ligera aura asesina. A Kise le pareció extraño pero nada más mientras que Tetsuya vio más profundo en los ojos de Seijuuro, había un tenue rastro de temor y de tristeza anhelante. Kuroko sonrió imperceptiblemente, después de todo Akashi si prestaba especial atención en alguien más. Kise regreso sonriente pero Akashi se alejo sin esperar a saber que había pasado con la chica.
Cuando regresaban a casa Kuroko y Kise caminaban juntos y el pequeño no perdió la oportunidad para averiguar que había pasado. Kise le conto que la chica se le había declarado y pero el la rechazo amablemente.
-es una chica linda ¿por qué la rechazaste?
-porque no es Akashi -Kise solo dejo que las palabras saliera sin pensar
-tal como lo imagine
-moo Kuroko ¿por qué te encanta poner el dedo en la yaga?
-porque creo que te estás equivocando, la expresión que Akashi te dedicaba cuando saliste no creo fuera la que le dedica a cualquier amigo, no le eres indiferente
Kise no podía negar que las palabras de Kuroko le daban esperanza pero la posibilidad de un rechazo lo aterraba y lo hacían desistir sobre su intento. Eso y que las cosas cada vez se ponía más tensas, poco a poco las conversaciones entre ellos eran más escasas y el interés por el equipo era menor, aun así Kise no dejaba de seguir con la mirada los movimientos de su capitán que cada vez se veía más distante.
Por una sesión de de modelaje Kise tuvo que faltar a la práctica y al día siguiente encontró a Kuroko bastante desmejorado y deprimido. No sabía muy bien que había pasado pero algo había cambiado definitivamente
-Kise, no dejes que el miedo al rechazo evite que le digas lo que sientes, si tardas un poco más... Tal vez sea demasiado tarde.
La seriedad con que Kuroko le hablo lo hizo sentir que tal vez tenía razón. Que al paso que iban se guardaría lo que sentía, de pronto un sentimiento de urgencia lo invadió. Salió del salón pero no encontró más que a Midorima. Cuando le pregunto por su capitán, Shintaro hizo una mueca y negó con la cabeza, por un instante pensó que Midorima le diría algo sin embargo se arrepintió y no agrego nada. Por más que lo busco, Akashi parecía no estar en la escuela, fue hasta la hora de la práctica que por fin lo pudo ver. El estaba en uno de los gimnasios cuando lo vio pasar. Se apresuro a salir y aun cuando le grito, Akashi parecía no ponerle atención.
Cuando por fin le dio alcance los ojos de Seijuuro eran demasiado fríos, demasiado crueles pero sobretodo demasiado extraños, las palabras no le salieron y termino diciendo algo completamente absurdo y sin sentido. Mientras se daba la vuelta las palabras de Kuroko tomaron sentido, había sido demasiado tarde, no sabía que había pasado con Akashi pero estaba claro que no era la persona de la que se había enamorado.
...
Kise suspiraba mientras veía por la ventana del metro, llevaba días pensando cosas innecesarias. Desde la final de la Winter Cup muchas cosas habían cambiado para bien; había recuperado a sus amigos y volvía a disfrutar del basket y junto con todo eso algo más había vuelto... Algo que se había asegurado de enterrar en el fondo de su corazón con la esperanza de olvidarlo pero no sucedió. El sentimiento se mantuvo y no lo abandono, en tal caso hasta podía decir que había aumentado. Se sintió aliviado cuando volvió a reconocer aquellos ojos rojos pero la distancia ya había quedado sentenciada entre ellos, la lejanía que experimentaba cada vez que se perdía en esos ojos solo hacía que doliera haberse callado en aquel entonces pero ya no podía hacer nada, ambos pertenecían a mundo diferentes… o por lo menos eso pensaba Kise
Su teléfono comenzó a sonar haciendo que regresara su atención a su actual situación, se trataba de su manager, el rubio frunció el seño, no estaba muy seguro de que quería, según él no tenían ningún pendiente
-Kise ¿Dónde estás? Vamos a llegar tarde
-¿tarde? ¿de qué hablas Mariko-san?
-¿de qué hablo? ¡Oh dios mío! lo olvidaste, Kise hoy es la fiesta
En ese momento todo volvió a la cabeza de Ryouta, su manager le había hablado de la fiesta, según recordaba era el aniversario 50 de una enorme compañía y el era la imagen de una de las marcas que manejaban, por lo tanto había sido invitado a tan magno evento. Donde personas de mucha importancia asistirían y sería un buen lugar para hacerse de nuevos contactos y posibles contratos. Kise se golpeo la frente con la palma había visto su traje listo y aun así lo olvido.
Cuarenta minutos después viajaba en una limosina mientras Mariko-san lo regañaba por no prestarle atención, justo lo que en ese momento estaba haciendo. No era de extrañarse que en cuanto apareció en la fiesta las miradas voltearon hacia él y un montón de chicas por demás lindas lo rodearon, como siempre y para orgullo de su manager, Kise era todo un caballero; les sonreía y les contestaba con amabilidad. Aun así se sentía ligeramente sofocado, odiaba no poderse mover con tanta naturalidad, por suerte Mariko-san lo noto y entro a su rescate, además que debían aprovechar de la fiesta, había un montón de personas importantes que Ryouta necesitaba conocer y saludar. Pasado un rato y después de varias manos que estrechar, Kise vio de reojo un resplandor rojizo que conocía muy bien, lo vio pasar a algunas personas de él, sintió un vacio en el estomago y por un momento quiso dar un paso hacia el, pero el alboroto al reconocerlo se suscito con ese primer paso y Kise prefirió retroceder, Akashi Seijuuro se había vuelto el centro de atención de la fiesta, Mariko estaba enterada de quien se trataba y también percibió la ligera inseguridad en Kise.
-es tu amigo ¿por qué no acercarse? -Kise se sobresalto un poco al oír las palabras de su manager, era la primera vez que se encontraban sin el resto de sus compañeros
-no, no es el momento... El tiene mucha gente que atender
La fiesta prosiguió, el número de personas que rodeaba a Akashi no disminuía, Kise se mantenía a la distancia pero cada tanto sus ojos rodaban hacia él, tal como lo hacía en la secundaria, dejo escapar un suspiro mientras le daba un trago a su bebida, seguía viéndolo de reojo cuando algo que no debía estar ahí, le salto a la vista. Se quedo con el vaso a medio camino y apretó los labios. Seijuuro parecía desenvolverse sin mayor problema, habla con quien se le acercaba y les sonreía amablemente pero era precisamente ese gesto el que causo confusión a Kise. Era una sonrisa forzada, podía ver que estaba incomodo y que sus ojos se movían ligeramente nerviosos, estaba claro que deseaba correr, huir de ahí, no parecía querer estar más tiempo con esas personas. Akashi Seijuuro no quería ser el centro de atención y a Ryouta le dolía. Sin realmente pensar lo que hacía aprovecho que una mesara pasaba con una charola de copas y choco “accidentalmente” con ella, se produjo un gran estruendo que hizo que la atención de todos se volviera hacia él, Akashi aprovecho la oportunidad para escabullirse, había visto de reojo en la dirección del ruido y le había parecido ver una cabellera rubia pero no se detuvo a terminar de confirmarlo.
Aun cuando había atraído toda la atención a su persona, logro ver que había conseguido su objetivo: que Seijuuro saliera a las terrazas, la noche estaba fresca y no a muchos les apetecía estar afuera, por lo mismo era un buen lugar para estar un poco más tranquilo. Después de pedir perdón y que el resto de las personas dejaron de prestarle atención tenía que hacerse paso para salir, pero según le había dicho Mariko-san aun tenían a muchas personas que ver. Kise se mordía el labio y no dejaba de ver hacia el lugar por donde había salido, la manager podía ver su preocupación, sabía que Kise había dejado algo pendiente con aquel joven heredero y tal vez esa era la ocasión para concluir o iniciar lo que hiciera falta
-creo que ahora si es el momento. Ya después podemos terminar con las entrevistas.
Kise la vio por unos segundos con inseguridad pero ¿para qué había creado aquella distracción si no era para tener un momento a solas con el pelirrojo? Era cierto que había actuado por instinto pero al final estaba hecho y seguía preocupándole aquella mirada de Akashi. Asintió para el mismo y termino de salir del lugar.
Volteo a ambos lados y por fin lo encontró, le daba la espalda y tenia los puños apretados incluso temblaba ligeramente, todo aquello no encajaba para nada en la persona que Kise conocía, algo tenía que haber pasado para que terminara así. Con cautela se le acerco y le llamo suavemente mientras colocaba una mano sobre su hombro, a pesar de la delicadeza Akashi dio un pequeño sobresalto. Se volteo para enfrentar a quien le llama y por una fracción de segundo Ryouta vio miedo en aquellos ojos. Akashi se recompuso de inmediato y adopto la actitud de antes.
-Ryouta que sorpresa, no esperaba encontrarte aquí –su tono de voz era una máscara de calma que en realidad no llegaba hasta sus ojos
-la verdad yo tampoco…
-¿saliste a tomar algo de aire? hay demasiadas personas adentro. –Kise se daba cuenta de lo que pretendía y no lo lograría
-Akashi no tienes que seguir fingiendo conmigo, sé que no estás para nada a gusto –la expresión de Akashi paso de la sorpresa al alivio en un segundo, y se paso la mano sobre el pelo mientras sonreía sin ganas
-supongo que tienes razón, todo esto es demasiado…
-¿todo esto? –Akashi comenzó a caminar hacia el barandal para contemplar la ciudad mientras Kise lo seguía y se recargaba a su lado
-¿puedo confesarte algo?
-seguro –el corazón de Kise parecía a punto de salírsele del pecho
-la verdad es que todo se ha complicado y no sé si seré capaz de aguantarlo por mucho tiempo –aquello no le gustaba, se imaginaba a que se refería con no poder aguantarlo, se volvería a ir
-siempre fuiste el más fuerte de todos, si alguien puede superar una situación complicada ese eres tu –además necesitaba que así fuera
-y mira lo que termino pasando… -Akashi apretó los puños y Kise pudo ver sobre la blanca piel una marca rectangular en tonos morados, sin pensarlo tomo aquella mano
-¿Quién te hizo esto? ¿Fue por qué perdiste? –Akashi había quedado mudo de la sorpresa y de la manera tan delicada con la que Kise había tomado su mano como si fuera tan frágil que pudiera romperse –por eso hay miedo en tus ojos, te ha golpeado
Eso basto para que Akashi terminara de romperse, se mordió el labio pero comenzó a llorar, Kise inmediatamente lo abrazo mientras le acariciaba la cabeza, estaba seguro que eso era lo que necesitaba en ese momento, sacar lo que siempre terminaba reprimiendo y escondiendo. Aun lloraba cuando volvió a hablar
-nada de esto parece encajar, llevo días, semanas sintiéndome perdido y solo escucho que no soy lo suficiente, que no cumplo con las expectativas. Hice todo lo que me pidió que hiciera pero no es suficiente, no basta
Kise no sabía que contestarle, no podía creer que su padre fuera capaz de hablarle así a alguien que lo había conseguido todo y logrado todo. Sentía coraje, molestia, esa persona era la culpable que Seijuuro no fuera feliz y que además se sintiera tan perdido en ese momento. Le quedaba claro que lo obligaba a seguir montando esa apariencia perfecta.
-para mi lo eres, siempre lo fuiste. No conozco a nadie que valiera tanto como tú. No hay manera que fuera capaz de quitar mis ojos de ti, incluso ahora sigue siendo así, se que tal vez nunca fui alguien aquí pudieras voltear a ver con más detenimiento del necesario pero yo siempre quise estar a tu lado. –Akashi apretó con un poco de más fuerza el saco de Kise
-y ¿tú crees que estaría haciendo algo como esto si no fueras alguien en quien detenerme por más de lo necesario?
Kise se quedo helado, no terminaba de entender lo que le estaba diciendo pero su cuerpo creyó que tenía una oportunidad y una vez más sin pensar en lo que hacía, despego a Akashi de su pecho le limpio con delicadeza las lagrimas de sus mejillas y se inclino para besarlo. Al principio fue solo un roce pero cuando estaba por despegarse Akashi abrió un poco los labios permitiendo que Kise profundizara el beso, los brazos del ex capitán de Teiko se enredaron en el cuello del modelo y así sus cuerpos se pegaron un poco más. Aquel sabor era una delicia de la cual Kise se podía acostumbras. Permanecieron disfrutando de aquella sensación hasta que les hizo falta el aire, aun así no se separaron tanto, sus ojos se encontraron y Ryouta pego su frente con la de Akashi que tenia las mejillas ligeramente sonrojadas, era una imagen adorable que solo era para él.
Akashi también se estaba perdiendo en cada detalle de aquel chico, había tardado demasiado en darse cuenta que Kise lograba llamar su atención de una manera diferente, al grado que lo hacía sonreír inconscientemente pero si había sido demasiado tarde, justo cuando se había perdido. En ese momento con sus ojos dorados puestos sobre los suyos, se daba cuenta que aquel San Valentín había huido temiendo que lo hubiera perdido y aun así lo había perdido.
Pero de algún modo habían terminado así: abrazados, en una noche fresca con el bullicio de una fiesta a sus espaldas y la sensación de que las distancias se habían acortado de golpe. Volvieron a besarse sin pensar en nada más que en la presencia del otro, sin complicaciones, sin pensamientos innecesarios.
-tal vez es un poco tarde pero Te amo Akashi Seijuuro…