Fui feliz a tu lado, amaba tus besos, tus abrazos, y los apodos que me colocabas con cariño. Mentiría si dijera que no extraño todo eso. Mañana se cumplirían tres años de noviazgo,
y Baekhyun aún no ha podido olvidar a su ex novio. Un chico llamado Park Chanyeol, que antes de desaparecer, le había prometido volver, pero eso nunca pasó.
Se encontraba mirando vidrieras, en un día frío, que amenazaba con llover. El amaba la lluvia.
De pronto, en una pequeña tienda, se detuvo al observar un oso marrón, el mismo que le había regalado Chanyeol.
-Tomalo baekki, cuando lo ví, me recordó a ti.
- Con sumo cuidado le entregó el pequeño oso marrón, que Baekhyun, con sus pequeñas manos lo apretó entre sus brazos.
-Y-yo no te compre nada, Chanyeol.
-Susurró avergonzado-.
-No necesito nada más, yo ya lo tengo todo.
-Contestó Chanyeol con una sonrisa en sus labios, colocando sus enormes manos en la cintura del más pequeño, acercándolo a el, para después besar los dulces labios de su amado novio-.
Se tapó el rostro con sus manos, sollozando en silencio, sin importarle toda la gente que caminaba apresurada por las calles. Había comenzado a llover.
Secándose las lágrimas, recordó que el no había traído paraguas. Pero no le importó.
Empezó a caminar, dirigiendose a su casa con el frío colando sus huesos.
Mientras pasaba veía a parejas refugiadas, besándose y abrazándose con cariño.
Se había olvidado de que era San Valentin.
Siguió caminando, con la mirada gacha, hasta que unos gritos lo habían sacado de sus pensamientos.
-¡Baekhyun!
-¡¡Baekhyun!!
Esa voz , la reconocería en cualquier parte, pero no, no podía ser. Debía ser parte de su imaginación.
Pasos apresurados se oían a sus espaldas, el solamente hacia como si no ocurría nada a su alrededor. Pero cada vez se escucharon más rápidos, más cerca.
Hasta que sintió como unos brazos apresaron su cintura y lo abrazaban fuertemente.
Con el corazón en la boca, quiso voltearse, pero no podía.
-Bebé, no sabes cuanto te extrañé.
Y el mundo de Baek se derrumbó.
-¿Qu-e hac-es aquí? -preguntó temeroso, al parar en una cafetería.
-¿Acaso no es obvio?, vine por tí. -Contestó mirándolo con esos ojos profundos que lo hacían estremecer-.
-Sé que quieres respuestas, de porque me fui así, sin más. La verdad es que mi madre había estado muy enferma, y como Yoora estaba muy ocupada con su trabajo, me pidió que vaya a cuidarla, así que tuve que volver al campo.
No te lo dije porque te conozco Baekhyun, te ibas a poner como loco y me pedirias que te lleve. Lo siento mi amor.
-¿Sabes cuanto esperé por ti? Eres un maldito bastardo, solo piensas en ti. -Susurró Baekhyun sollozando-.
-Lo sé y lo siento tanto bebé, sé que hice mal, pero ahora ya estoy aquí, y... -Agarró la mano de Baek mientras sacaba un anillo de su bolsillo y la colocaba en su dedo medio-.
-E-esto e-es... -Tartamudeó Baek con ojos desorbitados-.
-Si bebé, ¿te casarías con este idiota? -se señaló a sí mismo con una sonrisa tonta-.
-T-tonto. -Rió sin poder contenerse-.
-¿Eso es un sí?
-C-claro que sí, i-idiota -Se levantó de su asiento para abrazar a ChanYeol fuertemente-.
-Ya nunca más volveré a dejarte, bebé. Lo prometo.