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Papa sorprende a su pequeño travieso por wen 2min

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Notas del fanfic:

Esta es una adaptación de la historia " papa sorprende a su pequeña traviesa" por Candy Young. Creditos a la autora.

Disfruten.

Notas del capitulo:

Esta es una adaptación de la historia " papa sorprende a su pequeña traviesa" por Candy Young. Creditos a la autora.  Disfruten.

Papá sorprende a su pequeño travieso.

 

 

Taemin puso los ojos en blanco mientras el chico que estaba encima de él luchaba para averiguar qué hacer a continuación. Sus piernas estaban abiertas por debajo de él, pero simplemente parecía no saber qué hacer. Él se inclinó y alcanzo su polla hasta que la puso justo en frente de su entrada.

 

—Ahora, sólo tienes que introducirlo—, dijo con un suspiro de frustración.

 

A pesar de todas las cosas maravillosas que había escuchado sobre el sexo, hasta ahora, su experiencia había sido de todo menos espectacular.

 

Al principio, había pensado que era su falta de práctica, para lo cual había una solución fácil. Había estado preparado y dispuesto para que un chico tras otro de su escuela lo tomara, pero hasta ahora cada encuentro sexual había ido tan bien como éste.

 

—Oh, Taemin—, se quejó él en voz alta despertándola de sus reflexiones. Genial...

 

— ¿En serio?—, preguntó mirando la estúpida sonrisa en su rostro. — ¿En Serio, Seung ho?  ¿Eso fue todo?

 

Su sonrisa de orgullo cambió a una mueca de dolor incómodo cuando lo miró.

 

—Puedo intentarlo de nuevo, — dijo él tímidamente.

 

Tae lo miró, considerándolo. Por un lado, todavía estaba excitado, pero por el otro estaba molesto.

 

Quería más, pero ya estaba cansado de solamente jugar con chicos que no sabían lo que estaban haciendo.

 

Antes de que pudiera responder, una puerta se cerró de golpe y el sonido hizo eco a través de la sala hasta su habitación. Seung ho comenzó a hablar, pero él lo interrumpió.

 

—Silencio—, susurró  bruscamente. Se congeló cuando escuchó los pesados pasos que subían por las escaleras. Al instante se llenó de una sensación de pánico.

 

—Tienes que vestirte, AHORA— le susurró a su compañero.

 

Tomando su propio consejo, se deslizó de la cama y agarró sus bóxer, poniéndoselos con rapidez. —Ese probablemente es Minho—, agregó el en voz baja —Llegó temprano y va a estar furioso si te encuentra aquí.

 

Seung ho comenzó a tirar de sus pantalones para ponérselos mientras los pasos se acercaban. Taemin sabía lo que iba a ocurrir a continuación. Su armario estaba lleno de ropa y no había espacio debajo de la cama, y tan pronto su padrastro, abriera la puerta, la iba a atrapar in fraganti. La peor parte era que no era la primera vez que la sorprendía con un muchacho en su habitación. La última vez había estado tan furioso que le había quitado su coche durante un mes y eso había sido antes que empezara a ser tan cascarrabias. Ahora, con el estado de ánimo en que estaba, era probable que perdiera su coche para siempre.

 

No es que él lo culpara. A pesar de que era sólo su padrastro, sabía que era un

buen tipo. Era su mamá la que por lo general causaba los problemas y esta relación no era la excepción. Su madre tenía una larga historia de infidelidades y Taemin tenía la esperanza de que esta vez fuera diferente. Su padrastro era el mejor hombre que su madre había encontrado, él era amable y gentil con un cuerpo que mantenía la mente de Taemin volando hasta altas horas de la noche.

 

Pero, por supuesto, su mamá no apreciaba nada de eso. Hacia unos meses su madre lo había engañado y Minho había tratado de echarla. Por desgracia para él, la madre de Taemin se había divorciado suficientes veces como para saber que ella no tenía por qué irse. La parte difícil fue que su padrastro se negó a mudarse también, ya que él había comprado la casa años antes de que se hubieran conocido. Así que ahora, Taemin estaba atrapado en medio, su mamá y su padrastro no se hablaban y aun así vivían juntos. A veces su mamá traía tipos a la casa, otras veces ella llegaba mucho después de la medianoche, y el día anterior no había vuelto en lo absoluto.

 

Taemin se sentía mal por él, pero sabía que si lo atrapaba iba a estar en problemas. Él iba a estar de muy mal humor y el encontrarlo semi-desnudo con un chico no iba a hacer que las cosas fueran mejor.

 

Agarro un tank top3  que colgaba sobre una silla y se la puso sobre su cabeza, deseando tener algo más que una vieja camiseta puesta. Apenas consiguió ponérselo antes que la puerta se abriera de golpe.

 

(3.Camiseta sin mangas usado por hombres y mujeres)

 

Minho su padrastro se quedó allí, con la expresión más seria que jamás hubiera visto en su rostro mientras miraba al muchacho sin camisa, descalzo de pie en su habitación y el en nada más que un pequeño bóxer y una camiseta casi transparente.

 

Apartó su mirada de Taemin y centró su atención en Seung ho. —Sal, — dijo él en voz baja y seria.

 

Sin hablar, Seung ho agarró sus zapatos y su camisa y salió corriendo de la sala, deslizándose más allá de su padrastro, con cautela, y partió. Tae sacudió la cabeza, dándose cuenta de que él acababa de salir sin tratar de defenderlo o decir una sola palabra. Sabía que no debería esperar nada mejor de chicos como él, pero uno tras otro, no eran más que una serie de decepciones.

 

Se incorporó y miró a su padrastro. Estaba furioso y más enojado de lo que jamás lo había visto antes. Era una lástima ya que incluso así era sexy. Sabía que debía estar molesto, pero en su actual estado media excitado, lo único en lo que podía pensar era en cómo se vería, sin esa camisa formal con botones. Había pasado muchas noches fantaseando con él y verlo ahora la distraía más que cualquier otra cosa. Todo en lo que el pensaba era en cómo sería follar con un hombre en lugar de un niño.

 

Minho lo miró por un momento y no dijo nada mientras sacudía la cabeza con frustración.

 

—Sabes que estás actuando como una pequeña zorra, ¿no?—, preguntó molesto y disgustado. —Cada vez que vengo a casa más temprano, estás aquí con un tipo diferente.

 

Taemin arqueó una ceja por sus duras palabras, se preguntaba si él estaba tratando de impresionarlo.

 

—Es que tú no entiendes — respondió el, lamentando el cliché tan pronto como salió de sus labios. Suavizó su tono antes de contestar de nuevo. —Mira appa, lo siento, pero tengo dieciocho años. Puedo hacerlo con quien yo quiera.

 

Tae lo vio observarlo y le devolvió la mirada, poniendo su mano en la cadera y empujando su pecho hacia adelante. El movimiento le llamó la atención a él y su mirada se fijó en sus pezones bajo la fina tela. El sabía que la camisa era transparente y la forma en que estaba parado hacia que sus pezones se vieran a través del transparente material. Lo vio deslizar su mirada hacia abajo más allá hasta el diminuto bóxer que apenas le cubría el sexo y la mirada en sus ojos lo hizo sentir como se contraía su entrada. Por último, se contuvo y tomo un profundo respiró y tranquilizador.

 

— ¿Y esa es la forma en que deseas ser visto? ¿Quieres que la gente piense en ti como un puto que sólo se deja caer de espaldas por cualquiera?

 

Taemin le dirigió una sonrisa. Sus palabras podrían haber sido duras, pero su cuerpo traicionaba sus verdaderos sentimientos. Miró hacia abajo y pudo ver su pantalón abultado, dándole todo tipo de ideas. La idea de follar con su padrastro había sido una fantasía desde hacía años y sin duda sería más divertido follar para salir de problemas que hacer frente a cualquier castigo.

 

—No por cualquiera—, dijo suavemente mientras tomaba un par de pasos más

cerca de él. —Sólo quiero pasar un buen rato—, respondió el con una pequeña sonrisa.

 

— ¿Y son estos chicos la diversión?— preguntó él con desprecio en su voz.

 

—No, appa—, dijo el mientras avanzaba para estar más cerca. —Los chicos no

son nada divertidos — dijo el en voz baja, tomando una respiración profunda, para que sus pezones se notaran más. —No parecen saber lo que necesito.

 

El estaba de pie tan cerca de él que podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo. Minho no se movía, sólo lo miraba mientras se acercaba. Poco a poco, se inclinó hacia delante con las manos ligeramente apoyadas contra su pecho.

 

Se mantuvo firme y no respondió, pero podía ver que estaba teniendo un efecto en él. Su respiración era cada vez más rápida y su ceño se había ido mientras lo miraba fijamente. Se acercó un poco más y dejó que se rozaran sus torsos. El sintió que sus pezones se endurecían bajo su delgada camisa y le vio tomar otra respiración rápida.

 

—No sé en qué estaba pensando, —dijo Taemin mientras dejaba correr sus manos sobre su abdomen. Podía oler su piel ahora y se encontró preguntándose a que sabría. Había imaginado lo que sería estar con él, pero nunca pensó que tendría una oportunidad. Ahora, allí de pie con él tan cerca lo hizo ser más descarado de lo normal.

 

—Tal vez tengas razón, — susurró Tae mientras se inclinaba hacia su cuello. Sus labios lo rozaron ligeramente cuando añadió unas cuantas palabras más. —Tal vez soy sólo una pequeña zorra. — tenía toda su atención ahora. Minho no se movía, apenas respiraba. El dejó su lengua hacer un rastro por su piel y se movió un poco más abajo, frotando sus caderas contra la suya suavemente —Y tal vez te puedo mostrar cómo de arrepentida puede estar una pequeña zorra como yo— Tae dejo las palabras suspendidas en el aire, mientras sus labios viajaban más abajo por su cuello.

 

—Tae, no quise decir...

 

Hizo caso omiso de sus protestas suaves mientras poco a poco comenzaba a desabrochar los botones de su camisa, uno por uno. Con cada botón, exponía más de su ancho pecho, siguió dando le besos a lo largo de su cuello. Su torso era fuerte y duro y Taemin sintió mariposas en el estómago mientras iba más abajo. En un momento se detuvo, levantó la cabeza un poco y deslizo su lengua por sus pezones duros. Cuando Minho tomó una bocanada de aire, sintió que se mojaba por la excitación.

 

Sus palabras se apagaron y poco a poco sus manos encontraron su camino hasta su cintura y Taemin sintió como sus manos recorrían suavemente sus caderas. Dejó que su boca dejara un rastro de pequeños besos por su pecho mientras desabrochaba cada botón. Podía verlo responder a cada toque y le encantaba la forma en que la hacía sentir.

 

Cuando desabrochó el último botón, sacó su camisa de sus pantalones y tiró suavemente de el. Minho era increíble. Sus anchos hombros que guiaban a un vientre plano y de abdominales duros como la roca que cualquier chico de su escuela envidiarían.

 

—Appa, creo que tenías razón—, dijo mientras sus manos tomaban su cinturón y se lo quitaban con un movimiento rápido. —Creo que soy sólo un puto que tiene que ser follado—. Por un segundo él no se movió y se preguntó si iba a pararlo. Pero no le importaba. Tae lo quería. Quería saber lo que sería estar con un hombre que sabía lo que estaba haciendo. Siguió acariciando su cuello y le besó las manos, mientras desabrochaba sus pantalones y los deslizaba hacia abajo al suelo, dejando al descubierto su ancha polla dura.

 

—Y tu pequeña puta quiere tu polla gruesa y grande— dijo el mientras su mano

se deslizaba a lo largo de su longitud, recompensada con un profundo gemido gutural. Mientras acariciaba su pene, sus manos empezaron a deslizarse por las caderas y detrás de su culo. Inclinó su cuerpo contra el suyo y apretó los labios a lo largo de su cuello. Cuando él alcanzo a su otra mano detrás de el y apretó su firme culo, arqueó la espalda y se empujó contra él aún más.

 

— ¿Ese es tu problema?—, preguntó, mientras deslizaba sus manos debajo de la parte superior del tank top, — ¿Sólo quieres que ser follado?

 

Antes de que pudiera responder, su camisa estaba sobre su cabeza uniéndose a sus pantalones en el suelo. Taemin gimió cuando sus manos se deslizaron por su cuerpo y sobre sus caderas. La sensación de sus manos sobre su piel era increíble.

 

Cuando los dedos llegaron a su pequeño boxer, jugó con el material sedoso, incitándolo sin piedad. Jugaba con el de un lado a otro, frotando el tejido fino en su polla y rozando con sus dedos su entrada húmeda. Pronto, su ropa interior estaba en el suelo con el resto de su ropa.

 

Puso sus manos detrás de Tae, tirando de sus caderas contra su pene erecto. Frotó sus caderas, sintiendo sus pollas restregarse entre si. Poco a poco, Minho lo empujó sobre la cama y Tae cayó hacia atrás con sus piernas bien abiertas de par en par, esperando por él.

 

Minho se arrodilló delante suyo y el sabía que veía que estaba completamente mojada. Cerró los ojos, dispuesto a ser usado y dio un grito ahogado cuando suavemente pasó sus dedos por su entrada, deslizándolos hacia arriba y hacia abajo, volviendolo loco y alentando su deseo.

 

—Tú eres una zorra mojada, ¿no es así? —, dijo él más para sí mismo que para el, mientras sus dedos encontraban su camino a su perineo masajeándolo. Tocó su pequeño esfínter, húmedo y contrayéndose, su respiración se hizo más desigual. El no podía creer lo rápido que se estaba volviendo loco.

 

—Amas esto ¿no es así?—, preguntó él mientras sus dedos excitaban su pequeño brote, excitándolo hasta llevarlo al borde y de regreso.

 

—Sí, appa. Sí, me encanta esto —Tae gimió contra él. La sensación era abrumadora y se dio cuenta de que se retorcía, sus caderas empujando hacia arriba contra sus dedos, con ganas de más, necesitándolo sentir en su interior. Mientras sus dedos apretaban su ano sensible, el placer disparándose en su cuerpo.

 

—Dios, tu pequeña entrada dulce está a la espera de ser follada—, dijo él mientras su dedo se deslizaba alrededor de esta.

 

—Oh, Dios!—, gimió mientras sus manos agarraban con fuerza las mantas.

 

Cuando deslizó un dedo dentro de el, Taemin cerró los ojos y sintió su excitación crecer en su interior. Su canal se apretó alrededor de él mientras añadía un segundo dedo. Cuando abrió los ojos otra vez, él le miraba mientras se deslizaba dentro y fuera, masajeando su perineo con el pulgar.

 

—Estas apretadito, — dijo él con asombro. Minho lo estaba volviendo loco y ni siquiera parecía darse cuenta de ello. —Voy a disfrutar follandote pequeño.

 

—Por favor, appa, — le susurró Taemin, empujando sus caderas hasta sus dedos

expertos. —Por favor, fóllame —le rogó el en voz baja, nunca había deseado a nadie como lo quería a él en esos momentos.

 

De repente, se inclinó sobre el y deslizó su polla grande contra su culito resbaladizo y mojado. El gimió mientras su miembro duro se deslizaba por su escroto y después de regreso. Cuando estaba resbaladizo, con sus jugos, puso su polla delante de su mojada entrada.

 

Taemin jadeó mientras lentamente hundía su polla gruesa en su interior. Vio la cabeza de su polla púrpura desaparecer y gimió mientras el eje de su pene seguía. A medida que su miembro grande empujó abriéndolo, se quedó sin aliento, sin saber si podría encajar, pero esperando que cupiera. Centímetro a centímetro, presionó en su interior y Tae gimió cuando él lo tomó. Estaba abrumado por la dulce tortura de que su appa lo abriera más de lo que había experimentado hasta ahora. El ligero dolor que sentía se juntaba con la maravillosa sensación de estar llena por su polla gigante.

 

Cuando él estuvo en el interior, dejó escapar un gemido gutural y Taemin empujó sus caderas hacia arriba, metiéndolo aún más profundo.

 

Entonces el dolor se transformó rápidamente en placer cuando él empezó a entrar y a salir de su canal estrecho. Minho lo abrazó, atrayéndolo más profundo con cada golpe. Cuanto más se metía más quería el.

 

Su ritmo se hizo más rápido y más desesperado, Minho se metió más y más profundo dentro de el, tocando en cada arremetida su próstata. La cantidad de placer y espasmos  que recorrían su cuerpo, nunca lo experimento con sus anteriores compañeros de cama.

 

Minho sacaba su polla hasta la corona de su glande para luego volver a insertarla con fuerza. Taemin lagrimeaba por el gozo y el placer de tantas sensaciones.

 

—Oh, sí, aaah!..más—, le rogó. Él lo quería, quería esto, y no quería que se detuviera nunca.

 

Su empuje se hizo más fuerte y cada vez más rápido y sintió el orgasmo construyéndose. Cada vez que entraba, avivaba su deseo y su cuerpo empezó a temblar mientras las sensaciones crecían y crecían. Él mantuvo su ritmo constante y aumentó su velocidad cada vez más alto hacia su clímax. Finalmente, sintió a su cuerpo abrumarse cuando el orgasmo atravesó su cuerpo.

 

Minho mantuvo su ritmo, prolongando el orgasmo en Tae. Con cada embestida, lo mantuvo salvaje en el placer, el orgasmo de Minho empujando más y másmientras se metía en su interior. Finalmente, pudo escuchar su respiración tornarse irregular mientras su entrada  palpitaba a su alrededor. Su polla se hizo aún más dura y sus golpes se hicieron más fuertes cuando llegó a su propio clímax. Cuando finalmente llegó muy dentro de él, se calmó con un estremecimiento y, finalmente, ambos regresaron a la tierra.

 

Se desplomó junto a el, su respiración entrecortada y jadeante.

 

Trató de reincorporarse, pero no pudo. Estar con Minho no era como nada que hubiera experimentado. Acababa de tener el orgasmo más alucinante de su vida y de repente el sabía exactamente lo que el sexo podría ser y quería más.

 

—Oh, Taemin—, se quejó de nuevo cuando se volvió hacia el. —Lo siento, yo no debería haber hecho esto, no debí de haber dicho que....

 

Se puso de espaldas a Minho  y lo dejó pensar que el estaba realmente molesto. Cuando su mano llegó a su hombro, el respiró hondo y suspiró.

 

—De verdad, Taemin, lo siento, ¿qué puedo hacer?

 

Sonrió ampliamente, se dio la vuelta y se subió encima de él y sus manos

empezando a excitar su polla a la vida otra vez. — ¿Qué te parece si dejo que teredimas?—, dijo el con picardía, lista para otra ronda.

 

Fin.


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