Jinki jadeó cuando sintió un repentino peso sobre él, sacudiéndolo de su sueño.
“¡Mierda!” escuchó una maldición amortiguada a través de su manta.
Ladrón fue lo que llegó a su mente, con las sirenas rojas a todo volumen. Kibum le había dicho que no ocurrían robos por el área –en los últimos 5 años que había estado viviendo ahí- y ahora en su segunda semana como el compañero de piso de Kibum, había un robo y él sería la víctima.
Sintió una rodilla huesuda enterrarse a su costado mientras el hombre sobre él (juzgándolo por su voz) se movió. “¿Estás bien?”
¿Qué tipo de ladrón es este? Gruñó en respuesta, volteándose, sus brazos saliendo de su manta y arañando al asaltante. Un fuerte agarre alrededor de sus muñecas detuvo su asalto e intentó patear al asaltante que estaba sobre él.
Sintió la manta siendo quitada de su rostro y sus ojos cerrarse al repentino brillo de las luces. El ladrón había encendido las luces. Parpadeó perezosamente, ajustándose a la luz, solo para encontrarse con dos grandes ojos cafés hipnotizantes viéndolo con detenimiento.
“¿Quién eres?” preguntó el extraño, sentándose sobre las caderas de Jinki, deteniendo efectivamente sus intentos de patearlo.
“¿Quién eres tú?” contraatacó Jinki, viendo los cautivantes ojos del hombre, su afilada mandíbula y su un poco grande nariz. Ahora que lo veía bien no parecía un ladrón.
“Esta es mi habitación” dijo el otro, cruzando sus brazos sobre su pecho, inclinándose un poco.
“Esta es mi habitación” dijo Jinki, la absurda declaración del hombre dejándolo en blanco por unos segundos.
“¡Kibum!” llamó el otro. Jinki se le unió, también llamando a Kibum, porque el otro se rehusaba a bajarse de encima.
Escucharon unos pasos apresurados acercarse y luego la puerta abrirse, “¿Qué mierda pasa?” preguntó Kibum, su voz áspera por el sueño.
“¿Quién es este?”
“¿Quién mierda es este?”
Kibum parpadeó dejando el sueño a un lado cuando escuchó dos voces. Revolvió su cabello, suspirando.
“Me llamaste de esa manera, ¿Solo para esto? Creí que estabas muriendo o algo”
“¡Kibum!” Jinki espetó severamente, trayendo su atención nuevamente a la situación.
“Jinki este es Jonghyun, Jonghyun este es Jinki, mi nuevo compañero de piso” dijo Kibum suprimiendo un bostezo.
“Disculpa” dijo Jonghyun mientras finalmente bajaba de Jinki y se dirigía a Kibum quien estaba parado en la puerta. “¿Nuevo compañero de piso?”
“Si, nievo compañero” Kibum le dio una mirada molesta.
“¿Hola?” dijo Jonghyun moviendo su mano frente a Kibum, “¿Qué hay de mi?”
“¿Qué pasa contigo?” dijo Kibum apoyándose en el marco de la puerta.
“Yo soy tu compañero de piso, no él” dijo Jonghyun apuntando a Jinki, quien ahora estaba sentado sobre la cama sus mantas amontonadas en su cintura, revelando su bien tonificado torso, y Jonghyun tuvo que hacer una segunda toma.
Jinki intercaló su mirada entre Kibum y Jonghyun, ignorando la manera en la que Jonghyun lo veía. ¿Kibum lo estaba engañando o algo así? ¿Es por eso que la renta que pagó era tan, tan baja? ¿Kibum lo estaba estafando?
“Uno, un compañero de piso paga la renta; dos, un compañero de piso de hecho vive en el apartamento; no como tú que nunca paga y solo viene unas noches a la semana”
“¡No puedes botarme de esta manera!” exclamó Jonghyun.
Kibum se encogió de hombros mientras se retiraba de ahí.
Jinki los siguió a la cocina – su destino dependía de esto.
“¡Kibum!” escuchó a Jonghyun lloriquear. Jinki se sentó en un banco, aceptando el vaso de agua fría que Kibum le ofreció.
“¿Qué quieres que haga Jonghyun? ¡¿Botarlo?!” exclamó Kibum incrédulo, señalando a Jinki, “¡¿Por qué finalmente volviste después de un mes?!”
“¡Sí! Ki-”
“No. Jonghyun, y de hecho él me gusta más que tú” Jinki no pudo evitar que una sonrisa presumida se formara en su rostro.
“¿Y si pago?” preguntó Jonghyun, sus ojos brillando con esperanza.
Kibum lo pensó por un momento, su mirada pasando de Jonghyun a Jinki y de vuelta a Jonghyun, una sonrisa satisfecha formándose en sus labios. “Entonces puedes compartir la habitación con Jinki”
“¿Qué?” Jinki finalmente habló al escuchar la absolutamente ridícula sugerencia de Kibum, él no iba a compartir la habitación.
Kibum se encogió de hombros despreocupadamente y salió pavoneándose de la cocina.
Jonghyun vio a Jinki quien lo estaba observando, un tipo de mirada perdida al escuchar la decisión de Kibum. Vio al hombre vestido solo con bóxers sentado frente a él, sus abdominales, sus clavículas afiladas, esa manzana de Adán, cabello ligeramente largo enmarcando perfectamente su rostro, y esos ojos fascinantes. Era completamente su tipo. ¿Quizás compartir una habitación con él no sería una mala idea?
Vio a Jinki pararse unos minutos después, pasar por su lado para regresar el vaso a su lugar y dirigirse a la habitación de Kibum.
Jinki tocó una, dos veces e intentó llamar a Kibum, pero no hubo respuesta. ¿Qué mierda estaba pasando? ¿Realmente tengo que compartir el cuarto con él?
Volvió directamente a su habitación y se ubicó nuevamente en su cama. Unos minutos después escuchó la puerta abrirse y cerró sus ojos más fuertes. ¡No iba a lidiar con esto! Qué si este Jonghyun era un chico atractivo, eso no quería decir que iba a compartir una habitación con él.
Escuchó pasos dirigiéndose a su cama y pronto un dedo presionándose contra él. Se resistió a las intrusiones pero se rindió finalmente cuando Jonghyun se tumbó forzadamente en la cama, mitad de su cuerpo sobre Jinki y la otra mitad en la cama.
“Tenemos que compartir” anunció Jonghyun.
Jinki bajó las mantas para descubrir su rostro, solo para ser recibido por la manera en la que sus prendas adornaban la contextura de Jonghyun mientras él se acostaba junto a él, tapándose también con las mantas.
Jonghyun recorrió sus dedos a través de las hebras café caramelo cuando vio la mirada de Jinki posarse sobre él, “Kibum se rehusó a abrir su puerta, así que tuve ponerme esto” explicó.
“Soy Jonghyun, por cierto” dijo, “Deberíamos conocernos ahora que vamos a vivir juntos” y volteó a ver a Jinki, el espacio entre ellos acortándose.
“Jinki” dijo Jinki, viendo esos ojos cafés nuevamente por segunda vez esa noche y pudo sentir algo de malestar creciendo dentro de él. No debí haber comido esas alitas picantes.
“¿Qué haces Jinki? ¿Cómo conociste a Kibum?”
Jinki parpadeó, ¿Estaba él realmente, realmente bien compartiendo cuarto con Jonghyun? Respondió luego de un rato, rindiéndose por la mirada de esperanza que Jonghyun le daba. “Soy un interno, conocí a Kibum en su turno en la cafetería”
Jonghyun asintió, su mirada aún sin abandonar a Jinki, una sonrisa formándose, feliz de que Jinki le hablara.
“¿Tú?” preguntó Jinki. Sí quizás de alguna manera quiere compartir su habitación con Jonghyun, tenía una sonrisa hermosa.
“¿Yo? Soy un artista independiente, como verás. Kibum es mi mejor amigo desde jardín de niños”
Jinki asintió al escuchar eso, si Kibum lo conocía por tanto tiempo entonces Jonghyun no era un mal chico. Falló en suprimir un gran bostezo, provocando una melodiosa risa de Jonghyun.
“Deberíamos dormir” dijo Jonghyun, poniéndose cómodo junto a Jinki. “Y lamento haberte despertado de esa manera. Entre por la ventana, porque Kibum se rehúsa a darme la llave de la casa después de que la perdí dos veces”
Jinki asintió adormilado al escuchar su explicación y dejó que el sueño lo sumerja en las profundas profundidades, olvidando que estar con Jonghyun había sido una desafortunada ocurrencia para él.
Un par de semanas después… Jinki pensó, ha sido la mejor ocurrencia desafortunada de su vida.
FIN