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POR UN AMOR RELAMPAGO por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Gracias a ustedes por este recibimiento... era un One Shot, pero me han solicitado que le haga una continuación y lo continúo con gusto... 

Cuatro años después, Thor y Loki se vuelven a encontrar... bajo circunstancias especiales... Thor se ha casado, Loki.. bueno, Loki tiene un trato con alguien...

Feliz lectura!

 

-Que escándalo, es de no creerse… -murmuraron un grupo de jóvenes mujeres sentadas a la mesa del bar, en el exclusivo club campestre mientras miraban al elegante y atractivo hombre que cruzaba rumbo a la barra- la pobrecita de Nanna, en medio de murmuraciones tan crueles... ¿Tú sabes acaso si es verdad lo que se dice, Jane?

 

-¿Te refieres a que si es verdad que Balder y Nanna están por divorciarse?- preguntó a su vez la esposa de Thor, gozando con antelación de revelar un suculento chisme a sus amigas de sociedad- Pues todo indica que es verdad, que mi estimado cuñado ha encontrado en Italia a alguien que sustituye el amor de su esposa en su corazón...

 

-¿Y quien es ella? Sin duda una trepadora social, desconocida y sin fortuna...

 

-No sé quien es... Balder no ha dicho nada, pero Thor cree que toda la familia se opondrá a que destruya su matrimonio por ir tras una aventurera. Ya les contaré, queridas, en nuestra siguiente reunión...

 

Habían transcurrido cuatro años desde que la conducta del segundo hijo del magnate Odin Borson comenzara a cambiar. Balder buscaba excusas continuas para viajar a Roma, al mismo tiempo, se alejó de su esposa, comportándose frío y distante. No fue difícil deducir que tenía una relación fuera del matrimonio... El hombre primero lo negó, tajante y persistentemente, hasta que una noche, tras discutir con su esposa y la familia, al calor de las copas, la confesión de sus faltas se le salió de entre los labios.

 

Su matrimonio siempre había sido armonioso, Odín lo tomaba constantemente como el ejemplo que restregaba en la cara a Thor y a Jane, que continuamente tenían diferencias, peleas y distanciamientos. Y Jane Foster terminó por detestar a la perfecta Nanna, la hermosa casa de Nanna, la impecable administración de Nanna, la magnífica educación a sus hijos y la forma en que atendía a su esposo... como una esposa perfecta debía ser.

 

-¿Nuestro padre te envió para darme un sermón?

 

-Soy el menos indicado para hacerlo, hermano- dijo el rubio, solicitando otra copa- Pero me gustaría que le dieras una digna salida a mi cuñada... La única falta que encuentro en ella es que te ha querido demasiado...

 

-Reconozco que Nanna es una gran mujer, pero no comprenderías lo que siento ahora porque tú, hermano, sencillamente no crees en el amor verdadero.

 

Thor rió con una mezcla de diversión y de amargura. Vació su copa y solicitó otra... como cada viernes por la tarde, en el club, se aburría soberanamente y bebía demasiado.

 

-Son estupideces... Tú juraste amar eternamente a tu esposa y te has pasado la mitad de tu matrimonio durmiendo con cualquier escoba con faldas que se atraviesa en tu camino. ¿Amor es engañar y terminar haciendo llorar a tu pareja?

 

-Ya veo que no necesito sermones de mi padre para sentirme mal... Yo no planeé enamorarme y creo que la salida más digna es dejar a Nanna en libertad de rehacer su vida...

 

-Y a ti para correr a los brazos de la nueva futura señora Odinson ¿No?- se burló el rubio, haciendo una mueca desfachatada- Padre jamás aceptará que te cases de nuevo...

 

-Padre no se ocupa de mi vida como se ocupa de la tuya, Señor Thor Odinson de Foster... Además ¿Quién dijo que quiero casarme nuevamente?

 

Balder dio media vuelta y se alejó de su hermano mayor, satisfecho por echarle en cara lo que todo el mundo sabía: El matrimonio de conveniencia entre Thor y Jane había terminado con su voluntad, actualmente no era sino un títere al servicio de su padre y el perro faldero de su esposa.

 

***

 

-¿Dónde se conocieron?

 

-En Roma... mientras caminaba por las ruinas del Coliseo, me enamoré de la forma en que se concentraba en alimentar a los gatos que viven en esas ruinas... Quedé prendado de sus ojos y de sus manos de ángel.

 

-Creí que era tu Asistente personal con quien te acostabas y que se conocían desde aquí. Estaba segura que viajaban juntos y compartían mucho más que asuntos de negocios.

 

Balder se sonrojó, atrapado por la indiscreta Jane. Thor tosió un par de veces, fingiendo concentrarse en el tablero que anunciaba la llegada de los vuelos y no en la conversación de su esposa y su hermano.

 

-Cuando viajamos no llevaba el plan de entregarle mi amor- respondió Balder- El destino nos unió.

 

-¡Qué romántico!- suspiró Foster, afectando mas simpatía de la que realmente sentía por la nueva pareja de su cuñado- Ya quiero conocer a esa maravilla que ha logrado desplazar a tu esposa.

 

-Jane- dijo Thor, apretando un poco el brazo de la joven- No le des un mal momento a Balder, por favor.

 

-No tengas miedo de eso, querido... contrario a ustedes, hombres de inquietos instintos, soy una dama y se comportarme absolutamente.

 

-Solo no digas nada imprudente...

 

La respuesta no tranquilizó por completo al rubio, pero su hermano ya no los escuchaba, lo vieron correr hasta una de las salidas y abrazar efusivamente a una de las personas recién llegadas. Después del abrazo, un beso en los labios les comprobó de quien se trataba.

 

-Por todos los demonios del infierno...- murmuró Jane al verlos, abriendo con sorpresa sus ojos color marrón y mostrando una amplia sonrisa de pura diversión- Tu padre va a arrancarse su ojo bueno cuando vea que clase de sabandija se ha colado a la familia...

 

Tomados de la mano, Balder regresó al lado de la pareja y con cara de bobo, presentó a su nueva conquista:

 

-Thor, Jane... quiero que conozcan a mi ángel... él es Loki.

 

El enamorado no se dio por enterado de la tensión entre su amante y su hermano mayor. Thor había reconocido al sexoservidor por el que un día creyó sentir amor, un vuelco en el corazón le avisó que no existía criatura en este mundo que tuviese la misma hermosa mirada de jade, ni los finos ademanes elegantes y sutiles, ni la sonrisa, ni la nívea piel coronada por la mata azabache. Era ese el mismo Loki del que se prendó, del que se sentía apoyado y por el que quizá su vida hubiese sido diferente. Se llenó de la furia y rencor nacidos cuando se dio cuenta de que le había abandonado al verlo llegar, tomado de la mano de su hermano menor, convertido en su nuevo amante...

 

Pero no dijo nada por no lastimar a Balder y no evidenciarse con Jane... aunque la forma en que lo miró y apretó su mano al saludarlo lo delataron ante el pelinegro.

 

Loki sabía exactamente a quien se iba a topar una vez que llegara de regreso a París. Cuatro años atrás, mientras luchaba por controlar su llanto en el avión que los llevaba a Italia, se enteró de la propia voz de Balder de dos cosas que le confirmaron lo correcta que había sido la decisión de alejarse: En primer lugar, al leer “Balder Odinson” en las reservaciones de boletos y hotel, supo con quien había estado acostándose y lo extraña de esa coincidencia. Como trabajador de la piel, Loki no preguntó nada a su cliente, pero ahora que compartirían mucho tiempo juntos, fue una sorpresa saber que se trataba del hermano de Thor. Pero cuando Balder le contó sobre lo tonto que se había visto su hermano mayor, heredero principal de las empresas Odinson, cuando intentó zafarse del compromiso matrimonial y había terminado aceptando cada una de las condiciones de Jane, fijando una fecha y haciendo planes para comprar una casa en Malibú porque a ella le gustaba visitar la playa americana en primavera...

 

Balder se reía de las “bolas blandas” de Thor y sin saberlo, le rompía el corazón en mil pedazos. Loki pensaba que su cercanía no era buena para el rubio, que alguien como él era muy poca cosa para un hombre de tan alta esfera y educación, al final resultaba que de verdad Thor no pudo o tal vez nunca tuvo la firme intención de dar por terminado su compromiso. Y si iba a seguir siendo el callejero consentido y pagado de alguien, por lo menos que fuera de uno al que se le traspasaba el deseo por cada poro de la piel y que no hablaba de amor con mentiras crueles, sino de conveniente sexo…

 

Y ese era Balder. Al correr de los días y después de las semanas y meses, el menor de los hermanos le dijo claramente que ya no podía vivir sin su cuerpo y sin su cercanía, más con él no quería una relación amorosa, sino un buen sexo a cambio de una espléndida paga. Nunca habló de amor, ni siquiera cuando comenzó a contarle que estaba harto de Nanna y de lo perfecta que era en todos los sentidos... se sentía atrapado en su matrimonio y si se salía de esa cárcel, sería el último tonto si volvía a entrar en ella. Por eso le propuso establecerse como pareja, le ofreció además de una vida tranquila y sin preocupaciones económicas, su mas firme promesa de jamás enamorarse, de celarlo o de abandonarlo.

 

-“El día que tú te canses de mí o yo de ti, lo hablaremos y sin escenas ni problemas, veremos lo que sea mas conveniente para no ofendernos ni amargarnos la vida... Loki, eres demasiado precioso para que yo quiera lastimarte, tu pasado a mí no me importa si tienes el valor de enfrentarte a mi familia y permanecer a mi lado. Estaremos bien el tiempo que nos duren las ganas... ¿Estás de acuerdo?”

 

Había una cláusula más en aquel trato: para verdaderamente hacer rabiar a Odín, deberían fingir estar positiva y totalmente enamorados. Esa condición se agregó cuando Balder lo convenció de dejar Roma y mudarse a vivir juntos en la casa familiar, mientras finalizaba su divorcio y encontraba un departamento o un loft adecuado a sus necesidades.

 

***

 

Balder tenía la fuerza y el entusiasmo de un adolescente con picos hormonales, hacía el amor con desenfreno y Loki comprendía entonces que mas que sentirse preso en su matrimonio, Balder estaba aburrido. De su propia boca conocía a Nanna como si la tuviese a la vista y no hallaba mucho malo en ella. La digna esposa de su amante prefería ser madre y dama de sociedad antes que satisfacer en la cama a su marido, y quizá por eso el capricho de tenerlo a su lado era tan fuerte y tan intenso.

 

En sus brazos por supuesto, obtuvo dinero y sensación de protección, Balder prácticamente lo sacó de las calles y le hizo su amante permanente, así que las obligaciones de Loki en Roma eran esperarlo y ponerse guapo para él. Pero como Balder tenía que regresar a París, a su casa y a sus negocios, sus visitas por esos largos cuatro años fueron mas bien pocas… escapadas de negocios, viajes cortos logrados tras una buena dosis de mentiras y otras artimañas usadas para viajar a verlo.

 

Así fue, una convivencia casi perfecta por cuatro años. Nunca se habían enojado, ni celado, ni discutido y el sexo era formidable.

 

Vivir a su lado era entonces una empresa totalmente nueva para el pelinegro… y vivir en la misma casa donde Thor y su esposa llegaban cada tarde, pasaban fines de semana y en total, donde los padres de ambos hermanos vivían era una aventura novedosa y un riesgo que solo tomaba por una razón: Dinero.

 

O al menos eso creía...

 

-Ah, por favor… no te detengas...- rogó a Balder mientras el hombre lo embestía con dureza, puesto en cuatro, Loki enloquecía mientras en su imaginación era Thor y no su hermano quien lo montaba con ferocidad.

 

-Hermoso... no te había sentido tan caliente y fogoso en mucho tiempo...- jadeó Balder, con placer- ¡Adoro hacerte mío! ¡Adoro que grites por mí!

 

Su voz hacía al ojiverde regresar a la realidad, su pasión se enfriaba, pero sabía fingir a la perfección y en el estado de excitación de su amante, no pudo darse cuenta de que cada lágrima que Loki derramaba no era de placer, ni era por su causa... sino por pensar en que estaba tan cerca de Thor y eso le hacía recordar su traición y el abandono.

 

-Voy a venirme, Balder... voy a terminar...- murmuró, rogando porque esa noche ya le dejara en paz.

 

-Hazlo, mi amor... hazlo, córrete en mi mano...- respondió el otro, masturbándolo con violencia, recibiendo el líquido blanco y caliente, mientras escuchaba los gemidos de su deseable compañero.

 

-Tho... –murmuró Loki, corrigiendo de último segundo el grave error que estaba a punto de cometer- Tócame más, Balder... tócame... me gusta como me tocas mientras me corro...

 

Tras la faena nocturna, Balder siempre se quedaba dormido. Loki odiaba que hiciera eso, porque él no dormía con ninguno de sus clientes si no se aseaban correctamente. Balder no era su dueño y aunque lo fuera, eso no le daba derecho a quedarse roncando sobre la sábana húmeda de fluídos sexuales. Para su suerte, al menor de los Odinson realmente no le importaba mucho si Loki se quedaba a dormir con él o no, y entonces era su oportunidad para escabullirse… se metió a la ducha y reguló el agua bien caliente. Lo que fuera para lavar su cuerpo y ocultar sus lágrimas.

 

Mientras el líquido se deslizaba por su blanca piel, se detuvo con una mano apoyada en la pared y con la otra se cubrió el rostro. ¿Qué estaba sintiendo? ¿Vergüenza? ¿Pena por estar profanando un hogar decente y robando a un marido de la cama de su esposa?

 

Balder aun no terminaba su proceso de divorcio, Balder no lo amaba... era un trato entre los dos. Fingir, coger, todo se limitaba a eso. ¿Entonces que era esa sensación que le asfixiaba, que provenía de la mitad de su pecho y que lo quemaba? ¿remordimiento? ¿Qué era, por todos los demonios del infierno?

 

-Thor...- murmuró, ahogando los sollozos con el ruido del agua- Maldito seas... es más difícil de lo que pensé... enfrentarte... verte...

 

Dejó correr el agua por largos minutos, necesitaba recuperar la calma y no traicionar su promesa. Estaba acaso sintiendo todavía un resto de tonto amor por un hombre que nunca lo tomó en serio, y arriesgaba su seguridad económica.

 

-El tiempo que dure nuestro trato será suficiente para reunir el dinero y poner mi propio negocio... no volveré a las calles, no volveré a vender mi cuerpo... pero necesito cuidar a Balder... o todo se arruinará...

 

-¿Hablabas de mí hermoso?- dijo una voz varonil a sus espaldas, sobresaltándolo un poco.

 

Un cuerpo cálido y ansioso se metió con él a la ducha, un par de manos comenzaron a recorrerlo con ansiedad, mientras una lengua repasaba el contorno de su delicada y sonrosada oreja, entrando y saliendo con su punta lasciva en el conducto auditivo. Eso le hacía cosquillas generalmente... pero malditas las ganas que tenía en ese momento de reír.

 

-Solo estaba deseando que te unieras a mi para bañarnos juntos- mintió, volviendo el rostro y ofreciéndole sus rojos labios- Quiero que vuelvas a hacerme el amor...

 

-Ya no hay prisa, querido... ¿recuerdas?- respondió Balder, con orgullo- Ahora no me iré, estás conmigo, estás a mi lado... en mi casa... y quizá sea por mucho más tiempo del que podamos imaginar...

 

Aquellas palabras le dieron escalofríos, pero disimuló gimiendo mientras sentía el miembro de Balder frotarse en su parte trasera y gratificarse sin llegar a la penetración.

 

-Te pondré en forma...- sonrió Loki, inclinándose para tomarlo entre las manos y comenzar a devorarlo con la maestría de su boca experta. Ese era el trato: gran sexo a cambio de un futuro libre de prostitución.

 

***

 

-¿Sigues pensando en Balder y su inesperada conquista?- preguntó Jane, moviéndose con sensualidad sobre la cama y colocar sus brazos alrededor del cuello de su esposo, buscando encender la llama esa noche- Ya está grandecito para hacer lo que le dé su gana ¿No crees?

 

-Sigo pensando que Nanna no se merece esto.

 

-Por supuesto que no lo merece... ¡Hasta yo pienso que es grotesco! Mi cuñada no es precisamente mi mejor amiga y lo sabes, tenemos nuestras diferencias. Sin embargo, es una dama y ser cambiada por una basura que quien sabe en que callejón oscuro se crió, que tal vez tenga costumbres poco... digamos aceptables, que salta a la vista lo que es...

 

-¿Y qué es, Jane? ¿Acaso lo conoces?- interrumpió el ojiazul, impaciente.

 

-Su rostro me es extrañamente familiar, pero no... Obviamente yo no tengo esa clase de amistades, pero ¡Vamos Thor! Loki es un trepador, un cazafortunas. Apuesto que no tiene un cent en el bolsillo, que su familia no es distinguida… es más, casi tengo la certeza que ha tenido las suficientes aventuras para ser llamado un…

 

-¡No lo digas!- Cortó el rubio, sin saber por qué, no deseaba escuchar como Jane insultaba a Loki- Lo que haya sido ese hombre, es ahora la pareja de mi hermano… y prometimos apoyarlo ¿Recuerdas? Tú la primera, dijiste que estarías de su lado para hacerle la vida menos imposible cuando se separara de Nanna.

 

Jane hizo una mueca de disgusto. No simpatizaba con la aún esposa de Balder y tampoco sintió nada agradable por Loki. Se cruzó de brazos, momento que Thor aprovechó para ponerse de pié y echarse encima la bata, pretextando que no tenía sueño y necesitaba salir a caminar un poco.

 

-Como sea, esperaremos que tus padres no se coman vivos a tu hermano y a su gigoló, pero después de que lo asimilen, si es que pueden, tú y yo Thor, nos iremos a pasar una temporada a américa… a Malibú, a nuestra casa de playa, a donde sea mientras estemos lejos de esta casa de locos.

 

Enseguida, la mujer se acostó dando la espalda a su marido. Thor abrió la puerta de su alcoba, que daba al amplio jardín y salió al fresco de la noche. Tenía la mente en blanco, al menos se forzaba a estar así y sus pasos inevitablemente lo llevaron hasta el otro lado, donde sabía que su hermano pasaba la noche acompañado del pelinegro.

 

Loki ocupaba sus pensamientos desde el primer instante que volvió a verlo, en el aeropuerto, lo detestaba, lo calificaba como un maldito traidor, que apenas lo descuidó un segundo enamoró y se fugó prácticamente de sus brazos con su hermano. Thor se preguntó mil veces la mañana después de su compromiso por qué ya no estaba, por qué había huído. La carta dejada donde le explicaba que se sentía mal por quererle, donde declaraba que no lo merecía, que le deseaba algo mucho mejor que él en la vida lo enterneció hasta que se enteró que alguien lo había visto salir del país acompañado de un hombre.

 

Cuatro años tardó en enterarse que ese hombre por el que había sido abandonado era su propio hermano. ¿Acaso Loki lo había planeado de esa forma? ¿Fue su compañía el pretexto para llegar hasta Balder? Tenía deseos de ir y golpearlo hasta enterarse de la verdad.

 

_¡Oh, Loki!_ fue la palabra acompañada de jadeos y gemidos de puro placer que vagamente llegó a sus oídos. Era sencillo suponer que la pareja no perdía el tiempo una vez que estaban reunidos y sin esconderse más del mundo... _¡Balder!_

 

-Hacen el amor... como animales... -rezongó Thor, sin razonar que su molestia no tenía sentido alguno.

 

Se quedó ahí, oteando los sonidos del encuentro sexual mientras se martirizaba con imágenes mentales. ¡Loki era al final un callejero! Se vendía al mejor postor, y sus sentimientos solo fueron manipulados para llegar a su verdadero objetivo… sabía que con él quizá iba a ser más difícil porque Jane era una mujer posesiva, que no podría romper el compromiso como efectivamente no pudo.

 

La mañana siguiente de la fiesta llegó al departamento esperando comprensión, esperando los consejos y el consuelo de la cercanía de Loki, ese atisbo de cielo que creyó encontrar en sus brazos, porque Jane lloró, exigió y al final se salió con la suya y Thor necesitaba urgentemente ver a Loki y escapar de su realidad aunque fuera un poco… pero el pelinegro ya no estaba y su destino se cumplió… Thor se casó una semana después y fue el inicio o mejor dicho, la continuación de una vida personal vacía e infeliz.

 

Jamás le perdonaría a ese perdido haberle dado esperanzas y después rompérselas de la manera más cruel. Pero también, algo muy dentro se alegraba de volver a verle, de tenerle cerca y escucharlo gemir y gozar en brazos de su hermano, de un cierto modo bastante enfermo, le reconfortaba… al menos Loki era feliz, al menos ya no vendía su cuerpo por las calles, al menos ya no vivía en aquel desolado departamento, sin nada para comer y ni siquiera un fuego para calentarse en invierno.

 

¡Era esa extraña sensación de odiarlo y adorarlo confundidas y tergiversadas lo que le hacía un hueco en el estómago y le daban deseos de gritar y de ahogar a su hermano para que ya dejara de tocar a Loki! ¿Cuántos como Balder lo habían tocado antes? ¿Cuántos más lo harían después? Su hermano al final, era muy valiente… no cualquiera establecería una relación seria con uno… con uno como él...

 

***

 

Jane era de cambiante y voluble carácter, así que no sorprendió a nadie cuando a la mañana siguiente dispuso un alegre y elegante desayuno en la terraza. La mesa estaba llena de flores, de bandejas con pastelitos y frutas, y dos meseros estaban prestos a servir los platos y bebidas a los comensales.

 

-Loki querido- dijo hipócritamente la mujer, mientras acudía a recibirlo con un confuso beso que se suponía era en la mejilla, pero que dio prácticamente al aire- Que bueno que han aceptado compartir este desayuno, cuando mis adorables suegros lleguen, no estoy muy segura que disfrutemos de tanta paz.

 

Y de la mano lo llevó hasta su lugar a la mesa, ante la sonrisa complacida de Balder y el gesto de piedra de Thor.

 

-¿Pasaste mala noche, hermano? Parece que a alguien no le dieron sus dulces postres anoche...

 

-Cállate- replicó el rubio, apretando los dientes.

 

-Uh no, no… no ponga tanta miel en los panqueques- interrumpió Jane, haciendo un ademán al mesero- Creo que los recién casados tuvieron la suficiente anoche y no queremos empalagarnos ¿O me equivoco?

 

-Yo no diría que estamos recién casados, pero casi...- siguió la broma Balder, lamiéndose los labios con travieso gesto- Probaré la miel y si me agrada, esta noche la esparciré por otro exquisito y pálido pancake…

 

El y Jane rieron de sus ocurrencias, pero ni Thor ni Loki parecían pescarlos, ambos estaban excesivamente serios, aunque su estado de ánimo fue atribuído a causas muy diferentes a las verdaderas.

 

-Thor, quita tu cara de palo... tú tienes la culpa de que yo me durmiera, si no se te ocurriera salir al jardín a la media noche, no me hubiese cansado de esperarte.

 

-¿A la media noche?- repitió Loki, sonrojándose deliciosamente.

 

-Había mucho canto de aves nocturnas supongo- se burló Balder- Cerraremos bien las ventanas esta noche, no quiero que se nos espante el sueño también.

 

Nuevas carcajadas de los dos hablantines. Thor mantenía clavada su mirada de zafiro sobre el pálido rostro del amante de su hermano, pero Loki insistía en mantener sus magníficos ojos bajos, todavía sonrojado y sin saber qué decir.

 

Balder y Jane parecían dispuestos a seguir molestando y las bromas sobre el sexo siguieron: “Puedes llevarte también la crema batida cuando la necesites” “No gracias, cuñada, o terminaré engordando diez kilos, porque de verdad estoy ocupado como un recién casado” Cansado de escucharles y sin probar bocado, Thor se levantó de la mesa, tomó su saco y salió diciendo que se marchaba a trabajar.

 

-¿A trabajar en sábado?- reclamó Jane- ¡Pero si tenemos que ir al club, es el torneo de bridge y yo...! ¡Thor, Thor Odinson no me dejes hablando sola!

 

Balder tomó con dulzura la mano de Loki, animándolo y explicándole que a veces, su hermano mayor era demasiado bruto con sus modales, principalmente cuando algo lo molestaba. También le dijo que no creía que fuera él quien causaba esa inquietud, sino los seguros problemas que siempre tenía con Jane. Y claro, las futuras complicaciones que se vendrían cuando sus padres llegaran de viaje.

 

-No me importa, Balder- dijo el pelinegro al fin, con voz suave- Sé que no lo tendremos sencillo, pero estoy dispuesto a continuar si tú quieres continuar.

 

-Lo haremos juntos, querido… mi poderoso padre va a terminar con un infarto pero tendrá que aceptar mis decisiones y mi vida.

 

Loki le sonrió... era el trato y tenía que cumplir. Jane regresó molesta por no haber podido detener a Thor y se sentó nuevamente, sirviéndose una gran cantidad de crema batida sobre sus waffles belgas.

 

-¡Es un tonto desconsiderado! Pero mas le vale llegar a tiempo por mí. Además... yo no sabía que se había vuelto homofóbico. Desde que los vió a ustedes en el aeropuerto, no ha quitado esa cara de tener encajado un palo en el culo... ¡Oh, lo siento Loki! No lo tomes personal...

 

-Cuida tu lengua cuñada, Thor no es como dices... bueno, tonto desconsiderado sí lo es, lo ha sido siempre… Pero lo otro no. Si está molesto, amor mío- concluyó tomando a Loki por la barbilla para obligarlo a levantar el rostro- Te aseguro que no es por culpa tuya...

 

-Balder, Loki... vístanse para que me lleven al club. No me voy a perder mi torneo de cartas por culpa de tu idiota hermano... ¡Trabajar en sábado! Ni que fuera el hombre mas responsable del mundo...

 

Jane se levantó también, solicitando a su camarera que le preparara su vestido blanco nuevo. “Es día de la fiesta blanca, no se atrevan a ir de otro color” añadió ya sin volver el rostro.

 

Loki sonrió. Comprendía perfectamente las muchas quejas que escuchara de ambos hermanos en el pasado, comprendía por qué Balder se sentía atrapado y admiró el valor de presentarle batalla a esa vida controlada y programada. Comprendía un poco también a Thor, aunque le dio algo de lástima su falta de valor para rebelarse.

 

-Jane es super controladora... así es un poco también Nanna, solo piensan en ellas...

 

-Y ustedes solo piensan en ustedes.

 

-Pues sí, Loki... tienes razón ¡Tal vez somos parejas perfectas y no lo sabemos! Pero... yo ahora te tengo a ti... y creo que voy a comenzar a presumirte en el club... ¿Tienes ropa blanca?

 

***

 

Loki tomó un jugo de naranja de la barra de desayunos y caminó hacia las mesas exteriores. Se detuvo un instante frente a un letrero en la pared y sonrió: “Cuidamos nuestro ambiente familiar. Nos reservamos el derecho de admisión...” ¡Oh, sociedad hipócrita! Ni siquiera Balder con sus atrevidos planes rompió aquella consigna. Loki ingresó como “invitado de la familia Odinson” y Jane agregó que era “Su primo que venía a visitarlos desde Londres” Bueno, Loki tenía sangre inglesa... al menos eso le habían dicho alguna vez sus padres, que había nacido en Londres y poco después emigraron a París, buscando un mejor trabajo para mantener a su numerosa prole. Loki sabía que tenía dos hermanos, pero su padre tenía otros cinco hijos con diferentes mujeres... más bien quería escapar de sus obligaciones hacia tantos críos.

 

De Blýeistr, el mayor, nunca se supo más, cuando decidió viajar a Norteamérica y ganar dólares. De Helblindi, tras estudiar un par de cursos de cocina, comenzó a trabajar como lavaplatos, mesero, gerente y finalmente, como chef hasta que logró abrir su propio restaurante, formó una familia y se olvidó de un padre vicioso y violento y una madre desentendida de ellos. También, por supuesto, intentó olvidar a Loki, aunque todavía lograban verse de vez en cuando y saludarse sin terminar a golpes.

 

“Nos reservamos el derecho de admisión” eso quería decir que Balder todavía estaba casado, más aún, había una posibilidad de que su mujer estuviera también en el club y no le convenía que armara un escándalo si se enteraba que ya vivía con su amante. Loki sería echado fuera sin contemplaciones...

 

-Muchas de estas mujeres no son las esposas- le dijo Jane, con tono burlón, fijándose en el letrero también- Solo fingen serlo y nadie les dice nada porque son ellos, sus hombres, los que pagan las membresías... Cuando pase algo de tiempo, también tu podrás ser abiertamente la pareja de mi cuñado.

 

Balder se fue a jugar tennis, deporte que siempre le había gustado también a Loki, pero que por obvias razones no podía practicar. Jane comenzó a jugar cartas desde temprano, mientras bebía la primera margarita también.

 

-Eres nuevo por aquí- dijo una voz varonil a sus espaldas y cuando Loki se volvió, se encontró con un hombre joven, espigado y rubio, de fino bigote y ropa impecablemente blanca- Mi nombre es Fandral y estoy rogándole al cielo porque seas soltero y te gusten las atenciones de un tipo guapo, divertido y muy rico que está interesado en que aceptes ir a la fiesta blanca con él. Yo te lo puedo presentar.

 

-¿Y dónde se encuentra?- sonrió Loki, dejando salir un poco su vena coqueta ante la terrible simpatía con la que aquel individuo llegaba- Creí que decías que era guapo.

 

Fandral rió a carcajadas y se sentó a un lado del pelinegro. Fascinado por aquel par de gemas esmeraldas enmarcadas por la pálida piel de su rostro.

 

-Tan encantadoramente inteligente y tan solo... ¿Por qué? ¿Con quién has venido?

 

-Yo... soy primo de Jane Foster y me hospedo en la casa Odinson temporalmente.

 

-¡Ah, sí! Escuché que llegaste junto a Thor y Jane... ¿Y planeas quedarte a vivir en París?

 

-No lo sé todavía, quizá regrese a Roma, que es donde actualmente tengo mi casa... Y fue con Balder Odinson y Jane con quienes llegué...

 

La charla continuó fluida y placentera. Siguiendo su consigna, Balder no iba a celarlo y Loki no traicionaría su palabra. Simplemente procuraría encajar para que después fuera mas sencillo que le aceptaran como su pareja. Claro que coquetear no era parte de serle fiel, pero... tampoco había firmado exclusividad y solo era algo inocente, un juego de palabras con aquel agudo y simpático Fandral.

 

Ser encantador era algo inconsciente en él, y cuando Fandral logró que se sintiera a gusto en su compañía, Loki comenzó a sonreír y a ladear la cabeza mientras repasaba su sedoso cabello, peinándolo con los dedos y acomodándolo detrás de la sonrosada oreja. A Fandral le brillaron los ojos de codicia, deseó que esos largos y blancos dedos, de impecables manicuras también se enredaran en sus rubios rizos, y que repasaran los vellos áureos de su pecho... en pocas palabras estaba babeando por Loki.

 

-Dime que aceptas mi invitación, dulce ángel de ojos verdes.

 

Loki rió suavemente al escucharse llamado por el mismo epíteto cariñoso con que Balder solía llamarlo. Casi estuvo a punto de aceptar, pero era por supuesto, algo imposible. Pensó una forma suave de rechazarlo y al mismo tiempo, de dejar entreabierta la puerta para seguir la amistad, ya que necesitaba de vez en cuando, estar con alguien que lo hiciera pasar bien sin que terminaran rodando sobre las sábanas teniendo sexo sin control.

 

Fandral tomó la punta de los dedos de su mano derecha, esperando el rechazo, pero decidido a insistir hasta la eternidad. Loki no alcanzó a decir nada, una mano poderosa lo levantó por la solapa y lo zarandeó en el aire con violencia, ni siquiera vió venir aquel huracán o lo que fuera que lo empujó contra la pared hasta que pudo distinguir, con brillo feroz, el par de zafiros que tan bien conocía.

 

-Thor tranquilízate... ¿Estás loco?- dijo Fandral, disimulando el mal momento y cuidando de no desatar un escándalo de los que a nadie convenía.

 

-Largo- respondió secamente el rubio a su vez- Esto no es de tu incumbencia...

 

-No puedo permitir que hagas daño a Loki, lo digo como caballero- repuso Fandral, con la sangre comenzando a subírsele a la cabeza- Él está hablando conmigo y tu llegas con violencia...

 

-¡Largo!- repitió Thor torciendo el gesto, y esta vez el otro rubio alzó las manos en señal de tregua y dio un par de pasos atrás.

 

Luego se volvió para clavar su mirada llena de desprecio en el ojiverde, los labios le temblaban y quizá de buena gana le hubiese lanzado un puñetazo o dos.

 

-Eres lo que eres...- escupió con rencor- Ni siquiera el intento de Balder por hacerte un hombre honorable cambiará tus instintos...

 

-Deja que él juzgue eso- replicó Loki, logrando controlar su desconcierto inicial y devolviendo con firmeza la mirada pupila a pupila del enorme y musculoso rubio- Y no me toques... Thor Odinson de Foster.

 

El fino insulto logró su objetivo, Thor se sintió tocado en su orgullo, Balder lo llamaba burlonamente así, como si perteneciera a su esposa, en señal clara de como Jane lo controlaba, la sangre se le bajó a los talones y soltó a Loki. Quien de inmediato tomó aire y se alejó, dejando plantados a ambos. Fandral se relamió los bigotes nuevamente... al parecer había algo bastante extraño entre “el primo de Jane” y el esposo de Jane. Algo que con gusto entraría a arrebatar, porque era soltero y sin compromisos... además, conocía de sobra las reacciones de celos de Thor. Todavía recordaba los años en que habían sido amantes y era muy, muy agradable ser celado por alguien como el rubio grandote, pero eso ya había pasado hacía mucho y ahora era el turno de otro...

 

-Creo que también yo me pondría como loco si lo descubro coqueteándole a alguien más...

 

-No es lo que te imaginas, Fandral. No digas estupideces...

 

-¿Ah, no? Como si yo no hubiese visto ese gesto homicida en tu lindo rostro cuando estás celoso de alguien, mi querido Odinson.

 

-¡Cállate! Y cuida tu lengua... ya te darás cuenta de lo mucho que te equivocas.

 

Salvo dos o tres miradas indiscretas e indiferentes, nadie mas presenció la escena y Loki salió mas o menos bien librado. Balder ni siquiera se enteró y con la locuacidad de siempre llegó para obsequiar a Loki un equipo de tennis completo, o al menos el vale para que fuese a la tienda y se comprara lo que quisiera de ropa, calzado deportivo, y por supuesto raquetas y pelotas. Además tenía otra sorpresa:

 

-Contraté a un instructor para que recibas clases privadas, cariño- le dijo en voz baja, mientras caminaban hasta donde Jane esperaba, en un descanso de su torneo de bridge, para ir a comer con su cuñado- Así no te aburrirás si visitamos el club. He de decirte que lo visitamos mucho, tanto para divertirnos como por negocios… a mi padre le encanta cerrar tratos mientras juega al boliche, monta a caballo o tiene juntas de trabajo en los baños de vapor.

 

-Si puedo elegir, me gustaría mejor montar a caballo...

 

-¡Lo que tú quieras, primor!- rió Balder, uniéndose a Jane y casi al mismo tiempo, dando paso a Thor, que llegaba como si nada y solicitaba la carta para comer también- Si tú quieres, te compro un caballo. Solo menciona a la encargada que te muestre la ropa de equitación en lugar de la de tennis, y ve a las caballerizas, elige el mejor caballo que encuentres… si está a la venta, considéralo tu regalo de bienvenida.

 

-No quiero tanto... solo deseo montar un poco si vengo a este lugar... tiene un entorno campirano muy hermoso y será un placer hacer ese ejercicio.

 

Thor se quedaba mirando sin decir nada, pero con mucho mejor semblante que esa mañana.

 

-Ya quiero ver como luces en pantalones de montar, hermoso.

 

-Es cierto, Loki... eres muy guapo- agregó Jane- Y si vas con el instructor de monta a los establos, deberás cuidarte de nuestro mejor jinete… ¿Cómo se llama, Thor?

 

-Fandral, Trevor Fandral- se adelantó a decir Balder- Y si, es un coqueto, recuerdo que tú, mi hermano, tuviste alguna vez un amorío con Fandral y terminaron por tus celos, ya que él es bastante ojo alegre...

 

-Lo recuerdo- dijo Thor, rompiendo al fin su mutismo, mirando de reojo a Loki- Y dime, Balder ¿No tienes miedo al irresistible conquistador que es ese Fandral? A él le gusta cualquier cosa que se mueva, mientras cuente con un buen trasero que romperle.

 

-No. Confío plenamente en Loki- dijo el otro, tranquilamente. Jane soltó una risa nerviosa.

 

-Solo un tonto inseguro reaccionaría como un cavernícola celoso viendo peligro donde no lo hay- declaró Loki, uniéndose también por vez primera a la conversación en forma entusiasta- ¿Cómo voy a preferir a otro cuando tengo todo lo que puedo desear al lado de un hombre completo como Balder?

 

Loki hizo un mohín enamorado y Balder, se sonrojó... Thor en cambio, sintió náuseas y deseos de matar.

 

-Te comería a besos... pero aún no puedo hacerlo aquí, pero pronto hermoso... muy pronto...

 

Loki se irguió triunfalmente, con ademán suave, pasó un mechó de negro cabello tras su oreja, gesto que solía poner a alucinar a sus clientes, incluyendo en su momento a Thor y a Balder, y comprobando que aún funcionaba, sonrió satisfecho y tomó un sorbo a la limonada con jengibre que tenía frente a él.

 

-Gracias Balder... mi querido amor...

 

Era algo seguro... una guerra de celos, de rencor y de amores no correspondidos se acababa de desatar.

 

Notas finales:

Feliz por sus reviews, feliz de verdad... no crean que he abandonado a la Diva, si lo que sigue es lo mejor y su conclusión!!!

Pero se ha atravesado este pequeño desvío de mi imaginación y aquí les dejo lo que siguió a su separación.

Si es de su agrado, espero que me lo dejen saber...

¡Nos leemos pronto!


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