—Es sexy… ¿No?
Escuchó, se encontraba en la sala de ensayos, HyukJae pretendía enseñarle algunos pasos de baile, aunque él se consideraba bastante bueno en ello, y no era el único que se consideraba excelente bailando a decir verdad, utilizaba el pretexto de no saber algunos pasos para verle ejercer esos movimientos tan sensuales que realizaba a veces en las presentaciones. Su mirada se nubló, imaginando esas caderas justo golpeteando sobre su trasero, perdido en aquellos movimientos hasta que escuchó a su mayor.
Giró la cabeza, encontrándose con KyuHyun, que miraba cruzado de brazos hacia el espejo, hasta que notó la mirada que le dedicaba a HyukJae a través del reflejo, era la misma que él mismo había tenido hace momentos. La diferencia era que en cuanto el mayor de los tres se dio cuenta de eso, éste le devolvió la mirada, antes de volver a lo suyo, esta vez un poco provocativo, más si eso era posible.
No era secreto para los miembros de Super Junior que ellos dos habían entrado en una relación hace relativamente poco. Relativamente porque lo dijeron hace poco, pero aseguraban llevar ya mucho tiempo teniendo relaciones y algunas citas a escondidas. Los envidiaba por eso.
La mirada que ahora le dedicó a Kyuhyun fue una de total deseo, desde que ellos dos habían publicado su relación y saber que eran homosexuales, no había podido dejar de pensar en ellos. El problema era que él no se consideraba precisamente gay, pero en sus sueños y algunos pensamientos insanos, incluían a ese par, él y una cama haciendo cosas muy distintas a dormir.
Pronto, cayó en cuenta de que el otro continuaba hablando, no sabía qué decía pero sólo podía observar sus labios.
—¿Perdón?
Preguntó, indicando así que deseaba que el otro volviera a hablar. El otro simplemente negó y se acercó al más bajo de los tres, antes de acorralarlo en uno de los espejos, besándolo con cierta pasión, dejando que presenciara el cómo devoraba sus labios, hambriento, como si necesitara los labios del mayor para existir.
Tragó saliva de forma ruidosa, la boca prácticamente se le había hecho agua.
Ellos no eran de demostrar mucho afecto en presencia de otras personas, pero podía captar cómo el mayor que en un momento había intentado apartarlo, tal vez por vergüenza, ahora se derretía ante el asalto Kyuhyun.
Las cosas no fueron mejor para él.
Abrió la boca al ver cómo KyuHyun le susurraba algo en el oído, mientras caricias poco menos que decentes eran repartidas en su anatomía. Notó a HyukJae reír y mirarlo, percatándose también así de su mirada un tanto pícara que en algún momento le puso nervioso.
Lo siguiente que presenció le confundió demasiado, KyuHyun había metido las manos bajo la ropa de Hyuk, tocando así de forma directa sus nalgas, brindando apretones, jugando con ellos y sacándole algunos gemidos al mayor, que llevaba ambas manos hasta la cadera del otro, causando que sus erecciones se juntaran al tirar del más alto para dejarlos pegados.
HenRy no podía dejar de mirar, deseando tocar también, devorándolos prácticamente con la mirada. Posteriormente, ambos se separaban, mientras KyuHyun iba a poner seguro a la puerta, tenía a HyukJae en frente, con su rostro completamente cerca del suyo.
—Así que deseas unirte.
Tales palabras fueron dichas con un tono más bajo de lo que solía utilizar, dándole así un toque más sensual, mucho más al sentir como esa lengua que siempre miraba en las presentaciones se deslizaba por sus propios labios en un lametón bastante efímero, escuchando un gemido que fue completamente depositado contra su boca.
—Joder, KyuHyun… para.
Desvió la mirada, ampliando su campo de visión al echarse un poco hacia atrás, sólo para lograr ver al más alto justo tras el mayor, restregando claramente su hombría en el trasero de su Hyung. Su boca se volvió a secar, relamiendo sus labios para mojarlos, percatándose de nuevo de la humedad que ya estaba en ellos, recordando ese lametón que le había dado el mayor y el sabor que su saliva poseía, eso fue suficiente para hacerle caer ante ellos.
—Mierda, si.
Fue lo único que pudo decir, antes de tomar al mayor que continuaba peligrosamente cerca de él con ambas manos por las mejillas, juntando sus bocas, con pasión y bastante deseo, no podía creer que estaba ciertamente invitado a pasar un buen rato con ellos, pero tampoco desperdiciaría la oportunidad, no cuando ésta podía cumplir sus fantasías.
El beso continuó, HyukJae sacó la lengua, dejando que él la chupara, cerrase los ojos y la mordiera con deseo. Las manos del pelinegro fueron a dar hasta su cabellera, tirando de algunos mechones, a la vez que el beso era interrumpido por los gemidos de HyukJae que en algún momento se habían hecho más frecuentes, ésta vez incluso sentía los temblores en la fisionomía contraria.
No se había percatado de qué hacía al pelinegro gemir de forma tan constante, hasta que éste habló.
—Joder, KyuHyun, deberías darle atención al pequeño… es el más joven del grupo, deberíamos consentirlo un poco ¡Ah! ¿No crees?
Sonrió satisfecho, a veces ser el más joven ayudaba mucho, aparte de que le daban más comida, podrían consentirlo un poco más. Inclinó su cabeza para mirar a KyuHyun, el cual, su boca parecía perderse en los glúteos del mayor. ¿En qué momento le había bajado los pantalones? Aquello no logró más que hacer que se pusiera duro, bueno, más de lo que ya estaba, y era que KyuHyun no parecía controlarse, definitivamente sería algo que recordaría siempre.
Su imaginación le jugó una mala pasada, poniéndose él en el lugar de HyukJae, sintiendo prácticamente la húmeda lengua de KyuHyun perderse en su orificio, el cual ahora ya parecía pulsar en la necesidad de ser penetrado, estaba tan deseoso, y no tenía problema con expresarlo.
—Hm…soy envidioso con Hyung, sólo debes consentirme a mí —Dijo KyuHyun, dando una palmada a su trasero, haciendo que HyukJae gimiera más alto esta vez, y él gruñera insatisfecho, de pronto se habían salido del tema. El castaño dejó de lamer aquel orificio, haciendo un puchero inconsciente y mal hecho, que el mayor no podía ver, a veces se comportaba como un niño caprichoso cuando se trataba del mayor, le pareció.
HyukJae, se enderezó, girándose hacia él para repartir algunos ósculos en sus comisuras, soltando varios sonidos bajitos, parecidos a gemidos que eran intercalados con su nombre. HyukJae llevó una de sus manos a su entrepierna, acariciándola concienzudamente, antes de delinear su vena yugular con su lengua, degustándolo, antes de encajar sus dientes en esa pálida piel con cierta saña. Sin embargo, eso sólo sacó un siseo de su pareja, sabía que a él le gustaba que le marcara.
—Prometo que después te consentiré tanto, hasta que quedemos agotados, mañana descansamos.
Las palabras eran murmuradas sobre su piel, sacándole varios temblores, en ese tiempo que habían adquirido confianza, HyukJae se hizo más desinhibido, y KyuHyun descubrió que su Hyung era bastante atrevido a veces.
—Hey, estoy aquí aún.
KyuHyun rió, al recordar que el menor de los tres había presenciado eso, y aumentó la carcajada, cuando Henry parecía un tanto frustrado, más que nada por el bulto en sus pantalones que no era atendido como debería.
Posteriormente, KyuHyun dejó a su novio para acercarse a él, inclinándose lo suficiente para divisar bien el rostro del más joven del grupo. Acarició una de sus mejillas, sintiendo la suave piel del joven, que por costumbre cerró los ojos, entregándose completamente, sintiendo sus labios unirse. ¡Al fin KyuHyun se había puesto participativo! O al menos participativo con él.
Lentamente ese contacto suave entre sus pliegues se tornó más brusco, KyuHyun estaba devorando su boca tal y como había visto hacerlo con HyukJae, lo que le hizo jadear y perder sus pensamientos, concentrándose en lo bien que besaba el más alto, y en lo mucho que los quería a ambos dándole placer.
Pareció que sus súplicas fueron escuchadas, pues de la nada unas manos se deshicieron de sus pantalones mientras él era recostado sin mucho cuidado en el piso, aún con la boca de KyuHyun robándole el aire. Sus pantalones fueron despojados, y sintió un escalofrío en cuanto su miembro fue atendido por unas manos bastante suaves, junto a una humedad que no logró reconocer, pero que se imaginó que era saliva. Eso sólo logró excitarle más, y era que imaginaba cómo estaban los tres ahora. Gruñó entre ese beso, recibiendo una mordida un tanto fuerte en su labio.
Tiró de los cabellos de KyuHyun, a la vez que comenzaba a deshacerse en gemidos, su miembro era metido en una cavidad bastante húmeda y cálida, sacándole algunos de esos sonidos más fuertes y jadeos que se perdían en la boca del Cho. Abrió los ojos, buscando con la mirada al mayor de los tres, teniendo que empujar un poco a Kyu para poder observar.
Hyuk mantenía su pene entre sus labios, los cuales rozaban ahora con su piel, el mayor parecía haber engullido todo y mostraba los ojos llorosos a la vez que respiraba con la nariz, antes de mover su cabeza, primero de forma lenta, tentativa, antes de iniciar con un movimiento rápido, constante y que creaba algunos sonidos bastante obscenos, cada que sorbía la saliva para que no resbalara por su virilidad. Abrió las piernas, recibiendo al mayor entre ellas, evitando así que continuara con la posición incómoda en la que estaba. Miró el rostro de KyuHyun, sonriendo al ver que estaba completamente hipnotizado y perdido en el movimiento de la cabeza ajena, perdido en cómo su miembro se perdía en esa boca, él mismo se había quedado perdido en esos deliciosos y carnosos labios comerle.
Se mordió el inferior de sus labios, sentándose, acariciando la cabellera negra del mayor, antes de volver a recostarse, haciendo que KyuHyun le notara de nuevo, antes de palmear sobre su pecho. Al parecer Kyu entendió la indirecta, pues se colocaba sentado sobre sus pectorales, bajándose el zipper del pantalón para bajarlo un poco con todo y ropa interior, lo suficiente para dejar salir su miembro duro y venoso, pidiendo atención tanto como el de él lo estaba. Abrió la boca, recibiendo ese delicioso pene entre su boca, dejando que le follara la misma al mover su pelvis con poco cuidado, comprendiendo el gesto del mayor de los tres al verle con los ojos llorosos, el tener un pene en su boca, especialmente tan duro y taladrando contra su campanilla no era lo más sexy y agradable del mundo, pero la cara deformada de placer que tenía el Cho le hacía pensar que valía la pena. Respiró por la nariz, imitando las acciones de HyukJae, cerrando los ojos, intentando no perderse en gemidos por la deliciosa felación que recibía, sin embargo, eso le fue totalmente imposible, pues terminó gimiendo aún con aquel pene dentro de su boca al notar un dedo bastante mojado en su interior, le había tomado por sorpresa, pero envió un par de vibraciones en su boca que ayudaron a que el más alto gritara prácticamente, sintiendo sus manos en sus cabellos, manteniéndole así de firme mientras continuaba embistiendo.
Otro gemido quiso salir de su boca en cuanto fue envuelto de nuevo entre los labios de Hyuk, con ese dedo aún hurgando dentro suyo y la mano restante terminando de sacarle los pantalones como podía y así abrirle las piernas en un ángulo ciertamente imposible de realizar para alguien no tan elástico, causando dolor en sus ingles, pero que era disimulado entre el placer que comenzaba a sentir. El morbo de tener el pene de KyuHyun en su boca, los dedos de Hyuk dentro suyo y sus labios succionar su propia hombría.
Todo aquello mandaba una serie de corrientes eléctricas por su cuerpo, haciéndole temblar.
Dos dedos más fueron agregados al primero a jugar en su interior, preparándole, haciéndole totalmente vulnerable. Él se removía, intentando sacar el miembro del Cho, de su boca para poder respirar correctamente, o gritar, o gemir, o deshacerse en placer, cualquiera de las cosas que sucediese primero. Sin embargo, esas manos continuaban apresando sus cabellos, haciendo de él sin mucho cuidado. Hyuk abandonó su falo, alcanzó a ver cómo relamía sus labios y le tomaba con la mano libre, golpeando una y otra vez su próstata a la vez que le acariciaba, con esa sonrisa ladina que incitaba a hacer de todo con él.
No tardó mucho para gemir, agradeciendo que Kyuhyun había dejado su boca en paz para dejarle gritar, había llegado a un orgasmo gracias a las caricias constantes en su interior, había manchado la mano de Hyuk, y ahora se hallaba jadeante, perdido y completamente tembloroso.
HyukJae se lamió la mano, retirando así parte de la esencia que había escurrido entre sus dedos, mirando a KyuHyun mientras hacía aquello, aunque este aún no le regresaba la mirada, y se había concentrado en acariciarse, había estado tan malditamente cerca.
—Kyu… bésame.
Escuchó a su mayor hablar antes de arrodillarse, también se había terminado de quitar los pantalones. Kyu se acercó a él, inclinándose un poco hacia atrás, él volvió a su trabajo, continuando así con la felación que realizaba al más alto, mirando cómo ambos se besaban, queriendo devorarse el uno al otro. Hyuk dejó momentáneamente de darle placer a su interior y sacó sus dedos, comenzando a masturbarse, así hasta que KyuHyun se separó del beso, susurrando algo que fue inaudible para él, sobre sus cerezos.
—Y bien, pequeño mochi… ¿A quién quieres dentro primero?
—KyuHyun… —Contestó sin dudar, aunque después sacudió la cabeza, negando con rapidez. —No, mejor tú… ah, no sé, joder.
Hyuk sonrió, mirándole incluso con un poco de ternura, antes de empujar a Kyuhyun sin mucho esfuerzo, sólo para apartarlo, quedando así entre sus piernas, volviendo a tenerlo frente a su rostro, volviendo a sentir su lengua perderse ahora entre sus labios entreabiertos, rozando incluso su dentadura con ellos.
—Nos tendrás a los dos, pequeño, no nos dejes decidir a nosotros que, sino… nos tendrás al mismo tiempo dentro tuyo.
Aquello fue suficiente para que su miembro volviera a reaccionar, levantándose, reclamando aún más atención, aunque personalmente él ya estaba agotado.
Jadeó, perdiéndose en aquella boca, antes de murmurar el nombre del más alto, se había decidido por KyuHyun.
—Bien, entonces… gírate, bebé.
Recibió aquella indicación, aunque sabía perfectamente que era una orden. KyuHyun se había levantado, terminando de desnudarse, mientras que él se giraba, y Hyuk terminaba de sacarle toda la ropa y hacer lo mismo con él. Pronto, los tres se hallaban desnudos con él sobre sus manos y rodillas, ofreciendo su trasero, vulnerable y sintiéndose terriblemente expuesto.
—Separa tus nalgas, Henry…
Escuchó, esta vez la voz ronca del cantante. Obedeció su orden, separando sus nalgas a la vez que sus hombros quedaban pegados al piso de madera, ofreciéndose al más alto, sintiendo su entrada contraerse nuevamente por el deseo. Gruñó, girando su cabeza, mirando a Hyuk besarlo, mientras él entraba en su interior, despacio, con cuidado, como si no quisiera lastimarlo. Él apretó sus propias nalgas, encajándose los dedos por el dolor que sentía, aunque realmente no se quejaba, siempre había querido eso, así que lo aceptaba y se aguantaba, apretando los ojos, recibiendo con dificultad ese miembro que sobrepasaba sus anillos musculares, enterrándose tan profundo hasta que su pelvis chocó con sus dedos. Sintió sus antebrazos ser tomados y jalados, haciendo que se enderezara lo suficiente para que el miembro de HyukJae, levantado y justo frente a sus labios. Sabía lo que tenía que hacer, por lo que abrió su boca y se inclinó tanto como le era permitido hasta atrapar ese falo en su húmeda cavidad.
No podía mover su cabeza, pero no hubo problema con eso, pronto, las embestidas de KyuHyun se hicieron tan brutales y certeras que hacía que todo su cuerpo se moviera, eso, más los movimientos de pelvis que hacía el mayor de los tres para follar su boca era suficiente para hacerle temblar, estaba siendo tomado por ambos orificios en su cuerpo, y eso le encantaba, era tan diferente a todo lo que había sentido antes. El agarre en sus antebrazos fue sustituido a sus muñecas dejándole más libertad, a la vez que Hyuk le sostenía de los hombros, penetrándole de forma tan brutal como lo hacía Kyu en su ano.
Era tan sucio, tan excitante. Se hallaban los tres cubiertos de sudor, la sala de ensayos tenía un olor intenso a sexo y…. ¡Maldita sea! KyuHyun había encontrado su punto dulce y daba una y otra vez ahí, haciéndole retorcerse prácticamente, haciendo que nuevamente se viera en el problema de gemir aún con ese miembro del mayor de los tres impidiéndolo.
—Kyu, es mi turno…
Escuchó a Hyuk hablar y él gruñó sobre su miembro, haciendo que el agarre en sus hombros se intensificara y miró a su hyung echar la cabeza hacia atrás, tan extasiado, corriéndose en su boca mientras soltaba un gemido más alto que los otros. Se levantó, notándole tambalear antes de recuperar el equilibrio.
HyukJae miró el rostro del menor de todos, sintiendo sus pupilas dilatarse al observar a su pareja aún arremeter fuertemente contra el delgado cuerpo del extranjero, notando también el pene del chico balancearse con cada embiste, mientras de la boca del mismo resbalaban un poco de su esencia. Se acercó, retirándola con sus dedos, antes de acercar su mano a Kyu, el cual, como era costumbre, los chupó, con esa mirada tan profunda que le hacía pensar que miraba mucho más adentro de él, hasta sus pensamientos y le provocaba algún que otro sonrojo. Sonrió, amplio, mostrando sus encías en el proceso, mirando cómo Kyu dejaba al menor, saliendo de él, aún con su miembro erecto, suplicando seguramente por él.
Se negó, mirando al menor, dándole una palmada a su trasero que se hallaba un poco rojizo por los golpeteos de la pelvis de Kyu con el mismo. Le ayudó a levantarse, atrapando sus labios sin mucha dificultad, a pesar de que era más alto que él. Posteriormente, le llevó hasta alguno de los espejos, separándole las piernas al patear uno de sus tobillos, dejando que se mirase, con él a un lado suyo.
—Mírate, tan sudado, jadeante y excitado.
Mencionó lo último, dando un pequeño golpe con sus dedos en aquel miembro que se alzaba hasta chocar con su vientre, haciéndole moverse.
—Te gusta, eh.
Sonrió, el menor tembló, y él se colocó detrás suyo, empujando un poco de su nuca, hasta lograr que se apoyara con ambas manos en el espejo, con él aún detrás, frotando su miembro con aquel orificio, sólo tentando.
—¿Quieres volver a tener algo dentro? ¿Quieres tenerme dentro, pequeño?
Preguntó sobre su oído, encontrando la mirada de Henry a través del espejo, introduciendo sólo un poco su glande, antes de volver a sacarlo, con ello, escuchando un gruñido de insatisfacción.
—Dilo, quiero escucharte.
Susurró, dando otra nalgada. Las mejillas del menor se hallaban sonrosadas, sin embargo su mirada demostraba determinación y deseo, sabía que tal vez estaba apenado al verse en el espejo, sin embargo, estaba completamente seguro que también deseaba tanto que le penetrara, y le excitaba demasiado el verse así.
—Si, Hyuk… mierda. ¡Fóllame! Te quiero enterrado en lo más profundo dentro de mí…
Pidió, sacándole otra sonrisa al mayor, que, completamente satisfecho, entraba en él de una sola estocada. Su interior se había vuelto a cerrar ante la falta de algo dentro, sin embargo, se dilató de nuevo con suma facilidad, ya no habiendo dolor, sólo placer. Sintió las manos de HyukJae tomarle de la cadera, antes de ser masacrado por esos expertos movimientos de su pelvis, creando un vaivén desquiciante, una de las manos que se hallaba en su cadera viajaba hasta su cuello, sosteniéndolo con fuerza para acercarle. Su espalda había chocado con su pecho, incluso tuvo que arquearse un poco por cuestiones de la estatura, sin embargo fue totalmente placentero, más aún cuando el mayor devoró su cuello, dejando algunas marcas, antes de mirar cómo KyuHyun, que hasta ahora se hallaba mirando, se acercó a ellos, colocándose detrás del mayor, besando su nuca y espalda, haciendo que sus movimientos perdieran un poco el ritmo, sin embargo, recuperándose de nuevo.
Las estocadas contra él eran deliciosas, sentía su miembro frotarse contra el frío cristal que aún reflejaba sus figuras. Llevó una de las manos hasta su miembro, comenzando a masturbarse.
Sus jadeos empañaron el espejo, sus ojos se cerraron y de pronto pegó su mejilla a aquel vidrio, gruñendo bajo. Los movimientos de su mano sobre su hombría fueron más rápidos, ya casi terminaba, por segunda vez.
KyuHyun no tardó en pedir atención, colocándose disimuladamente pegado a la espalda del mayor, separó sus nalgas, colando su hombría entre aquellos glúteos, acomodándolo en la línea divisora, comenzando así un vaivén, solo masturbándose, usando su trasero para ello, soltando algunos jadeos bajos, mirando al mayor con su rostro deformado en placer. Satisfecho con lo obtenido, continuó con ese pequeño roce entre ellos, antes de escuchar el fuerte gemido de Henry, que terminó de nuevo, manchando ahora el espejo donde se hallaba recargado, antes de terminar él mismo sobre el coxis de hyuk, sintiéndole temblar, antes de seguir él, con unas cuantas embestidas a aquel cuerpo, vaciándose en el interior del menor de los tres, antes de soltarlo y dejarlo caer, girándose para besarle, un beso bastante fugaz, mientras se recuperaba de su orgasmo. Los tres se hallaban cansados.
Apenas miraron al menor, éste tenía los ojos cerrados, intentando regular su respiración. Kyu miró como el mayor se acercaba a sus labios, depositando otro beso sobre sus cerezos, revolviendo ésta vez de forma cariñosa su cabellera, antes de ir en busca de su ropa. Supuso que todo había acabado, y aparte que no tardarían en buscarlos, era tarde y debían llegar todos al apartamento, sin embargo los demás se hallaban ensayando canto o haciendo el tonto, y había recordado que había ido a buscar a Hyuk para decirle que iban a ir a comer.
Abrió los ojos un poco más al recordar, mirando a la puerta por instinto. Bueno, no importaba mucho si los habían escuchado. ¿No?
Cuando menos se dio cuenta, Hyuk estaba vestido, ayudando a Henry a arreglarse también, mientras él comenzó a hacer lo mismo. A veces, su hyung los trataba como mocosos, aunque a él le gustaba que le tratara así, usualmente siempre terminaban en besos y otras cosas.
Suspiró, terminando de arreglarse, ya vería a los demás que seguramente se habían ido sin ellos en dos días, mientras pasaría el tiempo con su pareja, servía que cenaban solos.
Después de haber acompañado a Henry al lugar donde estaba viviendo temporalmente, ellos se fueron en busca de la cena, encontrando comida rápida, como siempre a esas horas, regresando tarde a casa y bastante agotados, listos para dormir, aunque KyuHyun ciertamente se había quedado con las ganas de hacer más con HyukJae, pero entendía que habían metido al menor para experimentar, no fue tan malo, pero ciertamente prefería estar solo con Hyuk.
Al llegar, le tomó de la cintura, depositando algunos besos mariposa en su cuello, mientras le iba sacando la ropa, dirigiéndose a la habitación. Solían dormir desnudos, por lo que no había problema, les gustaba sentir el contacto de la piel directamente contra la propia. Eran felices con eso.