Un gran escándalo se escuchaba en las instalaciones de la asociación de super héroes, entre risas, música y platicas. Era un evento importante, ya que se cumplía un año más desde que se formo aquella asociación y todos los héroes de los diferentes rangos y posiciones se encontraban ahí presentes.
En aquella fiesta un pequeño niño de 3 años aproximadamente, caminaba solo entre la gente que se encontraba en esa fiesta, el niño se encontraba maravillado con los colores de las luces y la estridente música, para él era algo completamente diferente a lo que vivía con sus padres. Estaba acostumbrado a ver a su papi cocinar sin escándalo alguno, mientras su papá leía esos libros raros que tanto le gustaban. Una vida muy hogareña
Se encontraba tan distraído que no se dio cuenta de cómo llego al piso de aquel lugar, levanto la mirada temeroso para ver qué era eso con lo que había chocado. Lo observo, era un niño más grande que él, de cabello castaño y ojos color avellana. El pequeño niño rubio sintió tanta emoción al ver otro niño mas con el que podría jugar, se levanto del piso y rápidamente rodeo con los brazos al chico.
No sabía que hacía en ese lugar, sinceramente ese tipo de fiestas le aburrían un poco ya que solo eran un montón de adultos bebiendo, bailando y platicando cosas de adultos. Consideraba desde hace una hora el irse de aquel lugar, en primer lugar no debía de estar ahí, pero eran cosas de la asociación con las que debía cumplir.
Paseaba desinteresado entre tanta gente, esperaba encontrar algo con lo que pudiera pasar el rato, aunque lo dudaba. Estaba tan concentrado en encontrar diversión, que no noto que alguien se dirigía hacia él, tirándolo al suelo. El castaño se volteo muy molesto, ¿quién demonios podía ir tan distraído? Cuando encontró con lo que había chocado se quedo estático, era un pequeño niño rubio, no podría pasar de los 3 años. Físicamente era muy lindo, con grandes y expresivos ojos, muy infantiles e inocentes a su parecer. Al verlo detenidamente supo de inmediato de quien se trataba, aunque nunca en su vida lo hubiera visto se tenía que ser muy tonto como para no notarlo, esos ojos dorados con esclera negra y ese cabello rubio lo delataban. Era obvio que ese pequeño es hijo de Demon Cyborg y el calvo del traje raro.
Se quedo observando al pequeño sin notar que él se acercaba rápidamente a abrazarlo. Vaya que eso lo tomo por sorpresa y su primera reacción hubiera sido empujarlo, pero lo único que logro fue tener un fuerte sonrojo en sus mejillas ¿Qué le pasaba a ese niño? El pequeño levanto su cabeza para verlo y dedicarle una bella sonrisa mientras seguía abrazándolo.
-Juguemos!- grito alegre el pequeño
-¿Qué?- Eso lo confundió un poco -¿Dónde están tus papás?- Se agacho un poco para estar a la altura del pequeño, colocándose en cuclillas para mayor comodidad.
El pequeño lo medito un poco, no sabía donde se encontraban, el había aprovechado la distracción de su papi para explorar el lugar y cuando se dio cuenta ya los había perdido de vista. El rubio volteo a ver al castaño y negó con la cabeza.
Child emperor suspiro, estaba buscando algo con lo que podría entretenerse y lo había encontrado, así que tenía que encontrar a los irresponsables y probablemente preocupados padres.
-¿Cuál es tu nombre?- le pregunto con total amabilidad.
-…- el pequeño lo medito un poco, su papi y papá le dijeron que no confiara en cualquier persona, pero el rubio noto que ese chico era muy amable, así que simplemente le dijo su nombre – ¡Chibi!-
-Mucho gusto chibi, el mío es… amm dime Child Emperor- No estaba acostumbrado a decir su nombre – ¿Quieres pasear?- El castaño le tendió la mano a chibi.-Debemos encontrar a tus papás, deben estar muy preocupados-
Chibi tomo la mano del castaño y asintió enérgicamente. Ambos caminaron tomados de la mano entre el tumulto de gente, algunos los habían visto y solo hacían expresiones extrañas de ternura, exclamado unos incómodos “awwww”.
Ambos caminaban tranquilamente, hasta que a lo lejos pudieron divisar a un preocupado rubio que venía corriendo al lado de su marido.
-Chibi! ¿Te encuentras bien?- Genos apachurraba al pequeño contra su pecho, se encontraba bastante preocupado -¿No te paso nada? No vuelvas alejarte de mí o de tu papá-
Child Emperor veía como ambos padres abrazaban al pequeño rubio, se sentía feliz de poder encontrarlos y evitar que algo malo le sucediera al niño.
-Estoy bien papis, mi nuevo amigo me ayudo a encontrarlos- Con su pequeño dedo chibi señalaba al castaño.
Saitama y Genos voltearon en su dirección con mucha alegría, eso le provoco un pequeño sonrojo y algo de nerviosismo al castaño. Susurraron un “agradece” al rubio y enseguida lo soltaron. Chibi se acerco rápidamente al castaño y deposito un pequeño beso en su mejilla, acompañado de una tierna sonrisa.
-N-no hay de que…- Nunca en su vida se había sonrojado tanto y bien dicen que siempre hay una primera vez.
-Bueno pequeño, es hora de irnos- Saitama tomo a su hijo entre sus brazos.- Es hora de que duermas-
No supo que sucedió en ese momento, pero sabía que tenía que hacer algo, así que simplemente corrió para detener a los adultos. –Yo… ¿yo podría ir un día a jugar con chibi?-
Los adultos se observaron y sonrieron asintiendo.-Claro, cuando desees puedes visitarlo- Dieron la vuelta y para retirarse del lugar.
Chibi se despedía moviendo su pequeña mano y gritaba – ¡Nos vemos!- se sentía muy feliz, por primera vez tenía un amigo con el que podría jugar.
-Nos vemos…- El castaño no era de salir a jugar con niños, pero sentía la necesidad de ver nuevamente al pequeño chibi, eso le provocaba felicidad. Dio la media vuelta y se retiro por el lado opuesto, planeando el día para visitar al rubio “será divertido” pensó.