Junyoung siente algo extraño venir del bosque. Estaba en sus rondas nocturnas cuando escucho ruidos de patas y aleteos como si un ave se hubiera atascado en una red. Vio la sobra de un enorme cuadrúpedo y al paso siguiente se convirtió en una persona.
Ambos miran hacia los arbole s pero es uno solo el que extiende la mano para tocar el tronco, algo dentro de Junyoung le dice que no debe atacarlos y es ese mismo sentimiento el que le preocupa. ¿Quiénes son exactamente aquellos seres?
El humano delinea el contorno exacto del sello de protección ¡podía verlo! Imposible, Junyoung se tranquilizó a sí mismo. Se detuvo cuando fue consiente del Nephilim observando con fascinación y temor a partes iguales como el otro ser se convirtió en un chico un poco más bajo que el primero y hablo en español. Eso descartaba totalmente que fuera alguna raza de hada.
—¿Qué es hyung?—el recién convertido dijo con una voz tierna, Junyoung solto un jadeo de sorpresa: el chico felino extendía una mano hacia el tronco de un árbol donde se encontraba uno de los sellos de protección del templo.
Ambos escuchan algo que Junyoung no puede y echan a correr al este lejos del Nephilim.
Con la mente aun aturdida, vuelve a la casa. Necesita a Jaejoong o terminara vuelto loco. Lo que vio no tenía explicación lógica. Lo encontró en las escaleras hablando con el tierno Luhan. Decidió que lo suyo era un poco menos importante que la plática entre padre e hijo y paso de largo luego de saludar con una venia pero Jaejoong notó de inmediato su mal estado.
—¿Qué sucede, Young-ah? Tu cara se nota oscura –Jaejoong jugaba con los mechones rubios de Luhan. Algo en su rostro melifluo lo desconcertó.
—No es un asunto de vida o muerte, pero necesito que tú y Yunho-ah vengan al jardín de las orquídeas cuando puedan. Buenas noches, Luhan — luego de una leve inclinación fue al lugar indicado.
Luhan bostezó.
—Vamos, te llevaré a dormir— Jaejoong lo acostó y arropó, le acarició una mejilla y cree morir de ternura cuando Luhan se rasca un ojo de forma tierna. Podía dárselas de hombre masculino y lo que quisiera pero Jaejoong siempre lo vería como un tierno y delicado bebé. Le desea buenas noches, Luhan se acomoda en la gran cama y le parece ver algo en la ventana; un par de ojos felinos y no era la gata Juniel, la silueta era de un metro más o menos de altura. Luhan ladea la cabeza y el felino desaparece de la misma extraña manera en la que llegó.
Jae va al cuarto de armas donde sabía que Yunho pasaba la mayor parte de tiempo cuando no tenían misiones y sin decirle una explicación -por qué él tampoco sabía lo que tenía le mayor entre manos—se dirigen al jardín de orquídeas, famoso por ser el lugar más resguardado e insonorizado de todo el templo.
Junyoung y Yoochun observan un mapa que Jae nunca había visto. Cuando son conscientes de la presencia de la pareja les dicen que se sienten. Changmin sale de sabrá el Ángel donde y mira inquisitivo a Jaejoong hasta casi ponerlo nervioso.
—¿En aquella misión donde escoltaron al Arche Zur te dio algo, lo recuerdas? — jaejong asintió aun sin saber de qué iba todo eso — Nadie sabía de los riesgos que el regalo te traería — Jaejoong volvió a asentir. Vieron a Changmin dar un ágil paso hacia delante de la pareja y sonrió todo malvado como solo el –y Kyuhyun- sabían.
—Y quedaste encinta —Jae se sonrojo hasta las orejas, sintiéndose de pronto muy acalorado.
—Changmin, eres demasiado directo — lo reprendió Junyoung.
—¿Es lo que quieres preguntar no? Ustedes son demasiado calmados y este asunto es prioridad
—¿Cuál asunto? ¿Qué pasa? — Yunho le agarró la mano a Jae para que se calmara un poco, pero el aplomo se le fue cuando fue Junyoung el que siguió la conversación.
—¿Podrías asegurar que solo Luhan nació ese día? ¿Solo tienen un hijo?
—¿Qué?
—Junyoung vio a alguien en el bosque hace unos minutos. — explicó Yoochun —El parecido con ustedes dos era increíble y no solo eso. El chico sabía dónde estaban los sellos de protección y nadie salvo los Cazadores pueden verlos. Si las sospechas son ciertas, ese chico tiene sangre Nephilim
—¿Por qué no dices por ejemplo que es un hijo no reconocido de otro clan? Por qué necesariamente-…
—¿No oíste que es igual a ustedes? Es como si mezclaran sus caras y ¡bum! Sale este chico gato.
—A mí también me pareció descabellado al principio, pero bueno. Nadie sabe exactamente los poderes que tenía eso que el Arche Zur te dio. No hay nada en los libros ni siquiera el capitán Choi Young sabe nada al respecto.
—Así que…
—Tienen que encontrarlo para hacerle un par de preguntas. — Junyoung fue tajante.
—Si Luhan está arriba, descansando, a quien debemos encontrar es a Hyuncheol…
De vuelta al templo, Jae y Yunho alistaron lo necesario para salir a buscar a Hyuncheol. Yunho se dirigió al sur y Jae al oeste. Yunho ve un enorme jaguar en lo alto de una roca, junto a él una serpiente enroscada de al menos veinte metros y a punto de atacar al felino.
Yunho no lo piensa, echa a correr hacia la serpiente con daga en mano para acabar con ella pero el felino se atraviesa. En el salto que da desde la roca se transforma y agarra la daga que iba dirigida a la serpiente. Cuando tocó el suelo, el cuerpo del animal se convirtió en un apuesto joven de pelo castaño. El joven felino al se puso algo nervioso ante la penetrante mirada que le dedicaba el Nephilim.
Yunho estaba emocionado, el chico era igual de adorable que Luhan pero la cara más regordeta y los ojos igual de hermosos
—¡Yunho, porque no llegaste al lugar de encuentro! Creí que te había pasado algo! —Jae se queda inmóvil: Yunho lo mira pero enfoca la vista en el chico metros atrás.
Era hermoso como en su sueño, un joven lleno de vida y alegría. Sonrió con demasiada efusividad pero Yunho detuvo sus intenciones de echársele encima y lo detuvo del brazo.
—Con calma, Jae-bo.
—¿No hemos estado separados demasiado tiempo como para tomar aún más?
—Tiene razón — murmuro Hyuncheol con una vocecita que les hizo temblar las piernas a los mayores —pero no quiero causar una mala impresión
—¿De qué hablas? Eres perfecto
—No controlo bien mis transformaciones — Hyuncheol sonrió apenado. Sus pequeños colmillos asomaron bajo sus labios rojos.
Yunho y Jaejoong se voltearon a ver.
—Hace unos minutos era un jaguar — explicó Yunho — pero intentó salvar a la serpiente porque sin pensar mucho la ataqué y aterrizó como humano
—No es una simple serpiente. Es Mika, uno de mis mejores amigos. —Hyuncheol miró hacia el largo animal detrás de él— Mika, saluda.
La serpiente se transformó en humano más fácilmente que Hyuncheol. Yunho disimula su sorpresa pero no Jae.
—Ellos son… — dice Mika inseguro. Hyuncheol se puso rojo enseguida y no supo cómo seguir.
—Somos sus padres
—Ah, por eso querías venir a la casa con las luces — farfulló el chico serpiente. Hyuncheol le sonrio tiernamente, sus gestos eran muy parecidos a Jaejoong.
—Perdón por no buscarte antes, — Jaejoong soportaba las lágrimas lo mejor que podía, — la verdad no lo sabíamos. Hace poco conocimos a tu hermano y unos minutos antes supimos que rondabas el bosque. Te buscamos por muchísimos lugares y jamás creímos que llegarías a nosotros
Hyuncheol se pegó a su costado como si lo hubiera hecho antes y a ambos les resulto tan natural…
Jaejoong no soporto mucho tiempo y lo estrecho en sus brazos. Era cálido y de alguna manera supo que siempre lo había extrañado aun sin conocerlo. Hyuncheol le devolvió el abrazo, Mika observaba desde atrás con el ceño fruncido.
“No te preocupes, no dejare de quererte ahora que por fin conocí a mis padres” pensó Hyuncheol al ver a su amigo tan molesto y celoso.
—Te amo, Hyuncheol-ah. Ojalá nunca te canses de mi…