Era una mañana soleada de verano… Los rayos del sol se filtraban por la pequeña ventana de la habitación, iluminando directamente el rostro de un joven pelinegro… Al sentir la molesta luz sobre sus párpados, se removió molesto en la cama, para volver a dormir…
~Ring Ring, Ring Ring~
Apenas escuchar ese odioso sonido, abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama ansioso, mostrando una sonrisa bastante alegre al tiempo que golpeaba con fuerza ese ruidoso aparato.
-¡Hoy será el gran día!
Rápidamente se levantó para alistarse, se sentía muy emocionado y tenía varias razones. Ese día se iría de campamento con sus compañeros de clase, algo que había estado esperando hace tiempo ya que le parecía una experiencia bastante divertida e interesante. Y no solo era eso, si no que en ese campamento estaría con cierta persona muy especial para él… Trunks
-Hoy se lo diré… - Pensó decidido, no iba a desperdiciar la oportunidad. Hace algunos años había empezado a sentir algo hacia el pelilia, un sentimiento especial, más allá de la amistad. No se había atrevido a decirle por miedo, pero ya había tomado su decisión.
Terminó de alistarse lo más pronto que pudo, tomó su bolso con las cosas que debía llevar y bajó las escaleras de la casa. Arrojó sus pertenencias contra la puerta y corrió a la cocina para tomar su desayuno, encontrándose con su padre en ella.
-Goten, ¿qué haces despierto tan temprano? –Le preguntó Goku mirándolo con mucha extrañeza, nunca habría pensado que su hijo se levantaría a las 6 de la mañana.
-¡Buenos días papá! Hoy es un día muy importante, por eso me levanté temprano. –Explicó con esa amplia sonrisa tan característica, mientras comenzaba a prepararse un desayuno rápido.
-¿Importante? – Murmuró desconcertado el de cabellos alborotados, sin entender a qué se refería. Goten se sentó a un lado de su padre, para mirarlo incrédulo
-¿No lo recuerdas? ¡Hoy voy de campamento con Trunks! –Le explicó con notable emoción, luego hundió su rostro en el plato empezando a devorar su comida como si su vida dependiera de ello. El más alto pensó unos momentos, hasta que lo recordó todo…
-¿Qué? ¡Ay, lo olvidé! ¿Ahora quién entrenará conmigo? – Se lamentó, golpeándose la cabeza con la mesa de una manera cómica. Goten reía internamente al ver a su padre así, pero no le respondió si no hasta que terminó de comer…
-Tienes a Vegeta. – Respondió insinuador, llevando los trastes sucios al fregadero.
- Vegeta se enojó conmigo ayer… Otra vez… -Susurró con un aura de depresión a su alrededor. Una gotita de sudor resbaló por la frente de Goten, quien se encaminó a la salida de la cocina.
-¡Siempre se le pasa! ¡Nos vemos luego! –Salió corriendo a toda prisa, sin siquiera esperar una respuesta por parte de su padre. Tomó su bolso y emprendió vuelo para encontrarse con su amado pelilia…Inconscientemente sonrió al recordar a Trunks- Ya quiero decírselo… -
Tenía mucha confianza en sí mismo, creía que no sería rechazado por el mayor. No paraba de imaginarse las mil y una reacciones que podría tener el otro al saber de sus sentimientos, todas con un final positivo para ambos… De tanto fantasear, llegó a su destino sin darse cuenta…
-¡Goten! –Sintió esa voz tan dulce y a la vez tan masculina que tanto adoraba llamarlo a sus espaldas, por lo que se detuvo y volteó para verlo- ¿Qué pasó, estabas pensando en comida de nuevo? – Allí estaba él, flotando a unos metros de él, hablándole con ese tono burlón…
-¡Trunks! – Sus ojos se iluminaron en demasía con solo verlo, se acercó rápidamente a él y lo envolvió con sus brazos en un abrazo cariñoso -Te extrañé mucho – Le dijo sin pudor alguno, separándose solo un poco para ver su rostro levemente enrojecido. –Oye, estás algo rojo, ¿te sientes bien? –Preguntó fingiendo preocupación, llevando su mano a la frente del pelilia. Rió internamente al ver el rubor extenderse, mientras lo empujaba con algo de fuerza.
-¡Por supuesto que sí! ¡Solo no me gusta que invadas mi espacio personal! –Gritó exaltado, mostrando una mueca de molestia muy similar a la de su padre. Comenzó a volar por delante de Goten, para intentar ocultar de alguna forma su rubor. –Vamos o el autobús nos dejará
Goten rió levemente y lo siguió, ya sin decirle nada. Esa y otras tantas reacciones de Trunks le hacían pensar que él sentía lo mismo por él, solo que era algo orgulloso para confesarlo…
**
Descendieron en un callejón, y se dirigieron al lugar de encuentro con los demás compañeros y profesores. Caminaban sin prisa, después de todo era temprano aún.
-Siento que éste campamento será muy emocionante, ¿No crees eso, Trunks? –Habló de repente Goten, dejando notar lo entusiasmado que se sentía. El pelilila solo suspiró pesadamente
-Hm, será aburrido seguramente, pero es mucho mejor que entrenar con mi papá. –Dijo algo molesto, no tenía muchos ánimos de ir a ese estúpido campamento, pero si se quedaba en la casa Vegeta lo obligaría a entrenar…
Goten no pudo evitar reír alegremente -Te prometo que te sorprenderás. – Sonrió aún más, mirando a Trunks de una manera indescifrable para el pelilia, quien guardó silencio unos momentos.
-… Hace tiempo que estás así de misterioso, ¿qué planeaste? – Interrogó Trunks bastante curioso. Hace tiempo que su mejor amigo le hacía entender que algo interesante pasaría en ese tedioso campamento, y él ya no soportaba las ansias por no saber qué pasaría…
-Nada, nada. ¡Allá están!-Señaló rápidamente hacia donde estaban los demás, estaban bastante lejos, por lo que comenzó a correr, solo para ignorar la pregunta de Trunks. El pelilia suspiró frustrado, detestaba las sorpresas, pero ya tendría tiempo de descubrir qué planeaba el pelinegro.
**
Luego de unas horas, llegaron a ese campamento…
Goten había arrastrado a Trunks a todas las actividades que desempeñaron en el campamento pasando por alto sus quejas. Quería pasar tiempo con su amado, por lo que intentaba mantenerlo entretenido.
Trunks detestaba cada una de esas actividades, pero disfrutaba de toda la atención que recibía de Goten… No podía resistirse a sus súplicas, por más que fingiera que estaba molesto. No podía resistirse a Goten y le encantaba estar con él… Sentía algo especial hacia él, algo que se esforzaba por reprimir…
**
Ya era más de media noche, todos yacían dormidos en sus respectivas carpas… Exceptuando a cierto joven pelinegro que se había mantenido despierto esperando ese momento para llevar a cabo su plan…
-Trunks, despierta, Trunks – Empezó a mover a su mejor amigo mientras lo llamaba en voz baja, procurando que nadie los oyera. Trunks arrugó el entrecejo y gruñó fastidiado al ser despertado a esa hora
-Mmm, ¿qué quieres? –Preguntó molesto, apartando las manos de Goten de su cuerpo para seguir durmiendo, pero Goten seguía insistiendo
-Quiero que me acompañes, ven.- Siguió moviéndolo, Trunks abrió sus ojos y le lanzó una mirada fulminante al menor
-Es muy tarde, tengo sueño. – Dijo e intentó darse la vuelta, pero Goten lo tomó del brazo tratando de tirarlo hacia arriba para levantarlo.
-Te aseguro que lo perderás, vamos, necesito decirte algo importante – Trunks no pudo resistir más, suspiró cansado y se levantó él mismo, zafándose del agarre del pelinegro con brusquedad
-Qué molesto. –Murmuró resignado, Goten sonrió victorioso
Ambos salieron de la tienda de campaña, procurando hacer el menor ruido posible para no llamar la atención de los superiores. Se elevaron levemente y se alejaron de allí con rapidez, en dirección al bosque. Una vez que Goten pensó que estaban bien apartados, descendieron.
-¿A dónde me quieres llevar? – Preguntó algo ansioso el mayor, aun conservando en su rostro una mueca de molestia por ser despertado en medio de la noche. Goten lo miro con una media sonrisa
-Será una sorpresa –Respondió con simpleza, para después guiñarle un ojo. Trunks se sonrojó levemente ante ese gesto, pero ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar cuando el menor lo tomó de la mano y comenzó a caminar.
Tanto él como Goten tenían un rubor en las mejillas, solo que el pelinegro caminaba feliz, con una gran sonrisa en su rostro, mientras el mayor miraba hacia otra parte intentando ocultar su nerviosismo. Caminaron hasta salir del bosque en silencio, siendo iluminados por la luz de la luna. Se miraban de reojo, algo avergonzados, pero sin soltar el agarre en ningún momento…
-Aquí es… - Avisó el pelinegro, parando en un prado a orillas de un río, aún sin soltar la mano del otro. Trunks se detuvo y observó el lugar, le llamó la atención que cerca de allí había una tienda de campaña iluminada por dentro, siendo ese lugar tan deshabitado…
-¿Por qué me trajiste hasta este lugar? –Se atrevió a preguntar Trunks, dirigiendo la mirada a su amigo. Goten dejó ir un largo suspiro, para después mirar al peli-lila
-Tenía que decirte algo muy importante Trunks… - Empezó decidido, se acercó al mayor y puso sus manos sobre sus hombros. – Yo… - Trunks lo miraba fijamente a los ojos, haciendo que Goten perdiera la confianza que tenía y se sintiera nervioso -E-es q-que… - Titubeó, dirigiendo la vista a otra parte -Mierda, no conté con que mis nervios me traicionarían…
El mayor lo miró confundido, nunca había visto a Goten nervioso, él siempre había sido más directo -Dime Goten, sabes que no me gusta esperar. –Intentó apresurarlo, no podía tolerar que lo dejaran con intriga, quería saber ya mismo lo que le pasaba al otro. Goten pasó saliva, volvió a dirigir la mirada al mayor
-… T-tú… Tú m-me…- Sus manos temblaban levemente, Trunks comenzaba a preocuparse. Goten suspiró nuevamente y presionó sus manos contra los hombros del otro. - Me gustas, Trunks… -Confesó, mientras sus mejillas se tintaban de un carmesí intenso. Trunks sintió que todo el aire se escapaba de sus pulmones ante su declaración. –Hace tiempo que yo… Me enamoré de ti, Trunks. Dime, ¿Tú sientes lo mismo? –Preguntó ansioso, ver a Trunks tan callado le hacía sentir nuevamente miedo a que lo rechazara…
El peli-lila se había quedado petrificado ante esas palabras, ¿Goten, su mejor amigo de la infancia, le acababa de decir que sentía algo por él? ¿Goten estaba enamorado de él? No podía creerlo, nunca en toda su vida se lo habría imaginado… Un destello de luz podía notarse en sus ojos, pero no necesariamente por el brillo de la luna…
-Go-goten… Y-yo también… t-te… quiero… -Respondió casi en un susurro, con el rostro notablemente sonrojado, pero con una sonrisa en sus labios. Goten sonrió ampliamente ante su respuesta positiva, sintiéndose muy feliz
-Trunks… - Murmuró, llevando una de sus manos a la mejilla del peli-lila. Éste no se quejó, simplemente se dejó, mientras se miraban a los ojos tiernamente.
Acercaron sus rostros despacio, sin dejar de mirarse. Sus respiraciones se juntaron, el mayor cerró sus ojos esperando el contacto. Goten se detuvo solo unos segundos para poder observar mejor la expresión de Trunks, sonrió por última vez antes de terminar la distancia que los separaba juntando sus labios.
Era un roce inocente, sus labios se mantenían unidos, sintiendo la calidez de los contrarios. Tímidamente comenzaron a mover sus labios, conservando aún el toque tierno de, ese, su primer beso… Goten llevó sus manos hacia la cintura del mayor, mientras éste llevaba sus brazos hacia su cuello volviendo más intenso ese momento. El pelinegro delineó el labio inferior del otro pidiendo acceso, Trunks abrió con timidez la boca, permitiéndole al otro explorar su boca…
Pasaron un rato así, hasta que tuvieron que separarse para poder tomar aire. Ambos se miraron completamente sonrojados, aún conectados por un hilillo de saliva. De forma algo inconsciente volvieron a unir sus labios…
Lentamente, el menor comenzó a tirar hacia atrás a Trunks, hasta que ambos terminaron recostados sobre el césped. Continuaron besándose, ésta vez aumentando la intensidad volviendo ese momento más apasionado. Sus lenguas peleaban entre sí para ver quién controlaría ese beso, siendo Goten el vencedor que recorría cada rincón de la boca del peli-lila
El beso se volvía más demandante, no querían separarse por nada pero nuevamente la falta de oxígeno los obligó a alejarse solo un poco para volver a respirar. Goten no perdía detalle del rostro del mayor, le encantaba verlo de esa manera tan sumisa, con sus labios levemente hinchados por los besos y un rubor en sus mejillas que apenas se veía gracias a la luz de la luna.
Se miraron a los ojos, ambos pudieron notar en la mirada contraria que querían algo más… El pelinegro se dirigió a la oreja del otro para susurrarle de la manera más sensual que pudo… -Que bello te ves, Trunks – Lamió lentamente aquella parte, para después volver a ver su rostro que se veía más enrojecido que antes.
-No digas estupideces, lo arruinas. –Se quejó fingiendo molestia, en un intento de ocultar la vergüenza que sentía y lo mucho que le habían gustado esas palabras. Antes de que el menor pudiera decirle algo, lo tomó de la nuca y con algo de fuerza hizo que volviera a besarlo
Goten correspondió gustoso aquel beso de forma lenta. Se separó luego de unos segundos, para dirigirse al cuello del peli-lila. Depositó cálidos besos en él, e incluso mordió delicadamente algunas zonas para dejar su huella en él, regocijándose con los leves gemidos que dejaba escapar Trunks. Sus manos inquietas comenzaron a pasearse por debajo de la camisa del otro, acariciando su bien formado torso. Subió un poco hasta sus pezones, donde los masajeó suavemente hasta conseguir un gemido ahogado por parte del mayor.
-Go-goten, n-nos pueden ver –Habló avergonzado Trunks, intentando alejar al menor con sus manos sobre sus hombros. Goten se levantó solo un poco, para mostrarle una mirada llena de deseo y una sonrisa coqueta
- Estamos muy lejos de ellos – Apenas le susurró, para volver a unir sus labios en un fogoso beso. Trunks continuó el beso, enredando sus manos en su melena alborotada. Se estaba dejando llevar por el otro, pero el gramo de consciencia que le quedaba no estaba de acuerdo con seguir aquello al aire libre
Trunks se apartó, respirando agitadamente, Goten volvió a besarlo pero rápidamente el mayor se liberó -Pe-pero, ¿y s-si nos escuchan? –Inquirió con la voz temblorosa. Los nervios comenzaban a atacarlo, no podía creer que estaba a punto de tener relaciones con quien hace dos horas era su mejor amigo, y mucho menos que él mismo estaba aceptando que lo iban a hacer…
Goten notó el cambio en el tono de Trunks, estaba más avergonzado que antes y eso le provocaba más ganas de tenerlo entre sus brazos como quería… -Vamos adentro… -Sugirió refiriéndose a la tienda de campaña, levantándose y arrodillándose frente al otro. Trunks asintió lentamente, ambos se levantaron del césped y se dirigieron a su refugio.
Apenas Trunks ingresó de rodillas en la carpa, Goten lo abrazó por detrás de forma posesiva, a la vez que repartía tiernos besos en el cuello y nuca de su ahora pareja. –Aquí nadie nos verá… Ni te oirán gritar… - Susurró a su oído, Trunks sintió su rostro arder aún más ante esa indirecta tan directa del menor…
Las manos del pelinegro nuevamente se aventuraron debajo de la camiseta de Trunks, para comenzar a levantarla y quitársela. La lanzó contra el piso e hizo que el otro se recostara sobre el amplio saco de dormir que había colocado. Se acomodó sobre él y unió sus labios en un beso lujurioso, pero no tan apresurado. Ambos querían pasar a lo siguiente, pero procurarían avanzar lentamente ya que sería la primera vez de los dos…
Goten se pegó más a él, provocando que sus miembros semi-erectos se rozasen aun dentro de sus bermudas. Ambos jadearon por el contacto, el pelinegro volvió a mover sus caderas contra las del mayor, obteniendo un nuevo roce placentero. Siguieron besándose, Trunks tímidamente correspondió a los movimientos con su cadera, mientras llevaba sus manos algo temblorosas a la espalda del menor, colándose por debajo de su camiseta para quitarla del camino. Goten se alejó del otro para terminar de quitársela, dejando a la vista su bien formado físico debido a los entrenamientos.
Trunks admiró el cuerpo bien formado de su pareja gracias a la luz tenue de la lámpara de la carpa. No podía dejar de mirarlo, se veía perfecto, sus músculos bien marcados lo enloquecían. Un rubor se extendió por sus mejillas, Goten sonrió al verlo tan embobado
-Me esforcé entrenando para ti, Trunks. ¿Te gusta lo que ves? –Preguntó con cierto toque divertido, notando claramente que al otro le gustaba su cuerpo. Trunks giró su rostro solo un poco para no mirarlo a los ojos, aunque aún sentía su mirada penetrante sobre él…
-S-sí… me gustas Goten… - Murmuró casi entre dientes, rápidamente se levantó y unió sus labios con el manor para que ya no lo avergonzara. Se tiró nuevamente, arrastrándolo con él
Al pelinegro comenzaba a dolerle su erección, y sabía que al otro también, por lo que se incorporó solo un poco y como pudo logró quitarle los pantalones junto con la ropa interior al pelilia, dejándolo completamente desnudo a su merced.
-¿Te había dicho que te ves hermoso? –Comentó inocentemente, observando detenidamente cada parte del mayor. Trunks gruñó molesto, ya cansado de ser avergonzado así, por lo que Goten rió -Date la vuelta –Trunks obedeció sintiéndose devorado por la vergüenza otra vez, dejando a la vista la parte más interesante para Goten… -Wow… -Su boca de abrió inconscientemente al tener esa vista tan esplendida de su compañero, de solo mirarlo sentía que se correría. –Que bien te ves… es tan excitante… -Casi babeaba por la carne del mayor.
Trunks cerró sus ojos con fuerza como si eso impidiera que Goten siguiera mirándolo. Pero los abrió abruptamente al sentir sus manos estrujar sus glúteos. –Go-goten… - Suspiró con sensualidad cuando sintió los labios del otro sobre esa parte… -¡Ahh Goten! –Gimió alto cuando la lengua del pelinegro se abrió paso dentro de su entrada, llenándolo de un placer indescriptible…
Goten se acomodó sobre él nuevamente para dar besos en su espalda, mientras llevaba tres de sus dedos a la boca del peli-lila. Trunks entendió el mensaje, por lo que abrió su boca para comenzar a lamer sus dedos, asegurándose de lubricarlos bien con su saliva. Luego de unos momentos, Goten sacó la mano de su boca
-Respira hondo Trunks… -Dicho eso, metió uno de los dedos en la entrada del peli-lila, quien se quejó de dolor por la intromisión. Cerró los ojos con fuerza intentando no pensar en el dolor, mientras Goten continuaba con su labor. –Relájate o será peor – Susurró con tranquilidad, acercándose a su cuello para distraerlo
Un rato después, al escuchar gemidos por parte del pelilila y ver sus movimientos de cadera pidiendo más, Goten creyó que su entrada estaba preparada para lo que seguía. Se quitó la bermuda y su ropa interior, dejando a la vista su miembro hinchado y enrojecido que palpitaba pidiendo atención. Trunks se sintió algo asustado al verlo, ¿Eso iba a entrar en él? Tragó grueso, desviando la vista.
-Acuéstate de lado Trunks, será más fácil. – Pidió con una leve sonrisa Goten, Trunks le hizo caso y se acostó de lado a un borde del saco de dormir. El pelinegro se acostó detrás de él y lo abrazó por la espalda, rozando su miembro entre las nalgas del mayor para torturarlo.
-Y-ya Goten… M-métemelo ya –Pidió impaciente Trunks, ya olvidando la vergüenza que sentía. Quería sentirlo dentro de una vez, ya no soportaba la espera. Goten sonrió de lado
-Allá voy… -Avisó y a los pocos segundos comenzó a meterse con sumo cuidado
Trunks ahogó un grito de dolor. Presionó la quijada con fuerza y cerró sus ojos tratando de evitar que las lágrimas escaparan de ellos. Él era fuerte, no iba a llorar, debía resistir si quería demostrarle su amor a Goten. Intentó respirar profundo, hasta que Goten se enterró por completo.
-D-dime cuando pueda moverme… -Habló casi en un hilo de voz el menor. El interior de Trunks era tan estrecho y caliente que sentía que iba a enloquecer, necesitaba moverse ya para calmar el dolor de su entrepierna, pero sabía que a Trunks le dolía mucho más por lo que se contuvo.
Llevó una de sus manos hasta el miembro semi-erecto del peli-lila y comenzó a jugar con él para que Trunks olvidara parte del dolor. Pasaron algunos minutos, Trunks sentía dolor aún, pero no era tanto como al principio por lo que movió lentamente sus caderas para que Goten comenzara a moverse.
El pelinegro sonrió ampliamente e iniició un leve vaivén, moverse despacio y con cuidado en el interior del mayor. Quería moverse más, pero debía esperar un poco más o lastimaría a Trunks.
-Mmm… Trunks…- Gimió en voz baja, para después repartir besos y lamidas por su cuello… - No sabes lo apretado que eres… me encanta… - Susurró en su oído con voz ronca. Mordió el lóbulo de su oreja y luego siguió lamiéndolo bastante entretenido
Poco a poco Trunks dejaba de sentir dolor, aún sentía algo de ardor por la intromisión, pero comenzaba a sentir más excitación gracias al roce de sus cuerpos y a la mano traviesa del pelinegro que seguía jugueteando con su miembro ya erecto. Acompañó a Goten con el vaivén, mientras dejaba escapar de su boca leves gemidos
Al poco tiempo, había perdido todo rastro de dolor y solo se dedicaba a disfrutar el momento. Goten aumentaba el vaivén cada vez más, logrando arrancar de la garganta del pelilila los gemidos que intentaba callar.
-Mmm… Goten… ¡Ahh! –Gimió con muchas más ganas cuando sintió el pene de Goten tocar cierta parte que lo enloquecía. El pelinegro siguió rozando aquella parte, mientras Trunks gemía con más fuerza, olvidando el hecho de que se encontraban al aire libre y de que probablemente algún profesor podría haberlos ido a buscar…
-Trunks, e-es increíble… Estás tan caliente –Murmuró entre jadeos el menor de los dos, para prácticamente devorar el cuello del mayor y dejar ciertas marcas que tardarían tiempo en irse de ahí, mientras se deleitaba oyendo sus gemidos
Unos minutos más pasaron así, Trunks se sentía al límite, sus cuerpos se rozaban en su totalidad, Goten tocaba repetidamente ese punto en su interior, la mano del pelinegro masajeaba su miembro de una forma exquisita mientras sentía su aliento caliente en su cuello… Simplemente no podía resistirlo más
-¡Goten! –Gritó con fuerza el nombre de su amado, al tiempo que liberaba su semilla manchando la mano del menor y su pecho. Su interior se contrajo, apretando el miembro del pelinegro de forma irresistible para el otro, quien tampoco pudo seguir más
-¡Trunks! –Gimió su nombre y se vino en el interior del mayor, llenándolo completamente. El peli-lila suspiró al sentir ese líquido en su interior
Ambos se quedaron en esa posición, respirando agitadamente intentando recuperarse luego de ese fogoso pero a la vez tranquilo primer encuentro que habían tenido… El pelinegro, aún en el interior de Trunks, le dio un tierno beso en la mejilla.
-Te amo, Trunks… - Se giró levemente, solo para tomar la parte superior de la bolsa de dormir y cubrirlos a ambos con ella.
-También yo… Goten… -Susurró, con una casi imperceptible sonrisa de satisfacción en su rostro…
Y los dos se quedaron profundamente dormidos. No sabían qué pasaría al día siguiente, tal vez los regañarían por haber desaparecido e incluso los suspenderían, pero nada les importaba. Esa había sido su primera noche juntos, y no iban a separarse…
~FIN~