Cap 26
-¡Oh vamos ¿eso es todo lo que tiene estúpida bestia?! - Vocifero Nebuya mientras levantaba su cuerpo del destrozado piso y sacudía la espada empapada de sangre.
-Nee~ Nee~ Esto es divertido… ¡Yeeeei!.- medio encorvado corrió hasta la enorme bestia que se alzaba con ímpetu ante ellos.- ¿¡Tú te estas divirtiendo!?.- grito mientras daba saltitos.
-¡Basta par de bestias! ¡ Tómense esto en serio y… ay!.- grito mientras llevaba su mano hasta sus cabellos.- ¡Estúpida, mi pelo idiota!- grito envainando de nuevo sus tan apreciadas Sai, dando dos saltos hacia atrás.- ¡Te juro por mi Sei-chan que te voy a matar!.- grito Mibuchi mientras con ágiles y sensuales movimientos se acercaba al fino Jinete que había cortado parte de su hermosa cabellera.
-…-
-¿¡QUE DICES!?.- gritaron todos mientras dirigían su mirada hacia la encapuchada.
-…- miro hacia el moreno el cual estaba luchando contra varios de los jinetes que Himuro había mandado a llamar.
-¡NO IMPORTA TU SOLO ENCARGATE DE QUE NO SE LIBERE!- grito el moreno mientras cortaba la cabeza de uno de sus contrincantes.- ¡LUEGO ARREGLAREMOS LO MEDAS!.- dio vuelta su cuerpo y encajo en la cara de otro un puñetazo.- Esos cascos son duros…- susurro para si mientras sacudía su puño.
-^-^-En otro lugar-^-^-
-¡Midorima por fin te encuentro!.-resonó por la habitación.- Akashi me pidió que… ¿Qué sucede?.- pregunto mirando al rededor.- ¿Momoi?.- se acerco a la pelirrosada mientras acomodaba el fino cuerpo que se encontraba entre sus brazos.-¿Qué sucedió?-
-No pudimos hacer nada…- absorbió con la nariz y seco sus lagrimas.- No pudimos evitar que el bebe muriera.- bajo su mirada mientras acomodaba las mantas que tenia entre sus brazos.
-Buu… baa.- unos morenos deditos aparecieron de entre las mantas que sostenía la pelirrosada.
-¿Pero de que hablas?.- Pregunto con una sonrisa.- ¿Que es lo que tienes ahí?.- se arrodillo frente a la pelirrosada, dejo el cuerpo de Takao en el suelo con delicadeza y corrió las mantas que está, con mucho cuidado, sostenía, dejándolo ver una rechoncha y morena bebe que sonrió al verlo, la mata de cabello azul y los hermosos rubíes que tenia por ojos lo encantaron.- ¿Por qué dices que no pudieron hacer nada si la beba esta aquí?.- llevo su mano a las de la pequeña, logrando que está atrapara entre sus pequeñas manos unos de sus dedos.- Y es muy fuerte.- comentó con una sonrisa.
-Eran dos…- susurro el peliverde. Mientras miraba fijamente al pelirrojo.-
-¿Pero como?.-
-Nació sin respiración ni latido.- contesto mientras bajaba la cabeza y apretaba los puños.
-Pero son hijos de un demonio, no pueden morir, tu cuando naciste tampoco tenias latido.- respondió con el ceño levemente fruncido.
-¿¡Acaso no entiendes !?.- grito Midorima mientras despeinaba sus cabellos.- ¡Yo soy un demonio puro!.-
-¿Y eso que?.- pregunto sin entender mientras miraba a la pequeña bebe.
-¡ELLOS SON HÍBRIDOS DE UN DEMONIO Y UN HUMANO!- grito exasperado retirando los anteojos de su puesto.-
-¡Ya basta!.- resonó de manera desgarradora por el lugar.- ¡No discutan, ya déjenlo, no quiero escuchar más por favor!.- llevo sus temblorosas manos hasta su rostro.
-Lo siento…- susurro Midorima mientras levantaba el pequeño cuerpo sin vida del frio suelo.- Momoi, hazme el favor de trasladarnos a tu casa, Kagami tiene que descansar.- corrió las mantas mirando fijamente el sonrojado y ensangrentado rojo del difunto bebe.- Tenemos que bañarlos y… enterrar a…-
-Daisuke…- sentencio el pelirrojo.
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