Algo andaba mal, era lo único que Sehun podía pensar al ver a su amigo tan serio, Kai jamás se callaba, el idiota hablaba hasta por los codos pero ese día estaba externamente callado, Suho también parecía estar muy mal puesto que sólo estaba ahí mirando su desayuno pero Sehun no podía lidiar con ambos y Kai parecía ser el más fácil de tratar.
-¿Te pasa algo?-le preguntó finalmente.
-¿Eh?
-Pregunté sí estas bien pero supongo que eso es un no-dijo señalándolo con el tenedor que sostenía.
-Lo siento, estoy algo distraído-sonrió pero su sonrisa parecía apagada ese día.
-¿Pasó algo el antro anoche cuando te deje?-preguntó algo preocupado.
Kai pensó en decirle la verdad pero prefirió callarse y sólo negó, Sehun tampoco iba rendirse así que decidió contarle por lo menos la mitad de lo que lo estaba molestando.
-Anoche recordé la promesa que le hice a mi abuela el día que murió-comenzó-Seguir adelante con mis sueños, volverme un buen hombre y enamorarme pero...luego de un análisis de lo que es mi vida eso parece imposible, siento que no voy a poder-sonrió amargamente al recordarlo aquello.
-Pero que dices-dijo Sehun-Tú estás esforzándote, eres un idiota pero un buen hombre y bueno...no estás tan viejo, encontrarás el amor pronto-afirmó intentando animarlo.
-No…yo no lo creo-negó y el recuerdo de Baekhyun de la mano de ese hombre volvió a su cabeza.
-La verdadera valentía no es de aquel que lucha contra todos sino de quien es capaz de atreverse a conquistar aquello a lo que más teme-murmuró.
-¿Qué?-preguntó algo confundido.
-Un gran hombre me dijo eso una vez pero no lo comprendí hasta ahora que madure más-sonrió con nostalgia al recordar a su profesor.
-Sabías palabras-afirmó Kai con una sonrisa volviendo su atención a su desayuno dejándolo pensativo a él.
¿Cuánto tiempo llevaba sin visitar a Leeteuk?, ahora que lo pensaba él ni siquiera había ido a su funeral, nunca había visitado su tumba igual que con Luhan, tenía que verlos a ambos, miró a Suho que entonces también lo miraba y decidió era tiempo de tener su respuesta.
-¿Ya hablaste con Jaejoong?-habló nuevamente dirigiendo en esa ocasión a Suho que rápidamente lo miró nervioso.
-No he encontrado la oportunidad pero...
-¡No juegues con mi paciencia!-advirtió golpeando sus manos contra la mesa a la vez que se levantaba de la silla estrepitosamente haciendo que ambos ocupantes dieran un respingo en su lugar-Quiero el lugar donde está Luhan y rápido, hay algo que no me gusta en esto y sí investigo por mi cuenta te juro que vas a arrepentirte-amenazó antes de abandonar el comedor.
Suho permaneció en silencio bajo la atenta mirada de Kai que no dejaba de pensar que había algo oculto en la nerviosa actitud del mayor, por lo regular esperaría a que Sehun le pidiera investigar pero en esa ocasión iba a tomar las cosas por su cuenta.
*****
Para cuando Luhan despertó se encontró en un lugar totalmente desconocido, había estado varia veces ya en el apartamento de Baekhyun y Rousse como para saber que no estaba en alguno de ellos, comenzó a sentirse nervioso y rápidamente se quitó las mantas suspirando aliviado al ver que toda su ropa seguía en su lugar.
Su cabeza estaba a nada de explotar y unida al hecho de no saber donde rayos estaba no parecía mejorar, la imagen de Sehun volvió a su mente como si nuevamente estuviese viéndolo de frente y quiso llorar, ¿por qué tenía que pasarle eso?, se preguntó a sí mismo sin encontrar una respuesta lógica.
-Veo que ya despertaste-la voz desconocida lo sobresalto y al levantar la mirada una amable sonrisa familiar lo recibió-Buenas días.
-Kris-murmuró.
-Es bueno saber que me recuerdas, no nos hemos visto en once años después de todo-sonrió caminando hasta estar frente a él-Aquí tienes-dijo ofreciéndole un par de píldoras y agua-Es para la resaca-explicó ante la mirada desconfiada del castaño.
Luhan decidió tomarlas entonces, se puso las dos píldoras en la boca y las pasó con el agua que se bebió casi sin respirar, su garganta rogaba por agua y ese pequeño vaso le pareció insuficiente, miró nuevamente a Kris que seguía sonriéndole y él no pudo hacer lo mismos, ¿cuándo había olvidado como sonreír por el mero gusto de hacerlo?
Tal vez cuando le dijeron que Sehun ya no estaba, tal vez él se lo llevó todo con él pero no era su culpa porque Luhan le había entregado su vida entera por cuenta propia y realmente no se arrepentía porque aunque poco, había sido el tiempo más feliz de su vida.
-Tienes suerte de que haya sido yo quien te encontró en ese lugar cuando te desmayaste, pudo haberte pasado algo, tú ya no eres un niño y deberías tener más cuidado sobre…
-¿Es tu hija?-cortó su sermón señalando la fotografía de la preciosa rubia a un lado de la cama.
-Es Stephanie, mi hermana menor-respondió mirando con melancolía la fotografía.
-Ya veo-murmuró, Kris lo sabía, sabía lo difícil que era perder a la persona que más se quería.
-¿Y cómo has estado?, ¿qué has hecho?, ¿en que trabajas?-le preguntó intentando borrar la mirada de tristeza de Luhan sin saber que esa ya era permanente.
-Soy el vicepresidente de Enticement y...voy a casarme con Lay-respondió en un murmulló.
-¿Con Lay?, vaya eso sí que es una sorpresa-rió de forma casual-Yo en cambió soy soltero y soy psicólogo, fue una sorpresa para todos que eligiera esta profesión-dijo sonando muy alegre.
-Eras el matón del colegió, nadie lo hubiese imaginado-comentó con una sonrisa forzada-Pero debe ser genial eso de ayudar a las personas con sus problemas y todo eso-comentó más por obligación que por deseos de seguir con aquella charla.
-Sí, eso sin duda me hace amar mi profesión aunque por años he cargado con un cargo de conciencia que hasta ahora no me deja en paz-dijo con seriedad.
-¿Sientes culpa?-preguntó confundido con la mirada sería que Kris le daba.
-Yo no pude salvarte a ti-murmuró.
Luhan lo miró sorprendido, sus piernas se movieron por si solas y antes de poder ser consciente de sus actos sus brazos se envolvieron alrededor de Kris que lo estrechó con la misma fuerza que él utilizaba mientras derramaba las lágrimas que no recordaba guardarse, Kris había sido el único que siempre pareció entenderlo e incluso intentó detenerlo once años atrás pero Luhan no lo escuchó y él no pudo hacer nada y ahora que lo veía así, tan miserable y triste aquella culpa que había sentido desde que lo había dejado ir aquel día únicamente se hizo más grande.
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-¿Así que te vas?-preguntó el rubio mientras entraba a la habitación del más pequeño.
-Tengo que hacerlo-respondió Luhan continuando con su tarea de hacer su equipaje.
-Lamento mucho que él…
-No lo digas-murmuró con la voz quebrada-No quiero escucharlo más, tan sólo…únicamente quiero poder hacer pagar a los culpables-masculló entre dientes mientras amargas lágrimas bajaban por sus mejillas.
-La venganza no es la respuesta-aseguró.
-¡¿Y tú que sabes?!-preguntó alterado pero Kris no se inmuto-¡El malnacido que me torturo por años no tiene ningún derecho a venir a hablarme de lo que es correcto e incorrecto, no deberías tener cara para eso!
-Lo sé…únicamente tenía que decírtelo-explicó con calma.
-Ahórrate esa basura para ti-Kris suspiró mirándolo hacer sus maletas con rabia.
-Él te quería mucho-aseguró tomando la mano de Luhan que arrojaba sobre su maleta un pantalón-No lo vi más que en fotografías pero aquel día lo escuche, fue gracioso sabes, no me conocía pero estaba celoso porque yo viniera a buscarte y cuando te miraba en esas fotografías en la revista, de verdad se notaba que te adoraba más que a nada en el mundo-dijo con una sonrisa cálida.
Las lágrimas que Luhan derramaba se volvieron audibles lamentos, Kris lo dejó abrazarse a él con mucha fuerza, quería detener a Luhan porque algo le decía que era lo correcto pero no podía obligarlo tampoco, Luhan debía encontrar su camino por sí mismo.
-Debo hacer esto, se lo debo a él-sollozó.
-Si eso crees está bien entonces, no voy a detenerte-Luhan lo miró agradecido aunque él realmente se sentía mal por permitirle hacer eso.
Lo ayudó incluso a hacer sus maletas y lo acompañó hasta el auto que lo esperaba frente a las puertas de EXODUS para sacarlo de ahí y llevárselo lejos.
-Mucha suerte Luhan-sonrió.
-Muchas gracias…por todo…comenzamos mal pero creo que hubiésemos sido buenos amigo-dijo antes de dejar un pequeño beso en su mejilla y finalmente abordar el auto que se lo llevo.
-Sólo espero que no cambies-musitó.
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Ahora veía que su deseo había sido inútil porque Luhan se había transformado en algo que jamás debió ser, Luhan se relajó luego de lo que parecieron horas, Kris lo dejo usar el baño para que se refrescara un poco y fue a la cocina para prepararle algo de café y hablar un poco más, algo le decía que Luhan tenía algo que decirle y estaba más que dispuesto a escucharlo.
Cuando Luhan se unió a la mesa con él ya sin todo ese maquillaje, con el cabello algo más acomodado y con esa expresión tormentosa, Kris finalmente pudo decir que estaba viendo al Luhan de once años atrás, ese chico temeroso que lucía muy pequeñito y frágil.
-Tengo algo de frió-dijo en un murmullo.
Kris se levantó casi al instante y fue a su habitación de la cual regreso con un abrigo suyo que a Luhan le quedo bastante grande, recibió una pequeña sonrisa como agradecimientos y por algún tiempo ninguno de ellos dijo nada dedicándose tan sólo a tomarse su café.
-Cre-creo que estoy volviéndome loco-habló finalmente Luhan rompiendo profundo silencio entre ellos.
-¿Loco?-inquirió presándole toda la atención del mundo.
-A-ayer yo…lo vi…estaba celebrando mi despedida de soltero y lo vi…ahí frente a mí y sólo pude correr-explicó.
-¿Has pensado que puede ser por el alcohol?, estabas muy mal ayer-señaló Kris.
-No yo…lo había visto antes…en el lugar donde lo conocí y ese día no había bebido nada y…estaba ahí y…no lo sé…tal vez…tal vez intente decirme algo-dijo angustiado, confundido y sobre todo asustado.
-¿Eso crees?-
-Es que ya no lo sé…tal vez sea mi imaginación o puede que sea él y trate de decirme que estoy haciendo todo mal…que no debo casarme con Lay-ya no sabía ni que creer.
-¿No quieres casarte con Lay?
-Yo…es que…
-¿Por qué estas con Lay?-preguntó.
Esa una buena pregunta, Luhan ya sabía la respuesta pero no se atrevía a decirle a Kris que lo hacía por venganza, que Lay era una herramienta para hacer sufrir a Suho porque lo culpaba de lo que había pasado, porque nunca lo había querido junto a Sehun y porque siempre buscó separarlos.
-Yo...no trato de hacerle daño...no a él ni a mis amigos pero yo...no puedo evitarlo y aunque sé lo bastardo que soy sólo...dios, yo soy un hijo de puta con Baekhyun y él continúa tratando de ayudarme-susurró y nuevas lágrimas comenzaron a correr-No soy malo...tan sólo quiero que Sehun esté en paz... Y sé que Lay me quiere demasiado y no hay día que yo no me odie por ser tan imbécil con él pero...no puedo porque cuando me toca siento que lo traiciono a él...me siento sucio-sollozó.
-¿Y cuándo lo viste, que sentiste?-preguntó.
-Yo...ni siquiera lo sé...sólo corrí y no sé sí trataba de huir o ir tras él...y todo es tan jodidamente confuso y me caso el sábado pero...estoy tan asustado... ¿qué sí Sehun intenta decirme que no lo haga?...yo...no quiero que él me odie-explicó sin poder dejar de llorar.
-Él jamás te odiaría, te lo dije, te miraba con una devoción infinita-aseguró.
-Pero...
-Como especialista te digo que el problema real está en ti, estas asustado y de alguna forma sientes que estas faltándole a Sehun como ya dijiste, lo que necesitas es un cierre-explicó.
-¿Un...cierre?-hipó limpiándose desordenadamente las lágrimas.
-Intenta esto, despídete-indicó.
-¿Cómo?
-Date un tiempo para ti mismo, visita su tumba...
-Yo lo hago...todos los fines de semana lo hago-afirmó rápidamente.
-No lo dudo pero estoy seguro que jamás le has dicho adiós, ¿lo has hecho?-Luhan negó pero es que esa idea le desgarraba el corazón-Eso debes hacer Luhan, tienes que tener un tiempo para decirle adiós, no te digo esto porque debas olvidarlo, eso nunca podrás hacerlo pero esto te ayudara a entender que él se fue aunque su recuerdo siempre te acompañara-sonrió con amabilidad.
-Entiendo-musitó con pesar.
-Esto va ayudarte y puedes venir a verme después sí quieres-propuso.
-Está bien...gracias-sonrió débilmente de vuelta-Debo irme ya.
-Está bien, ¿quieres que te lleve?-Luhan negó con la cabeza-Muy bien, mucha suerte con tu boda y recuerda lo que dije.
-Lo haré, de nuevo gracias-Kris asintió, lo acompañó hasta la puerta y luego de otro pequeño adiós finalmente estuvo fue del apartamento del más alto y caminando por las calles, había decidido que tenía algo que hacer.
*****
Luego de aquel percance con Suho, Sehun no podía continuar en el mismo lugar que él, había decidido entonces que tenía que ver a Leeteuk, se lo debía, que perdiera la vida era su culpa y lo menos que Sehun debía hacer era visitar la tumba de su profesor.
La imagen que tuvo aquel día cuando lo había encontrado aún seguía apareciendo en sus sueños recordándole que de no haber sido por su culpa el mayor seguiría vivo, la esposa de Leeteuk estaba embarazada cuando él murió, había pensado muchas veces en ir a verla y asegurarse de que a ella nunca le faltara nada pero no podía porque no tenía cara para hacerlo, no cuando él había sido el causante de la muerte de su compañero de vida y el padre de su hijo.
Se detuvo en una florería buscando algo que pudiera llevarle al mayor, su mirada se detuvo en una bella flor de loto blanca e inmediatamente la imagen de Luhan llegó a su memoria, Luhan decía que sus flores favoritas eran los Lirios de los valles porque le recordaban a su madre pero sabía que eso había cambiado cuando él le dio aquella flor.
¿Por qué me regalas una flor de loto?, no es que no me guste, es lindo pero sabes cuál es mi flor favorita…
Bueno…cuando decidí regalarte una flor no quise que fuera el tiempo de flores que todos obsequian comúnmente además de que quería que esa flor reflejara la forma en que yo te veo…hermoso, puro, limpio, perfecto, para mí eres eso y mucho más por eso decidí que esa flor era perfecta para ti…
Tomó la flor y le pagó por ella a la encargada observándola con atención mientras seguía su camino, era pequeña, hermosa, desprendía un dulce aroma y sin duda le recordaba a su pequeña estrella y también a Leeteuk porque había sido su idea después de todo.
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-Hyung~-lloriqueó por millonésima vez.
-Sehun-masculló irritado.
-Tan sólo ayúdame con esto y podremos regresar a la clase-prometió viendo como el mayor fruncía más el ceño y no le quedo más que utilizar su mejor puchero contra él.
-Está bien-resopló resignado.
-¡Gracias hyung!-chilló alegremente.
-Dices entonces que hay un chico regalándole flores a Luhan y a ti te molesta y quieres hacer lo mismo, ¿verdad?-preguntó conteniendo su sonrisa cuando vio a Sehun fruncir el ceño y asentir.
-Es así pero…yo quiero que la flor que le dé a mi pequeña estrella sea especial, única-explicó.
-¿Única?-preguntó curioso.
-Sí, algo que sea como él pero que cuando lo vea le recuerde a mí, no quiero regalarle rosas o margaritas como haría cualquier otro, quiero algo especial, una flor que él pueda llamar nuestra-afirmó.
-¿Conoces las flores de Loto?-preguntó Leeteuk y él asintió algo extrañado-La flor de Loto crece en el fango y se alza sobre la superficie para florecer con remarcable belleza y aun cuando ha sido tocada por la impureza el loto se mantiene igual de puro, en la religión budista el agua lodosa que acoge la planta está asociada con los malos actos humanos y los deseos carnales, y la flor inmaculada que florece en el agua en busca de la luz es la promesa de la belleza, la perfección, la pureza y la gracia-explicó.
-Entiendo tú clase de botánica y religión pero esto que tiene que ver con…
Su frase se quedo en el aire cuando se dio cuenta lo que Leeteuk trataba de decirle, Luhan era así, estaba rodeado de cosas malas amenazándolo justo como las impurezas al loto pero aun así se había mantenido puro y hermoso aun sobre todo eso, esa flor era como Luhan y por ello era perfecta, como él.
-¿Lo has entendido ya?-preguntó Leeteuk con una sonrisa.
-Luhan es mi flor de Loto-musitó con una sonrisa dulce ante ese pensamiento.
-La flor de loto existe en cuatro diferentes colores, azul que significa sabiduría y conocimiento, rojo que representa las cualidades del corazón, como el amor, la pasión y la compasión, blanco que significa pureza y rosa, este color es el más especial de todos ya que simboliza el espíritu y está relacionada con las divinidades, yo te recomendaría regalarle un loto blanco o rojo, me perecen más adecuados por su significado-sonrió.
-¡Muchas gracias Hyung!-chilló feliz por tener la oportunidad de darle algo especial a Luhan.
-De nada pero es hora de seguir con las clases-sentenció.
-Hyung~-lloriqueó haciendo reír al mayor que no tomó en cuenta su berrinche.
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Una sonrisa surcó sus labios luego de recordar aquello, si tuviera la oportunidad de elegir entre vivir o regresar a aquellos días no dudaría ni un segundo en pedir regresar a aquellos días, un nudo se formó en su garganta al darse cuenta de que hacía un largo rato que había entrado ya al cementerio, levantó la mirada para buscar la tumba del mayor y fue ahí que su corazón dejó de latir.
Luhan estaba ahí, estaba lejos pero lo podía ver perfectamente, estaba llorando frente a una tumba que no sabía de quien era, el aire se quedó atrapado en sus pulmones mientras lo observaba, ¿era una alucinación?, se preguntó mientras su piernas comenzaban a moverse con torpes pasos hacia él.
-Te amo Sehun…juro que lo hago pero…es hora decirte adiós porque te prometí seguir adelante-lo escuchó sollozar con fuerza.
Era real, no estaba soñando, sus labios se abrieron listos para gritar su nombre pero entonces alguien lo sujetó por la espalda y cubrió su boca con un pañuelo, intentó luchar contra su captor pero era inútil, un peculiar olor en el pañuelo que cubría su nariz y boca hizo que sus fuerzas lo dejaran y sus ojos se cerraron rápidamente, todo se volvió negro dejándolo imposibilitado para llamarlo, para correr a él y tomarlo entre sus brazos, para que hacerle saber que estaba ahí, que estaba vivo y que seguía amándolo como el primer día y en lugar de eso sus sentidos lo abandonaron sumiéndolo en una oscura desesperación al saber que lo perdía por segunda vez.