Luego de salir del apartamento de Kris había estado vagando sin rumbo, no sabía que hacer y únicamente quería escapar tan lejos como pudiera para olvidarse de todo pero aun tenía que vengar a Sehun y huir no era una opción para él, no podía volver a ser el estúpido niño llorón y cobarde de once año atrás, él era inútil y estaba mejor en el olvido.
Sus piernas se movían como si tuvieran voluntad propia, muchas personas lo miraban porque seguramente debía lucir lamentable, no podía detener las lágrimas porque aún cuando se esforzaban no podía evitar seguir siendo débil y si decía adiós posiblemente iba a morirse pero ya estaba frente a la entrada del cementerio.
Caminó ese tramó que ya conocía perfectamente hasta finalmente estuvo una vez más frente a esa tumba de mármol negro que tenía su nombre en bellas letras doradas, estaba en perfecto estado y verla así lo hacía sentir como si hubiera sido ayer pero no, habían pasado ya once años y si la tumba seguía tan impecable era porque él se había encargado de limpiarla siempre que venía a verlo.
-Hola-saludó con un hilo de voz y una sonrisa lastimera.
Sehun no iba responder y lo sabía, no sería como antes cuando se miraban a los ojos y se decían un tonto hola porque no sabían que más decirse, porque sus sonrisas de estúpidos enamorados los idiotizaban más que ninguna otra cosa dejándolos sin palabras.
-Yo…probablemente te estés preguntando que hago aquí, ¿verdad?-rió o más bien sollozó intentando sonar casual-Normalmente vengo los fines de semana pero…el sábado me casare y probablemente no pueda venir y…-las lágrimas corrieron más abundantes y rápidas.
Todo su cuerpo comenzó a temblar mientras se deshacía en audibles lamentos e intentaba inútilmente limpiarse el rostro con la manga de esa chaqueta que no era suya pero que Kris había dejado que se quedara, eso dolía mucho más que la primera vez y sus palabras no querían salir o mejor dicho él no quería pronunciarlas.
-Te extraño tanto-sollozó lamentablemente.
No llores, no me gusta cuando lloras…
Sehun muchas veces le había dicho y seguramente sí ahora estaba observándolo debía estar muy preocupado al verlo así pero no podía evitarlo porque dolía demasiado, sentía como si le estuvieran arrancado ese pequeñísimo retazo que llamaba corazón y lo mantenía vivo de alguna forma.
-Te he visto…sé que dirían que es mi imaginación pero…yo creo que si eres tú y que…no lo sé, ¿estás molesto conmigo?-preguntó entre lágrimas.
Necesitaba saber la respuesta a esa pregunta pero nada pasaba y eso estaba torturándolo, no quería lastimar a Sehun aunque él ya no estuviera pero no podía retroceder tampoco y eso estaba enloqueciéndolo porque no tenía ni idea de que era lo que sucedía.
-Te amo Sehun…juro que lo hago pero…es hora decirte adiós porque te prometí seguir adelante-dijo sollozando con fuerza, tal vez estaba siendo escandaloso pero le daba igual lo que las demás personas pudiesen llegar a pensar además de que él estaba lo suficientemente concentrado en lo que hacía como para no notar a todos los demás-Debo hacer esto Hunnie…necesito que lo entiendas por eso…por favor-necesito una señal de que lo entiendes y que…que no me odias-suplicó.
Nada pasó y Luhan no sabía que más hacer, estuvo ahí llorando como un niño por horas, necesitaba tanto de su abrazo entonces, quería sentirlo ahí, quería que lo besara de nuevo pero eso jamás iba a volver a pasar y debía aceptarlo por fin.
-Sehun-susurró-Debo irme y…tal vez ya no…ya no venga tan seguido y…yo…t-tan sólo…adiós-soltó finalmente y sintió morirse ahí mismo.
Se obligó a dar la vuelta y comenzar a caminar sin mirara atrás hasta que a lo lejos vio algo en el suelo, se detuvo encontrándose con una flor de loto blanca, se giró rápidamente esperando encontrarlo pero no había nadie aunque sabía que esa flor era su forma de despedirse por fin, un lamento salió de entre sus labios mientras se giraba y salía corriendo de ahí.
No podía seguir ahí, no quería arrepentirse ya que había tomado una decisión y Sehun le había dado su bendición, tenía que seguir aunque eso lo fuera destruyendo cada día, no paró en ningún momento hasta que finalmente estuvo en su apartamento donde comenzó a llorar como un recién nacido de rodillas frente a la puerta ya cerrada con seguro para que así no estuviera tentado a salir corriendo de vuelta.
*****
El efecto de lo que fuera que utilizaron para dormirlo no duró demasiado y para cuando estaba cruzando la puerta de su hogar este se estaba disipando lo suficiente como para que fuera consiente del lugar donde se encontraba, de los hombre que lo llevaban casi arrastrando y de la voz alarmada de Kai al verlo.
-¡¿Qué mierda le han hecho?!-preguntó alarmado su mejor amigo que intentó llegar a él siendo detenido por Suho.
La sola imagen de su hermano mayor término de eliminar los remanentes de su aturdimiento y cuando trató de lanzarse contra él para matarlo con sus propias manos los hombres lo sujetaron mucho más fuerte.
-¡MALDITO HIJO DE PUTA!-gritó rabioso-¡¿CÓMO MIERDA TUVISTE EL VALOR PARA MENTIRME Y DECIRME QUE LUHAN ESTABA MUERTO?, VOY A MATARTE!-amenazó.
-¡¿Qué, tu Luhan está vivo?!-preguntó sorprendido Kai alternando su mirada entre Sehun y Suho.
-¡ESTE MALNACIDO ME HIZO CREER QUE HABÍA MUERTO PERO ACABO DE VERLO, ESTA VIVO, ¿CÓMO MIERDA ME HAS HECHO ESTO?! ¡SOY TU JODIDO HERMANO!-soltó todo gritando mientras luchaba por liberarse.
-Sehun yo…
-¡HARÉ QUE PAGUES ESTO, VOY A MATARTE CON MIS PROPIAS MANOS!-amenazó.
-¡Lo siento Sehun, de verdad que lo hago, he vivido once años sabiendo que soy la peor de las escorias por hacerte esto pero tan sólo quería protegerte, yo creía que tú tenias esquizofrenia y eso te hacia inestable por eso eras peligroso para él y para ti mismo, cuando ese accidente pasó yo no supe que otra cosa hacer y…enviarte lejos de él fue lo que creí mejor!-explicó angustiado, sentía que estaba entrando en pánico.
-¡TE DEMOSTRÉ QUE NO TENÍA ESA PUTA ENFERMEDAD Y AUN ASÍ TE CALLASTE!-lo acusó.
-Lo sé pero…ya no podía decírtelo…Luhan ya había rehecho su vida y no podía hacerle eso cuando por fin se había atrevido a seguir adelante-dijo afligido.
La felicidad de Luhan era la prioridad de Sehun pero sabía perfectamente que la de Suho no era esa, entonces ¿por qué era que se había callado?, ¿por día ser remordimiento por lo que le había hecho sufrir?
Por supuesto que MI prometido es alguien maravilloso…
Lay, la respuesta le cayó como una tonelada de concreto, Luhan era la persona con quien Lay iba a casarse y eso iba a pasar únicamente si lo mataban realmente, rugió cual animal herido y los hombres que lo sujetaban apenas pudieron contenerlo, Kai se apresuro a sacar a Suho de su camino pero ni eso lograba mantenerlo quieto del todo.
-¡TU IMBÉCIL JAMÁS VA A TENER A MI LUHAN, VOY A MATARLO ANTES DE QUE SIQUIERA SUEÑE CON SU PUTA BODA, LUHAN ES MIO Y VOY A RECUPERARLO!-sentenció.
-¡Sehun eso ya es imposible, Luhan está tratando de ser feliz, déjalo ya, date cuenta que es tarde para volver!-pidió alterado su hermano mayor.
-¡A TI TE IMPORTA UNA MIERDA LA FELICIDAD DE LUHAN, LO QUE TÚ QUIERES ES VER A ESE JODIDO BASTARDO MENTIROSO FELIZ Y NO VA A PASAR, IMPEDIRÉ ESA BODA Y TOMARE DE VUELTA LO QUE ES MÍO!-aseguró.
-Lo siento Sehun pero no voy a dejarte-dijo con tristeza-Ya saben que hacer-les dijo a los hombres que lo retenían.
-¡SUÉLTENME!-gritó rabioso cuando ellos comenzaron a arrastrarlo hacia las escaleras-¡KAI!-llamó pero él no hizo nada.
-Lo siento Sehun...en esta ocasión estoy de acuerdo con Suho hyung, tal vez si tu…no, tal vez si Luhan estuviera solo y estancado yo te apoyaría para que lo recuperaras pero él ya tiene su vida, es injusto que intentes destruir eso, es egoísta-dijo con pesar.
-¡TRAIDOR HIJO DE PERRA!-gritó sin poder detener a los hombres que lo llevaban hacia su habitación-¡HARÉ QUE PAGUES MUY CARO ESTO SUHO, CONSEGUIRÉ ESCAPAR Y CUANDO LO HAGA RECUPERARE A LUHAN Y HARÉ QUE LA VIDA DE TU PUTO IMBÉCIL SEA UNA MIERDA!-advirtió.
Los gritos de Sehun se escuchaban por todo el lugar mientras seguía exigiendo ser liberado y lanzando maldiciones e improperios a su persona, a Kai y a Lay, sus puños se apretaron y cerró los ojos intentando contener las lágrimas, se sentía el peor malnacido sobre el mundo y sabía que lo era pero era tan débil e incapaz de sacrificar a Lay, quería odiarlo en esos momentos pero no podía.
-Tranquilo, estás haciendo lo correcto-aseguró Kai poniendo una mano sobre su hombro.
-Tú… ¿por qué?-preguntó sin comprender.
-Porque ya no se puede hacer nada, cometiste un error y eso es horrible pero ese pobre chico se ha esforzado por salir adelante y no es justo que pague por algo de lo cual es totalmente inocente-explicó seriamente.
-Soy un monstruo-afirmó.
-Lo eres pero Luhan no tiene la culpa de tu estupidez-sentenció alejándose finalmente para dejarlo solo.
*****
Había sido un idiota al pensar que iba distraerse sí iba al trabajo luego de lo que había pasado en el cementerio, había llegado a medio día luciendo esa máscara de falsa fortaleza que casi se había derrumbado cuando se había topado con Lian.
Lulu, no hubieses venido pero bueno, supongo que no te puedes estar quieto cuando falta tan poco para el sábado...
Eso le había dicho con toda la emoción del mundo y Luhan por un instante sintió que iba a desmoronarse por aquellas inocentes palabras que ahora lo torturaban.
Jueves, ya era jueves y Luhan se sentía morir, todo lo estaba atormentado, la noche anterior había soñado con Sehun y luego de esa mañana estaba seguro de que iba a enloquecer, necesitaba algo que lo distrajera pero no había nada, Baekhyun no le había hablado desde que lo había visto llegar e incluso lo miraba de forma rencorosa.
Rousse le había gritado por teléfono hasta de lo que se iba a morir, no quería ver a Lay y lo estaba evitando cuando llamó, Chanyeol casi le había dado un puñetazo en cuanto lo había visto llegar a las puertas de Enticement, Ying Hui lo había llamado veinte minutos atrás preguntándole el porqué no iba a verla pero no podía buscarla cuando estaba tan mal porque sabía que iba a hacer algo estúpido como descargarse con ella y tampoco quería que lo escuchara llorar, se sentía solo y había pensado en ir de vuelta con Kris pero no se había atrevido y el trabajo apenas lo mantenía concentrado unos segundos, iba a explotar.
-¡Espere, no puede entrar!-escuchó decir a su secretaria antes de que la puerta de su oficina se abriera estrepitosamente.
La mirada enojada de su tío Jaejoong chocó con la suya totalmente vacía, lo último que necesitaba eran más problemas pero era obvio que ese día no era para él, tal vez debió quedarse en la casa a seguir llorando hasta que se desmayara como la noche anterior.
-Se-señor yo…
-Déjalo-le dijo a la preocupada mujer que asintió al instante y salió a toda velocidad de ahí-¿Qué quieres?-le preguntó irritado.
-¿Se puede saber que diablos tienes en la cabeza?-exigió saber-Tu padre ya me dijo lo que le hiciste, eso es demasiado Luhan, incluso para ti-dijo enojado.
-¿Antes se odiaban y ahora eres su defensor?-inquirió mirándolo con fingida sorpresa-Es muy lindo que se lleven bien pero a mí me importa una mierda así que si no dirás nada útil sal de aquí-ordenó.
-¡No me hables así!-advirtió dando un fuerte golpe sobre el escritorio de Luhan que no se inmuto en lo más mínimo-¡¿Qué rayos pasa contigo?, es tu padre con un demonio, no puedes alzarle la mano a él, le debes respeto!-declaró colérico.
-¡Ese hombre dejo de ser mi padre en el momento que me echó de mi hogar y renegó de mí, no le debo absolutamente nada y si sigo soportando su maldita persona es porque Ying Hui está con él y nada más, ya no soy su jodido imbécil y si se atreve a tocarme le voy a responder!-sentenció igual de alterado.
-¡Sigue siendo tu padre aunque no lo quieras!-sentenció.
-¡Me importa un carajo, no permitiré nunca más que nadie pase sobre mí sea quien sea!-afirmó.
Jaejoong miró con tristeza como la mirada de Luhan sólo reflejaba odio, ese ya no era el pequeño que su adorada hermana tanto había amado, ese hombre era un total desconocido que ya no sabía cómo era la vida y le destrozaba el corazón ver a lo que habían orillado al que una vez había sido su dulce sobrino.
-Tu madre estaría tan decepcionada-aseguró.
-Que bueno entonces que está muerta para que no tenga que verme-respondió seriamente.
Jaejoong cambió su expresión de sorpresa a una de horror total al escucharlo decir aquello, negó repetidas veces y antes de hacer una tontería salió de esa habitación dejando a ese monstruoso ser solo, ese ya no era Luhan, ese hombre era un demonio.
Luhan se pasó una mano por el rostro mientras suspiraba con pesadez, miró el anillo en su mano derecha y sintió ganas de llorar una vez más, se casaría con Lay el sábado pero era incapaz de llevar su anillo, era tan difícil, quería que todo acabara, tan sólo quería irse y alcanzarlo, lo había pensado tantas veces, todos decían que el suicidio no era una opción pero para él sería su salvación pero todas esas veces que se había sentido tentado a hacerlo no había podido porque de alguna forma sentía que Sehun lo observaba y nunca pudo reunir el valor suficiente.
La puerta se abrió por segunda vez dejando ver a Baekhyun, su mirada ya no era rencorosa sino suave y angustiada, se acercó despacio hasta estar sentado en una de las sillas frente a su escritorio y tomó su mano con algo de inseguridad por miedo al rechazo pero en esa ocasión Luhan también sujetó su mano.
-Luhan-susurró con angustia.
-No te vayas, no me hables si no quieres pero quédate aquí-pidió.
-Por supuesto que sí-respondió dándole un ligero apretón a su mano.
Al final la compañía de Baekhyun no mejoró nada y término saliendo de la oficina mucho antes de la hora habitual pero tenía que hacerlo o iba a explotar, se sentía prisionero y quería ser libre aunque salir de ahí nada mejoro, vagó sin rumbo alguno esperando aliviar un poco la dolorosa opresión de su corazón pero fue totalmente inútil y no fue hasta que la noche comenzó a caer que sus piernas lo llevaron de vuelta a su apartamento, quería dormir, solo eso quería para evadirse de lo que quedaba de ese día de porquería pero sus planes de vieron arruinados cuando al llegar a casa se encontró con la sonrisa radiante de Lay.
-Hola amor, ¿qué tal tú día?, ¿cómo fue la despedida de soltero ayer?-le preguntó al verlo entrar.
-Bien-susurró en respuesta a ambas preguntas.
-¿Estás bien?-preguntó acercándose a él y sujetando sus manos-¿Pasó algo malo, es la resaca?-preguntó preocupado.
-No yo... ¿qué haces aquí?-cuestionó para cambiar de tema.
-Vine a verte para preguntarte a que hora quieres que nos vayamos mañana a la cabaña, estoy emocionado por pasar ahí el poco tiempo que faltara para la boda-dijo con alegría y Luhan sintió ganas de estrangularlo.
-Sí...ahora que lo mencionas yo... ¿puedo pedirte algo?-preguntó.
-Lo que quieras-lo animó.
-Yo... ¿podría irme solo yo mañana?-pidió.
-¿Qué?-inquirió desconcertado.
-Quiero estar solo-explicó.
-¿Por qué?-habló ya más nervioso.
-Últimamente estoy muy estresado y...yo necesito estar solo-dijo mirándolo suplicante.
-Pero entonces yo...
-Llegaras perfecto si sales el sábado por la mañana, incluso puedes irte con Suho hyung-sugirió para persuadirlo.
-Luhan no creo que...
-Por favor, de verdad necesito esto, hazlo por mí-suplicó.
-Está bien-aceptó resignado-Supongo que es normal estar nervioso-murmuró suavemente mientras su diestra acariciaba su mejilla izquierda-Es el día más importante de nuestras vidas después de todo, juraremos estar juntos por siempre y...también nuestra noche de bodas- susurró tímidamente eso último.
Luhan sintió su estómago resolverse y un grito atorarse en su garganta, no quería, Sehun había sido el único hombre que lo había tocado pero ahora tendría que soportar las manos de Lay sobre él.
-Estoy cansado, hablemos mañana-pidió.
-Claro, llámame antes de irte-pidió.
Luhan asintió, Lay intentó besarlo y él desvío el rostro evitando el contacto que terminó en su mejilla, Lay sonrió con tristeza a forma de despedida dejándolo solo finalmente, lágrimas pudieron correr libremente entonces y su mano cubrió su boca para ahogar sus lamentos.
La sola idea de Lay besándolo le daba asco y ahora iba a tener que entregarse a él, no podía y no quería, Sehun había sido el primero y el único, no sabía cómo iba a hacer para que siguiera siendo así pero se negaba a permitir que alguien más tocara su cuerpo, su cabeza comenzó a palpitar de dolor y se obligó a ir a su habitación donde pudo ocultarse bajo las sábanas y llorar como necesitaba hacerlo.
Un bello loto blanco descansaba en un jarrón sobre la mesita de noche a un lado de su cama que estaba completamente deshecha y sobre ella había un baúl de tamaño medio volcado dejando ver su contenido.
Una collar con el dije de un cubo que tenía una estrella en cada una de sus caras y dentro un diamante, el pequeño Hun, una vieja y gastada sudadera blanca con unas alas de ángel en la espalda y una fotografía de Sehun que había obtenido de la casa de su amor antes de irse a París eran el contenido del baúl y sus más valiosos recuerdos, había intentado tirarlos ese día luego de lo sucedido por la mañana pero no había podido, no tenía el valor para hacerlo.
Sus dedos alcanzaron a Hun y lo apretó contra su pecho mientras se hacia un ovillo sobre la cama, las viejas cicatrices le quemaban la piel, sus sentidos se nublaron, su fuerza de voluntad lo abandono y se puso de pie con torpes pasos que lo arrastraron hasta la cocina.
Sus ojos carentes de vida se reflejaron en la hoja de acero inoxidable de cuchillo, su brazo estaba lo suficientemente descubierto gracias a lo que usaba.
Un movimiento limpio y rápido abrió la piel dándole pasó a delgados hilos de sangre, el dolor físico anestesió el emocional y lo impulso a repetir aquella acción en su otro brazo, miró hipnotizado su sangre caer y repitió la misma acción un par de veces más, soltó el cuchillo entonces y admiro su obra dejando que sus rodillas e flexionaran hasta estar sentado en el suelo con la espalda recargada contra uno de los gabinetes de la cocina.
Lo siento...lo siento mucho Hunnie...pero no sabía que otra cosa hacer...yo...te necesito, llévame contigo...por favor.
Dijo en su mente mientras sus heridos brazos abrazaban sus piernas pegándolas a su pecho buscando conseguir sentirse refugiado de esa forma aunque era más bien inútil.