-Ya voy, ya voy-gruñó Jongdae que aun luchaba contra su bata para acomodarla antes de abrir la maldita puerta.
¿Quién rayos podría ser a la una de la mañana cuando la lluvia había comenzado a caer?, abrió la puerta de mala gana y un gemido de sorpresa término atorado en su garganta cuando se encontró con la imagen de un muy mojado Sehun que traía en brazos a un inconsciente Luhan.
-Jongdae por favor, ayúdame-suplicó el menor.
-Se-Sehun-balbuceó aún sin poderse creer la imagen frente a él.
-Si sientes alguna culpa de lo que ya me hiciste ayúdame en esta ocasión por favor-quería ser una exigencia pero seguía pareciendo una súplica.
Y por mucho que parpadeara Jongdae no podía creer lo que veía, su mirada se fijó en Jongin que sonrió nervioso y negó con la cabeza, ni una palabra salió de su boca y término asintiendo finalmente dejado pasar a los tres chicos, Sehun llevó a Luhan hasta uno de los sofás en la sala de estar y él corrió escaleras arriba en busca de Minseok y toallas limpias.
Una hora después ninguno se atrevía a decir nada y sólo se limitaban a ver como Sehun arrullaba entre sus brazos a Luhan ya envuelto en una tibia y seca toalla, tenía una sonrisa en sus labios mientras lo miraba y eso sólo hacia a Jongdae sentirse peor de lo que se había sentido en los últimos once años, ¿por qué había hecho lo que hizo en el pasado?, se preguntaba ahora.
-¿Sehun qué hiciste?-preguntó finalmente Minseok.
-No podía dejar que se casara con otro, no cuando aun nos amamos-murmuró.
-Sehun no, esto está mal, él vivió pensando que tú ya no estabas y se esforzó mucho para salir adelante, tienes que entender que Luhan rehízo su vida y tú no puedes ser tan egoísta y...
-¡No voy a dejar que nos separen otra vez!-gritó sin poder contener la rabia que sentía contra todos los que les habían hecho eso además de las lágrimas, Jongin dio un saltito en su lugar por la sorpresa y sin perder tiempo puso su mano en el hombro de Sehun para que se calmara, no funcionó-¡Ya sé lo egoísta que estoy siendo pero no me importa porque amo a Luhan y quiero que seamos felices!
-Sehun eso no es posible y lo sabes, tú tienes que dejarlo ir-dijo con voz afligida el mayor de todos los que ahí se hallaban.
-No-sentenció.
-Sehun, es por su bienestar, tú enfermedad es…
-¡Mi enfermedad no existe, hace mucho que se lo demostré a Suho, yo no tengo nada!-dijo alterado dejando a los otros dos en shock, ellos no sabían nada de eso-¡Desde un principio yo estaba bien, fueron ustedes los que decidieron que era malo y peligroso, no yo, fueron ustedes quienes decidieron que mi relación con Luhan era un error, fueron ustedes quieres se empeñaron en que Luhan y yo sólo nos haríamos daño, fueron ustedes los que decidieron que lo mejor era hacernos creer que el otro estaba muerto y nos hicieron pasar once años viviendo un infierno!
-Sehun yo no…no sabía de esto y yo…pensamos que era por tu bien, tú hermano trataba de protegerte y nosotros queríamos ayudarlo-intentó explicar.
-¡¿Mi bien?, Minseok joder, eso no era por mi bienestar, ustedes únicamente me hicieron sufrir sin tocarse el corazón cada vez que lloraba hasta la inconsciencia por creerlo muerto o cuando traté de suicidarme porque no podía vivir sin Luhan, eso no era por mi bien, todo eso fue una cruel tortura!
-Sehun...
-No más...no me van a separar de la persona que amo, esta vez no voy a permitírselos-sentenció.
-Tranquilo Sehun-dijo Jongin dando un suave apretón con la mano que tenía sobre su hombro-Sí ellos no pueden ayudarnos encontraremos la...
-Vamos a ayudarte-interrumpió Jongdae brindándole una pequeña sonrisa.
-¿De verdad?-preguntó incrédulo.
-De verdad, ya cometí un error y no voy a dejar que esta vez suceda lo mismo-aseguró aun con su cálida sonrisa que Sehun trató de devolverle-Por ahora vayan arriba a descansar, Luhan debe necesitarlo así que ve-sugirió.
Sehun asintió dirigiendo su mirada a su preciosa carga y sin ninguna otra palabra comenzó a subir las escaleras para poner a Luhan en una cama caliente, Jongin iba tras él y realmente no sabía cómo iba a pagarle todo lo que estaba haciendo por ellos.
-Llamaré a Suho para...
-No, tú no vas a llamar a nadie-advirtió seriamente-Nosotros vamos a ayudar a Sehun.
-¡¿Te has vuelto loco?!-exclamó-Lay no…
-No Minseok, él tiene razón, le destrozamos la vida cuando era casi un niño únicamente porque fuimos unos estúpidos y yo un cobarde que se dejó engañar y ahora que Sehun tiene la oportunidad de recobrar lo que le arrebatamos vamos a ayudarlo-sentenció.
-Jongdae no...
-No más Minseok, haremos esto y te juro por todo el amor que te tengo que sí tú haces algo para que los separen jamás voy a perdonártelo-advirtió y sin decir nada más se encaminó hacia las escaleras para ver a Sehun, tenía tanto que decirle y no tenía ni idea de por dónde iba a comenzar.
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-¡¿Estás loco?!-preguntó horrorizado Jongdae luego de que Suho les dijera su plan.
-Yo…es necesario…
-¡No Suho, esto es crueldad, no les puedes hacer eso a los niños!-aseguró.
-¡¿Y entonces qué?! ¡¿Ignoro esto y espero a que algo peor les pase?!-inquirió alterado.
-Yo…no…
-Es mi hermanito Jongdae, esta locura que intentó hacer los llevó a esto, es inestable y la próxima podría ser peor, no voy a perdonarme si…si algo le pasa o si le hace algo a ese chico…sé lo maldito que estoy siendo pero…sólo quiero protegerlo a él e incluso a Luhan-sollozó.
-Pero…
-Jongdae necesito tu ayuda, por favor-suplicó-Sé que no me comprendes pero...mi vida se centra en proteger a Sehun y lo he estado haciendo todo mal...sé que le haré daño pero esto es lo mejor para ambos-afirmó.
-Suho...yo…es que no puedo…
-Jongdae mírame a los ojos-ordenó Minseok tomando sus manos entre las suyas-Sé que quieres protegerlos, te conozco mejor que nadie, sé lo difícil que debe ser esto para ti pero Suho tiene razón, si quieres protegerlos realmente ellos deben separarse-le explicó Minseok.
Jongdae miró los hermosos ojos que tanto adoraba, sabía que para Minseok también estaba resultando difícil aunque él era mucho más objetivo que él, sabía que iba a lastimar a Sehun pero había pasado algo muy malo ya y no podían arriesgarse a que algo más pasara.
-Está bien…hagamos esto-aceptó la final.
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Ya había cometido ese error y ahora que sabía que Suho les había mentido no iba a permitir que volvieran a utilizarlo, era su obligación hacer lo correcto en esa ocasión, esta vez no iba escuchar a nadie más que a sí mismo y a Sehun, se los debía a ambos.
Una sonrisa se dibujó en sus labios cuando se detuvo en el marco de la puerta al ver lo cuidadoso que estaba siendo Sehun mientras le ponía algo seco y cómodo a Luhan, el recuerdo de su expresión sin vida aquel día que despertó y le mintieron lo había atormentado por once años pero ahora que veía esa expresión algo de su culpa se estaba aliviando.
-¿Cómo esta?-preguntó al notar la mirada de Sehun.
-Mejor-murmuró mirando con angustia los cortes en sus brazos, era su culpa por no haber estado ahí-Se cortó-susurró.
-Déjame ver-pidió Jongdae comenzando a revisar las heridas.
-Dijo que nunca iba a hacerlo de nuevo pero lo hizo y yo no estuve ahí para él...es mi culpa-musitó acariciando con ternura el cabello de Luhan.
-No es tú culpa, además, no hay nada de que preocuparse, no son graves y fueron correctamente atendidas-aseguró esperando darle un poco de alivio.
-No, esto jamás hubiese pasado si yo hubiera estado a su lado-afirmó.
-Sehun esto...
-Vivir todo este tiempo sin él fue un horrible infierno...no había día que no lo extrañara, que deseara haber sido yo en su lugar o culparme de todo y...ahora que se la verdad yo...no entiendo-suspiró-Acepto e incluso ya me esperaba la traición de todos los demás menos la tuya porque jamás espere esto de ti entonces... ¿por qué lo hiciste?, ¿por qué me traicionaste cuando eras una de las únicas personas en quien confiaba ciegamente?-cuestionó mirándolo con decepción.
-Yo...lo lamento tanto Sehun-se disculpó aunque sabía que eso era insuficiente para lo que había hecho-Fui débil y cuando todos dijeron que era lo mejor yo tan sólo me dejé convencer...ese día, el día del accidente ustedes estaban al borde de la muerte, tu hermano estaba destrozado y por un momento pensamos que no iban a lograrlo...fue un alivio saber que estaban fuera de peligro pero tuvimos miedo de que se repitiera...pensábamos que tu enfermedad era la que te había hecho hacer aquella locura y que era por Luhan que te volvías tan inestable, yo...había hablado con Leeteuk hyung un día antes de su muerte, le prometí mantenerlos seguros y...yo únicamente quería mantenerlos a salvo y por eso me dejé convencer...pensaba que hacia bien pero al final únicamente...los destruimos a ambos-explicó afligido-Yo no sabía nada sobre el nuevo diagnóstico sobre tu enfermedad, te juro que de haberlo sabido yo hubiese corrido para decirte la verdad-aseguró.
-Fue precisamente por eso que Suho no les dijo nada, todo esto lo ha hecho pensando únicamente en la felicidad de ese bastardo aprovechado-masculló entre dientes.
-No puedo creerlo-murmuró sorprendido-Nunca pensé que él haría algo así.
-Pues lo hizo, todo esto es su culpa y haré que pague muy caro esto-sentenció.
-Sehun, sigue siendo tu hermano y...
-¡¿Sí él pudo olvidarlo por qué yo no?!-exclamó con la voz cargada de rencor.
-Porque tú eres mejor que eso-aseguró el mayor.
Sehun se quedó en silencio luego de aquellas palabras, desvió su mirada hacia Luhan como asegurándose de que estaba bien en esos momentos y luego volvió a mirarlo a él.
-Debo ir a hablar con Kai, cuídalo un momento-pidió.
-No hay problema-asintió con una sonrisa.
Sehun abandonó la habitación dejándolo a solas con el dormido castaño, alguien golpeó la puerta y al girarse se encontró con el adorable ceño fruncido de su esposo que traía un estetoscopio en manos.
-Adelante-le sonrió dejándolo entrar.
-¿Te dijo cuanto lleva inconsciente?-preguntó abriendo un poco la camisa que Luhan traía para poder escuchar su corazón.
-No-respondió risueño.
-¿Usó algo para dormirlo?-inquirió mientras sostenía su muñeca y miraba su reloj.
-Lo dudo-negó sin dejar de sonreír.
-¿Qué hay de estos cortes?-cuestionó dándoles una mirada.
-Dijo que fue Luhan quién los hizo-se encogió de hombros.
-¿Podrías dejar de sonreír como idiota?-masculló acentuando más su ceño fruncido.
-Lo siento pero estas lindo cuando estas enojado aunque realmente no entiendo porqué lo estas-lo miró curioso.
-Primero porque la camisa que Luhan está usando es mía y nadie me la pidió-refunfuñó.
-¿Qué más?-preguntó divertido el de sonrisa felina.
-Porque se adueñó de nuestro dormitorio sin preguntarnos antes-refunfuñó haciéndole saber a su esposo que no planeaba decirle todo.
-¿Tan sólo eso?-inquirió.
-Y porque...porque dijiste que ya no ibas a quererme y eso duele, no soy de piedra, tengo corazón y yo todavía te quiero-confesó con la cabeza gacha y las mejillas sonrojadas.
-Yo no dije nada sobre ya no quererte, yo dije que no iba a perdonarte si te convertías en una amenaza para Luhan y Sehun-corrigió.
-Es lo mismo, eso significa que ibas a estar molesto conmigo siempre y ya no ibas a quererme-susurró como si fuera un niño regañado.
-Lamento eso pero tienes que entender que es hora de hacer lo correcto-explicando alcanzando la mano de su esposo entrelazando sus dedos.
-¿Qué hay de Lay?-preguntó.
-Él sabía que Luhan no lo quería, fue decisión suya arriesgarse sabiendo que todo podría salir mal-aseguró.
-Está bien-aceptó resignado.
Un quejido captó su atención obligándolos a mirar hacia la cama donde Luhan comenzaba a removerse, ambos le sonrieron cuando lo vieron abrir los ojos, los cuales los observaban con confusión y algo parecido a la decepción.
-¿Minseok hyung? ¿Jongdae hyung?-balbuceó confundido-¿Dónde estoy?-inquirió al no reconocer el lugar.
-En nuestra casa-respondió Jongdae.
-¿Y Se...?-no terminó la pregunta, era obvio que todo había sido un sueño, Sehun no había ido a buscarlo ni nada parecido.
-Que bueno que despertaste-dijo Minseok.
-¿Cómo llegué aquí?-cuestionó.
-¿Ya despertó?-preguntó alguien desde la puerta que Luhan no reconoció.
-Sí-dijo Jongdae con una sonrisa.
-Oye, tú chico ya abrió los ojos-habló el rubio mirando al pasillo como llamando a alguien y por un momento temió que fuera Lay.
No estaba de ánimos para verlo además de que no comprendía absolutamente nada y los miraba a todos como sí hablaran otro idioma, una horrible angustia creciendo en su corazón le decía que tenía que obtener respuestas pero por alguna razón tenía miedo de preguntar.
-Despertaste-habló con alegría el recién llegado.
Esa voz le congelo el corazón, sus atónitos ojos miraban incrédulo a la persona que acababa de entrar a la habitación, las lágrimas rodaron solas y sus manos cubrieron su boca, parecía imposible, uno de tantos sueños que había tenido antes.
Se levantó tambaleante se la cama y comenzó a avanzar torpemente hacia él con las manos estiradas para poder tocarlo y asegurarse que no era otro de sus crueles sueños.
Su mano tembló quedándose a centímetros de su rostro porque era su sonrisa la que se extendía en esos bonitos labios rosas, eran sus preciosos ojos que lo miraban con toda la ternura del mundo, era su nariz, sus cejas, sus pestañas, su frente, sus mejillas, su mentón e incluso podía ver el lunar de su cuello, ¿por qué no se atrevía a tocarlo entonces?
Oh claro, era que estaba muerto de miedo al imaginar que con sólo un roce él iba a volver a irse y entonces iba a morirse de verdad.
Una mano más grande tomó la suya que seguía en el aire, sus ojos se abrieron desmesuradamente cuando el tibio tacto lo dejó sin aliento, su mano término sobre su pecho donde pudo sentir el suave latir de su corazón.
-¿Te parezco un fantasma?-le preguntó utilizando las mismas palabras que le había dicho en su primer encuentro.
Un sollozó abandonó sus labios y se abalanzó sobre él para poder terminar de comprobar que estaba ahí, que no era una alucinación, que no iba a desaparecer, que realmente estaba vivo.
-Estás vivo-sollozó con fuerza aferrándose al cuerpo ajeno con desesperación.
-Te tengo, te tengo mi pequeña estrella-susurró luchando por no dejar caer ninguna lágrima, debía ser el pilar de su Luhan.
-No es un sueño...estás aquí...estás vivo-balbuceó en medio de su llanto.
-Lo estoy, estoy aquí amor-afirmó dándole su mejor sonrisa.
Luhan se separó de su cuerpo bruscamente y lo tocó por todas partes para asegurarse que realmente estaba ahí, que era él de verdad porque no terminaba de creerlo, sujetó sus manos, tocó sus brazos hasta llegar a sus hombros, le acarició el cuello, delineó su mandíbula, su nariz y sus labios, apretó sus mejillas, dejó que sus dedos se enredaran en su negro cabello, llevó sus manos hasta su pecho y las paseó por cada rincón hasta llegar al punto donde los latidos de su corazón eran más evidentes.
-Estás vivo-sollozó nuevamente.
-Lo estoy y no volveré a irme-prometió y entonces Luhan se quedó quieto dejando las manos sobre su pecho a la altura de su corazón.
-Estás vivo-repitió.
-Tú también, también estas aquí conmigo-susurró acariciando su rostro.
-Estás vivo-volvió a decir como si eso fuera lo único que pudiese decir.
-¿Hannie?-llamó un tanto preocupado entonces.
-¡HIJO DE PUTA!-gritó rabioso y antes de que lograra poner sus manos sobre su cuello Minseok y Jongdae lo sujetaron y Kai lo sacó a él del camino del furioso castaño-¡VOY A MATARTE BASTARDO MALNACIDO!-continuó gritando histérico.
-Luhannie que...
-¡VETE A LA MIERDA, LUHANNIE MIS BOLAS, VOY A REGRESASTE A ESA PUTA TUMBA DE LA QUE NO DEBISTE HABER SALIDO!-aseguró.
-¡Luhan tranquilízate!-suplicó Minseok.
-¡NO VOY A TRANQUILIZARME HASTA QUE LE HAYA ARRANCADO LA CABEZA YO MISMO!-sentenció sin dejar de luchar por verse libre y llegar al hijo de perra que estaba parado ahí con cara de inocencia total.
-¡Tienes que escucharlo!-habló Jongdae.
-¡NO, VOY A MATARLO CON MIS PROPIAS MANOS, VA A DESEAR NUNCA HABER VUELTO A LA VIDA!-gritaba como un loco.
-Luhan por favor tienes que...
-¡DESEARAS NO HABERTE ATRAVESADO EN MI CAMINO CUANDO ACABE CONTIGO!-advirtió.
Luhan estaba fuera de sí y Sehun no sabía cómo reaccionar ante esa faceta de Luhan que nunca había visto en su vida, en un descuido de Jongdae Luhan se liberó, lo vio avanzar hacia él pero no consiguió reaccionar, Kai se apresuró a intervenir pero únicamente se ganó el puño de Luhan contra su cara que lo dejó con la nariz sangrado.
Sehun miraba la rabiosa expresión de Luhan, sus castaños ojos llenos de ira, su cuerpo temblando por la rabia, los dientes apretados y un rastro de lágrimas secas en sus mejillas, era obvio que Luhan estaba más que furioso y aún así le seguía pareciendo precioso.
-Déjenos solos-ordenó.
-Pero Sehun...
-Váyanse-repitió cortando a Kai que se cubría la nariz con una mano que ya estaba bañada con su sangre.
-Vamos para que veamos ese golpe-indicó Jongdae para hacerlo salir siendo seguido por Minseok.
Su mirada se volvió hacia su pequeña fiera salvaje, ahora únicamente debía encontrar el modo de domarlo y entonces ellos tal vez entonces tendrían una plática civilizada aunque algo le decía que le iba a resultar bastante difícil.