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Pequeña estrella. por DNA

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Notas del capitulo:

Hola hermosas criaturitas (OuO)/

Bueno, aquí estan los siguientes dos capítulos que espero que les gusten así que...

Disfruten~

-Yo no estoy aceptando nada-bufó dándole un empujón al pelinegro para alejarse.

-¿Volvimos ya a la faceta de chico testarudo?-preguntó mirándolo con algo de inconformidad.

-Mi actitud no es asunto tuyo así que no te metas y por favor mantente lejos de mí-exigió.

-Encontrarnos aquí no estaba en mis planes-aseguró.

-Sí claro-bufó-Seguro el hecho de seguirme casi a todos lados no es cosa tuya.

-Pensé que había quedado claro que no todo se trata de ti en mi vida-suspiró sonoramente.

-Oh claro-sonrió incrédulo-Seguramente que ahora vayas a ser mi jefe y que resultes ser el mejor amigo de Ying Hui únicamente debe ser una divertida coincidencia-habló con sarcasmo.

-A mí realmente me da igual lo que pienses-se encogió de hombros.

Luhan le lanzó una mirada fulminante que el otro ignoró completamente, bufó indignado cruzándose de brazos en una actitud totalmente infantil que casi hace reír a carcajadas al otro pero sabía que reírse sería una pésima idea y también estaba más interesado en mirar a Luhan.

Tal vez él no lo había notado en todo ese tiempo que se había empeñado en cambiar pero seguía haciendo esa adorable mueca que hacía cuando tenían 17 años y Luhan se enojaba.

-Siempre pensé que lucias demasiado tierno cuando te enojabas-comentó estirando su mano hacia Luhan.

-Te dije ya que no me toques-repitió sujetando la mano ajena para alejarla.

-Luhan por favor...

-No y debo irme-lo cortó poniéndose de pie con toda la intención de salir corriendo de ahí.

-¿No esperas a Ying Hui?-inquirió con cierta diversión.

Luhan maldijo por lo bajo antes de terminar asintiendo de mala gana y aunque le gustaría decir que eso fue lo peor no podía porque lo peor vino cuando se dio cuenta que se había lastimado una pierna y se vio obligado a aceptar la ayuda de Sehun para caminar.

-¿Seguro que no quieres que te cargue?-preguntó con preocupación Sehun.

-No-sentenció.

-Pero...

-No soy un inútil o un discapacitado y soy perfectamente capaz de soportar un poco de dolor así que basta de insistir o alejarte de mí-dijo con molestia.

Sehun únicamente suspiró asintiendo lentamente mientras continuaban su camino hasta llegar a la banca donde luego de ver a Luhan sentarse lo imitó ocupando el sitio a su lado mientras permanecían en un incómodo y molesto silencios.

-Lu...

-¿Cuánto más planea tardarse ese imbécil, fue a hacer los helados a la Antártida o qué?-masculló fastidiado.

Luhan lo odiaba, eso había dicho Kai y al estar ahí viéndolo de primera mano no pudo resultarle mejor porque que Luhan detestara a Kai significaban celos y los celos sólo existían sí había amor.

-Ya no debe tardar, Kai es realmente muy eficiente-aseguró mostrando su mejor sonrisa.

Luhan bufó ante el cumplido que Sehun le hacía al estúpido rubio artificial, se cruzó de brazos y se mordió el interior de una de sus mejillas haciendo mala cara, ese tipo no era la gran cosa.

-Ajá-masculló de mala gana.

-Ying Hui es una niña muy linda-comentó notando la expresión de Luhan suavizarse.

-Lo es-asintió mientras una muy pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios.

-¿Es tu hermana, cierto?-inquirió aunque ya sabía la respuesta.

-Sí, ella me llama papi pero es mi hermana menor, yo...realmente nunca pensé llegar a tenerle afecto a nada que estuviera relacionado con esa bruja pero...Ying Hui es mi adorada hermanita-dijo con dulzura.

-Ella es muy buena niña y sus ojos además de su sonrisa soy idénticos a los tuyos-aseguró.

-¿Qué?

-Eso, sus ojos y sonrisa son iguales a ti, fue por ello que le hablé el día que la conocí, no sabía que eran familia realmente pero...al ver aquello yo simplemente quise ser cercano a ella para así nunca olvidar tu hermosa mirada y la sonrisa que amo-explicó.

Luhan desvío la mirada sintiendo un nudo en la garganta y una horrible opresión en el pecho, dolía pensar que Sehun lo extrañaba a tal grado de buscar algo un poco parecido a él en las demás personas para poder tenerlo siempre presente, Sehun lo había encontrado ya y por eso ya no debía hacer más eso pero él no podía estar a su lado porque no lo merecía.

-Luhan... ¿ya no me amas?-lo escuchó preguntarle con un hilo de voz y tuvo que aferrarse a la banca para no hacer algo estúpido.

Te amo tanto que me estoy destruyendo para verte feliz.

-¿Para qué quieres saber la respuesta a eso?-inquirió porque era incapaz de darle un NO por respuesta aunque fuese su obligación.

-Porque no lo entiendo Luhan...el día que te vi frente a esa tumba prácticamente juraste que lo hacías pero ahora que estoy aquí frente a ti, diciéndote que te amo como el primer día y que quiero pasar toda mi vida a tu lado...tú...tú me dejas y ni siquiera eres lo suficientemente valiente como para hacerlo de frente-explicó dolido.

-Sehun...yo...

-Dime lo que sea que está mal, así yo voy a entender y buscaremos una solución-aseguró.

-No…no la hay...no existe solución-susurró.

-¿Por qué no?-exigió saber haciendo una mueca y paseándose una mano por el cabello en un gesto de desesperación.

-Por qué...-"estoy roto"-las cosas cambiaron-murmuró.

-Eso ya lo sé, yo también cambié en todo este tiempo pero sigo aquí, a tus pies tan enamorado de ti como cuando tenía diecisiete años-dijo con la voz algo rota.

-Lo sé pero...no eres tú sino yo-musitó.

-No me vengas con esa excusa de mierda-soltó molesto-Sí quieres que esto termine dime algo que no hayas sacado de alguna revista barata, dame una explicación creíble-exigió.

Una explicación creíble, Sehun no tenía ni idea de que era eso lo que más quería tener para así poder ponerle fin aquello pero no la había o tal vez sí la había pero no era tan valiente como para decirle.

-Yo...

-¿Amas a Lay?-preguntó sin ningún titubeo-Sí me dices que sí yo te dejaré en paz-prometió.

Luhan lo miró sin saber que decir, debería ser fácil porque eran dos simples letras y se había vuelto un experto a la hora de mentir pero no podía con Sehun, no podía articular un simple , era como si con sólo mirarlo él le inyectara suero de la verdad o algo así, era casi mágico.

-Yo...

-No te atrevas a mentirme-lo interrumpió-Es lo que intentas hacer y no voy a aceptarlo-sentenció.

-No pensaba decirte una mentira-admitió, no porque no quisiera sino porque se sentía incapaz de hacerlo.

-Entonces no lo dudes y responde, se supone que esta ha sido tu decisión y que estabas seguro de ella así que responde-presionó.

-Yo...

-No dudes, no deberías hacer eso, dame una respuesta y ya-exigió.

-¿Y entonces que quieres que te diga?-preguntó exasperado-¿Qué no es lo mismo ya? ¿Qué cuando volví a tenerte de frente ya no sentí nada? ¿Qué ya no quiero seguir con algo que seguramente va a fracasar? ¿Qué tal vez lo que pasó hace once años era una clara señal de que no somos para el otro? ¿Qué tengo miedo de que algo malo vuelva a pasar y que está vez te pierda para siempre?-soltó sin respirar dejando que sus lágrimas también se desbordaran-No tiene caso porque sé que no vas a aceptar ninguna de esas razones-musitó.

-Lo único que te pido es la verdad-suplicó llevando sus manos al rostro de Luhan para que él lo mirara a los ojos.

-No Sehun, estas aferrado a mí y para ti cualquier cosa que yo diga será una mentira sólo porque así lo decides tú-afirmó negando repetidas veces y alejando las manos que acunaban su rostro.

-Luhan yo...

-Tan sólo déjame ya, es todo lo que te pido-suplicó.

-No puedo-negó, su voz también estaba por quebrarse pero no estaba dispuesto a terminar la conversación tan fácil.

-Entonces oblígate-pidió.

-¿Serías tan cruel para seguir pidiéndome eso aún sabiendo que harás algo mucho peor que matarme?-cuestionó aguantándose las ganas de llorar como un niño.

-¿Cruel?-sonrió de lado-Alguien tan egoísta como para no escuchar lo que la persona que dice amar le pide para ser feliz no puede hablar de crueldad-aseguró seriamente poniéndose de pie.

-Luhan por favor no...

-Ya volvimos-anunció Ying Hui-Trajimos helado de vainilla y... ¿pasa algo malo?-preguntó preocupada al notar la extraña atmósfera que había.

-No continúes amargándome la vida, sí me amas por favor ya déjame en paz-finalizó, tomó a Ying Hui de la mano sin darle tiempo de decir nada o reprochar alejándose con ella sin mirar atrás ni una sola vez.

Ying Hui lo llamó varias veces y trató de soltarse de su mano para regresar a donde Sehun se había quedado pero él simplemente la ignoró porque no podía verlo de nuevo o terminaría peor de cómo se sentía.

La forma en cómo Sehun lo había mirado lo estaba martirizando y nada podía hacer más que obligarse a caminar más rápido, Ying Hui no dejaba de luchar para soltarse y aunque la escuchó decirle que comenzaba a  hacerle daño, la ignoró y aceleró el paso hasta que finalmente estuvieron de regreso en el apartamento.

-¿Qué te pasa?-preguntó algo asustada la pequeña.

-Nada y no puedes volver a ver a ese hombre nunca más-sentenció.

-¿Qué, por qué?-inquirió perpleja y un tanto molesta.

-Porque no conoces a ese hombre, no sabes quién sea o que pueda hacerte-respondió rogando por escucharse convencido de sus propias palabras.

-No me haría nada malo, él es un príncipe y jamás me haría daño-aseguró ella.

-No, tú no lo conoces-afirmó.

-Lo conozco, lo he estado viendo durante mucho y hasta ahora él no me ha lastimado, si quisiera hacer algo ya lo habría hecho-dijo con seguridad, era la menor pero no una tonta.

-¡He dicho que no lo veras más y es mi última palabra!-dijo elevando su tono de voz asustando aun más a la niña.

Luhan jamás le había hablado así pero estaba tan alterado que no iba a escuchar razones de ningún tipo, lo único que él quería era encontrar una solución, tal vez desaparecer si era su mejor opción, ya no estaba seguro de nada y todo lo que había estado haciendo hasta ese momento parecían solo acciones equivocadas que ahora se burlaban de su estupidez.

-¡No voy a obedecerte esta vez si no me das una buena razón!-dijo Ying Hui alzando también la voz.

-¡Ying Hui!-elevó más su tono de voz.

-¡NO!-gritó ella.

-¡No puedes volver a ver a Sehun y es mi última palabra!-sentenció.

Ying Hui entonces no respondió y solo se quedo ahí mirándolo fijamente con una evidente expresión de sorpresa, nunca se había molestado en preguntarle al príncipe su nombre porque le gustaba más llamarlo príncipe pero ahora que lo escuchaba no podía creerlo.

-Sehun-repitió-¿Se llama Sehun?-preguntó.

-Eso no importa solo no vuelvas a acertarte a él-dijo rápidamente esperando borrar lo que había dicho.

-¿Es el hombre del que hablaste antes, el príncipe es tu amor?-continuó interrogando.

-Ying Hui-suplicó.

-Sí es él-murmuró aun más sorprendida-Pero…entonces ¿por qué?-inquirió desconcertada.

-Basta ya con este tema-ordenó.

-¿Por qué no quieres verlo?, dijiste que era tu amor, entonces ¿por qué ahora no quieres verlo?-continuó preguntando.

-No tengo por que darte explicaciones, esto es cosa de mayores y no voy a explicarte nada-sentenció algo nervioso.

-¿Ya no lo quieres?-cuestionó seriamente.

-No responderé eso-aseguró e incluso intentó escapar de ella.

-Si lo quieres entonces debes estar con él y no con el señor Zhang-afirmó.

-Ying Hui basta-ordenó más severamente esperando intimidarla lo suficiente como para que dejara el tema de lado.

-Papi por favor, él va a hacerte feliz por eso por favor-suplicó.

-No Ying Hui, yo no volveré con él porque mi lugar ya no está con él-mintió-.

-¡MENTIROSO!-gritó.

-¡No me hables en ese tono!-exigió.

-¡Eres un tonto!-dijo con enojo-¡Tienes la oportunidad de recuperar a tu amor y ser feliz pero eres un cobarde!

-¡Ying Hui!

-¡Y yo soy aun más tonta por tratar de ayudar a una persona tan miedosa como tú!

-¡Lo nuestro ya no existe y ahora yo estoy con Lay!

-¡Pero él no te hace feliz, siempre que estas con él estas muy triste o enojado, tú no lo quieres pero eres muy tonto y te gusta ser infeliz!

-¡No puedes faltarme al respeto, discúlpate ahora mismo!-ordenó.

-¡No lo hare, alguien tan miedoso y tonto no se merece que me disculpe!-respondió negando frenéticamente.

-¡¿Y qué sabe una niña tonta como tú sobre mi actuar?, alguien que ni siquiera tuvo el amor de su madre no sabe nada sobre amor!-soltó estúpidamente.

Ying Hui se quedó callada entonces, gruesas lágrimas empezaron a caer de sus precioso ojitos y Luhan se sintió como la peor de las basuras porque su dulce hermana menor no tenía la culpa de nada y ella únicamente hacia eso porque quería verlo feliz.

-Amor yo no...

-Tienes razón-sollozó-Yo no tuve a mamá y…tampoco a un papá pero pensé que…que contigo había ganado algo mucho más valioso pero veo que me equivoque…yo soy la tonta-hipó.

-No princesa yo no quise…

-N-no voy a…a seguir molestándote...haz lo que quieras y de verdad yo espero que no llores demasiado-balbuceó entre lágrimas y corrió a su habitación.

-Amor espera-pidió recibiendo como respuesta la puerta cerrada-Ying Hui ábreme por favor-suplicó.

-V-vete-sollozó-Llamare a padre.

-Princesa por favor-pidió.

-No-lloró con más fuerza.

Luhan se alejó entonces de la puerta y se recargó en la pared de enfrente sintiéndose un imbécil total, su pequeña únicamente quería  ayudarlo y en lugar que él le agradeciera eso únicamente la había hecho llorar, la escuchaba claramente y él también comenzó a hacerlo sin detenerse hasta que una hora después llamaron a la puerta.

La abrió lentamente encontrándose con la imagen de su padre que lo miraba con el ceño fruncido, no pudo sostenerle la mirada y agachó la mirada como cuando era niño y él lo reprendía, se hizo a un lado dándole paso sin atreverse a mirarlo.

-¿Ahora a esto vas a dedicarte, ha hacer llorar a tu hermana menor?-preguntó mirándolo severamente.

-No-susurró ne respuesta.

-Pues no lo parece, Ying Hui te adora, siempre está al pendiente de su papi  pero ahora tú le haces esto-señaló al pasillo que daba a las habitaciones.

-Yo no quise…

-Pero lo hiciste, lastimaste a la persona que probablemente más te ama-dijo seriamente.

-Lo sé y me siento fatal por eso-susurró y su padre únicamente pudo suspirar al darse cuenta que su voz comenzaba a quebrarse.

-Luhan yo ya no sé que decirte porque sé que cualquier cosa que diga vas a ignorarla, lo único que me preocupa es que te estás quedando solo-Luhan tan sólo agachó más la cabeza aguantándose las ganas de llorar mucho más de como ya lo había hecho-¿Eso quieres Luhan, quedarte solo?

-Yo...

-Sí ese es tu objetivo créeme que lo estás haciendo muy bien cómo vas-afirmó.

Luhan no pudo decirle nada de todo lo que tenía atorado en su garganta, fue incapaz de defenderse y eso únicamente significaba que se estaba volviendo alguien demasiado frágil y lo odiaba, ahora cualquiera era capaz de romperlo y eso era inaceptable, se había obligado a ser una roca pero ahora estaba ahí igual de vulnerable que un niño y lo detestaba más que nada en el mundo.

-Padre-escuchó la voz de Ying Hui que aun tenía los rastros de frescas lagrimas en su precioso rostro.

-Ven aquí princesa-la llamó su padre y ella corrió a sus brazos.

-Ying Hui yo…

-Podemos irnos ya padre-pidió Ying Hui negándose a escuchar una palabra más de Luhan, su padre la miró primero a ella y después a Luhan que únicamente pudo asentir resignado.

-Claro que sí muñeca-le sonrió y tomó su mano-Nos vamos-le dijo a Luhan que únicamente asintió en silencio-Di adiós princesa-le indico a su hija.

-No…él tiene a su novio para eso-murmuró sin mirarlo.

-Nena no seas…

-No, está bien-habló Luhan negando lentamente, él solo se había buscado eso.

Los acompañó hasta la puerta dedicándole una débil sonrisa a Ying Hui cuando lo miró de reojo pero ella tan sólo desvió la mirada a otro lado sin corresponderle, suspiró pesadamente recargándose unos instantes en la puerta luego de cerrarla tras su padre y Ying Hui.

Caminó sin ganas a hacia su habitación donde se dejó caer en la cama, escuchó su celular y lo sacó con pereza de su pantalón para ver quién era levantándose de golpe cuando vio el nombre de Shu Jin en la pantalla.

-¿Qué?-preguntó al responder.

-Tenemos que vernos ahora-respondió.

-Ahora no es un buen momento y...

-Tenemos un problema-lo cortó, su voz se oía ansiosa y eso era mala señal.

-Dame cinco minutos-dijo antes de suspirar pesadamente levantándose de la cama.

-Tienes tres, estoy abajo-dijo antes de cortar la llamada.

Gruñó mientras se levantaba de la cama y se apresuraba al baño para tomar una ducha rápida y cambiarse antes de bajar con Shu Jin que seguramente debía llevar un rato ahí pero no había llamado cuando vio a su padre, debía recordar hacer que ellos se conocieran si no quería problemas.

Notas finales:

Pobre Ying Hui TT^TT


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