Le tomó un poco de tiempo lograr reorganizar sus ideas y darse cuenta que tenía que moverse y no simplemente quedarse ahí sentado como un imbécil temblando de miedo y esperando por lo peor, tenía que obedecer cuanto antes.
No necesito ni una palabra más y se levantó de la cama a toda prisa maldiciendo al mundo entero cuando una punzada de dolor lo detuvo y joder, caminaba raro también, negó con la cabeza ante eso de lo cual se encargaría después y prácticamente corrió al baño para tomar una ducha rápida, se preparó para salir en tiempo récord y antes de irse le dio un vistazo a Sehun que continuaba tranquilamente dormido, se mordió el labio inferior con nerviosismo mientras se decidía a hacer lo que tenía en mente o no, descartó al final la idea de dejarlo ahí encerrado en su habitación pero había decidido que sí cerraría la puerta principal porque no lo iba a negar, tenía miedo de lo que fuera a pasar.
Salió tan rápido como pudo del edificio y apenas puso un pie fuera de su bloque de apartamentos alguien lo sujetó del brazo con fuerza y al verlo la sangre de Luhan se congelo porque sí él estaba ahí era porque aquello era serio.
-Hoya-balbuceó al ver ahí a su guardián y no al chofer.
-Tiene problemas señor-le advirtió antes de llevarlo hasta el auto y hacerlo subir.
Los nervios de Luhan creían cada vez más conforme avanzaban, se retórica los dedos intentando relajarse un poco pero no podía lograrlo y sus nervios solo aumentaron cuando las enormes puertas de metal de la mansión de Wu se abrieron para que el auto donde él viajaba entrara a la majestuosa residencia que él conocía bien ya.
El enorme jardín perfectamente cuidado que siempre recorría ahora le parecía el camino a una sentencia de muerte, buscó lo mirada de su guardián que lo miró de reojo solo unos segundos para luego mirar nuevamente al frente.
El auto finalmente se detuvo frente a las puertas principales de la mansión y Luhan únicamente pudo observar como Hoya salía del auto y abría la puerta del auto sujetándolo nuevamente del brazo para hacerlo bajar del auto, caminaron a prisa rumbo a la habitación que Luhan reconocía como la sala del té que Wu tenía y por un instante pensó en golpear a su guardián y salir corriendo de ahí pero hacer eso únicamente empeoraría todo.
-Tome asiento-indicó Hoya señalando una de las silla de la mesa.
Luhan obedeció rápidamente tomando asiento justo como el otro le había dicho, miró a su alrededor sin estar muy seguro de que era lo que le estaba esperando, la hermosa habitación de color rosa pastel tenía bellas flores dibujadas en las esquinas superiores dando la impresión de un árbol creciendo ahí, los pulcros ventanales eran los encargados de iluminarlo todo, la mesa estaba encantadoramente puesta, el té estaba servido ya en las bonitas tazas de porcelana china y deliciosos pastelitos y galletas estaban sobre una charola listos para comer.
Ahí todo estaba listo y la única persona que faltaba era su anfitrión, Luhan sentía que estaba a punto de comenzar a sudar, miró de reojo a su guardián que permanecía de pie en una postura totalmente rígida, él también estaba nervioso y eso no ayudaba en nada a la calma de Luhan.
Las puertas que conectaban el despacho de Wu con la sala de té se abrieron de par en par dejando ver a Wu Jian Hao y a su sobrino Shu Jin que parecía estar muy nervioso también, Luhan se levantó de inmediato al verlo entrar y tragó duro al ver la expresión gélida que traía.
-M-mi señor-tartamudeó reprochándoselo al instante.
-Mi precioso diamante-lo saludó suavizando su expresión y mostrándole esa gran sonrisa que siempre tenía para él-No sabes que feliz soy de verte, siéntate pequeño-indicó.
-También me alegro de verlo mi señor-sonrió a la fuerza.
-Me alegra escuchar eso-sonrió aún más ampliamente, tomó su taza de té dándole un sorbo para luego tomar uno de los dulces ahí dispuestos y comerlo de un bocado-Esto está delicioso-anunció-Pruébalo, no seas tímido pequeño-le dijo.
Luhan asintió sin saber que otra cosa hacer, no era bueno ignorar a ese hombre pero no estaba muy convencido de confiar en toda esa amabilidad, Wu era un hombre de cuidado y Luhan no estaba muy seguro de que nada malo le pasaría en esos momentos.
Tomó una las galletas comiéndosela de un bocado para luego darle un trago a su taza de té tomándose casi la mitad de su contenido, estaba demasiado nervioso para notarlo de cualquier forma, miró de reojo a Shu Jin que no dejaba de mirarlo casi con miedo lo cual no podía ser una buena señal, algo malo iba a pasar y lo sabía.
-¿Sabes por qué te he mandado a llamar?-preguntó Wu y Luhan quiso correr en ese preciso instante.
-No realmente mi señor-respondió con honestidad.
-Es sobre Sehyung-dijo y Luhan sintió que podía respirar nuevamente con calma.
-¿Qué pasa con él?-cuestionó.
-Ha estado haciendo movimientos muy raros y reuniéndose con personas muy peligrosas, es obvio que planea algo así que tienes que cuidarte mucho mi precioso diamante, Hoya estará al pendiente de tu seguridad como siempre pero debes ser precavido-pidió, su mano se posó sobre la mano de Luhan que estaba sobre la mesa y por mucho que Luhan quisiera alejarla tuvo que aguantarse y sonreír.
-No tiene de que preocuparse mi señor, seré muy cuidadoso-prometió.
-Es bueno escuchar eso-sonrió y volvió a tomar otro pastelito para seguir comiendo.
Luhan asintió concentrando su mirada en su taza de té, quería irse ya pero no podría hasta que Wu dijera que podía hacerlo y de algún modo algo muy dentro de él le decía que aquello no había sido todo lo que Wu tenía que decirle.
-¿Y...?-comenzó haciendo una larga pausa que a Luhan le pareció eterna-¿Cómo estas hoy, te sientes mejor?-inquirió.
-Sí, yo...
-Shu Jin me dijo que no te sentías bien ayer y que amablemente tu jefe, el señor Oh, te había llevado a casa y estaba cuidando de ti-comentó con falsa alegría.
Luhan se sintió palidecer con aquel comentaron, un escalofrió subió a través de su columna y deseó con todas sus fuerzas poder salir corriendo de ahí en busca de Sehun y asegurarse de que estaba bien y que Wu no había enviado a nadie a lastimarlo pero tenía que permanecer lo más calmado que le fuera posible, tenía que resistir.
-Sí...Sehun se portó muy bien conmigo-sonrió nervioso.
-¿Así que Sehun eh?-murmuró, parecía tranquilo pero Luhan sabía que estaba furioso por como apretaba la taza.
-E-Es...Sehun y yo nos conocemos de hace tiempo y...
-Yo te prometí ayudarte con tu venganza contra Oh Sehyung cuando nos conocimos seis años atrás-lo interrumpió-Yo voy a cumplir con esa promesa pero para eso yo necesito que tú entiendas que hay cosas que no puedes hacer, relacionarte con Oh Sehun que también es el hijo de Oh Sehyung es el algo que está prohibido para ti por ejemplo-explicó.
-¿Por qué?-inquirió con molestia-Sehun es mi amigo hace años y nunca haría algo para perjudicarme-aseguró.
-De eso no puedes estar seguro-dijo con calma.
-Claro que puedo, conozco a Sehun mejor que nadie en el mundo y lo sé, se que él jamás haría nada contra mí-aseguró ignorando el hecho de estar elevado la voz y el ceño fruncido de Wu.
-Él es hijo de tu enemigo y tú no sabes que clase de malas intenciones tenga hacia a ti-aseguró.
-No, Sehun no es así-afirmó elevando un poco más su tono de voz.
-Luhan por favor no...
-Ese tipo bien podría ser la misma basura que su padre y por eso no puedes verlo nunca más-sentenció interrumpiendo lo que Shu Jin había intentado decir y mandando la poca tranquilidad que Luhan tenía a la mierda.
-¡Sehun no es así, usted no lo conoce!-soltó furioso.
Wu llevó su mirada de enojo a Luhan, él nunca le gritaba a su bello diamante y esa no iba a ser la primera vez que lo hiciese o eso creía hasta que vio aquel chupetón en el cuello de Luhan, fue entonces que toda esa amabilidad que siempre tenía para Luhan se fue a la basura y todo se volvió rojo.
-¡TE REVUELCAS CON ESE BASTARDO HIJO DE PUTA!-rugió furioso volcando la mesa.
Luhan se paralizó en su lugar mirando con miedo al mayor, lo había visto antes así de furioso pero nunca había reaccionado así con él y por eso no sabía que hacer ante aquello, no tenía ni idea de lo que haría, todo estaba saliéndosele de las manos y nadie iba a protegerlo de sus errores en esa ocasión, estaba solo.
-¡NO VAS A VOLVER A VERLO, LO TIENE PROHIBIDO!-le gritó sujetándolo violentamente por los hombros-¡¿ME HAS ESCUCHADO?!
-Y-yo…-tartamudeó, su parte racional le decía que obedeciera sin quejas pero su parte rebelde se negaba a aceptar eso.
-¡TE HE HECHO UNA PREGUNTA!-gritó nuevamente apretando más fuerte los hombros de Luhan.
-¡No!-respondió sin demostrar su miedo intentando empujar lejos al mayor-¡No voy a escucharlo, usted no puede decirme que hacer y tampoco puede decirme con quién hablar y con quién no, yo no voy a obedecerlo!
-¡¿ACASO QUIERES VERLO MORIR?!-soltó amenazante.
Todo mundo sabía bien que la paciencia de Wu Jian Hao tenía un límite y que su temperamento era demasiado explosivo pero nadie, ni el mismísimo Jian Hao sabía que cuando amenazaban a Xi Luhan con atentar con lo que más amaba podían encontrarse con el mismísimo Lucifer.
-¡SÍ USTED SIQUIERA LE PONE UNA MANO ENCIMA A SEHUN YO VOY A DESTRUIRLO!-gritó Luhan rabioso logrando deshacer el agarré de Wu como sí no fuese nada-¡USTED NO VA A TOCARLO PORQUE ENTONCES LO HARÉ CONOCER EL JODIDO INFIERNO Y VA A ARREPENTIRSE EL RESTO DE SU VIDA HABERME CONOCIDO!
-¡PEQUEÑO MAL AGRADECIDO!-gritó también Wu tomando en un puño el cabello se Luhan-¡¿ERES ALGUIEN EN LA VIDA GRACIAS A MÍ Y ES ASÍ COMO ME PAGAS?!
-¡YO NO DEJARE QUE NI USTED NI NADIE LE HAGAN DAÑO AL HOMBRE QUE AMO!
-¡TÚ ME PERTENECES A MÍ PEQUEÑA BASURA, ERES MÍO!
-¡NO!-gritó con todo lo que tenía-¡YO ESTOY AQUÍ PORQUE YO ASÍ LO QUISE Y NO POR USTED, NO ES MI DUEÑO!-dijo haciendo gritar con fuerza a Wu.
-¡NO, TÚ ME DEBES ALGO Y ESO TE HACE MI PROPIEDAD Y HARÁS LO QUE YO DIGA PORQUE ME LO DEBES!
-¡YO JAMÁS PEDÍ NADA, NO LE DEBO ABSOLUTAMENTE NADA PORQUE YO NO QUERÍA ESO!
-¡VOY A MATARTE!-amenazó soltando su cabello y empujándolo lejos sacando un arma que apuntó hacia él-¡TE MATARÉ Y DESPUÉS IRÉ POR ESE MALNACIDO QUE HAS DECIDIDO PROTEGER!
-¡No cometa una locura!-intervino Shu Jin corriendo a detener a su tío.
-¡SUÉLTAME!
-¡Hoya saca a Luhan de aquí!-ordenó.
Hoya no lo pensó dos veces y rápidamente lo tomó del brazo para sacarlo de ahí, ambos corrían por los pasillos hasta llegar a la puerta principal que los llevó al auto al que Hoya lo empujó para que subiera, había cometido un grave error y lo sabía pero ya no había marcha atrás e iba a enfrentarlo.
Luhan sentía su corazón latir como loco mientras se aferraba a los asientos traseros debido al exceso de velocidad con el cual su guardián conducía, sabía lo estúpido de sus acciones pero no se había podido contener, no cuando él había amenazado a Sehun, no podía dejar que le hicieran nada.
Cuando finalmente llegaron a su hogar ninguno sabía que decir y simplemente se mantenían mirándose a través del espejo retrovisor, fue Hoya el primero en hacer un movimiento, él suspiró sonoramente y se masajeó las sienes antes de volver a mirarlo.
-¿Tiene alguna idea de la enorme estupidez que acaba de cometer?-le preguntó seriamente.
-Sí-susurró Luhan.
-No voy a negar que demostró tenerlos bien puesto al amenazar así al señor pero es también un idiota-aseguró.
-Yo no podía...no iba a dejar que...-negó repetidas veces porque eso estaba mal-¿Tienes un cigarrillo?-le preguntó.
Hoya asintió y comenzó a rebuscar en la guantera hasta hallar la cajetilla semi nueva y el encendedor que le dio a Luhan, lo miró atentamente mientras sacaba uno de los cigarrillos, lo encendía y daba la primera calada.
El tóxico humo del cigarrillo lo relajó un poco pero no por completo como otras veces, porque era por eso que fumaba, odiaba el sabor pero hacerlo siempre lo relajaba y en esos momentos lo necesitaba con urgencia.
-El señor Wu sabía que este día llegaría-musitó Hoya recibiendo una mirada confundida de Luhan-Él sabía que tarde o temprano usted y él iban a enfrentarse y por eso nos preparo a mí y a su sobrino para ese momento, él nos dejó muy claro que cuando ese día llegara lo más importante era que no le permitiéramos hacerle daño a usted-suspiró-Yo realmente no creí que realmente esto llegara a pasar pero lo hizo y...no se preocupe señor Luhan, él va a perdonarlo-aseguró.
-Yo...
-Sin embargo no voy a negarle que algo malo puede ocurrir-advirtió-El señor Wu lo quiere demasiado, yo podría jurar que él lo adora y por eso nunca podría hacerle daño a usted, su novio más sin en cambio es una historia muy diferente-Luhan tragó con dificultad al ver la mirada de Hoya-Él va a pedirme que lo borré del mapa así que no se despegue de él sí quiere mantenerlo con vida-le sugirió.
-¿Cómo mierda me metí en esto?-lloriqueó revolviéndose el cabello con su mano libre.
-Yo en verdad le recomendaría dejar a ese chico y que el señor Wu haga lo que quiera con él, se ahorraría muchos problemas-aseguró.
-No estás ayudándome-gruñó.
Hoya se encogió de hombros despreocupadamente y luego señaló la puerta en una clara señal para que se fuera, Luhan se bajó del auto y caminó rápidamente hacia su departamento, estaba temblando debido a la ansiedad y el cigarrillo que solía controlarlo no estaba funcionando en absoluto.
Llegó a su apartamento e ingresó a toda velocidad asegurándose de cerrar la puerta con llave, se recargó en ella dándole otra calada al cigarrillo del cual pronto no quedaría nada, sus labios dejaron salir el humo permitiéndose cerrar los ojos por instante, no sería mucho, solo un rato.
Tú me debes algo y eso te hace mi propiedad y harás lo que yo diga...
Su deuda, ¿cómo podría olvidarla siquiera?, recordaba ese día porque estaba grabado a fuego en su memoria, nunca podría olvidarse de ese maldito día, un montón de recuerdos que odiaba revivir lo golpearon y no pudo detener sus inútiles lágrimas, ese jamás había sido su plan, él no lo había querido así.
Débiles sollozos hacían temblar su cuerpo, sus manos temblorosas acercaron nuevamente el cigarrillo hacia su boca pero este nunca toco sus labios y su mano era apresada por una más grande, abrió los ojos entonces encontrándose con los de Sehun y fue todo, lo que sea que quedaba de él se hizo pedazos entonces.
-¿Por qué carajos estas fumando y por qué me dejaste encerrado?-preguntó molesto Sehun sin darse cuenta de lo que estaba ocurriendo en realidad.
Luhan ignoró lo que estaba preguntándole y se echó a llorar a sus brazos, sentía que una tonelada de concreto estaba sobre él y tenía que decirle, ya no podía él solo con eso, tenía que desahogarse aunque estaba muerto de miedo por su reacción.
-¿Hannie que pasa?-preguntó con voz amorosa estrechándolo fuertemente entre sus brazos intentando que dejara de llorar pero no paraba e incluso lloraba más fuerte-¿Lulu qué...?
-Lo siento, lo siento tanto-sollozó aferrándose a él, ¿y sí lo abandonada? ¿O qué tal que luego de eso comenzaba a verlo como a un monstruo?, odiaba ambas opciones.
-¿Bebé dime que está mal?-suplicó angustiado por verlo así porque era definitivamente diferente.
Luhan estaba llorando con una desesperación que lo asustaba, todo su cuerpo temblaba violentamente y parecía que comenzaría a hiperventilar, eso no era normal y Sehun no sabía cómo actuar ante algo que desconocía.
-Y-yo no quería...l-lo juro Hunnie...y-yo no…nu-nunca lo pedí-balbuceó.
Sehun apenas pudo entenderle y cuando logró captar del todo sintió su corazón estrujarse y un hueco en el estómago teniendo un infinito miedo de lo que Luhan fuese a revelarle, no sabía nada aún pero algo le decía que iba a ser horrible.
-¿Qué era lo que no querías Hannie? ¿Qué te hicieron?-preguntó con el alma en un hilo.
-E-es...n-no es...Se-Sehunnie yo...y-yo...
-Dime, nada malo pasará tan solo dímelo-pidió angustiado.
-Y-yo...t-tu padre no...n-no fue...-nada coherente salía de su boca y sus manos cada vez apretaban más fuerte la camiseta que Sehun usaba ese tarde por miedo a que al soltarlo él se fuera definitivamente-Va-vas a odiarme-berreó negando con la cabeza mientras muchas más lágrimas caían.
-No, yo no te voy a odiar mi pequeña estrella-dijo acunando su rostro bañado en lágrimas para así poder mirar directamente a sus cristalizados ojos-Te amo y lo sabes, nunca te odiaría-prometió.
-Hi-hice algo...a-algo muy malo Hunnie-confesión a medias.
-¿Algo malo? ¿Qué fue?-preguntó con falsa calma.
-Y-yo...f-fui yo quien...-no se atrevía pero tenía que hacerlo.
-Tranquilo, todo irá bien-susurró suavemente antes de besar sus temblorosos labios.
-E-es...y-yo...Hunnie yo maté a Kangin-confesó finalmente.
Sehun se quedó en shock tras esa confesión, no lograba tener un solo pensamiento lógico y las palabras de Luhan no paraban de repetirse, era imposible, Luhan estaba ahí frente a él llorando desconsolado y él no lograba reaccionar porque eso no era verdad, no podía, tenía que haber un error.