Se había perdido, no había otra explicación para aquello, Luhan tan sólo no podía dejar de mirarlo a los ojos, había caído en una especie de trance del cual no estaba intentando ni quería salir, fue el chillido de Ying Hui lo que lo regresó a la realidad y lo hizo alejarse de golpe de Sehun.
Empujó nuevamente sus lentes sobre el puente de su nariz, miró a todos los ahí presentes y caminó apresurado de vuelta a su sitio, se sintió un idiota ante las miradas burlonas de Baekhyun y Kai, Rousse y Chanyeol continuaban mirándolo como si de alguna aparición se tratara mientras que Ying Hui lo miraba con los ojitos brillantes.
-Bueno-habló Sehun llamando la atención-¿Deberíamos cortar ya el pastel?-preguntó.
-¡No!-exclamó Ying Hui.
-Pero...
-El pastel solo se parte cuando la fiesta termina y está fiesta no ha terminado-sentenció la menor que nuevamente caminó hasta el reproductor de música poniendo nuevamente esa canción de Twice que ya nadie quería escuchar-¡Vamos a bailar!-soltó con alegría-Además, a papi y a tío Baekkie les sale espectacular la coreografía de esta canción-dijo con orgullo.
Luhan y Baekhyun en cambió desearon con todas sus fuerzas que la tierra se abriera y se los tragara, escucharon a Kai reírse estruendosamente y cuando no podían estar más humillados, la pequeña Ying Hui fue y los tomó de la mano para llevarlos a su improvisada pista de baile.
-Ying Hui no-suplicó Luhan.
-Papi no seas aburrido-murmuró haciendo un pucherito.
-Ese es el espíritu Ying Hui-apoyó Rousse.
Luhan le envió una mirada fulminante a la de ojos azules, regresó su vista a Ying Hui que ya tenía esa carita de cachorro abandonado y no pudo decirle que no.
-Está bien-aceptó al final.
La pequeña chilló alegremente y volvió a poner la canción desde el principio y ahí estaba él junto con Baekhyun bailando esa vergonzosa canción que tal vez comenzaría a odiar a partir de ese momento.
-¡Así se baila Puchi mi amor!-vitoreó Kai.
-Que te den imbécil-gruñó en respuesta el peli rosa.
Nada podía ser más humillante que aquello o eso pensaba Luhan hasta que vio entrar a Jongdae y Minseok al lugar mientras ellos seguían bailando, Jongdae casi gritaba de lo fuerte que estaba riéndose y Luhan decidió que era suficiente humillación pero no se atrevió a ponerle fin.
No cuando Ying Hui se veía así de feliz y cuando la sonrisa de Sehun era así de preciosa, verlos así de felices a ambos bien valía un poco de vergüenza.
La fiesta continuó a un luego de que se cortara el pastel, del cual Jongdae y Kai no dejaron de reírse y que sorprendentemente sí era comestible, las música-que solo Ying Hui elegía-seguía escuchándose hasta el jardín donde Luhan estaba luego de conseguir escaparse para tomar algo de aire.
Ya era de noche y esa noche las estrellas parecían ser muchas más en el cielo, Luhan las estaba mirando mientras se preguntaba que era lo que ellas estarían pensando al verlo ahí solo.
-Ellas se preguntan que haces aquí tú solo-hablaron a sus espaldas.
Luhan miró hacia atrás encontrándose con Sehun que sonreía ampliamente y llevaba en las manos algo parecido a una manta, él se acercó hasta estar sentado a su lado, Luhan lo observó atentamente mientras se acomodaba a su lado para luego mirarlo y extenderle lo que traía en la mano.
-Pensé que podrías tener frío-Luhan sonrió y tomó la manta poniéndole sobre sus hombros cubriéndose del poco frío que hacía.
-Gracias-musitó.
-¿Te aburriste?-le preguntó.
-No yo...quería tomar algo de aire-explicó volviendo a empujar sus lentes hacia arriba.
-Ya veo-asintió.
-¿Y tú?, eres el festejado después de todo-le recordó.
-Yo realmente necesitaba alejarme de tanto color rosa e imágenes que me recuerdan a Lay-respondió dejando ir un dramático suspiro que logró hacer reír a Luhan.
-Lamento eso, no pensé que ella elegiría todo eso-se disculpó.
-Mmm no importa-se encogió de hombros-No es de mis decoraciones favoritas pero la intención es lo que cuenta-sonrió.
-Tienes razón-asintió repitiendo nuevamente esa acción que llevaba haciendo mucho con sus lentes.
-Bailas bien-comentó.
-Ah...-sus mejillas se tiñeron de rojo al oír eso y desvío la mirada-Ying Hui adora esa canción y me obligó a aprender con ella la coreografía-explicó.
-Sé te da bien-aseguró.
-No te burles-refunfuñó.
-Pero sí no lo hago-rió-De verdad te veías bien, los lentes te daban un toque muy sexy incluso-aseguró.
-Idiota-masculló.
-No miento-insistió-Ahora que toque el tema...tus lentes, no pensé que los siguieras usando, son diferentes incluso-comentó.
-Nunca dejé de necesitarlos, siempre llevó lentes de contacto a no ser que este en casa yo solo, por lo regular únicamente los utilizó para leer-explicó.
-Te quedan muy bien-halagó.
Una punzada en el pecho hizo que sus ojos se clavaran en el suelo, sus ojos se cristalizaron sin que Sehun lo notara y realmente él no tendría como saberlo pero esos lentes los había comprado por una razón.
-No pensé en volver a usar este tipo de lentes pero...los vi en el aparador un día y pensé en ti, no sé porque pero...repentinamente tenía que comprarlos y de verdad los adoré-murmuró.
-Me gustan-afirmó con una sonrisa.
-Supongo que eso es bueno-sonrió débilmente.
Sehun asintió y miró nuevamente hacia el cielo nocturno, Luhan lo miró de reojo asombrándose porque apenas notaba que Sehun continuaba viéndose tan guapo como cuando eran unos simples mocosos, Sehun siempre tan seguro de sí mismo mientras que él…bueno él estaba llenó de complejos.
-Minseok hyung me dijo lo que pasó ese día con Kangin-musitó con calma para no alterarlo.
-Y-yo...
-Tú no hiciste nada Luhan o por lo menos no en la magnitud que tú crees, tu único crimen sería haber guardado silencio pero nada más, tú eres inocente-afirmó.
-Fui yo quien pidió eso-su voz comenzó a fallar y tuvo que quitarse los lentes porque sabía lo que vendría.
-Tú no jalaste el gatillo de esa arma-declaró.
-Pero...
-Nada de peros Luhan, ya no puedes seguir cargando con algo que realmente tú no querías ni provocaste-afirmó-Wu fue y es un cobarde al hacerte creer que fue tu culpa y que por eso debes estar atado a él, no es así Luhan-sentenció.
-De alguna forma él nunca fue malo conmigo, me ha cuidado hasta ahora y...
-Eso no le da derecho a tratarte como algo de su propiedad, no se acercara más a ti-aseguró.
-No dejara que me marché tan fácilmente-declaró con tristeza.
-Lo obligare entonces, no le tengo miedo y creo que le quedó muy claro-aseguró.
-Tú...ese día... ¿dónde aprendiste a disparar así?-cuestionó.
-Aprendí muchas cosas estando lejos de aquí-sonrió.
-¿Cómo...cómo lo haces?-preguntó sintiendo las lágrimas comenzar a resbalar por sus mejillas-Yo he pasado por muchas cosas luego de volver a Corea...el rechazo de los demás, lo solo que me sentía, la muerte de mi nana y...nunca lloré hasta que tú llegaste y entonces...tan sólo con verte yo me vuelvo esto-señaló su rostro lleno de lágrimas.
-No lo sé-susurró comenzando a retirar las saladas gotas-Pero sí supiera haría algo para que no continuara pasando, odio verte llorar.
-Yo odio hacerlo si te sirve de algo-habló intentado sonar divertido.
Sehun rió ligeramente atrayéndolo a su cuerpo en un cálido abrazo que le transmitía toda la calma y amor que no había sentido más que con Sehun, era demasiado reconfortante y tranquilizador, como una forma de abstraerse de su realidad.
-He pensado algo-habló nuevamente Sehun.
-¿Mmm?
-Tal vez haya una forma de que nadie pueda seguir metiéndose entre nosotros para separarnos-murmuró algo... ¿temeroso?
-¿Cuál?-inquirió curioso.
Sehun no respondió, sus ojos se conectaron a los suyos, su rostro únicamente reflejaba seriedad y Luhan únicamente podía sentirse confundido, sintió la mano de Sehun acunar su rostro seguido de la suave presión de sus labios sobre una de sus mejillas.
-Cásate conmigo Luhan-pidió.
Los ojos de Luhan se abrieron desmesuradamente mientras miraba los oscuros orbes de Sehun, un sentimiento de pánico lo invadió y antes de darse cuenta de sus acciones ya se había alejado de Sehun y se había levantado del césped donde había estado sentado comenzando a correr al interior de la casa sin mirar atrás.
Adentro la música ya se había detenido, todos estaba reunidos cerca de las escaleras probablemente listos para irse, Baekhyun se sorprendió al verlo entrar tan alterado e intentó detenerlo.
-¿Luhan qué...?
-¡Sehun acaba de pedirme matrimonio!-exclamó sin detener su andar mientras subía de a dos las escaleras sin prestar ni la más mínima atención a las expresiones atónitas de todos ahí.
Encerrarse en su habitación y ocultarse bajo las mantas fue la cosa más cobarde e infantil que pudo hacer pero también lo único que se le había ocurrido para alejarse de aquello que lo había asustado en primer lugar.
¿Casarse?, eso sería una locura considerando todo lo difícil que las cosas ya eran además de que entonces Wu definitivamente iba a matar a Sehun, no era posible, no podía.
De eso quiso tratar de convencerse durante las siguientes cuatro horas pero las malditas mariposas que le producía el recuerdo de Sehun pronunciando esa frase no ayudaba en absolutamente nada, su corazón estaba por salírsele del pecho y se moría por ir a besarlo pero no podía, no debía y era la última palabra.
-Estúpido-se insultó a sí mismo al verse de pie frente a la habitación de Sehun.
Se suponía que no debería estar ahí pero había ido de cualquier forma, sus manos picaban porque hiciera algo, se acomodó los lentes y finalmente se armó del valor suficiente para girar el picaporte y abrir la puerta entrando rápidamente antes de arrepentirse.
Sus ojos viajaron hacia la cama perfectamente hecha donde obviamente Sehun no estaba, recorrió la habitación demasiado nervioso como para considerar irse de ahí, el viento movió suavemente las blancas cortinas del balcón y como si fuera un deja vu Sehun apareció tras ellas.
-Luhan-musitó asombrado.
-Yo...
-¿Pasa algo?-preguntó con preocupación.
-¿Qué voy hacer sí algo te pasa? ¿Y si alguien te lastima y yo no puedo evitarlo?-preguntó derramado varias lágrimas.
-Luhan por favor no llores, dime que está mal y...
-Me pides que nos casemos pero...todo está así de mal y... ¿qué haré si esto únicamente trae más problemas?... ¿qué sí me veo obligado a volver a trabajar para Wu?... ¿me odiaras?... ¿qué hago yo sí él cumple su juramento de acabar contigo?...yo no voy a poder vivir si te arrancan de mi lado-confesó.
-No Hannie, ya no llores más, enfermeras de seguir así-dijo con preocupación rodeándolo en un protector abrazo-Yo no te dije esto para lastimarte sino todo lo contrario, yo simplemente quería demostrarte lo mucho que yo te amo pero si tú no quieres yo voy a enten...
-Es que sí quiero-sollozó de frustración-Es sólo que no sé si debemos porque hasta ahora siempre que decidimos estar juntos solo hay problemas y no quiero eso-explicó angustiado.
-Entonces piénsalo-pidió-No tienes que decidirlo ahora, piénsalo.
-Pero...
Sehun puso un dedo sobre sus labios para silenciarlo, no seguirían con ese tema si lo ponía mal, una sonrisa se dibujó en sus labios y se acercó más a Luhan, le quitó los lentes con cuidado y término de cortar la distancia que había entre sus labios.
Luhan respondió al instante a la dulce y tierna caricia, los dulces labios de Sehun se movían con exquisita lentitud y ternura sobre los suyos que temblaban con cada nuevo roce que decía todo sin necesidad de alguna palabra, un sutil intercambio de sentimientos que expresaba todo lo que el hablar no podía, su beso de las respuestas y preguntas silenciosas.
-Es el mejor cumpleaños que he tenido nunca-susurró sobre los suaves labios de Luhan.
-T-te tengo un regalo-susurró también Luhan.
-¿A sí?-preguntó con una ceja arqueada.
Luhan asintió ignorando el hecho de que probablemente Sehun estaba pensando en algo muy diferente a lo que él iba a darle, buscó el obsequio en uno de los bolsillos delanteros de su pantalón hasta que lo halló y lo puso sobre su mano.
Una sonrisa iluminó el rostro de Sehun al ver a Han tan limpio y con esa nueva ropita que lo hacían lucir adorable, su pequeño ciervo estaba vestido de marinerito, un bonito sombrero estaba en su cabecita y del cual sobresalían sus dos pequeñas astas.
-¿Cómo lo hiciste?-preguntó sorprendido.
-Trabajo para una diseñadora de modas, no fue nada-aseguró tímidamente.
-Me encanta-sonrió.
-Es bueno escuchar eso-sonrió también dejándose besar nuevamente por Sehun que no podía pedir nada más de lo que había obtenido ese día.
*****
El primer día de escuela, Luhan lo recordaba bien, ese día su madre había llorado mucho y se había abrazado con mucha fuerza a su pequeño cuerpo diciendo que no estaba lista para dejar a su ratoncito solo en ese terrorífico y desconocido lugar, él había tenido un momento difícil tratando de hacerla entender que estaría bien y que sería solo por unas horas.
Era esa época donde Luhan era feliz y la idea de hacer amigos lo había emocionado, en ese momento se sentía casi igual solo que en lugar de ser su madre llorando era Sehun preguntando incesantemente si estaría bien y no era su primer día de escuela sino su regreso a trabajar.
-¿Estás seguro?-preguntó por millonésima vez Sehun.
-Sí-repitió una vez más-Te he dicho que estaré bien, además llevó una semana haciéndome el vago y debo volver al trabajo-explicó con algo de cansancio pues había tenido esa misma conversación el día anterior.
El domingo había sido un lindo día donde ambos habían tenido algo así como un día en familia con Ying Hui que había pedido que la llevaran a un karaoke donde únicamente pudieron cantar las canciones que ella aprobaba.
Había sido divertido pero era hora de regresar a tomar sus responsabilidades, Sehun se había negado a dejarlo ir solo hasta Enticement y en esos momentos no lo dejaba bajar del auto insistiendo que aun necesitaba descansar más.
-Sehun ya deja que me valla, entre más rápido sea esto más rápido vamos a vernos-suspiró con pesadez.
-Está bien-aceptó de mala gana-Pero no apagues el teléfono y si llamó responde de inmediato, vendré a recogerte para almorzar-le dijo como si estuviera dándole instrucciones a un niño.
-Sí madre-masculló por lo bajo.
-¿Qué?
-Dije que lo hare, me voy y recuerda estar siempre con Kai-pidió, era la única forma que tenía de estar seguro de que Sehun iba a estar bien de alguna forma.
-Sí-asintió obediente.
Un rápido beso que Luhan no esperaba marcó su despedida, se bajó del auto sintiendo la cara roja y al estar frente a las puertas de Enticement tomó una profunda respiración antes de entrar, la recepcionista casi se desmaya al verlo entrar y se apresuró a ocultar lo que fuera que había sobre el escritorio para que él no lo viera y la regañara.
No le prestó ni la más mínima atención y subió al elevador presionando el último de los botones que lo llevaría al piso donde se encontraba su oficina, cuando las puertas se abrieron todos los que ahí estaban se pusieron tensos y sus miradas solo reflejaban miedo puro.
Su mirada escrutadora recorrió el lugar con lentitud deteniéndose solo lo suficiente en cada persona ahí, una sonrisa maliciosa se extendió en sus labios al ver el miedo ajeno pero no dijo absolutamente nada limitándose únicamente a cruzar el lugar directo a su oficina con la mirada de todos sobre él.
El silencio era peor que los gritos porque nadie sabía nunca que sería lo que Lucifer haría después, un pequeño rayo de esperanza llegó a todos cuando vieron al Ángel seguirlo hasta su oficina y rezaron porque pudiera apaciguar a la bestia.
-¿Así que hoy dejamos los lentes y la ropa sencilla cambiándolos por ropa de marca y un precioso delineado?-dijo apenas entró.
-Hola y adiós Baekhyun, tengo mucho que hacer-respondió sin mirarlo.
-Es solo una pregunta-se encogió de hombros y fue a sentarse en una de las sillas frente al escritorio de Luhan con su block de dibujo en mano-Es bueno que hayas vuelto ya, la nueva colección por el aniversario de Enticement está a punto de ser lanzada y tú eres mi fuerte de inspiración así que necesitaba verte-dijo con una sonrisa.
-¿No veo por qué yo sería tu fuete de inspiración?-se encogió de hombros sin despegar sus ojos de la pantalla de su ordenador.
-Es porque eres tú, eso es obvio tonto-bufó-Además, las personas de la vez pasada se han negado a firmar si tú no estás presente-sonrió divertido ante eso.
-¿Qué?-lo miró por fin.
-Ellos quieren ver a Lucifer-dijo con algo de burla-Además también tu cumpleaños está cerca y por nada del mundo quiero perderme eso-sonrió más ampliamente.
Luhan frunció el ceño y se hundió un poco en su silla, odiaba ese día y era demasiado molesto que cosas así pasarán, a Baekhyun parecía divertirle mucho aparentemente y eso lo molestaba más.
-Definitivamente yo me muero por ver la expresión de Sehun ese día-rió.
-Cierra la boca-masculló malhumorado.
-Pero es divertido-aseguró.
-Baekhyun de verdad lograras que yo te...
-¿Se-señor Xi?-llamó la asustada voz de su secretaría.
-Adelante-respondió.
La asustada chica abrió la puerta temerosa antes de mirarlo para darle el recado que tenía, ella de verdad parecía estar muerta de miedo y eso le dijo a Luhan que era algo muy serio o muy malo.
-L-La señora Lilith lo llama-habló bajito pero Luhan logró escucharla a la perfección.
Baekhyun le dio una mirada preocupada y él simplemente negó poniéndose de pie, tarde o temprano ellos tendrían que enfrentarse y Luhan no iba a escapar.