-Sí, sí, todo muy bonito pero seguimos aquí-se quejó Kai al ver que esos dos se habían ido a su mundo ignorándolos completamente a ellos.
Sehun le lanzó una mirada amenazante que no lo afecto en lo más mínimo, dejó ir a Luhan de mala gana poniendo atención a los tres individuos que los observaban frunciendo el ceño al recordar que Shu Jin estaba ahí.
-¿Por qué está él aquí?-preguntó con molestia.
-Porque Luhan me adora y no puede estar ni un segundo sin mí-respondió con orgullo recibiendo una mala mirada de Baekhyun y Sehun además de un golpe de Luhan.
-Te explicare más tarde-prometió el castaño.
Recorrió el lugar con la mirada suspirando fastidiado al ver lo mismo de todos los años, fue hasta su oficina seguido por los otros tres frunciendo el ceño al encontrarla llena de obsequios y flores, había cajas y bolsas de todos tamaños además de arreglos con flores que ni conocía.
-Serena-llamó y su secretaría entró rápidamente.
Se sorprendió un poco al verla tan arreglada, por lo general ella siempre usa ropa muy cómoda y su cabello recogido pero hoy llevaba el cabello suelto y un vestido muy entallado con un escote que dejaba poco a la imaginación, era raro pero resto importancia rápidamente porque él no era quién para meterse en los asuntos personales de su asistente.
-Llamé al encargado de limpieza para que deshaga de las flores, los regalos pueden repartirlos entre ustedes o yo que sé-ordenó.
-Entendido señor Xi-asintió de una forma algo coqueta, Luhan la miró con los ojos entrecerrados y Sehun le envió una mirada asesina haciendo que ella se pusiera nerviosa y saliera rápidamente de ahí dejándolo solos.
-¿Realmente dejaras que los empleados se queden con todo esto?-preguntó sorprendido Kai ya que todo parecía costoso.
-Sí-asintió.
-Mira Luhan-habló Shu Jin riendo-Esto seguro es para tu novio, todos saben la fiera que eres y le enviaron algo para que te controlara-se burlo mientras alzaba bien alto un látigo.
-¿Qué clase de degenerado envió eso?-inquirió Baekhyun acercándose para ver aquel objeto.
-Dejen eso-ordenó con fastidio Luhan-¿Me dirás ya qué haces aquí?- le preguntó a Sehun.
-Vine a buscarte para celebrar tu cumpleaños juntos-respondió sonriente.
-Pero tengo trabajo y...
-Claro que no lo tienes, la señora Lilith siempre te ha dicho que puedes tomarte libre este día así que ve-dijo Baekhyun haciendo que se levantara de su silla a cual ya había ocupado-Diviértete-sonrió dándole un ligero empujón para acercarlo a Sehun.
-Bien-asintió.
Sehun tomó su mano y lo sacó de ahí rápidamente, tenía muchas cosas planeadas para ese día y si quería hacerlas todas tenían que comenzar rápido.
Lo primero fue ir a casa para que Luhan cambiara su ropa por algo más cómodo o de lo contrario iba a resultar algo molesto para él, esperó pacientemente hasta que lo vio aparecer con ese atuendo tan sencillo que a él lo fascinaba y a Luhan lo hacía lucir encantador, adoraba como se veía con esos lentes.
-¿A dónde iremos?-preguntó curioso.
-Primero que nada te advierto que vas a darme una buena explicación de ese auto y del porque ese tipo estaba acompañándote-advirtió-Eso lo dejaremos para después y por ahora te llevare a nuestra primera parada-sonrió.
-¿Primera? ¿Habrá más de una? ¿Cuántas serán?-preguntó curioso y entusiasmado.
-Ya verás-dijo tomando su mano para sacarlo de ahí e ir a su primera parada.
Luhan no dijo nada y únicamente se dejó arrastrar a donde fuera que Sehun quisiera llevarlo, no fue un viaje muy largo y antes de lo pensado ambos se encontraron en un parque que a Luhan le resultaba ligeramente familiar.
-Este es…
-El parque de nuestra primera cita-terminó por él-Entonces solo comenzábamos a ser amigo-le recordó.
Luhan lo recorrió con la mirada mientras miles de recuerdos llegaban a su memoria, Sehun llevándolo por primera vez ahí, Sehun defendiéndolo de esas chicas que lo había insultado aquel día, ambos comiendo juntos, sus primeras lecciones para aprender a andar en bicicleta, todas las felicitaciones de Sehun por sus esfuerzos, las horas charlando, los besos robados cuando su relación cambio, el cómo Sehun tomaba su mano mientras caminaban, los abrazos, las risas y todo estaba ahí entre los árboles, caminos y juegos infantiles.
-Yo… ¿qué hacemos aquí?-preguntó curioso.
-Hay algo que yo siempre quise hacer contigo aquí-le respondió entusiasmado.
Sus manos nuevamente se unieron y Sehun comenzó a llevarlo por el mismo camino que habían seguido la primera vez hasta el mismo árbol bajo el que se sentaron la primera vez, estaba un poco más grande y frondoso, más viejo y bajo él estaban dos bicicletas.
-Muchas gracias por hacerte cargo-le dijo Sehun a su empleado que al parecer había estado cuidándolas.
-¿Qué…?
-Yo te enseñe a andar en bicicleta porque siempre quise que lo hiciéramos juntos, nunca hubo esa oportunidad por eso quiero hacerlo hoy-pidió.
-Yo…hace años que no uso una bicicleta y…
-Pudo volver a enseñarte si lo has olvidado-aseguró.
Luhan asintió sin poder atreverse ni querer decir no por segunda vez, estaba oxidado en eso y fue obvio por la forma en la que se negaba a despegar sus pies del suelo y llevarlos a los pedales, Sehun lo animó prometiéndole miles de veces que todo iría bien, igual que cuando comenzaron con sus lecciones.
Todo el miedo de caer terminó por irse y Luhan se sintió nuevamente como un niño cuando el viento comenzó a acariciar su rostro a medida que avanzaba, esa sensación lo hacía sentir en paz y poder girar hacia su costado y ver a Sehun igual o más feliz que él era un millón de veces mejor.
Había puesto tantos peros para subir a la bicicleta y al final fue él quien no quería bajarse, porque era divertido, porque estaba descubriendo nuevas cosas en ese viejo parque donde se habían reunido siempre y porque era como volver en el tiempo de alguna forma.
Realmente se sentía como volver a ser el niño de antes que podía reírse a carcajadas sin tener miedo de lo que pasaría mañana, escuchar a Sehun reír era el mejor regalo que le hubieran dado nunca y era curioso porque lo único que estaban haciendo era comportarse como un par de mocosos que hacían una ridícula carrera por las puras ganas de hacerlo.
-¡Gane!-anunció al mundo Luhan deteniéndose en la meta que era el árbol de antes.
-Hiciste trampa-acusó Sehun, deteniendo también la bicicleta.
-No es así, yo gane y tú perdiste así que deberás darme algo a cambio-exigió con emoción contenida, se sentía tan alegre, tan renovado y tan vivo.
-Bien-aceptó al final el pelinegro-Descansemos primero que ya no soy tan joven y me canso-pidió.
Luhan asintió rápidamente, dejó la bicicleta fuera del camino y se dejó caer sobre el pasto mirando al cielo, no había hecho eso tampoco y no sabía porque si se sentía realmente bien, Sehun se colocó a su lado y buscó su mano uniéndola a la suya y entrelazando sus dedos.
Luhan sonrió automáticamente y giró su cabeza hacia él que también lo observaba, la mano libre de Sehun se estiró para acomodarle los lentes correctamente recibiendo como agradecimiento una sonrisa más grande de la que ya tenía.
-Gracias por este obsequio-dijo en voz baja dejándolo en un pequeño susurro que solo ambos compartían.
-Es solo la primera parada-le recordó.
-¿Qué más hay?-preguntó entusiasmado.
-Sorpresa-sonrió.
-Pero…
-A decir verdad yo no tenía ni idea de que regalarte-confesó interrumpiendo así su queja-Le di muchas vueltas durante días pensando y preguntándome que sería lo que mi pequeña estrella querría, tal vez ropa, un auto, una cena, una fiesta, flores, joyas o tal vez algún otro costoso obsequio pero entonces me detuve porque me di cuenta que todo eso era errado, estaba pensando en ti como si fueses cualquier persona y no era así porque tú eres tú-sonrió acariciando ligeramente su rostro-Fue entonces que recordé que a mi pequeña estrella no le gustan las cosas materiales y que él querría algo más significativo, algo como lo que él hizo para nuestro aniversario y entonces supe que el regalo perfecto era hacer todo lo que siempre quise hacer contigo y no tuve la oportunidad de hacer-explicó-Pasear los dos en bicicleta, ir a la playa, volver a Jeju a visitar a la tía de Jongdae hyung, que me enseñaras a jugar soccer, poder enseñarte a jugar todos mis videojuegos favoritos, viajar a otros países, volver a escucharte cantar para mí, aprender a bailar como queríamos, volver a dormir en un parque, hacer una locura y una estupidez juntos, poder enseñarte todo lo que sé sobre las estrellas y que tú me enseñaras todo lo que tu quisieras, comer un platillo extraño, enseñarte a nadar, gritarle al cielo que estamos juntos, ir a Namsan a la Torre N de Seúl para hacer esa cursilería de poner un candado con nuestros nombres, tomarnos miles de fotografías y muchas cosas más que realmente quiero hacer pero no recuerdo ahora y no importa porque lo anote todo en una lista-aseguró sonriente.
-¿Haremos todo eso?-preguntó con una bonita expresión de confusión.
-No-negó riendo ligeramente-Esas son muchas cosas y tenemos una vida para hacerlas poco a poco pero hoy haremos las que más he ansiado hacer contigo-explicó.
Luhan apretó ligeramente la mano de Sehun entre la suya mientras asentía, quería hacerlo también y aprovecharía ese día al máximo, se quedaron unos instantes más ahí mirando al cielo tratando de decidir que forma tenían las nubes y riendo a carcajadas por las tonterías que decían hasta que Sehun se levantó y le extendió su mano para hacer que se levantara también.
-Debemos empezar ya y comenzaremos también a tomar las fotografías-dijo sacando de el bolsillo de su chaqueta una cámara, rodeó sus hombros con uno de sus brazos apegándolo a su cuerpo y ambos sonrieron para la cámara que grabó ese momento tan especial para ambos, dejaron el parque luego de que Sehun le diera un par de instrucciones a su empleado y siguieron su camino a pie.
La emoción en la mirada de Luhan creció mucho más cuando estuvieron de pie frente a ese pequeño restaurante que había sido su favorito cuando eran jóvenes y que aun no había cerrado sus puertas, todo seguía casi igual en el interior y Luhan quería llorar por eso.
La misma mesa, lo que ordenaban siempre y el mismo sabor de hacía once años atrás, todo tan igual y diferente a la vez, una charla interminable de puras tonterías como la vez que Sehun había pedido consejos a Donghae para ser un buen novio o como cuando Leeteuk les dio esa vergonzosa charla sobre sexo solo por haber malinterpretado la situación, todo eran solo buenos recuerdos que no los ponían tristes ni los hacían llorar, tan agradable y perfecto.
Una nueva fotografía se unió a la anterior antes de salir de ese pequeño lugar, sus manos volvieron a pegarse como si estuviesen imantadas, caminaron sin parar de hablar de todo lo que podían por el simple hecho de que amaban oír la voz del otro, su siguiente parada fue un karaoke al cual Luhan al principio no quiso entrar alegando que no había cantado desde hacía once años y que su voz sonaría horrible siendo obligado de todos modos por Sehun.
Ambos se dieron cuenta entonces de lo familiar que resultaba todo porque siempre había sido así, Luhan no quería hacer algo pero Sehun lo obligaba, Luhan terminaba con las mejillas infladas y los brazos cruzados a manera de protesta y Sehun terminaba por ser perdonado luego de un abrazo y un beso, Luhan terminaba por hacer lo que Sehun quería y al final siempre terminaba por divertirse.
Sehun eligió la canción y se acomodo en uno de los sofás para disfrutar del pequeño concierto donde solo él era el espectador y le resulto hermoso, la voz de Luhan seguía tan bonita y angelical como la recordaba sin importar que se equivocara con la letra de la canción y cuando terminó aplaudió de pie como un idiota haciéndolo sonrojar y también sonreír de esa forma tan suya, no la falsa que le mostraba a todo mundo sino su sonrisa real esa de la que se había enamorado desde aquella noche en que lo conoció realmente.
Demoraron horas en el karaoke donde Sehun pudo disfrutar de la bonita voz de Luhan, Luhan pudo conseguir que Sehun cantara para él aunque fuera una vez y le había parecido hermoso a pesar de que no era su talento y una nueva fotografía se encargo de registrar todo eso, lo siguiente era algo confuso porque simplemente andaban sin rumbo, le había preguntado muchas veces a Sehun a donde iban pero él solo sonreía y seguía caminando, hasta que llegaron a esa plaza llena de personas.
-Vamos-dijo Sehun tirando de su mano hasta donde había un pequeño puesto de alguna tienda haciéndole promoción a uno de sus productos.
Un chico hablaba por el micrófono haciendo la oferta de lo que fuera que estaban ofreciendo, Sehun soltó su mano y se alejó no sin antes pedirle que no se moviera de ahí, se acercó al pequeño puesto e intercambió un par de palabras con el chico que simplemente asintió y le cedió el micrófono.
¿El no planeaba hacer eso verdad?
-Me permitirían un minuto de su atención-habló fuerte y claro a través del micrófono-Hola a todos ustedes no me conocen ni yo a ustedes pero me llamo Sehun-se presentó.
Casi todas las personas que pasaban por ahí se detuvieron para préstale atención al apuesto hombre pelinegro que les hablaba, Luhan sintió el rubor en su rostro porque de alguna forma ya sabía lo que iba a venir.
-Y ven a ese chico de ahí-lo señaló y Luhan sintió su rostro volverse totalmente rojo-Ustedes no tendrían porque saberlo pero él es mi novio, la persona más maravillosa del mundo y a quien más amo en este mundo y hoy es su cumpleaños y me he dado cuenta de algo que he olvidado hacer hasta ahora y de verdad me siento apenado por ello-dijo y Luhan de verdad quería que se callara ya-No le he cantado feliz cumpleaños y creo que eso está muy mal por eso por favor quisiera pedirles que me ayudaran a hacerlo, se los agradecerían mucho de verdad-sonrió divinamente y las personas empezaron a murmurar diciendo lo lindo que él era.
El chico que antes que antes hablaba por el micrófono no demoró en poner la melodía de la tonta canción de cumpleaños provocando qu Luhan sintiera mucha más vergüenza cuando aquellas personas comenzaron a cantar esa canción para él y él tan solo pudo cubrir su rostro con ambas manos para ocultar lo rojo que debía estar, la voz de Sehun era inconfundible entre todas las demás porque aun sostenía el micrófono y cuando todo eso terminó las personas a su alrededor comenzaron aplaudir y a alentarlo para que fuera hasta donde Sehun estaba.
Le sorprendió poder llegar sano y salvo a pesar de haber caminado con las manos cubriéndole el rostro, Sehun lo abrazó con fuerza y su risa hizo vibrar su pecho al ver lo adorable que Luhan era, un coro de voces les pedían un beso que Luhan no iba a darle a menos que estuvieran a solas sin cientos de ojos sobre ellos.
-No seas tímido-susurró para él Sehun.
-Eres un tonto-masculló Luhan retirando lentamente su manos para mirarlo a los ojos.
Sehun sonrió de esa especial forma que hacía que sus ojos se hicieran dos medias lunas y que lo iluminaba todo, un pequeño y tímido beso se presionó en su frente borrando lo enojado que estaba, las escandalosas personas que aplaudían a su alrededor desaparecieron para él que sólo podía concentrarse en el latir tranquilo de su corazón que se acompasaba al de Sehun.
Al estar ahí recibió felicitaciones de algunas personas por su cumpleaños además de por tener un novio como Sehun, la fotografía de esa ocasión la compartieron con el amable chico que había sido el cómplice de Sehun, se alejaron con las manos nuevamente unidas, un agradable silencio donde solo compartían sonrisas y miradas furtivas los acompañó hasta la mitad de su camino donde Sehun recibió un mensaje que lo hizo fruncir el ceño.
-Debo hacer algo en un lugar, no tardaremos y después iremos por tú última sorpresa-le dijo como disculpándose.
-Está bien-asintió sin problemas.
Sehun le sonrió agradecido y cambiaron de rumbo hacía su nuevo destino, al llegar ese lugar Sehun lo dejó un momento diciéndole que lo esperara ahí y que no tardaba, Luhan asintió obedientemente observándolo marcharse, cuando Sehun salió de su campo visual Luhan se permitió recorrer su alrededor.
No sabía dónde estaba, el lugar era una enorme sala que tenía muchos asientos a su alrededor dividido únicamente por las escaleras que daban paso a un corredor en el fondo que llevaba a la salida, el estaba de pie al centro de aquella sala que era el único lugar despejado en su totalidad y estar ahí le pareció extraño porque no sabía que podría hacer Sehun ahí.
De un momento a otro las luces se apagaron dejándolo a oscuras, su primera reacción fue asustarse pero antes de pensar en salir de ahí la habitación o mejor dicho el enorme techo del lugar se llenó de estrellas, sus ojo se abrieron grandes mientras veía el techo por donde incluso estrellas fugaces hacían su recorrido yendo de un lugar a otro, todo tuvo sentido entonces y Luhan supo entonces que estaba en una a sala de proyecciones que se encargaba de mostrarle un maravilloso cielo rebosante de de estrellas.
La familiar canción que aquellas personas desconocidas habían entonado para él en la plaza volvió a escucharse pero a una sola voz en esa ocasión, se giró rápidamente hacia el dueño de esa voz encontrándose con Sehun que sostenía un pequeño pastel en sus manos mientras se acercaba a él.
-Feliz cumpleaños Hannie-le dijo al finalizar la canción y él podría llorar ahí mismo.
-¿Tú…cómo has…esto?-preguntó de la forma más coherente que pudo.
-Realmente me hubiera gustado darte una estrella real pero supongo que no esta tan mal esto-sonrió-Oh es verdad, debes apagar la vela-murmuró acercando un poco más el pastel hacia él.
Luhan asintió sintiendo un nudo en la garganta, se acerco al pastel y sopló suavemente apagando la pequeña y única velita que su pequeño pastel tenía dejándolos únicamente bajo la luz del manto de estrellas artificiales que había sobre ellos.
-¿Luhan?-llamó un poco preocupado al verlo con la cabeza agachada mientras comenzaba a temblar ligeramente-¿Estas llorando?-preguntó angustiado.
-No-susurró siendo delatado por su voz quebrada.
-No, no llores amor, se supone que esto es para hacerte feliz-dijo atrayéndolo a su cuerpo con el único brazo que pudo dejar libre.
-¡Estoy feliz idiota!-lo regañó estrechándolo fuertemente en sus brazos-Son lágrimas de alegría por eso está bien, es bueno-sollozó ligeramente.
Sehun sonrió ampliamente al escucharlo decir eso, su mano que sostenía el pastel comenzó a temblar y por mucho que no quisiera tuvo que separarse de Luhan antes de que terminara por dejara caer el pastel al suelo e hiciera un feo desastre.
-Hay que comer pastel-sugirió.
-Sí-asintió varias veces como un niño.
-Bien entonces…-sonrió de forma nerviosa-Me olvide de algunas cosas así que creo que tendremos que arreglárnoslas únicamente con esto-dijo mostrándole dos pequeñas cucharas.
-No importa-aseguró.
Ambos se sentaron en dos de los asientos de las primeras filas comenzando a comer mientras observaba el espectáculo en el techo en silencio, un silencio que a Luhan le sabía a vainilla y fresas igual que el pastel que comían.
-Sehun-susurró despacio sin querer romper la atmosfera tan maravillosa que había.
-¿Mmm?
-Antes…antes te dije que tenía dudas pero…ahora estoy seguro y yo...-pausó intentando calmar los descontrolados latidos de su corazón-Yo te amo mucho-confesó tímidamente.
Sehun no dijo nada luego de su confesión, guardó silencio durante lo que Luhan sintió como años, observó de reojo como se ponía de pie, se arrodilló frente a él que seguía sentado con el pastel a medias en su regazo y lo hizo a un lado para acercarse tanto como podía.
Acunó delicadamente su rostro como temiendo quebrarlo, sus labios rosaron suavemente la frente de Luhan descendiendo a sus ojos cerrados ojos besando sus parpados, rosó cariñosamente sus narices y finalmente lo besó inocentemente.
-Ya lo sé-susurró-Sé que me amas y que no puedes evitar tener miedo porque entiendo que tu precioso corazón carga ya con muchas heridas que voy a curar una por una-prometió.
-Hunnie-murmuró.
-Me gustas desde la primera sonrisa, me encantas como nunca nada ni nadie lo ha hecho, me fascinas inimaginablemente, te quiero como nunca querré a nadie, te adoro como nadie lo hará, te amo con toda mi corazón, mi alma y mi vida; y me gustaría decirte más que esto pero me temo que aún no hay una palabra que por sí sola me ayude a expresar todo lo que siento y provocas en mí-sonrió amorosamente.
-¿Qué hice de bueno yo para tenerte a mi lado?-le preguntó acariciando su rostro.
-Ser la única persona que aún contra todo pronóstico decidió que quería tomar mi mano y confiar en mí por mucho que todos dijeran que era una locura-respondió suavemente.
-Fue porque tú lo dijiste, podrías mentirle al mundo entero pero no a mí, no a tu pequeña estrella-le recordó.
-Es verdad-rió con suavidad recibiendo un beso torpe y tímido como recompensa-Feliz cumpleaños mi amor, mi ángel, mi ratoncito pero más que nada mi hermosa pequeña estrella-susurró abrazándolo con fuerza para no dejarlo ir y queriendo tenerlo de esa forma mucho tiempo, toda la vida sonaba bien para él.
-Hunnie-llamó jovial-La fotografía-le recordó.
-Es verdad-asintió y sin dejar de abrazarlo con su brazo izquierdo tomó la cámara con el derecho para tomarla-¿Listo?-Luhan asintió apegándose un poco a él-Entonces aquí...
-Espera-pidió-Quiero intentar algo.
-Está bien-sonrió.
Luhan lo obligó a ponerse de pie, le quitó la cámara y la acomodó en una de las butacas del lugar y le puso el temporizador para la fotografía, se alejaron un poco hasta donde Luhan considero prudente, tomó los brazos de Sehun colocándolos alrededor de su cintura y el rodeó con los suyos el cuello de Sehun, lo miró a los ojos y un par de segundos antes de que el flash se disparara lo besó congelando así ese mágico instante que esperaba que fuera el primero de muchos más.