La leve luz del nuevo día se colaba por la ventana iluminando levemente la habitación, la alarma del reloj en la mesita de noche estaba a unos minutos de sonar para despertar a los ocupantes de la habitación que dormían profundamente, fuertes pasos se escucharon en el exterior seguidos de la puerta abriéndose bruscamente.
-¡Ustedes dos levanten sus traseros de la maldita cama ahora!-ordenó un muy enojado rubio que además de ser el mejor amigo del idiota pelinegro que seguía dormido era también su mano derecha y al idiota se le estaba haciendo tarde para una junta.
Los ocupantes de la cama gruñeron y se acurrucaron más cerca el uno del otro, Kai al verlo simplemente se enojo más y fue hasta la cama para comenzar a jalar las sabanas para despertarlos y hacer que se levantarán sí o sí, Sehun despertó en segundos y tomó el otro extremo tirando también de lo que los cubría para evitar así que Kai viese más de lo que debía.
-¡¿Qué carajos crees que haces?!-exclamó el recién levantado.
-¡Tienes que levantarte, tenemos trabajo hoy!-le recodó con enojo.
-¡En cinco minutos bajo ahora lárgate!-ordenó.
-¡No confío en ti!-bufó.
-¡Kai si quitas esta sabana voy a hacer pedacitos!-advirtió cosa que el otro ignoró-¡También le diré a Baekhyun que eres tú quien le ha estado enviando una flor a diario!
-Está bien, está bien-dijo el moreno soltando la manta-No tenemos porque hacer locuras.
-Vete-ordenó señalando a la puerta.
-Me voy pero te quiero abajo en cinco minutos, hay algo que tenemos que hacer-le recordó antes de salir.
Sehun suspiró aliviado al ver como la puerta se cerraba, se dejó caer nuevamente sobre la cama y se giró levente hacía Luhan que intentaba contener las ganas de reír que tenía, Sehun frunció el ceño al ver eso y lo miró con reproche.
-¿Por qué no hiciste nada?-preguntó con falso enojo.
-Era divertido únicamente mirar-respondió con honestidad-También pensé que eso no debería molestarte, los mejores amigos se conocen tan bien que incluso deberían saber cómo se ve el otro sin ropa-comentó divertido.
-No me importa que Kai me vea sin ropa, lo que no iba a permitir era que te viera a ti sin ropa-sentenció.
-No me avergüenzo de mi cuerpo, no hay problema por mí-se encogió de hombros despreocupadamente.
-Ja ja que gracioso-dijo con sarcasmo.
-No te molestes, sabes bien que es una broma-sonrió divinamente sin conseguir nada realmente.
-No es divertido y te recuerdo que me debes una explicación acerca de Wu-le recordó seriamente.
Luhan frunció el ceño ligeramente al recordar aquello, sabía que debía explicarse pero no le gustaba que tuviera que ser en ese momento porque no quería arruinar la bonita mañana que estaban teniendo, miró a Sehun suplicándole con la mirada dejar la charla para después sin éxito alguno.
Un suspiro de resignación se escapó de sus labios y cerró sus ojos por unos instantes antes de mirarlo nuevamente, no estaba seguro de como comenzar y muy dentro de él tenía el temor de que todo lo que tenía en ese momento se iría al diablo sí abría la boca, fragmentos de todo lo que habían vivido el día anterior volvieron a su mente como una forma de darse valor a sí mismo.
Todo lo que hicieron, las palabras, las sonrisas, la calma, sentirse vivo nuevamente, los besos, las caricias y todo eso que lo había hecho perfecto por pequeñito que fuese, todo eso había pasado y debía ser suficiente para que dejara de dudar.
-Hablé con Wu-confesó.
El rostro de Sehun se volvió una mueca de enojo que Luhan ya sabía que vería, lo vio incorporarse y masajearse las sienes en un gesto de cansancio y antes de que cualquier reproche abandonara los labios del pelinegro se incorporó también y lo abrazó.
-Sé que estas enojado porque para ti Wu Jian Hao es lo peor que me ha pasado y probablemente tengas razón pero de verdad que él no es malo-aseguró.
-¿Qué no es malo?-soltó con ironía-¡Mató a un hombre y quién sabe a cuántos más!-le recordó exasperado.
-Lo sé pero él jamás me hizo daño o al menos no con intención, Jian Hao siempre cuidó de mí, nunca me obligó a hacer nada que yo no quisiera e incluso cuando yo creí que él me pediría sexo él me juró que nunca lo haría, que no iba a tocarme nunca, sé que tiene negocios ilícitos pero nunca me pidió involúcrame e incluso me lo prohibió, él no es malo Sehun o por lo menos no conmigo-explicó.
-¿Y tratar de matarme es algo que hacía para cuidarte?-cuestionó con molestia.
-Es...Jian Hao quería para mí a un hombre que no iba a encontrar, un hombre perfecto y...
-Yo no lo soy, ¿verdad?-inquirió con resentimiento.
-Lo eres pero él no podía verlo, fui ayer para decirle que te elijo a ti, que estoy cansado ya y que no puedo seguir así, fui a decirle adiós-murmuró la última palabra.
Sehun lo miró sorprendido durante unos instantes antes de cambiar esa expresión por una de alegría al sentir a Luhan acurrucarse más contra él, dejó de lado el hecho de estar enojado y lo apretó más en sus brazos.
-El auto fue su último regalo y también me gusta mucho-murmuró haciendo un tierno puchero que creyó que Sehun no podía ver.
Sehun en cambio sonrió enternecido por la forma en la que Luhan le pedía que lo dejara quedarse con su bonito y costoso juegue nuevo, suspiró resignado decidiendo ceder al final primero porque no podía negarle nada a él y segundo porque eso no iba a dañar nada o algo así.
-Supongo que mientras seas bueno puedes tener tu juguete-respondió burlón.
-Yo soy bueno, son los demás quienes son malos-le siguió el juego.
-¡Oh Sehun!-escucharon a Kai gritar desde el exterior.
Los dos rieron un poco ante eso decidiendo levantarse por fin antes de que Kai decidiera volver a la habitación para sacarlos él mismo, unos cuantos minutos fueron lo que necesitaron para estar listos y reunirse con el rubio que intentaba prenderles fuego con la mirada que les lanzaba, tardaron quince minutos en despedirse logrando que Kai casi vomitara al ver lo cursis que eran.
Luhan bufó ante lo molesto que Kai era, le dio un último beso a Sehun y se quedó ahí de pie viendo el auto de su novio alejarse con una sonrisa que no demoró en volverse una expresión de seriedad al recordar que debía hacer algo importante también, abordó su auto y llamó a Shu Jin conectando su celular al manos libres para poder hablar con él.
-A sus órdenes mi señor-respondió el otro al instante con su habitual tono bromista.
-¿A qué hora llegara Sehyung?-preguntó ignorando la habitual idiotez ajena.
-En una hora más, tienes mucho tiempo, ¿alguna orden en especial?-preguntó con malicia.
-No, todo seguirá como lo dispuse-respondió dándole un repaso mental a las órdenes que le había dado a Shu Jin el día anterior mientras iban de camino a Enticement.
-Entendido, no vemos en un rato más.
-Adiós-se despidió cortando la llamada.
Sus ojos fueron al espejo retrovisor cuando se detuvo en un semáforo, una sonrisa se dibujó en sus labios y apretó sus manos sobre el volante para así contener su emoción, ya podía saborear la venganza.
Cuando finalmente llegó al edificio que era la sede principal de su ya no tan pequeña compañía no pudo evitar la sonrisa de orgullo, ese lugar había nacido de la nada y ahora crecía a un ritmo impresionante, Sehyung había fundado la suya mucho antes pero ahora estaba derrumbándose a pedazos frente al gran monstruo que pronto serían ellos.
La compañía de Sehyung había sido por años la mejor y más importante hasta que Luhan había aparecido y había logrado hacerlo a un lado, una fusión sería la salvación de Sehyung y tal vez una buena inversión para Luhan pero no iba llegar a averiguarlo porque una fusión no iba a suceder.
Varios empleados hicieron una reverencia mientras él avanzaba hasta la oficina principal, los empleados sabían quién era él aunque casi nunca estuviese ahí, los ojos de los dos individuos que lo esperaban al interior de su oficina se fijaron en él en cuánto cruzó la puerta, Shu Jin le sonrió ampliamente al verlo entrar recibiendo una sonrisa cómplice de su parte.
-Bienvenido sea presidente-lo saludó educadamente.
Luhan ensanchó aún más su sonrisa a sabiendas de que el juego comenzaba, no devolvió el saludo ajeno y simplemente ocupó su lugar, hizo girar su silla hacia las ventanas a las que les daba la espalda con anterioridad y se permitió relajarse, ahora sólo debía ser paciente.
No supo cuanto tiempo transcurrió entre su llegada y la secretaría dándoles el aviso de la llegada de Sehyung y realmente tampoco le importaba mucho, permaneció inmóvil en su lugar mientras escuchaba pasos que le indicaban que habían entrado, Shu Jin saludó con cortesía a los recién llegados y al escuchar la voz de Sehyung casi pierde los estribos.
Le tomó unos instantes recuperar la calma girando la silla finalmente para mirar a Sehyung a la cara, la expresión del mayor fue de incredulidad e incluso preocupación, Luhan sonrió ampliamente ante eso manteniendo su mirada fija en aquel hombre.
-Muy bien caballeros ya que todos estamos aquí iniciamos está reunión, les presento a nuestro presidente y fundador el señor Xi Luhan-dijo Shu Jin.
-Buenos días señores, me han dicho que tiene una gran propuesta para mí-habló tranquilamente.
-Esto debe ser una broma-masculló Sehyung por lo bajo aunque Luhan pudo escuchar a la perfección.
-¿Una broma?-inquirió Luhan mirándolo con una ceja arqueada-Nada de eso señor Oh, nosotros nos tomamos nuestro trabajo muy en serio así que no sé preocupe por cualquier cosa que haya pasado con anterioridad entre nosotros, soy un hombre serio así que sé separar lo personal de lo profesional-aseguró sonriente.
-¿Me crees tan estúpido cómo para tragarme eso?-bufó.
-Siempre puede irse, ahí está la puerta-señaló la salida.
-Oh no de ninguna manera se ha dicho eso señor Xi-habló nerviosamente el hombrecillo que acompañaba a Sehyung.
-Los escucho entonces-dijo el castaño en espera de que prosiguieran.
El hombrecillo rápidamente comenzó a hablar explicando punto a punto la propuesta que le tenían, Luhan lo escuchaba sin apartar su mirada de Sehyung que probablemente intentaba apuñalarlo mágicamente.
-Todo realmente suena muy bien pero no término de entender que gano yo con todo esto-dijo tranquilamente mirando atentamente al hombrecito por primera vez.
-Cómo ya mencioné antes con esta fusión podríamos hacernos de un mayor número de compradores y distribuidores además de expandir...
-También podría dejar que quiebren y así obtener los mismos beneficios sin tener que compartir nada con nadie-aseguró.
-Pero existen también otros beneficios que...
-La verdad es que no me interesa esta fusión y únicamente acepté está reunión por curiosidad, lo mejor que podría pasar es que ustedes desaparezcan y así tener el camino libre-sonrió ladino.
-¡Pequeña rata!-explotó finalmente Sehyung.
Sus manos se estiraron para llegar a Luhan pero lo único que consiguió fue ser derribado y sometido por el hombre que hasta ese momento no había dicho ni una sola palabra, el hombrecito que hasta ese momento había acompañado a Sehyung huyó de ahí tan rápido como todo pasó.
-¡Dile a tu perro que me suelte!-ordenó rabioso.
-¿Por qué debería?-preguntó divertido-¿No se suponía que eras invencible? ¿Qué yo jamás podría ganarte? ¿Qué no era más que un niño ingenuo, patético y débil que lo único bueno que tenía era su cara de zorra?-masculló entre dientes-¿Qué se siente ah? ¿Cómo te sientes siendo derrotado por el puto de Wu?-cuestionó dándole a Sehyung una probada de su propia medicina presionando con saña su pie sobre la espalda del mayor.
-¡TE ARREPENTIRÁS DE ESTO!-gritó.
-¿Te crees en posición de amenazarme?, no me hagas reír-bufó-Ahora no eres más que basura bajo mis pies-rió.
-¡ACABARÉ CONTIGO!-afirmó.
-Te desafío a intentarlo-dijo seriamente presionando más fuerte su pie en la espalda de Sehyung.
Sehyung gruñó y se revolvió frenéticamente, Luhan sonrió con sorna y quitó su pie dando media vuelta para dirigirse con calma de vuelta a su sitio tomando asiento nuevamente.
-Saca la basura Hoya-le ordenó a su escolta.
-Enseguida-dijo el otro.
Los gritos y maldiciones de Sehyung no dejaron de escucharse durante algún tiempo hasta que finalmente todo fue silencio, Luhan miró entonces a Shu Jin que puso una mano sobre su hombro para tranquilizarlo.
-No te preocupes Lu, ya hay personas encargadas de la protección de tus amigos y familia, nada malo te pasará ni a ti ni a ellos, Sehyung hará algo y entonces acabaremos con él-aseguró.
-Bien-asistió rápidamente, ya no podía dudar.
*****
Sus días no eran buenos últimamente, la culpa y el arrepentimiento eran sentimientos de los cuales ya no podía librarse, ese día en particular no era el mejor para él pero lo último que esperó fue encontrarse con Oh Sehun al interior de su oficina sentado en su silla tras su escritorio esperando por él.
-Buenos días señor Kim-saludó educadamente el menor pero su sonrisa le resultaba preocupante de alguna forma.
-¿Qué...?
-¿Qué hago aquí?-terminó la pregunta por el mayor.
Jaejoong lo miró con nerviosismo, algo pasaba y no saber que era lo tenía demasiado nervioso, Sehun tenía una sonrisa torcida que comenzaba a ponerle la piel de gallina, lo vio ponerse de pie y no le quitó la mirada de encima ni un segundo.
-Es simple señor Kim, he venido a cobrarle lo que le hizo a Luhan-dijo como sí nada.
-La única persona con la que hablaré sobre eso es con mi sobrino y nadie más-sentenció.
-No le parece que no está en posición de poder elegir, nos jodió la vida a ambos y va a pagármelo-afirmó.
-Yo no te debo nada...
-¿Luhan sabe sobre los otros negocios que tiene?-cuestionó dejando helado al mayor.
-¿Cómo...?
-Sería una verdadera pena que todo mundo se enterara de que el respetable nombre de negocios Kim Jaejoong no es tan respetable como todos creen, ¿verdad?-habló en esa ocasión un muchacho rubio de piel un tanto oscura.
-¿Qué esperaba señor Kim?-inquirió-Yo tengo ojos en todos lados-sonrió-Sí fuese usted yo no me arriesgaría, es decir, Luhan ya piensa lo peor de usted, imagine ahora lo que pensará cuando sepa esto-negó un par de veces con una falsa expresión de pena.
-¿Sabes ya de lo que doy capaz y te atreves a amenazarme?-preguntó con sorna.
-Usted tampoco sabe de lo que yo soy capaz-habló seriamente el pelinegro.
-¿Qué pretendes?-cuestionó.
-No es nada que no pueda hacer e incluso sé que es algo que desea hacer-aseguró.
-¿Y qué es eso?-preguntó con mucho interés.
-Acabar con Oh Sehyung-respondió.
-¿Quieres que mate a tu padre?
-No, primero quiero hundirlo, demostrarle al mundo entero la clase de porquería que es, que viva el mismo infierno que me hizo vivir a mí y a Luhan-masculló entre dientes.
-¿Y después?-preguntó seriamente.
-Lo haré desaparecer para siempre.
Jaejoong lo miraba un tanto sorprendido antes de asentir a las peticiones de Sehun, era lo menos que podía hacer por él luego de todo lo que había hecho.