El olor pútrido de alguna cosa en descomposición y su propia sangre penetraban en su nariz haciéndole sentir nauseas, en su boca sentía una gran cantidad de saliva o probablemente sangre, dolor había sido lo único que pudo experimentar durante mucho tiempo pero se había vuelto tanto y tan insoportable que ya no era capaz de sentir nada, no podía escuchar bien, tampoco tenía una buena visibilidad e intentar moverse le era inútil porque su cuerpo ya no le respondía porque había perdido todas sus fuerzas muchas horas atrás.
A lo lejos apenas distinguía el sonido de los autos y el normal bullicio de la ciudad pero eso fue hasta que una melodía que conocía bien resonó por todo el lugar, su alarma, esa que lo despertaba cada mañana para que fuera como todos los días a trabajar y creara una nueva obra maestra que solo pocos afortunados podrían adquirir.
Ten primor, aquí dejamos tu celular por sí quieres llamar a alguien...
Eso le había dicho entre risas uno de aquellos hombres que lo habían lastimado, durante todo aquel tiempo había pensado que moriría más de una vez pero no lo había hecho por mucho que lo hubiera deseado.
Apenas tenía imágenes difusas de todas las cosas que le habían hecho pero sí algo sabía era que siempre habían sido peor que la anterior y ahora estaba ahí, en ese lugar desconocido, frío y que olía nauseabundamente, no sabía la hora pero lo que sí sabía era que lo habían tirado ahí cuando el sol mostraba apenas sus primeros rayos y en esos instantes ya se encontraba en todo su resplandor en lo más alto del cielo.
Algo húmedo corrió hacia abajo desde sus ojos pero ya no sabía si eran lágrimas o sangre, podían ser ambas, tal vez inclusive lágrimas de sangre, ya no sabía nada y había decidido rendirse porque había llegado a un punto donde incluso dar una respiración más era demasiado para él.
Cerró los ojos resignado recordando una vez más la noche anterior, SU noche, sus diseños habían brillando y entonces recordó a Luhan, él se veía tan hermoso llevando su vestido de novia, había sido la estrella más brillante entre todas las demás, sonrió como pudo al pensar eso, ¿cómo era que Sehun lo llamaba?
Oh sí, Luhan era la pequeña estrella de Sehun mientras que para él siempre había sido la persona más valiosa que pudo conocer, era también su mejor amigo, ese que había conocido en el colegio con diecisiete años, al que todos habían humillado y pisoteado, el que había sido el saco de boxeo de los matones de la escuela pero que sonreír como nadie, que tenía ese enorme y bello corazón, su inocente amigo que ahora era un gran y exitoso hombre, alguien respetable que todo mundo quería tener cerca alguien a quien todos querían cercanos pero eso era imposible porque Lulu únicamente era bueno con ellos.
Lo iba a extrañar y seguramente lo haría llorar, ese pensamiento lo hizo abrir los ojos de golpe, no, él no podía hacer eso, se había prometido no volver a provocarle dolor a Luhan, no podía rendirse por mucho que sintiera que ya no podía.
Estiró su mano todo lo que pudo y lloró de dolor porque resultaba que este no se había ido sino que simplemente había cedido porque él había permanecido inmóvil hasta esos momentos, era insoportable pero no se dio por vencido e hizo a un lado la agonizante sensación como de aguijones clavándose en todo su cuerpo además de esa otra extraña sensación que nunca había experimentado.
Algo no era normal con su cuerpo pero eso no lo detuvo, logró llegar a su celular y lo desbloqueó como pudo para luego seleccionar cualquier número al azar, no importaba quién fuera, alguien debía ayudarlo, sabía que alguien iba a hacerlo fuera quien fuera.
-Por fin-resopló la persona que atendía su llamado-¿Donde mierda te has metido Baekhyun?-preguntó la enojada voz al otro lado-Te he llamado mil veces y no atiendes, me tienes preocupado y Luhan te necesita en estos momentos-le reprochó Kai.
-K-Kai...-logró decir apenas.
-¿Baekhyun? ¿Baekhyun qué pasa?-inquirió desconcertado-Te escuchas raro.
-A...a-ayuda...
-¿Qué dices?, no puedo entenderte bien-habló un tanto más nervioso.
-A-ayúdame…
-¡¿Baekhyun qué pasa?! ¡¿Qué tienes?! ¡¿Donde estas?!-preguntó alarmado.
-N-no…sé-sollozó debido al dolor y el miedo-Ve...ven...mí-balbuceó en algo que para él sonó coherente.
-Tranquilo Baekkie, iré por ti, no tengas miedo-pidió desesperadamente.
-Ven...
Fue lo último que dijo, ya no le quedaban fuerzas, escuchaba cosas al otro lado de la línea pero ya no sabía nada, su cabeza estaba sobre su celular que le impedía tocar el suelo por completo, era como una almohada muy dura y ese tonto pensamiento le sacó lo que él creía era una sonrisa, sus parpados se volvieron muy pesados entonces y prefirió cerrar los ojos mientras esperaba a que Kai llegara, serían unos minutos nada más.
-¡BAEKHYUN!-alguien gritaba-¡NO ME HAGAS ESTO IDIOTA, DESPIERTA!-ordenaba esa persona, entreabrió los ojos encontrándose con la aterrorizada mirada de Kai.
¿Por qué lo miraba de esa forma?, se preguntó, sabía que no era su mejor imagen pero no creía que fuese para tanto, Kai era un dramático, decidió antes de estirar su mano hacía él que la tomó al instante con mucha delicadeza, el rubio tenía los ojos aguados y él no entendía nada.
-Aguanta Baekkie, la ayuda ya viene-aseguró.
Quería decir que sí pero tenía mucho sueño y la voz ya no le salía, no le quedaban energías ni para eso y prefirió dormir un poco aunque escuchaba a Kai implorándole que no lo hiciera, no era para tanto al fin y al cabo, sólo sería una pequeña siestecita.
Luz fue lo único que vio al abrir los ojos luego de su pequeña siestecita, las luces pasaban muy rápido sobre él, miró a un costado dándose cuenta que iba acompañado de dos personas que jamás había visto, que no dejaban de repetir palabras que para él no tenían lógica.
Heridas, pérdida, infección, daño, atención inmediata, débil, riesgo, doctor Lee, inmediato, gravedad y otras muchas cosas que no sabía porque decían, se sentía en un lugar extraño rodeado de personas desconocidas que no hablaban su mismo idioma.
-¡BAEKHYUN!-gritó Luhan a lo lejos y sólo así reaccionó.
-Lu...-susurró e intentó mover su mano pero de nuevo el dolor combinado con lo desconocido lo hicieron cerrar los ojos, tal vez otra siesta haría todo menos confuso.
*****
-¡BAEKHYUN!-volvió a gritar e intentó ingresar por la misma puerta por la que se lo habían llevado.
¿Por qué?
Fue la pregunta que hizo eco en su cabeza, Sehun lo sostenía de la cintura impidiéndole ir más lejos, le pedía calmarse pero él no quería calmarse, lo que él quería era una maldita respuesta, se giró hacia Kai que se sostenía con fuerzas el cabello y se dirigió hacia él porque era el único que podía disipar sus dudas.
-¿Qué...?
-¡No lo sé, no lo sé joder!-soltó sin dejarlo terminar su pregunta-¡No sé lo que le pasó, lo encontré así!
-¿Qué mierda está pasando?-se preguntó Luhan-Primero mi familia y ahora Baekhyun, ¿qué carajos está sucediendo?-exigió saber pero nadie ahí tenía la respuesta.
-Luhan-llamó Sehun tomando su mano que Luhan retiró bruscamente.
-¡No vayas a decirme que todo irá bien porque voy a golpearte!-advirtió histérico.
Sehun no dijo nada y tomó nuevamente su mano atrayéndolo de vuelta a sus brazos, el llanto de Luhan que había sido sólo lágrimas silenciosas volvió a transformarse en audibles sollozos que eran amortiguados en su pecho, las manos de Luhan eran puños en su camisa y él tenía miedo porque iba a derrumbarse en cualquier instante también.
Ninguno iba a soportar una mala noticia más pero ese día parecía que estaban listas para llegar una tras otra, todavía ni siquiera tenían alguna nueva noticia sobre Ying Hui y el padre de Luhan pero Baekhyun había llegado de aquella forma.
-Ya no llores por favor, ya no-le rogó con la voz temblorosa porque tenía tanto miedo de que eso fuera a hacerle enfermar.
Sus suplicas de nada sirvieron y el llanto aumento, alguien lo alejó de Luhan poniéndolo alerta y cuando estuvo a nada de atacar a esa persona para defenderlo vio a Minseok que le pedía a Luhan tomar aire despacio, alguien puso una mano en su hombro y su mirada viajó rápidamente a esa persona.
-Estamos aquí-le dijo Jongdae antes de abrazarlo con fuerzas ofreciéndole confort a él que hasta ahora había luchado para mantenerse fuerte.
Vio con alivio como Minseok conseguía controlar a Luhan y lo dejaba refugiarse en sus brazos como un pequeño asustado, sus ojos chocaron con los asustados orbes de Luhan que temblaba en brazos de Minseok que continuaba diciéndole palabras para tranquilizarlo, no podía sonreír y estaba también a nada de quebrarse por eso lo único que pudo hacer fue tomar su mano cuando Luhan la estiró hacia él.
Todo saldrá bien.
Se dijo a sí mismo con los ojos cerrados porque también necesitaba creerse eso, miró de reojo a Kai que daba vueltas como animal enjaulado y soltó un momento la mano de Luhan que tenía los ojos cerrados y se concentraba en la voz de su psiquiatra.
Se acercó a su amigo que al verlo se detuvo y se quedó mirando un punto en la pared con los ojos llenos de lágrimas, nunca lo había visto así y aún así sabía que se estaba culpando por lo sucedido.
-Esto no habría pasado si yo no fuera tan imbécil-masculló entre dientes.
-No sabes eso-le dijo con calma.
-¡Sí, sí lo sé!-exclamó-¡Esto pasó porque anoche lo dejé solo, sabía que él se había quedado después del desfile y yo no me quedé simplemente porque estaba celoso y molesto luego de verlo con el imbécil de Park y me fui, me fui y estas son las consecuencias!-dijo dejando caer la primera lágrima que retiró con rabia.
-Baekhyun va a salir de esto, es alguien fuerte, él podrá con esto-aseguró.
-No lo viste Sehun...lo que le hicieron...esos bastardos lo torturaron y luego lo dejaron en ese asqueroso callejón-masculló entre dientes.
Sehun apretó los puños, sabía bien quién era el responsable pero decir palabra alguna en esos momentos simplemente empeoraría las cosas, iba a hacer pagar con sangre a Sehyung cada lágrima de Luhan e incluso las de Kai pero nada podía hacer en esos momentos.
-No puede morir-habló nuevamente Kai-No sin saber que de verdad me gusta y que voy en serio con él-susurró con la voz quebrada.
-Ya te lo dije, Baekhyun es incluso más fuerte que tú y yo juntos-le repitió mostrándole una pequeña sonrisa a su amigo.
Por segunda vez todo quedó en manos del tiempo, Chanyeol y Rousse habían llegado unas horas atrás y aunque Kai no había estado contento con ello nada había podido hacer cuando el más alto se había aferrado a Luhan dejando caer sus lágrimas.
El silencio lo cubría todo, los ojos de Luhan viajaban de un lado a otro entre los rostros de todos los ahí reunidos detenidos para examinarlos un poco.
Kai tenía la mirada fija en la puerta por donde Baekhyun se había ido, Minseok permanecía inmutable junto a Jongdae que sostenía con fuerza la mano de su esposo, Rousse tenía la cabeza recargada en el hombro de Chanyeol que miraba a la nada y él...él no podía soltar el brazo de Sehun que lo miraba con dulzura cada vez que llevaba sus ojos a él.
Todos estaban ahí reunidos en espera de una noticia que no quería llegar, nadie decía nada ni de su padre, ni de Ying Hui y mucho menos de Baekhyun y él estaba perdido la poca cordura que le quedaba porque seguramente todos sabían lo que pasaba pero nadie les decía.
Sí, eso debía ser, seguro que ellos se estaban burlando de su dolor, no había otra explicación eso le decía su...
Se maldijo entonces porque nuevamente estaba cayendo en aquel enfermizo juego que su cabeza usaba para reírse de él, sus manos se apretaron con fuerza en el brazo de Sehun que lo miró al instante.
-¿Hannie?-lo llamó preocupado.
-Yo...
-Luhan-habló Lay interrumpiendo lo que iba a decir.
-¿Qué pasa?-preguntó apresurado.
-Ying Hui abrió los ojos, fue apenas unos minutos pero parece estar respondiendo favorablemente-le informó.
Una sonrisa inmensa se formó en los labios de Luhan al ser esa la primera buena noticia que tenía, se puso de pie de un saltó y tomó entre sus manos la bata de Lay sin darse cuenta que estaba siendo más rudo de lo necesario.
-¿Puedo verla?-preguntó esperanzado.
-Solo unos minutos y de estar despierta no puedes hacerla hablar, está muy débil todavía-concedió.
Luhan asintió a todo sin pensarlo, miró a Sehun que asintió con una pequeña sonrisa dejándolo ir con Lay, lo siguió muy de cerca en todo momento hasta que llegaron a una habitación donde Lay le indicó que debía ponerse ropa esterilizada, obedeció rápido a todas las indicaciones para finalmente ser conducido a la habitación de su hermana.
Entró casi con miedo y su corazón se oprimió al verla tan pequeñita y vulnerable ahí en esa cama inmensa, toda llena de heridas, moretones y vendas, con todos esos tuvo y cables por todo su pequeño cuerpo, se giró entonces a Lay que lo observaba también.
-Su cabello...él...
-Tuvimos que cortarlo ya que tenía una herida que necesitaba puntos-explicó.
-Ella amaba su cabello-susurró afligido.
-Volverá a crecer por eso no importa-lo animó poniendo una mano sobre su hombro-Te dejó con ella unos instantes-se despidió finalmente dejándolo solo.
Luhan se acercó lentamente a la cama y se quedó de pie mirando a su pequeña hermana, verla así era lo peor porque ella siempre estaba llena de energía gritando y saltando de un lado a otro sonriendo para el mundo entero, era demasiado duro verla ahí inmóvil y conectada a una máquina que monitoreaba su ritmo cardíaco y que podría detenerse en cualquier momento.
-Yo...-¿estaba bien hablar en esos momentos?-Tomé una fotografía ayer usando el vestido así que...debes...tú debes mejorarte pronto para verla... ¿está bien?-sonrió cotosamente y tomó su pequeña mano.
Nunca le había prestado mucha atención a lo pequeña que era a comparación de la suya, la había tomado de la mano desde que la había conocido y solo ahora notaba lo pequeña que seguía siendo.
-Esto te pasa por no comer todos tus vegetales-murmuró dejando ir un extraño sonido que pretendía ser una risa.
Ella era así, Ying Hui nunca los comía y siempre estaba haciendo algún berrinche para evitarlo, por eso era tan bajita, era porque sólo quería estar comiendo golosinas y él nunca le podía decir que no tampoco.
-Tal vez...es mi culpa-rió otra vez-Yo te malcrió...seguramente papá se enoja por eso.
Las manos comenzaron a temblarle al recordar a su padre, ya sabía que había comenzado a llorar de nuevo cuando había visto a Ying Hui pero al pensar en su padre sólo empeoró, ¿qué iba a decirle a su hermana sí algo le pasaba a su padre?
-No...Sehunnie...él dijo que todo irá bien así que...confiare en él-sonrió limpiando las lágrimas-Es...nuestro príncipe después de todo.
-Ma...mi...ven-sollozó débilmente Ying Hui.
Luhan se paralizó al escucharla decir eso y ver una lágrima deslizarse por su lastimada mejilla, supo entonces lo frágil que su pequeña princesa se encontraba y no pudo seguir aparentando que nada pasaba, fingiendo no iba a hacer que ella sanara mágicamente y eso seguía manteniéndola ahí sintiendo dolor y con el riesgo de que no volviera a ir al jugar soccer al parque con él pero Ying Hui aún tenía tanto que hacer, una vida por delante que la esperaba, no podía morir, no su bebé.
Se puso de rodillas entonces y lloró como uno recién nacido ocultando su rostros entre sus manos rezándole a cada dios existente para que no le quitara a su pequeña, prometiendo ser alguien mejor sí ella mejoraba, estado dispuesto a hacer cualquier cosa sí mantenían con vida a las personas que amaba, de verdad que lo haría, no importaba que fuera.