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Pequeña estrella. por DNA

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Notas del capitulo:

Y por fin conocerán un poco más de la pequeña Ying Hui OuO

Un punzante dolor en la cabeza lo devolvió a la cama cuando intentó levantarse luego de abrir los ojos, la boca le sabía a polvo y tenía ganas de vomitar, algunos recuerdos se veían borrosos entre el maldito dolor que le taladraba la cabeza y los ladridos de ese puto perro de mierda que no se callaba desde que lo había visto moverse.

Se incorporó levemente para fulminar a la jodida rata con la mirada y miró con satisfacción como salía corriendo asustado, sus ojos ya acostumbrados a la luz recorrieron la habitación sin reconocerla, miró el buro al lado de la cama encontrándose con una fotografía de Baekhyun y Chanyeol, una sonrisa mordaz surcó sus labios al averiguar su paradero.

Se levantó de la cama con cuidado, buscó su ropa con la mirada hasta hallarla en el suelo cerca del armario, su ceño se frunció cuando la tomó dándose cuenta que estaba húmeda, gruñó por lo bajo y sin importarle realmente volvió a colocársela, fue hasta el tocador de Baekhyun de donde tomó prestado maquillaje y luego de conseguir cubrir los restos de su resaca con esa mascara que idiotizaba a todos los demás tomó unos lentes oscuros, sus cosas y salió de la habitación.

El sol apenas estaba saliendo, Baekhyun estaba dormido sobre el sofá con las mantas en el suelo, se acercó sin hacer ruido y tomó la manta cubriendo al dormido peli rosa, la rata blanca intentó volver a gruñirle pero una sola mirada suya lo hizo echarse en el suelo y cubrir con sus patas delanteras sus ojos mientras gimoteaba, regresó su vista a Baekhyun y lo observó durante unos minutos más permitiéndose acariciar suavemente su desordenado cabello.

-Muchas gracias Baekkie-susurró antes de alejarse de él y salir del departamento.

Afuera el movimiento normal apenas comenzaba, caminaba tranquilamente entre las personas que de vez en vez le dedicaban miradas curiosas por su vestimenta pero no les prestó ni la más mínima atención a ellos, se detuvo en la avenida e hizo la parada a un taxi dándole rápidamente las instrucciones al conductor.

El hombre lo miró curioso a través del espejo retrovisor, Luhan no se inmutó y al hombre pareció intimidarle su mirada puesto que regresó su atención al camino y no volvió a mirarlo, su celular sonó en su mano, revisó sin ánimo alguno el identificador, de ser Lay iba acortar la llamada y apagar el celular pero al ver el nombre de contacto no demoró en responder.

-¿Qué pasa Irene?-preguntó en cuanto respondió.

-Lamento mucho importunarlo a esta hora señor Luhan pero…

-¿Pero?-inquirió con algo de impaciencia cuando la joven dejó de hablar.

-E-es la señorita Ying Hui-murmuró.

-¿Ying Hui? ¿Qué le paso?-habló algo ya más alterado.

-La señorita Ying Hui…e-ella no está-explicó la nerviosa joven.

-¡¿Qué?!-soltó molesto y alarmado.

-N-no sé que pasó señor...yo la llevé anoche a su recámara y la acosté pe-pero...está mañana no estaba ahí-explicó asustada.

-¡¿Cómo carajos desapareció a mitad de la noche sin que ustedes lo notaran?!-preguntó furioso.

-N-no lo sé...anoche parecía algo triste luego de hablar con su padre pe-pero...ella estaba ahí-dijo como sí le jurara aquello.

-¡Son todos una bola de inútiles, estoy en camino y ten por seguro que si algo le ha pasado a Ying Hui tú serás la primera a la que haga pagar!-advirtió sin darle oportunidad alguna a la pobre joven de defenderse-De la vuelta-le ordenó al taxista.

Ansiedad y preocupación eran lo único que Luhan sentía mientras el auto en el que viajaba se acercaba al hogar de su padre, bajó del taxi dándole órdenes precisas al taxista de esperarlo ahí mientras él entraba y sacaba a su niña de ese maldito lugar no sin antes decirle a su padre lo que se merecía.

Ingresó a la mansión Xi de forma intempestiva, los empleados temblaron de pies a cabeza al ver la furia en su expresión y seguramente sí las miradas mataran todos ahí estarían siendo asesinados por la mirada de Luhan.

-¡¿Cómo mierda has permitido esto?!-preguntó más que furioso cuando entró a la sala de estar donde Xi Jian e Irene daban vueltas completamente angustiados.

-Señor yo…

-¡Tú cierra la boca!-le ordenó severamente haciéndola callar al instante regresando su atención a su nervioso padre.

-Luhan yo...

-¡Luhan nada!-soltó histérico-¡Un día, un puto día y la pierdes!

-No sé lo que pasó, ella estaba bien-aseguró angustiado.

-Se nota que estaba bien-escupió con sarcasmo-¡Estaba tan malditamente bien que escapó en medio de la noche!

-Únicamente la reprendí por hablar con extraños, Irene me dijo que unos hombres se le acercaron en el parque y ella simplemente se puso a jugar con ellos, tenía que decirle algo, eso es peligroso, ¡algo podría pasarle!-se excusó desesperado.

-¡Y ahora algo igual o peor podría pasarle por tu jodida negligencia!-acusó.

-¡Ella estará bien, voy a encontrarla!-afirmó un más alterado.

-¡¿Eso es lo que te repites para no ver el padre tan inútil que eres?!

-No te permito hablarme de esa forma, sigo siendo tu padre-le recordó con voz severa.

-¡¿Y qué clase de imbécil pierde a su hija?!

-¡Cállate!-ordenó al tiempo que su mano aterrizaba sobre la mejilla de Luhan.

-¿Permites esto y ahora es mi culpa que seas un padre de porquería que no es capaz de cuidar de su propia hija?-soltó mordaz.

-¡Dije que te calles!-repitió furioso.

Luhan vio venir el siguiente golpe y tomó la mano de su padre antes de que lo tocara, su mirada cargada de odio se fijó en el hombre frente a él al cual ya no veía como a un padre y por primera vez en todo ese tiempo se atrevió a levantarle la mano y le regresó el pasado golpe.

-¡No te tengo miedo y no eres absolutamente nada para mí, no vueltas a tocarme en tu miserable vida o voy a devolverte el golpe el doble de fuerte!-advirtió.

Jian lo miraba sin dar crédito a lo que acaba de pasar, su mano estaba sobre la mejilla en la cual su hijo lo había golpeado, su rostro se volvió rojo deformándose en una rabiosa expresión amenazante hacia su hijo que lo miraba sin inmutarse aún cuando su mano volvió a levantarse contra él.

-¡NO!-gritó Ying Hui que entraba corriendo a la sala con los ojos llenos de lágrimas-Por favor no padre, no le pegue a mi hermano, lo siento...Luhan no tiene la culpa...soy una tonta y lo siento por mi infantil comportamiento pero por favor no le haga más daño-suplicó poniéndose frente a su hermano mayor en un lamentable intentó por protegerlo.

-¡Pequeña malcriada, ¿en que demonios estabas pensando al hacer esto?!-exigió saber el mayor dejando que su irá se dirigirá a su hija entonces.

-¡No la toques!-rugió Luhan empujándolo al verlo intentar tocar a Ying Hui-¡No te atrevas a ponerle un dedo encima o voy a hacer que el golpe de antes no sea nada, yo he soportado todos tus malditos malos tratos pero a ella no le harás nada o voy a matarte!-amenazó.

-¡No me amenaces Luhan!-advirtió.

-¡Basta ya, no sigan!-sollozó Ying Hui cubriéndose los oídos para no seguir escuchando esa horrible pelea.

Luhan la miró afligido, le dedicó una breve mirada de advertencia a su padre antes de acercarse a su hermana menor y abrazarla con fuerza para intentar tranquilizar sus alterados nervios y los suyos propios.

-Afuera hay un taxi, espérame ahí-indicó.

-Pero...van a pelear...no quiero-balbuceó sin dejar de llorar.

-No lo haremos...papá y yo vamos a hablar nada más-prometió.

Ying Hui los miró a ambos con indecisión, su padre pareció entender lo que Luhan quería hacer y le sonrió como pudo a su hija que únicamente de esa forma se decidió a dar media vuelta para hacer lo que su hermano mayor le decía que hiciera dejándolos solos.

-Luhan...lo lamento mucho hijo...no…no debí lastimarte es sólo...estaba muy preocupado y me deje llevar...

-No quiero tus disculpas, no me sirven de nada pero espero que esto te haga ver tus errores, ya me arruinaste la vida a mí y Ying Hui tuvo suficiente con el hecho de que esa puta que le diste por madre se haya largado tras un hombre abandonándola aquí contigo que eres un mal padre, ya no continúes siendo tan estúpido sí la quieres un poco aunque sea-dijo seriamente antes de salir de ese lugar para reunirse con su hermana menor.

Una sonrisa iluminó el rostro de la pequeña castaña cuando lo vio salir de la mansión y ocupar el asiento a su lado en el taxi donde el amable hombre la había estado animando para que dejara de llorar, abrazó con fuerza a Luhan en cuanto abordó el auto dejando caer algunas lágrimas más.

-Lo siento...no debí esconderme...estaba enojada con padre y no pensé-dijo avergonzada.

-No importa amor, yo no estoy molesto-aseguró con una dulce sonrisa.

-Pero padre...

-No importa-repitió-Lo único que a mí me importa es que tú estés bien-aseguró, un beso fue depositado sobre su frente y ella no pudo ser más feliz por ello.

-Te amo papi-murmuró.

-Papá también te ama mucho-respondió abrazándola un poco más fuerte.

-Tu ropa está húmeda-señaló con una graciosa mueca.

-Papá es algo torpe-rió contagiando a la menor con su dulce risa mientras la estrechaba más contra su cuerpo.

Un sentimiento de calma y seguridad se extendió por completo en su pecho cuando su papá la estrechó más fuerte entre sus brazos porque sí, Luhan era su papá en su corazón aunque biológicamente él fuese su hermano mayor y no importaba porque por años Luhan había sido más padre para ella que Xi Jian.

Luhan había llegado a su vida cuando tenía cuatro años de edad, por ese tiempo ella lo único que sabía de él era que era su medio hermano, que estaba estudiando en París pero que como ya se había graduado estaba por regresar y que la fiesta en la cual lo conoció era para darle la bienvenida.

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Curiosos ojos castaños recorrían el salón de esquina a esquina observado a todas las personas ahí, ese día usaba su vestido rosa nuevo y sostenía un pequeño obsequio entre sus pequeñas manitas.

Padre había dicho que ese día era importante, que su hermano mayor Luhan volvía a casa luego de cinco años y que por fin iban a conocerse.

Estaba emocionada porque tal vez con un hermano mayor no estaría sola nunca más, tal vez ahora sí tendría con quién jugar sin molestar a su padre que siempre estaba ocupado, su madre se había ido antes de que pudiera recordarla y tenía prohibido hablar de ella, su nana le había dicho que era una mala mujer que la había abandonado y había echó sufrir a su padre así que por ello no preguntaba nada respecto a ella.

Las puertas principales se abrieron por fin y por ellas entró el señor Jaejoong y ese joven de cabello castaño con la mirada triste, sus ojitos se abrieron completamente asombrados al verlo porque era idéntico a la mujer bonita de esa fotografía que había encontrado hacia tiempo y no podía pensar en nada más que eso aún cuando todos comenzaron a aplaudir cuando el chico con mirada triste apareció pero ella estaba tan absorta en su descubrimiento que no reparaba en lo que sucedía a su alrededor y solo podía observarlo a él.

-Bienvenido a casa Lulu-dijo un chico con una gran sonrisa que dejaba ver un hoyuelo.

-Te extrañamos mucho-habló otro chico con cara de cachorro.

-Nos moríamos por verte-dijo ese alto chico con sonrisa de loco.

-Que alegría que estés en casa hijo-se unió a la charla también su padre.

-Así que...-comenzó Luhan-Me extrañaron, se alegran de que volviera y me hicieron una fiesta para darme la bienvenida, ¿no es así?-preguntó.

-Por supuesto que sí Lu-aseguró el chico con cara de cachorro.

Su hermano los miró a todos con su fría mirada, una sonrisa extraña se dibujó en sus labios mientras caminaba lentamente hasta esa mesa llena de comida y regalos para él, los observó con detenimiento y luego volteó la mesa inesperadamente asustando a los invitados y logrando que ella diera un respingo por la sorpresa.

-¡Luhan!-llamó el señor Jaejoong desconcertado.

-Lárguense-ordenó él.

-Pero...

-¡He dicho que se larguen!-alzó la voz dejando a medias la oración del chico del hoyuelo.

-Luhan que...

-¡Todos ustedes no son más que unos putos hipócritas!-soltó furioso-¡Me jodieron la vida y ahora me hacen un fiesta para darme la "bienvenida", están aquí con sus falsas expresiones de alegría como si nada hubiera pasado, me dan asco!

-Hijo no...

-¡HE DICHO QUE SE VAYAN!-gritó-¡No quiero verlos y si he vuelto no es por ustedes sino para cumplir con mi objetivo!

Luhan se fue después de aquello, todos los presentes se miraban entre sí algunos molestos y otros tantos asustados, ella en cambio se sentía curiosa y por ello fue que corrió en la misma dirección que él había seguido, revisó los pasillos hasta que finalmente lo vio afuera en el jardín a través de una de las ventanas.

Salió también acercándose con mucha cautela, había un olor algo desagradable en el aire mientras más se acercaba, observó maravillada su perfil iluminado por la luz de la luna, humo salía de sus labios y eso la hizo fruncir el ceño.

-Padre dice que fumar es malo-dijo llamando su atención.

Él se giró par verla de frente, se sintió intimidada por su fría mirada pero en lugar de irse permaneció ahí de pie frente a él, lo vio apagar el cigarrillo que estaba en sus manos y ponerse en cuclillas para quedar a su altura.

-Te parece a la mujer bonita de mi foto-comentó al poder verlo más de cerca.

-Tú eres Ying Hui, ¿verdad?-le preguntó y ella asintió-¿Es para mí?-inquirió señalando el obsequio que ella aún llevaba consigo.

-Sí...bienvenido a casa hermano-dijo tímidamente extendiéndole el obsequio.

-Muchas gracias hermanita-respondió tomando el obsequio y mostrándole una preciosa sonrisa que la hizo sonreír más que feliz.

Porque Luhan estaba siendo bueno con ella donde había sido malo con los demás, porque su sonrisa era tan bonita como la de la mujer de su fotografía, porque Luhan era su hermano mayor y porque sabía que ya no estaría sola con él ahí.

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Y no se equivocó en nada porque cuando Luhan llegó ella dejó de estar sola, Luhan poco a poco fue ocupando esos dos espacios vacíos que ella necesitaba llenar y que la hacían sufrir desde que tenía memoria.

Luhan siempre la escuchaba, jugaba con ella, le leía un cuento antes de dormir, le hacia sus platillos favoritos, estaba siempre en sus cumpleaños, estuvo ahí cuando sus dientes de leche se fueron, la llevaba y recogía de la escuela, la premiaba por sus buenas notas, la reconfortaba cuando lloraba, dormía con ella cuando había pesadillas, la cuidaba cuando enfermaba, le enseñaba cosas nuevas, dejaba todo lo demás sí ella lo necesitaba, iba a sus festivales escolares, le explicaba cuando tenía dudas, la reprendía cuando hacia travesuras, le señalaba sus errores, le ayudaba con su tarea, la llevaba a pasear, le compraba ropa, la abrazaba, la besaba, la mimaba, la notaba, le preocupaba, le importaba y por sobre todas esas muchas cosas la amaba tanto como ella lo amaba a él.

Por eso Luhan había dejado de ser su hermano y se había vuelto papi, porque con su llegada Ying Hui había comenzado a ser feliz, había comenzado a tener un papá y una mamá en uno solo, Luhan era su familia, ya no tenía cuatro, era ya una señorita de diez años y por mucho que supiera ya que Luhan no era padre sino su hermano mayor pero a ella nadie iba a hacerla cambiar de opinión porque Luhan era su padre y siempre iba a serlo.

*****

No está.

Pensó con decepción mientras volvía a recorrer el parque con la mirada, Kai no demoró en notar la extraña actitud de su amigo y decidió preguntar entonces.

-¿A quién buscamos?-preguntó Kai.

-A Ying Hui-respondió.

-¿Quién?

-La pequeña con la que jugamos soccer el otro día-explicó.

-¿Para qué la buscas?-inquirió extrañado.

-Me agrada, es una linda niña y quiero ser su amigo-sonrió al decir eso.

-¿La niña no debe de tener más de diez años y a tus casi veintiocho años quieres ser su amigo?-inquirió viéndolo asentir-Bueno pues...suerte con no ser acusado de pedofilia-se burló.

-Solo alguien tan enfermo como tú puede pensar en algo así-aseguró.

-Eso es ofensivo-dijo falsamente herido por las palabras del pelinegro.

Sehun lo ignoró por completo mientras continuaba mirando hacia todos lados, Kai frunció el ceño y se cruzó de brazos en un infantil actitud para conseguir la atención de Sehun pero al darse cuenta de lo inútil que eso resultaba no le quedo nada más que suspirar derrotado.

-¿Por qué quieres ser su amigo?-preguntó ya resignado.

-Es...tiene sus ojos-murmuró.

-¿Qué?

-Ella...sus ojos son como los de Luhan...su sonrisa también-aseguró.

-Sehun ya no...

-Ya sé-susurró-Luhan ya no está pero...quiero algo que me ayude a siempre recordar sus preciosos ojos y esa sonrisa de la que me enamoré...sólo eso-aseguró.

-¿Y estarás bien con un recuerdo constante de alguien que ya no está?-preguntó preocupado.

-Sí...la sonrisa de mi Luhan era algo hermoso...iluminaba mi mundo entero y por eso sí tengo que vivir sin él lo más justo es querer algo que me haga menos difícil existir... ¿no es egoísta, verdad?-cuestionó a su amigo.

-No lo sé, tal vez sí-respondió escogiéndose de hombros provocando que el ánimo de Sehun decayera-Pero...sí alguien tiene derecho a algo de egoísmo ese eres tú-aseguró.

-Gracias-sonrió con renovado ánimo.

-No agradezcas pero mejor vámonos, es temprano y ella debe está en la escuela así que mejor vengamos en la tarde-propuso.

-Tienes razón-asintió.

-Yo siempre-bromeó-Pero mira lo positivo, ahora ambos tenemos un propósito a corto plazo.

-¿Es así?

-Sí-asintió-El tuyo es conseguir hacerte amigo de esa pequeña y él mío es volver a ver a Baekhyun, hacer que se disculpe por tratarme mal, invitarlo a comer, follarmelo y quién sabe, tal vez hasta consiga un trío con su amigo, obviamente él estará sobrio entonces-dijo con una sonrisa juguetona.

-Eso o una patada en las bolas por imbécil-agregó Sehun.

-No me preocupa, sé que sí eso pasa tú estarás ahí para lamer mis heridas-aseguró.

-Yo no voy a lamerte nada y menos sí es ahí abajo-sentenció.

-Sehunnie-lloriqueó Kai haciéndolo reír con fuerza.

Definitivamente Kai era la única persona capaz de sacarlo de su tristeza y hacerlo reír, era un buen amigo y de alguna forma creía que Luhan lo había puesto en su camino para hacerle la vida un poco más sencilla y menos triste, tal vez a Ying Hui también y era por ello que tenía que volver a verla, algo le decía que esa pequeña iba a darle una gran alegría.

Notas finales:

Y ahora saben quien es Ying Hui y que Sehun quiere ser su nuevo amigo jajajajaja

Bueno, eso ha sido todo por hoy, espero les hayan gustado estos dos capítulos, muchas gracias por leer, hasta la próxima :3


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