La boda se acercaba cada vez más y con ello el ánimo de Luhan se iba cada vez más a la mierda, cualquiera que se cruzara en su camino podría darse por muerto y más ese día, ese día lo tenía de un humor de los mil demonios y no era para menos, ese jodido día sería su feliz despedida de soltero como la había llamado Rousse únicamente para joderlo más de lo que ya lo estaba.
Su boda sería el fin de semana y ya estaban en miércoles, estaba que se lo llevaba el diablo mientras caminaba por los desiertos pasillos de Enticement en busca de algún incauto que quisiese morir ese día pero todos estaban ya lo suficientemente familiarizados con su puto carácter que no había ni un alma en el lugar para su desgracia.
-¿Quieres dejar de pasearte por los pasillos como una bestia en busca de sangre?-pidió o más bien le exigió Baekhyun.
Luhan le gruñó porque él no era la victima que quería, Baekhyun parcia ser inmune a él y se pasaba sus insultos por las bolas y eso lo pudría de sobre manera.
-Esfúmate Ángel-escupió casi con asco la última palabra.
-Tan sólo lárgate de vuelta a tu oficina y deja de asustar a todo el mundo-pidió con cansancio.
-¿Qué si no lo hago?-lo retó.
-Te arrastrare hasta allá yo mismo Lucifer-respondió saltando con algo de burla la última palabra.
Luhan le lanzó una mirada de puro desprecio que Baekhyun ignoró, sabía que Baekhyun no bromeaba y cumpliría su amenaza y pensó en varias formas de impedirlo hasta que una idea se formó en su cabeza, Baekhyun podría ser inmune a sus malos tratos pero había algo a lo que no era inmune.
-Está bien-aceptó como sí realmente estuviese dándose por vencido.
-Aleluya-soltó Baekhyun con las manos al cielo.
-Eso me recuerda-dijo de forma casual deteniéndose a medio camino-Esta noche es algo así como mi despedida de soltero y...habrá puros desconocidos y bueno...yo pensé que tal vez tú...
-¿Estas invitándome?-preguntó con una sonrisa emocionada, pobre ingenuo.
-Si quieres ir puedes-murmuró de forma inocente.
-Claro que iré, ¿dónde será?-preguntó con entusiasmo porque para él era algo como recuperar un poquito de la amistad de Luhan, tonto inocente.
-En el Black Moons, ¿sabes dónde está no?-Baekhyun asintió rápidamente-Bueno pues llega a eso de las nueve de la noche-indicó.
-Claro-asintió.
-Te espero ahí entonces-sonrió de lado dándose media vuelta para ir de vuelta a su oficina saboreando con anticipación lo que estaba planeado para esa noche, se moría porque llegara ya.
Nadie lo molesto en lo que iba del día y aquella paz sumada a la emoción de lo que vendría por la noche lo mantenían bastante relajado además de todo el trabajo que lo tenía distraído también, la puerta de su oficina se abrió y una mirada asesina se dirigió a la persona que había osado entrar sin llamar a la puerta encontrándose ahí con la inconfundible figura de Chanyeol.
-¿Qué mierda haces aquí?-le gruñó.
-Tranquilo que venir a verte no me gusta más que a ti verme, sí estoy aquí es porque Rousse me envió a darte esto-dijo con fastidió arrojándole el paquete que cargaba al castaño.
-Así que ahora eres su mandadero, bueno no es que antes fuese diferente, ya sabes...Baekhyun también te manipulaba a su antojo-soltó con burla.
-Cuida tu boca Luhan, yo no soy Rousse y no dudare en partirte la cara-advirtió.
-No te tengo miedo Park-sonrió con arrogancia-Por cierto... ¿no viste a Baekhyun mientras venía hacia acá?-preguntó con malicia.
Chanyeol se tensó visiblemente e inmediatamente se giró hacia la puerta abierta como sí buscara algo, Luhan ensanchó su sonrisa al ver aquella reacción de su parte, Baekhyun seguía siendo el más débil de sus puntos, al volver de París su relación con Chanyeol se había vuelto todo menos aquella buena amistad que habían tenido cuando eran jóvenes.
Porque a diferencia de todos los demás que toleraban y perdonaban sus malos tratos, Chanyeol había sido el único que había hecho algo para defenderse y tratar de hacerlo ver que lo que hacía estaba mal mandando su buena relación a la basura porque él no lo apoyaba ni estaba de acuerdo con sus malas decisiones.
-No sé como tienes el descaro de seguir al lado de Rousse cuando aún estás enamorado de él-masculló.
-Tú no sabes absolutamente nada y...
-¿Eso crees?-inquirió con diversión-No soy tan estúpido y no estoy cegado como Rousse lo está, yo me doy cuenta Chanyeol, tú no la quieres a ella, lo que te gusta es que es parecida a Baekhyun en muchos aspectos, ella es tú Baekhyun de repuesto pero está tan tontamente enamorada que no lo ve-aseguró.
-Yo no soy como tú, no le haría a Rousse la misma basura que le haces a Lay-afirmó.
-Tienes razón, no somos iguales porque por lo menos yo los tengo bien puestos y admito que Lay es una herramienta para mí, en cambio tú...aún crees que la amas-se burlo.
-Jodete maldito bastardo-escupió saliendo furioso de su oficina.
-Lo que digas, nos vemos en la noche-se despidió con una sonrisa de falsa amabilidad, eso sin duda iba mejorar la que posiblemente hubiese sido la peor de las noches de no ser por Baekhyun.
*****
La carpeta terminó siendo arrojada al suelo luego de que un estallido de furia se llevara el poco buen ánimo que Sehun tenía ese día, Kai suspiró pesadamente yendo hasta donde la carpeta estaba tirada y la levantó con mucho cuidado para luego mirara la expresión rabiosa de Sehun.
-Debemos hacer algo-dijo con calma.
-¿Y qué mierda podemos hacer contra eso?-señaló la carpeta mientras se pasaba una mano por el cabello en un gesto de frustración.
-Sehyung aun no consigue que Wu le diga que sí, es por eso que aun podemos hacer algo y para ello nosotros necesitamos al diamante-explicó.
-¿La amante de Wu?-inquirió algo más calmado.
-Te lo dije, la palabra de esa mujer es ley para Wu, si nos ponemos en contacto con ella y la convencemos de que le exija a Wu romper toda relación entre él y Sehyung tendremos una gran ventaja-señaló con la calma que a Sehun le hacía falta.
-¿Y si no podemos?-preguntó un tanto nervioso.
-Es una puta, ella tendrá su precio-aseguró con una sonrisa ladina.
-¿Cómo vamos a encontrarla?-inquirió tranquilamente dándole un poco de razón a Kai.
-He investigado-sonrió aun más-Ella vive aquí en Seúl, Wu viene a verla de vez en cuando únicamente pero cuando esta sola ella frecuenta este antro, Black Moons-dijo señalando la tarjeta de presentación que había obtenido del lugar y que ahora estaba sobre el escritorio de Sehun.
-Entonces…
-Nosotros iremos a bailar esta noche-sentenció con una sonrisa traviesa que contagió a Sehun.
-En ese caso necesitaremos prepararnos muy bien porque puede que ella quiera pasar una buena noche-dijo con voz sinuosa.
-Eso sin duda alguna, déjamelo todo a mí y tú solo concéntrate en pensar lo que dirás esta noche-Sehun asintió conforme viendo a Kai salir de la oficina, su amigo tendría todo listo para esa noche y él únicamente tendría que hablar para convencer a esa mujer.
Pasó la mayor parte de su día enterrado en un montón de documentos y revisando las nuevas propuestas de los nuevos proyectos, nadie lo interrumpió hasta que fue la hora de irse a casa, Yuri llamó con un suave golpecito a su puerta para preguntar si iba a requerirla un poco más pero Sehun únicamente negó, se quedó un poco más de lo requerido y cuando finalmente decidió irse no fue directamente a casa sino nuevamente a aquel parque en busca de esa pequeña niña con los ojos de Luhan.
Caminó con calma mirando a todos lados pero parecía que nuevamente iba a ser inútil, decidió darse por vencido una vez más y regresar a casa resignado, aun tenía que ponerse de acuerdo con Kai para lo que pasaría esa noche después de todo.
-¡Príncipe!-escuchó a lo lejos y se giró inmediatamente hacia la angelical voz.
Ying Hui corría hacia él con una sonrisa radiante en sus labios, su corazón dio un vuelco al verla y sin pensárselo dos veces abrió los brazos para recibirla cuando ella se arrojó a ellos dejando ir una melodiosa risita.
-Que bueno que te encontré por fin, he estado buscándote mucho-dijo la pequeña.
-Yo también muñeca-sonrió al verla sonreír de aquella forma.
Sus brillantes ojos castaños se iluminaron recordándole esa expresión de absoluta alegría que Luhan ponía cuando estaba a su lado, ella no se parecía realmente mucho a Luhan, eran tan sólo sus ojos y la forma en que sonreía, eso era todo pero para él era suficiente.
-¿De verdad me has estado buscando?-preguntó ella con esa preciosa mirada ilusionada que comenzaba a adorar.
-Por supuesto que sí, he querido volver a jugar contigo-respondió mostrándole una dulce sonrisa.
-Yo también-aseguró ella.
-¿Qué dices entonces si jugamos soccer ahora?-preguntó.
-Sería…
-¿Señorita donde se metió?-escuchó la voz de Irene, hizo una mueca de disgusto al recordar que si era vista con el príncipe sería regañada nuevamente por su padre, suspiró resignada y le dio una mirada decepcionada al hombre frente a ella.
-Debo irme-murmuró con tristeza.
-Está bien pequeña, si tú quieres yo puedo venir todos los días al parque para que juguemos-propuso.
-¿De verdad?-preguntó emocionada.
-De verdad-aseguró.
-Sí por favor-asintió frenéticamente.
-Está bien entonces, tenemos un trato-ella volvió a sentir frenéticamente haciéndolo reír.
-Señorita por favor, si su hermano se entera de esto va a descuartizarme-pidió suplicante Irene.
-Debo irme ya, nos vemos mañana príncipe-se despidió dándole un rápido abrazo antes de irse corriendo en dirección a la chica que al verla pareció volver a la vida.
Sehun dio media vuelta para regresar por donde había venido deteniéndose al darse cuenta que había olvidado decirle su nombre a la pequeña, se giró sólo un poco para verla alejarse de la mano de esa chica y no pudo evitar sonreír.
-No importa, príncipe me gusta más-se dijo a sí mismo antes de seguir su camino.
*****
Una última mirada a su trabajo en el espejo y una sonrisa se dibujó en sus labios, sus ojos resaltaban esa noche gracias al maquillaje logrando el efecto que había deseado, sus pantalones se abrazaban a sus piernas como una segunda piel dejando poco a la imaginación resaltando perfectamente los lugares correctos, no iba a mentir y decir que no resultaba algo incomodo pero no iba a cambiarlos así como tampoco iba a cambiar el polo blanco con cuello en V que probablemente mostraba mucho.
-Parezco un puto-se dijo a sí mismo ensanchando su sonrisa mientras se acomodaba un poco más el cabello-Veamos si esto te gusta Rousse-murmuró saliendo de la habitación en busca de su abrigo.
Sobre la mesita de centro seguía ese paquete que Rousse había hecho que Chanyeol le llevara, dentro había una álbum de fotos vacío con una leyenda que decía: "Mi boda de cuento de hadas", era obviamente una burla hacia él y no iba a tolerarlo porque sí.
Era lo suficientemente fastidioso e infantil como para querer cobrarse eso y únicamente por ello se había vestido de esa forma para joderle la noche a Rousse, su vecina se detuvo petrificada al verlo salir, le mostró una sonrisa a su cara de horror y sin decirle nada subió al elevador presionando el botón que lo llevó al estacionamiento.
Su amado Lamborghini lo esperaba en su lugar de estacionamiento, subió con un elegante y fluido movimiento, encendió el motor dejando que sus manos apretaran con fuerza el volante y finalmente salió rumbo a Black Moons, el ballet parking lo miró con la boca abierta cuando bajó del auto y le arrojó las llaves.
No era cuestión de belleza el hecho de ser capaz de llamar la atención de hombres y mujeres por igual sino de actitud, alguien con la actitud correcta podría seducir al mismo demonio y tal vez Luhan lo intentaría de no ser porque él ya era Lucifer.
Los rostros de Rousse y Chanyeol se volvieron divertidos poemas al verlo acercarse, vio a Rousse cambiar su expresión de incredulidad a una de total enojo pero antes de verse obligado a escuchar el insoportable sermón que ella iba a darle sus ojos se prendaron del chico con expresión de extraviado que miraba a todos lados un par de pasos lejos de él.
-¡Baek!-lo llamó en voz alta para hacer que su llamado se escuchara por encima de la fuerte música.
Baekhyun se giró rápidamente hacia la voz de Luhan llamándolo quedándose estupefacto y no únicamente por cómo se veía Luhan sino por aquel familiar rostro que lo miraba igual de asombrado que él.
-Me alegra que vinieras-dijo Luhan cuando estuvo a su lado y lo sujetó del brazo para impedirle escapar.
Baekhyun no pudo poner ninguna objeción al darse cuenta que había un nudo en su garganta, Luhan lo arrastraba hacia la mesa donde la pareja ya los esperaba y por primera vez en años de soportar todas las tonterías y malos tratos de Luhan sintió la necesidad de golpear a su amigo.
-Bien, ya estamos todos-sonrió divertido al ver la expresiones en los rostros ajenos-¿Qué preparaste para mí esta noche Rousse?-le preguntó a la de ojos azules que lo mira como si tratara de decapitarlo.
-Esto fue demasiado Luhan-masculló Rousse.
Baekhyun mantenía la mirada agachada, Chanyeol estaba frente a él junto a ella, había dicho que estaba bien con eso y no había mentido, de verdad estaba feliz porque Chanyeol hubiese conocido a una maravillosa persona como Rousse pero dolía verlo de frente, sentía como todos esos pedacitos de lo que alguna vez había sido su corazón comenzaban a romperse en pedacitos aún más minúsculos.
-¿No van a saludarse?-preguntó malicioso Luhan.
-Luhan ya basta, estas yendo muy lejos y no voy a tolerarlo-advirtió Rousse furiosa.
-Hola Chanyeol-habló Baekhyun-Ha pasado mucho tiempo, ¿no es así?-forzó una sonrisa-¿Cambiaste tu cabello?-preguntó intentando sonar casual-Me gusta...el plateado se ve bien-aseguró.
Chanyeol apretó los puños al ver aquella sonrisa falsa, odio ver como Luhan lo utilizaba y como Baekhyun lo permitía, odio el tono triste en su voz y sobre todo odio ese sentimiento de querer tomarlo y llevárselo lejos de ese monstruo sin corazón en el cual se había transformado Luhan.
-Tienes razón, ha pasado mucho tiempo-habló finalmente viendo un brillo de alegría iluminar momentáneamente sus bonitos ojos-Decidí teñir mi cabello de este color hace unos dos meses por sugerencia de Rousse-dijo odiándose en el segundo en que lo último salió de su boca.
-Ya veo-murmuró.
-Sí como sea, estamos aquí para divertirnos-bufó Luhan y lo tomó del brazo sin consideración alguna para llevarlo a la barra para conseguir algunos tragos.
-Chanyeol-llamó angustiada Rousse al notar su mirada nostálgica.
-Estoy bien-aseguró mostrándole una gran sonrisa.
-Yo...tú sabes que sí...sí lo sigues amando yo no…no voy a retenerte-le recordó aunque su corazón doliera con esas palabras.
-Pero que dices...yo te adoro, jamás te dejaría-dijo con toda la seguridad del mundo dándole un rápido beso en los labios.
-Hacen bonita pareja, ¿verdad?-preguntó Luhan que miraba desde la barra aquella escena.
-La más bonitas de todas-respondió Baekhyun con su mejor sonrisa.
-Es bueno que lo veas de esa forma-comentó-¿Un trago?-ofreció.
Baekhyun tomó entre sus manos lo que Luhan le ofrecía tomándose el contenido sin respirar siquiera, el alcohol quemó su garganta haciendo que apretara con fuerza los ojos debido a la desagradable sensación, eso era justo lo que necesitaba, embriagarse hasta perder el sentido para no recordar lo mal que iba todo en su patética y miserable vida.
*****
Cuando finalmente llegaron a Black Moons, Sehun frunció el ceño ante el panorama que para él resultaba demasiado desagradable, la música estaba demasiado fuerte, los muchos aromas entremezclados en el ambiente le eran casi intolerable, las multitud en la que suponía era la pista de baile parecía más bien una masa de cuerpos intentando fundirse en uno solo y tal vez de no ser por el hecho de que tenía que hacer eso ya se habría marchado.
-Por aquí-indicó Kai señalando unas escaleras cercanas que llevaban a la segunda planta del lugar.
Arriba había varias mesas siendo ocupadas por algunas parejas y grupos a los cuales Sehun no les prestó demasiada atención, había una segunda barra algo más pequeña que la que estaba en la primera planta y a diferencia de esa donde un montón de gente estaba amontonada la pequeña barra estaba totalmente despejada.
-Hola-saludó Kai al barman.
-¿Qué les ofrezco a los señores?-preguntó el otro hombre con voz amable.
-Whisky en las rocas-pidió.
El hombre sirvió rápidamente sus pedidos, Sehun frunció el ceño impaciente pero Kai parecía estar interesado en todo menos en terminar rápidamente con lo que habían ido a hacer en primer lugar.
-El diamante-le dijo al barman colocado sobre la barra un pequeño bajo de billetes.
-La mesa al fondo-respondió rápidamente los hombres tomando el dinero que deslizó sobre la barra mientras que con su otra mano señalaba la última mesa al fondo.
-Gracias-masculló dando media vuelta hacia la dirección señalada siendo seguido por Kai.
-¿No podías esperar un poco más?-preguntó Kai con fastidio.
-No venimos a jugar-le recordó.
Al llegar a la mesa se encontraron con una bella mujer que les dedicó una mirada seductora en cuanto notó su presencia frente a ella, Kai silbó al verla sonriéndole coquetamente también.
Sehun la miró atentamente de pies a cabeza, su largo cabello rubio le llegaba a la cintura, su piel era blanca como la porcelana, bellos ojos verdes lo observaban con mucha atención, su esbelto cuerpo era cubierto por un rojo vestido entallado y corto que resaltaban todas sus curvas y dejaba ver sus largas piernas, el escote dejaba ver grandes pechos y en uno de ellos un tatuaje de algo parecido a un rasguño, sus prominentes labios rojos estaban extendidos en una sonrisa sensual y Sehun supo que probablemente ella no iba a pedirle dinero por la forma en la que lo miraba.
-Busco un diamante-dijo por fin.
-Pues no busques más que aquí me tienes-respondió con un tono que ocultaba una doble intención.
-Vengo únicamente a hablar de negocios-aclaró.
-Es algo decepcionante, tú y yo podríamos hacer algo muchísimo más interesante que hablar-insinuó con voz sensual.
-Yo no estoy interesado pero al parecer mi amigo sí, puedes entenderte con él sí quieres después-sugirió al ver la cara de imbécil que Kai tenía mientras veía a la rubia.
Ella cruzó una mirada con Kai que le sonreía de lado, pareció quedar satisfecha con eso y una vez más volvió su atención hacia Sehun.
-Escuchó tu propuesta sexy-dijo ella y él juego comenzaba, debía convencerla sí o sí.