Secuestro por QueenNanen

El sonido ensordecedor que había en aquella habitación provocó que lentamente se fuera despertando. Su cuerpo le pesaba en demasía, sus ojos le ardían y que decir por el dolor de cabeza que tenía en aquel momento. Intentó nuevamente abrir los ojos, pero cuando lo logró se dio cuenta de que su vista estaba obstruida, tuvo el deseos de moverse, pero inmediatamente se dio cuenta de que estaba inmovilizado por un fuerte agarre con sogas. El pánico se apoderó de su cuerpo, sus pulsaciones se aceleraron y comenzó a palidecerse y a sudar frío. No podía recordar con exactitud lo que había sucedido, comenzó a moverse desenfrenadamente con la intención de poder librarse de aquel agarre, pero le era imposible, estaba muy bien atado como para poder salir de ahí...

-¡Ayuda!- fue por lo que optó hacer en aquella circunstancia, sabía que era inútil, ya que Eren sería el único que estaría allí. El pánico comenzó a apoderarse de él. Aquel sonido que le había despertado volvió a sonar provocándole un agudo dolor en sus oídos y cabeza, se retorció un poco intentando erróneamente lograr que el dolor cediera un poco.-¡Ayuda!-El ruido cesó y dio paso a un nuevo...

Pisadas...

El miedo le embargó más aún, sus manos sudaban frío y provocaban que este se auto criticara de haber seguido a ese tipo que tenía por nombre Eren. Miles de preguntas le invadían la mente ese esos momentos, ¿Por qué lo habría secuestrado?, ¿Con que propósito?, ¿Era verdaderamente Eren el de su misma clase?,¿Su ex mejor amigo?.

¿Saldría vivo de esta?...

Esa era la mayor incógnita que le aterraba responder... ¿Saldría vivo?, su miedo se incrementó al momento de oír aquella voz tan peculiar que respondió inmediatamente a una de sus preguntas...

En definitiva era él.

-Pero miren quien despertó.-Eren se limpió las manos con el trapo que traía entre estas y se sacudió la parte de atrás del pantalón para poder sentarse en aquella blanca cama en donde se encontraba prisionero su bellísimo Levi.-Que lindo estas-dirigió su mano a sus oscuros cabellos provocando que su miedo creciera aún más, si es que era posible. Ya tenía más menos clara la idea del por qué le habían secuestrado, al sentir el toque de sus dedos sobre su frente evito que siguiera tocándole corriendo la cabeza bruscamente.

-Vamos querido, no seas así...-susurro mientras sentía el aliento de él sobre su cuello depositándole un casto beso en este.-No te quiero hacer daño-En el acto se dirigió a su blanquecino cuello y le mordió aquel suculento lóbulo provocándole un notorio sonrojo, el cual ocasionó una estruendosa risa por parte de su acechador siendo muy bien recibida. A su mente vinieron los recuerdos de él y Eren en su niñez, cuando jugaban de pequeños hasta que el comenzó a sentir algo nuevo hacia su querido amigo. No se dio cuenta hasta los 15 cuando Levi se le declaro recibiendo por respuesta un "Lo lamento no soy de esos", aquella oración le partió el alma, se desmorono su vida completamente y luego de aquel día se comenzaron a llevar mal al punto de que hasta sus madres se habían dado cuenta. Con el paso de los años ambos se volvieron lejanos, Levi se dedicó por completo a sus estudio mientras que Eren se volvía un completo Don Juan. Pero el aún le miraba, aun le seguía queriendo, y es que una parte de su corazón le gritaba desesperadamente de que tomara la oportunidad, y la otra de que huyera como pudiera de ahí.

-¿Por qué haces esto...?- Miles de respuestas se le venían a la mente, desde el punto de ser violado y luego asesinado hasta las más santas de las ideas, una broma.

Si bien la pregunta es una que diría cualquier persona que conoce a su secuestrador, esta hizo estragos en la mente de su asaltante. ¿Por qué?, ¿Desde cuándo su mente se había vuelta tan enferma como para querer secuestrarlo y violarlo?

¿Cómo no se me ocurrió otra forma de volver a acercarme a él?...

Optó por lo más sencillo para su salud mental y simplemente tomó firmemente las mejillas de Levi mientras acercaba su rostro al punto de sentir la cálida respiración del otro. Ese olor le embriagaba, no sabía desde cuándo pero desde que se dio cuenta comenzó a tener que tomar medidas. Muchas veces había terminado con una erección cuando se acordaba o percibía ese adictivo y, a su parecer, dulce aroma. Le besó brusco, al punto de partir un poco el labio superior de su prisionero, le necesitaba desesperadamente.

-mg...- Si Eren tenía problemas, no hay como imaginar los de Levi. A esas alturas ya sabía casi todas las respuestas, estaba seguro que en esos momentos la pasaría mal, muy mal.-No...- Gimoteó cuando sintió las manos de Eren firmemente en sus caderas, le herían. –Por favor...- No le quedaban fuerzas, y es que si bien él era una persona firme de carácter, Eren era su querido amigo y aunque pelearon por varios años el aún le tenía en su corazón. Ver como este se comportaba de una forma tan animal y sin consideración a su ser, le hirió.

Eren simplemente mordió con gula sus carnosos labios para luego liberar su boca. Llevo sus manos al cinturón que sujetaba su prenda inferior, y lo soltó. Su pene ya había crecido considerablemente, debía liberarlo. Continuó con lo suyo mientras despojaba de su ropa al indefenso Levi.

Este temió lo peor.

El dolor en su cuello le sacó un gran grito de dolor, esto no era para nada placentero. Eren al contrario comenzaba a animarse cada vez más y más. Verle así de indefenso, con esa piel lechosa que tenía, ese cabello oscuro que le hacía ver angelical, le ponía más que cualquier cosa con la que haya tratado.-Vamos, ponte duro.- Le susurró con una voz rasposa debido a la excitación mientras agarraba el flácido miembro de Levi con más fuerza de lo necesario, estaba siendo demasiado brusco.

-agh...- Como pudo Levi llevo ambas manos hacia su pobre miembro.-Eren, no...- Arrugó a más no poder sus facciones.-Me duele.- Reveló.

-Vamos, solo hazme feliz.- Fue la respuesta que obtuvo por parte de Eren mientras este se levantaba de aquella mullida cama en dirección a el velador. De aquel sacó unos preservativos y un lubricante. Excitado volvió a la cama en donde veía a su indefensa y futura presa.

-Eren, por favor. Así n- No pudo terminar su suplica. Eren le estaba estrangulando. El miedo se apoderó de su ser, no le iba a ir demasiado bien si se oponía a él. Simplemente optó por lo mejor, se quedó quieto mientras dejaba que Eren le masturbara.

-Mucho mejor....- Vertió un poco del lubricante sobre el pene y la entrada de Levi.-Solo déjate hacer- Continuó mientras con una de sus manos frotaba el lubricado miembro de Levi y con la otra le dilataba.

Se quejó en demasía, eso dolía. Pero si quería sobrevivir a este ataque tendría que poner mucho más de su parte, así que simplemente imaginó que se encontraba en esta misma situación con su bello Eren, pero bajo otras circunstancias. Aquello estaba surgiendo efecto la verdad, sentía que podría ponerse duro... pero algo le sacó de aquel optimista pensamiento.

Eren le había penetrado sin previo aviso y sin la preparación necesaria, esto sería una completa pesadilla. Simplemente tendría que dejarse hacer e implorar por su bien estar.

Implorando que no le hiciera daños irreversibles.

El dolor no cesaba, no había forma de poder acostumbrarse a tal grotesco tamaño. Eren era increíblemente grande.-Vamos, gime...-Arremetió más fuerte contra la malherida entrada de Levi al momento que le elevaba ambas piernas a la altura de sus hombros. Ya no se podía controlar, escuchaba como este sollozaba y se quejaba lastimosamente. Estaba seguro... a Levi no le estaba gustando. El cargo de conciencia se le estaba presentando hasta tal punto de hacerlo sentir mareado y con nauseas.

-E-eren... por favor.- Se escuchaba el sucio sonido que hacían sus pieles al chocar-Mi vista- Imploro mientras llevaba ambas manos aún atadas al vientre de Eren. Sentir aquel abdomen marcado y la calidez de este de alguna u otra forma le puso, al fin y al cabo seguía siendo su Eren. Aquel que amaba perdidamente.

Eren sin saber por qué lo hizo liberó la vista de Levi dejándole ver su moreno rostro y aquellos perlados y amarrillos ojos que tanto amaba. De alguna u otra forma ya no le daba tantas vueltas al tema, era su preciado Eren.

Aquella profunda mirada de amor y de perdón que le regaló su Levi hizo que todo le diera vueltas, dejo de empujarse contra él y en un rápido movimiento abandonó la cama. Esto no pintaba bien. Sintió como su estómago convulsionaba y de un momento a otro estaba devolviendo por completo lo que había en el interior de este, aquello le estaba matando mentalmente. Ese no era él.

-Mierda...- Su estómago no le daba tregua, ya iban tres veces en las que había tenido que devolver todo debido a la culpa sintiendo ese amargo sabor en toda su boca, simplemente desagradable. Tiritando y sudando frío se quedó en una esquina de la pieza, ni al baño había alcanzado a ir.

-E...eren- Levi no podía articular más, le vio salir con rapidez de su interior, causándole más daño aun, para luego ir a vomitar a una esquina. Ni idea de por qué, simplemente sentía pena y un dolor indescriptible en su retaguardia, ardía como el inferno.

Como pudo se incorporó, independiente del dolor que le invadía y lo difícil que se hacía teniendo las manos amarradas.

-No me veas...-Eren sentía pena, pena de haberle tenido en esas circunstancias y de vergüenza por lo bajo que había caido. Era un completo animal, ¿Cómo mierda se le había ocurrido hacer tan abominable acción? , ¿Cómo simplemente no se le ocurrió acercarse como lo haría una persona normal?-N..no me ve-El vómito nuevamente le dejó sin energías y opciones, tuvo que inclinar su rostro contra el suelo y esperar a que su martirio cesara. Pálido a más no poder y sin fuerza alguna se incorporó para mirarle en la cama, completamente herido, amarrado y sangrando.-No...-Su voz se escuchaba apagada.- ¿Qué he hecho?- El llanto le atacó y lo derribó nuevamente contra el frío suelo, todo en su mente se aclaró más, ya tenía los pies en la tierra por completo. Su amor...

Había herido a su amor.

-Eren, ya...- Levi sollozaba, no había nada que hacer. Simplemente agradecía a los cielos y a lo que hubiera en ellos que se había compadecido de su pobre ser.-Ya, tranquilo...- Su armoniosa y grave voz logró desencajarlo un poco, Levi le estaba perdonando.

-¿¡Cómo?!- Gritó alterando a su consolador.- ¿¡Cómo mierda quieres que me tranquilice después de lo que te hice?!-La ira se apoderó de su ser al darse cuenta de la mierda que era, la desesperación le daba malas ideas mientras el temor le atacaba silenciosamente.

Levi simplemente guardo silencio, sabía que no llegaría a ningún lado peleando con él en ese estado... pero le amaba. Sin importar qué, él le perdonaría.-Ven aquí...- Se preguntaba mentalmente por qué mierdas había hecho eso, temía que reaccionara mal.

-Mi Levi...- Su voz casi inaudible le impidió cortar el llanto que emanaba de todo su ser. No solo lloraba físicamente, sino espiritualmente.Todo su ser lamentaba aquel tan abominable hecho. Ya no era digno de Levi, de aquel bello ser. Ese ángel que habría sus alas para consolarle.-N...no sé qué h-hacer- Sus sollozos le impedían expresarse como era debido. Con todas sus fuerzas avanzó mientras veía como Levi simplemente le esperaba con todo el amor que se pudiera ver en sus ojos.

Ya no temía más...

Te perdono...