Corría tan rápido como sus pies se lo permitían, sintiendo como su corazón se aceleraba a cada zancada que daba y sus pulmones ardían por su acelerada respiración.
Había visto la noticia de tal catástrofe en la televisión, pero eso no solía acelerar tanto su respiración, lo que puso su alma en un hilo fue la noticia de último momento que daba la periodista “Varios héroes muertos y algunos heridos de gravedad por el ataque de un kaijin nivel dios” Sintió como si un balde de agua helada impactara en su rostro, helándole la sangre, no por la muerte de algunos héroes que siendo sincero a veces eso no le importaba. Lo que asusto tanto a su alma fue que Genos había atendido tal emergencia.
Flash Back
Como todos los días desde que el rubio llego a su vida, se encontraba haciendo las labores del hogar para que su sensei viviera a gusto y sin preocupaciones. Saitama estaba tirado en plena sala leyendo uno de sus mangas favoritas mientras se escuchaba de fondo las noticias, esperando a que el cyborg terminara de preparar el desayuno.
El programa que estaba de sonido ambiental se vio interrumpido por una noticia, elevo su mirada viendo el rango que tenía el kaijin, de inmediato resto importancia por el nivel que tenía este, no ameritaba el hecho de perderse un desayuno preparado por Genos, escucho que le prepararía su comida favorita así que “meh” daba igual.
Acomodaron lo necesario para sentarse a comer lo preparado por el cyborg, debía admitir que amaba la manera de cocinar del chico.
El desayuno iba muy ameno, entre platicas absurdas que tenían de vez en cuando y hechos sin importancia que a veces contaba Genos. Su plática fue interrumpida por el sonido del celular de Genos, se disculpo con su sensei en una reverencia y fue atender la llamada. Saitama siguió disfrutando de su desayuno, hasta que volvió el rubio.
-Sensei, me llamaron de la asociación, quieren que atienda una de las emergencias. Al parecer es amenaza nivel Demonio-
-¿Necesitas mi ayuda?-
-No sensei, no es necesario que se moleste, podre controlarlo- Aseguro confiado
Saitama quedo pensativo, extrañamente tenía un mal presentimiento acerca de esa misión, pero como todo en su vida, decidió ignorarlo restándole importancia. Confiaba en el rubio.
-De acuerdo…- afirmo dudoso
Genos se dirigía a la entrada del departamento, no sin antes despedirse de su sensei. Saitama llamo su atención “¡Regresa entero!” no solía demostrar tanta preocupación, pero algo en él lo tenía muy inquieto.
Termino su desayuno y ayudo un poco en el arreglo de la cocina, sabía que el rubio regresaría con alguna parte desprendida de su cuerpo como era costumbre, prefería no cargarle el trabajo. Se dispuso a seguir con la lectura de sus mangas mientras tenia de fondo el sonido del noticiario, era simple prevención por si requerían de su ayuda.
Las horas habían pasado y Saitama había caído rendido en el piso de la sala, el ruido de la televisión y los gritos desesperados de la reportera lo despertaron, se sentó perezoso y fijó su atención a la noticia que daban.
Su corazón se detuvo por un instante y su garganta se sentía seca, tardo instantes en asimilar lo que estaba escuchando “Genos” ese nombre paso por su distraída cabeza y sin pensarlo mucho salió corriendo del apartamento con dirección a la batalla.
Dejo la televisión prendida y en ella se escuchaba como ese kaijin de ser nivel demonio, paso a ser nivel Dios por el descuido de los encargados de clasificar el peligro.
End Flash Back
Estaba desesperado, no podía encontrarlo en ningún lugar en toda esa destrucción. Para el no fue problema acabar con esa criatura, solo basto uno de sus puñetazos para hacer mierda al kaijin, pero era obvio que para esos héroes fue complicado. Podía ver sangre en todas partes, cuerpos regados por todas partes y algunos mal heridos, pero a el no le interesaba el resto solo iba en búsqueda del rubio.
Se le complicaba más de lo que esperaba, no había señal alguna del chico y ya se estaba comenzando a desesperar, en cuanto lo encontrara lo regañaría por ser tan descuidado y no avisar que necesitaba ayuda, de verdad que ese lado orgulloso de Genos le molestaba bastante. Pudo ver a lo lejos algo que brillaba entre todos los escombros, corrió en esa dirección y vio que era una de las piernas del rubio “Te dije que volvieras entero” su pecho ardía por la incertidumbre del estado en el que se encontraría al chico.
Dio unos cuantos pasos más y lo encontró, recargado en una de las paredes casi destruidas, en las peores condiciones que jamás pensó verlo. Le faltaban ambas piernas y uno de sus brazos, su rostro tenía la mitad destruida y su pecho se encontraba abierto, a pesar de todo podía ver en su rostro tranquilidad. Camino a él, acelerando el paso sintiendo la adrenalina que caía de golpe en su cuerpo, hincándose en cuanto llego a su lado. Lo inspecciono con la vista, por el temor de dañarlo si lo tocaba, se veía muy mal todo eso.
Su mirada viajo por todo el bello rostro que en ese momento se encontraba hecho mierda, hasta llegar al pecho, en ese momento sintió un mareo alarmante y la boca del estomago ardía “No, no, no, no mierda!” se repetía en su mente. El pecho de Genos estaba abierto de par en par y un enorme agujero lo adornaba, estaba muy seguro de que algo hacía falta en ese lugar “El core” aquello que le daba vida al rubio, no estaba donde debía de encontrarse. Ahí estaba esa pieza importante, destruida en su totalidad, solo pudo reconocerla por el nombre que tenia impresa una de esas laminas de metal. Estaba apagado, no se veía vida o luz en esa pieza, su mirada viajo de vuelta al rostro apacible de Genos, sintiendo como algo escurría de sus ojos cuando si mirada se fijo en el muerto rostro del rubio.
No sabía cómo reaccionar, su mente estaba hecha una maraña de pensamientos y su corazón dolía por el mar de emociones que cursaban por todo su ser. Esto tenía que ser una cruel pesadilla, no podía ser verdad que Genos muriera, aquel chico con tantos ánimos de existir.
El llanto se aglomeraba en su garganta irritándola sin piedad, sus ojos nadaban en lágrimas y su cuerpo se aferraba al frio metal de lo poco que quedaba de Genos. Acuno al cyborg en su pecho, abrazando lo frágil de su ser, sin importar la lluvia torrencial que caía sobre ellos.
La tristeza había acabado con la poca energía que poseía y cerró los ojos tratando de evadir esa realidad dejando que la lluvia lavara las lagrimas en su rostro, esperando a que todo eso fuera una pesadilla y despertara con los dorados ojos sobre el estudiándolo como todos los días.
Paso de la incomodidad y el dolor del momento a un extraño confort y calidez. Despertó exaltado estudiando el lugar donde se encontraba “¿estaba en su apartamento?” recordaba muy bien el haber caído en la ciudad, todo su rostro y sintió la humedad de las lagrimas… “¡Genos! Se paro del futon y corrió hacia la cocina, se paralizo ante aquella imagen.
-Genos…-
-Buenos días Saitama-sensei- El chico sonrió resplandeciente. -Espero que tenga hambre, le preparare su comida favorita para el desayuno-
Ahí estaba de vuelta aquella humedad en su rostro, volteo hacia otro lugar para no asustar al rubio esperando que no se diera cuenta de esas lágrimas.
-Sí, muero de hambre… esperare a que termines- Camino en dirección a la sala, prendiendo la televisión y sentándose para ver el noticiero. Gracias a dios era todo un sueño, el alivio lo embargo y una sonrisa se dibujo en su rostro, para que unos segundos después se borrara en un gesto amargo
“No de nuevo”