"Si no puedes hacer grandes cosas, haz pequeñas cosas de una forma grande." -Napoleón Hill.
Jongin cerró el libro en lágrimas mientras reflexionaba en lo mucho que significaba esa última oración para él en estos momentos.
Dudaba que fuera a ser uno de los mejores nombres de la historia, y aunque deseaba grandeza en la actualidad le parecía vacía y hueca. Nunca había realizado grandes cosas a lo largo de su existencia. Sólo se limitaba a comer, practicar, estudiar y respirar. Su existencia no era una de las mejores joyas en este universo.
Hasta que conoció a Kim Junmyeon.
"Pequeñas cosas de tamaño grande" era lo que Junmyeon había sido para él. Un nuevo centinela en su camino. Tanto ponderar había logrado que sus lágrimas se secaran con el suave viento que soplaba esa noche en el hospital.
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Todo había empezado por un evento de beneficencia en el que había podido lograr matar dos pájaros de un tiro; se presentaba frente a un público, mostrando sus habilidades, corrigiendo algunos errores, y lograba hacer buenos actos, alegrando el día de chicos de su edad que estaban en situaciones terminales.
Siempre le parecía muy curioso, como todos los chicos le daban sonrisas gigantes mientras bailaba, cómo sus sonrisas reflejaban verdadera felicidad, a pesar de sus situaciones tan severas, le hacía creer en la esperanza. Si él estuviese en sus posiciones habría tirado la toalla desde hace mucho tiempo.
Una prueba de ello era Park Chanyeol, con 18 años y un cáncer de páncreas. Nada lo detenía, siempre que iba a mostrar sus pasos de baile era el que más hacía ruido y mostraba su apoyo con el bailarín. Era grande, literalmente, bastante alto era su cuerpo, siempre como una torre triunfante que siempre miraba hacia abajo. Pero también en sentido metafórico lo era; siempre se preocupaba por todos sus otros amigos, lloraba algunas pérdidas y era un loco enamorado, por más que siempre se lo negara, Jongin estaba seguro que Chanyeol se derretía en amor por Do Kyungsoo, de 17 años y con un cáncer en la garganta que no le permitía hablar mucho. Su amigo siempre daba miradas cálidas al chico que amaba, (y si pidiesen la opinión de Jongin, él juraba que también había visto en ocasiones cómo Kyungsoo miraba a su amigo con dulzura.)
Jongin deseaba saber cómo se podía amar cuando se está tan consciente de que en cualquier momento se puede morir. Aunque estaba siendo un poco creído y se reprendía cada vez por sus locos pensamientos. Aquello no estaba muy lejos de la realidad.
La muerte era inevitable para todos.
Pero, ¿Cómo se ama en medio del sufrimiento?
Jongin deseó mucho más adelante nunca haber obtenido la respuesta para eso.
Una respuesta en forma de Kim Junmyeon, de 19 años (tres años más de lo que él tenía en el presente), con Leucemia.
Una fuente de esperanza y amor que brotaba sangre en momentos menos esperados.
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En la ocasión que había tenido la oportunidad de conocer a Kim Junmyeon por primera vez, fue en un día muy sombrío. Kim Jongin había terminado su rutina de baile en la que estuvo trabajando desde hace muchísimo tiempo, cada paso esforzándose para que fluyera con suavidad. No había resultado de la manera que deseaba, pero culpaba su excesivo perfeccionismo por eso.
Lo que le causaba curiosidad y un poco de molestia era la cara de su grupo de apoyo, sabía que no era el mejor bailarín de todos, pero siempre se mostraban complacidos de sus demostraciones artísticas. Su sorpresa crecía al ver la cara de Chanyeol, mostraba una emoción que jamás le vio antes: depresión. Chanyeol por primera vez lucía cabizbajo y por primera vez estaba sentado a un lado de Kyungsoo, sosteniendo su mano como su de su vida se tratara, como si fuese a caer del vació si la soltara.
Un aura de tristeza se apoderaba de toda la sala y la exuberante alegría que solía vivir cuando les visitaba se había esfumado.
No tenía sentido en lo absoluto.
Kyungsoo le miró y suspiró con pesadez. Se veía en sus ojos que deseaba que Jongin alegrara el día de Chanyeol, y sus ojos se inundaban en lástima al ver que no lo había logrado.
"Jongin-ssi," Habló una dulce dama que se asomó por un pequeño momento a la sala de grupo de apoyo, era una de las enfermeras que se encargaba de cuidar a los chicos. "Espero no haber interrumpido nada, quería introducir a alguien nuevo que va a acompañarle en el grupo."
De repente la duda que invadía todos sus sentidos se desvaneció y dejó a la luz una nueva revelación que ahora nublaba su mente.
Un nuevo estado terminal.
Un nuevo chico casi al borde de la muerte.
La dama se acercó a él y le susurró en voz baja el nuevo acompañante que se unía a la sala. "Su nombre es Kim Junmyeon, tiene sólo 19 años, aunque es el mayor de toda esta área del hospital, puede que no le sorprenda lo rápido que se adaptará, todos estos chicos ya le conocen, es muy carismático, todos le aman" en un tono más bajo murmuró, "Tiene leucemia, su estado empeoró hace unos días, pero ha estado muy positivo al respecto, los médicos piensan lo contrario a él."
Jongin no pudo evitar sentirse un poco molesto por las palabras de la enfermera, algo que había aprendido en este ambiente era que la esperanza nunca moría, si alguno de ellos se iba, la esperanza de su alma se transmitía en los demás. ¿Qué tienen que perder?
La muerte es inevitable.
Capaz el amor también.
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Chanyeol se levantó de su asiento sin cruzar miradas con Jongin y soltando rápidamente la mano de Kyungsoo, dejando una fuerte confusión plasmada en el rostro del mencionado. Al fijar su atención al recién llegado casi corre hacia él y Chanyeol extiende sus brazos a Junmyeon, el bajo hombre desapareció de la vista de Jongin impidiéndole observarle con más atención. La expresión de Kyungsoo no se suavizó, al contrario, el ceño que se pronunciaba en sus facciones era muy evidente.
Celos.
Jongin retiró su enfoque a la mirada algo demoniaca de su pequeño amigo y se concentró en la nueva persona que había llamado su atención, sin ninguna razón aparente.
Chanyeol ya había dejado de abrazarle y Junmyeon le dedicaba una mirada de comprensión (de reojo, la tensa mirada de Kyungsoo se intensificó hasta que Junmyeon fijó sus ojos en el pequeño con una sonrisa, era visible cómo Kyungsoo se abstenía de llorar) y después de que Junmyeon, de una apariencia pálida y cabeza totalmente cubierta diese abrazos a todos y los despidiese de la sala, quedó a solas con Jongin.
"Me destrozó por completo" Chanyeol le explicaría mucho después, "era uno de los que mejor salud tenía en el área. Su familia es adinerada así que salía de viaje muchos fines de semana, respiraba aire fresco, vivía casi de una manera normal" la mueca en su rostro se intensificó "de repente todos nos enteramos de su recaída. Y el ambiente de depresión que habías logrado disipar nos invadió por completo de nuevo. Despertamos en una realidad que nos decía que por más que las cosas aparenten estar bien, nunca lo estarán por completo" Jongin le miró con intriga y prosiguió "Junmyeon-Hyung había hecho un montón por nosotros, nos aconsejaba, nos cuidaba y nos daba ánimos. Era lo mejor porque todos le veíamos como un ejemplo a seguir. Si él pudo lograrlo, todos lo haríamos..."
"Hola, lamento haberme perdido el gran evento por el que los chicos aman venir a este lugar" una sonrisa se apoderó de los labios de Junmyeon, pero no era la sonrisa de complacencia que mostraba a los demás, una sonrisa de "todo estará bien", la sonrisa que Jongin veía en ese preciso momento era una de bienvenida.
No entendía como la persona que se paraba frente suyo podía ser tan atractiva, aún con su rostro y labios pálidos, sin ningún cabello encima de su cabeza y algunas gotas de sangre que se asomaban por los orificios de su nariz.
"Hola," Jongin cayó rendido a su bienvenida, "hoy no fue un buen día, parece que están muy preocupados por ti"
"Lamento haberte robado el espectáculo, me han hablado muy bien de tus habilidades de baile"
"No me has robado nada."
"Lo hice, creo que mi recaída no tuvo un buen efecto para nadie, incluyéndome. Lamento estar sangrando frente a ti, debes pensar que soy un pervertido"
"Lees muchos mangas, Junmyeon-ssi."
"¿Junmyeon-ssi? Oh, tus formalidades me abruman, ¿Cuántos años tienes?"
"Tengo 16"
"Sólo es poco el tiempo de diferencia entre tú y yo, llámame Hyung" la sonrisa de Junmyeon se intensificó y provocó un pequeño movimiento en el estómago de Jongin. Capaz sólo se lo imaginó.
"Está bien, Junmyeon-hyu..."
"No es necesario que digas todo mi nombre, sólo hyung."
Jongin miró con intensidad los ojos del hombre que se paraba firmemente frente a él. En sus ojos podía notar algo de cansancio.
"Hyung..."
"Suena mil veces mejor, estoy seguro que nos haremos cercanos Jong..."
"¿No quieres sentarte?" Ofrece con sutileza, como si no hubiese notado el cansancio que reflejaba.
"Oh, claro, debes estar cansado Jongin-ah, lo siento."
"Estoy perfectamente bien."
"Voy a pretender que te creo." Un guiño burlón de Junmyeon había dado paso a una larga conversación acerca de ambos. Jongin siempre había sido muy amable con todos los chicos del grupo, estaba genuinamente interesado en ser su amugo, en conocerles profundamente, en aprender de sus emociones para sentir más profundidad en su baile, para inspirarse.
Al pasar de las semanas, Kim Jongin siempre terminaba de bailar y deleitar a sus amigos, dándoles un poco de la vitalidad que necesitaban. Chanyeol había vuelto a ser fiel a sí mismo y alegrar en segunda parte la vibra de la sala. Ahora tenía un nuevo espectador a quien quería impresionar, y esa capaz es la razón por la cual sentía que había mejorado sin dudar, ahora Kyungsoo sonreía mucho más de lo habitual. Aunque sospechaba que su baile no tenía que ver en lo absoluto con su sonrisa permanente, su condición mejoraba y el hecho de que había encontrado accidentalmente a Chanyeol y Kyungsoo besándose como si no hubiese un mañana en uno de los rincones de los jardines del hospital. Jongin en esa ocasión se había preguntado si sentiría la misma urgencia y deseo cuando juntara sus labios con Junmyeon, lo que terminó en una gran reprimenda mental.
Cada tiempo disponible con Junmyeon después de sus demostraciones de baile era preciado para Jongin.
Secretos, mentiras ocultas, sonrisas, locuras, deseos y planes a futuro (tema que a Jongin le hizo sentir indudablemente incómodo, pero Junmyeon insistió en hablarle)
Junmyeon ha viajado a un montón de países, empezando por Japón, China, Rusia, Estados unidos, Tailandia, India y Uruguay (un país que Jongin desconocía, pero como se lo describió su amigo sonaba muy encantador)
Junmyeon tenía miedo a las alturas, en un precipicio en Japón descubrió su pánico.
Junmyeon le gustaba el té, y lo disfrutaba al estilo inglés, con algo de leche.
Junmyeon curvaba sus labios muy arriba cuando sonreía, y la parte superior de su boca formaba un par de lo que parecían comillas, citando su boca como si fuese la frase más llamativa del universo.
Junmyeon había logrado un montón con todos. Logró un montón también en el corazón y alma de Jongin. No le gustaba etiquetar los sentimientos pero le encantaba que Junmyeon le hiciese reír consiguiendo que deformara sus facciones, cuando más deseaba lucir bien. Le encantaba que Junmyeon le mirara con esa expresión tan única, que estaba seguro que sólo le había dedicado a él. Después de unos pocos meses, le encantaba que cuando estaban solos, Junmyeon lloraba dejando fluir sus verdaderos sentimientos, todo lo que cargaba por dentro, frustraciones. Le encantaba como Junmyeon, que era un poco más bajo que él, le abrazaba fuertemente y presionaba su rostro sobre su pecho. Besos no eran necesarios, y serían demasiado escandalosos, se encontraban en los jardines del hospital. Eran un poco menos temerarios que Chanyeol y Kyungsoo, pero sus sentimientos no dejaban de ser menos por ello.
"Mi padre ha venido a dejarme alguno de los libros de su colección, ya los he leído todos así que quiero dejarte mi favorito a ti" la sonrisa de Junmyeon estaba algo quebrada, no era habitual en él, "pensé que si te dejaba algo mío te iba a sentir más cerca de mi" escusas. Sus palabras sonaban a un adiós, Jongin no quería escuchar un adiós de ninguno de sus amigos, menos de Junmyeon. Se lo manifestó.
"Jongin, no estoy despidiéndome, estoy perfectamente bien, sólo quería recomendarte uno de mis libros favoritos"
El violinista de Russell Place, el título casi brillaba en su regazo, una selección extranjera. Jongin le agradaba el arte, y Junmyeon ya le había recomendado varios libros, canciones que ayudarían a mejorar su baile.
"Jongin, ¿Por qué aún no te has presentado a la Universidad mayor de artes de Seúl? Me prometiste hacerlo pronto"
"Hyung..."
"No quiero escusas Jongin, sólo explícame porqué."
"Quiero pasar más tiempo contigo, Junmyeon"
"¿Desperdiciarás tu tiempo por algo tan pasajero como yo?"
"No entiendo cómo puedes hablar así de ti mismo, Hyung, ¿Dónde están las palabras de aliento que le das a los demás? ¿Dónde quedan esas bellas palabras por las que todos se sienten motivados? ¿Son todas falsas?"
"Jongin..."
"No me entra en la cabeza tan llena de aire que tengo que hables tan bien de los demás y no puedas tener un poco de amor por ti mismo ¿En qué estás pensando? ¿Por qué te preocupas tanto por los demás cuando quien realmente importa en este momento eres tú? Cuando estás sufriendo tanto y reprimes tantos sentimientos en tu corazón. Cuando sólo dejas que yo te vea y sólo dedique bailes para calmar tu alma, algo demasiado vano."
"No te atrevas a llamar vano tu baile nunca más Kim Jongin, te lo prohíbo" en medio de la rabia que había tomado su discurso, Jongin no había que Junmyeon había roto en llanto y su rostro era un hermoso desastre, lágrimas brotando y otras ya secas en sus mejillas, sangre saliendo de los orificios de su nariz demasiado líquida y de las comisuras de sus labios. Junmyeon nunca le había dejado tocar sus labios, pero justo en ese momento sintió una gran necesidad de besarlo.
Necesidad que no había sido llevada a una acción.
Porque a pesar de todo, Jongin respetaba los deseos de Junmyeon. Jongin renunciaría a sus deseos por Junmyeon.
Jongin amaba a Junmyeon.
Un beso del moreno se posa en la frente del mayor consolándole.
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Era muy gracioso cómo un día puede significar dos cosas completamente diferentes para Jongin. Dos completamente diferentes pero mezcladas al mismo tiempo podían ser mortales.
Mortal como la condición de Junmyeon.
El día anterior al presente, Kim Jongin había realizado su presentación como era habitual en el hospital, con otra promesa secreta entre él y Junmyeon, el baile con el que se presentaría a la audición de la Universidad mayor de artes y era dedicado a Junmyeon (como lo eran últimamente todos sus bailes) Chanyeol le había deseado buena suerte, sosteniendo su abdomen fuertemente, podía ver que el dolor era insoportable, deseaba poder sanar los dolores de todos sus amigos, pero le era imposible. Con una mirada cargada de preocupación a su lado estaba Kyungsoo, quien acariciaba a Chanyeol con sus pequeñas manos, en su silencio, dirigió su atención a Jongin diciéndolo todo con su rostro. Kyungsoo nunca hablaba, pero sus ojos siempre se encargaban de transmitir las palabras por él. "Lograrás entrar" murmuraban sus ojos.
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Al final del día Junmyeon no podía ocultar su nerviosismo.
Operación de vida o muerte venía por delante.
Sus signos vitales cada vez se debilitaban, su sangre cada vez más y más líquida. Fluidos sin poder que no transportaban a su cuerpo el suficiente oxígeno.
Jongin deseaba detener el tiempo.
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Jongin desearía poder morir ahí mismo.
Había dejado a Kim Junmyeon, de 19 años, con leucemia hace mucho tiempo.
Dejó a Kim Junmyeon, de 19 años, el amor de su vida el día anterior, lleno de promesas. Rogaba a los días para Junmyeon viviese lo suficiente para verlo presentarse en un recital de baile, como el mejor bailarín de Corea, orgullo de una nación.
Kim Junmyeon le rogaba a los segundos para que le dejase estar un poco más con su pedacito de cielo.
Sus plegarias no fueron escuchadas.
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Kim Junmyeon murió el último día de la primavera.
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Kim Jongin había sido aceptado en la Universidad mayor de Artes de Seúl 15 días después del último día de la primavera.
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Kim Jongin terminó el libro favorito de su persona favorita en la mitad del verano. Nunca jamás había vuelto al hospital desde ese día, sólo tenía el recuerdo de Junmyeon impreso en un libro y con algunas gotas de su sangre en la portada.
El libro hablaba de cómo un violinista talentoso de un pueblo remoto en algún lugar de Europa estaba completamente sólo con su música, hasta que entendió que esta tenía poderes curativos, salió de su cáscara de egoísmo y abrió su talento a los demás. Su sueño de ser el mejor violinista de la historia no se cumplió, pero salvó la mitad de la población de su lugar natal. Pequeñas cosas de tamaño grande.
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Kim Junmyeon no fue un gran héroe, no salvó la nación, no fue un gran cantante, ni el mejor actor.
Pero Kim Junmyeon fue su mejor amigo, su fuente de inspiración, su nueva razón para creer. El amor de su vida.
Llenó de alegría las personas a su alrededor, de esperanza.
De amor.
Kim Junmyeon no sería un nombre recordado por toda la humanidad.
Pero si sería recordado por siempre en la mente de Kim Jongin.
"Vivir en los recuerdos de los demás es una sutil manera de ser eterno"
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Jongin volvió al hospital en cuanto terminó el libro.
Con algo de envidia observó cómo Chanyeol y Kyungsoo se miraban el uno al otro.
Con terror.
Tan pronto como Jongin captó aquella emoción se arrepintió de sus sentimientos negativos.
Al menos Jongin viviría por los dos, por Junmyeon y él, hasta que su sentencia llegara.
Kyungsoo y Chanyeol se pueden perder el uno al otro en cualquier momento. O a ambos, para siempre.
Las miradas de sus dos amigos se suavizaron al captar la presencia de alguien que no veían en algún tiempo.
Sus rostros se iluminaron.
Las manos del moreno sangraban por las espinas de las rosas que llevaba para dejar tributo en el lugar en el que Junmyeon y él conversaban todas las tardes.
Jongin les sonrió.