Solo por una noche.
Probablemente puede ser solo una simple confusión, pero si solo fuera una confusión, su voz no debería estar retumbando en mis oídos cada vez que me habla, debo molestarlo para que me preste atención. Ni siquiera puedo mirarlo sin imaginarme cosas con él, y cuando me mira y me habla solo me concentro en verlo hasta que todo lo demás se vuelve borroso, es molesto para mí que teniendo a demás amigos solo me haya fijado en él, somos casi lo contrario, el viste tan a la moda y para mi vestirme es tan simple como ponerme unos pantalones y una playera blanca. A veces me pongo a pensar como seria estar con el de una forma carnal, pero no es que solo piense en eso, no, quisiera verme de una forma romántica, sonara cursi pero siento que él es todo lo que quiero ahora. ¿Sera un capricho?
-Taemin, ¿puedes ayudarme a llevar esa caja a mi habitación?- Kibum, se había mudado conmigo, puede que lo que haya dicho haya alterado algo en su decisión.
-¿Cuál?-Estaba distraído que no me fije hacia donde había apuntado, cargaba demasiadas cajas por lo cual le era difícil decirme de nuevo.
-La que está en…- Chocó con la puerta haciendo que todas se cayeran, suspiro cansado y se agacho para recogerlas.
-Oh- Corrí para ayudarlo, cuando teníamos la mitad de las cajas cada uno las llevamos hacia su habitación. Nos acostamos en lo que sería su nueva cama, respirábamos profundamente- ¿Qué traes en esas cajas Kibum?
-Ropa, libros, recuerdos… cosas que necesito practicante.
-Pesan demasiado.
-Lo sé- Lo voltee a ver y el igualmente lo hizo. El momento podía ser adecuado como para confesarme, el silencio, nuestras miradas conectadas, simplemente el sonido de nuestras respiraciones agitadas.
-Kibum… yo.
-Taemin quiero darte algo- Se levantó de la cama dirigiéndose a una de las cajas.
-¿Qué es?
-Recuerdo que me dijiste una vez que querías una playera que habías visto ¿no es así?, así que cuando estaba caminando me la encontré, y pensé que sería bueno dártelo como agradecimiento de que me dejaras quedar.-Me entrego una playera, la desdoble y vi que era la que me había gustado pero por falta de ahorros no la había podido comprar.
-Cielos Kibum, pero con lo que costaba.
-Es lo menos que puedo hacer por mi amigo-Me abrazo por el hombro acercándome a él, me puse nervioso y algo triste, la palabra amigo con él era tan… no sabía cómo describirlo pero simplemente me pasa con él, no es que odie ser su amigo, lo amo… pero el hecho que me guste y solo piense en mi como un amigo me duele.
-Si… muchas gracias- Le sonreí. Acomodamos sus cosas en su lugar habíamos terminado tarde, así que salimos a cenar algo, estábamos caminando, el silencio estaba presente… debo hacerlo.
-Kibum. Tengo algo que decirte.
-Mira Taemin, podemos entrar aquí- Señalo un restaurante de comida italiana, sabía que era su favorita.
-Claro.-Entramos. Nos fuimos a sentar a unas mesas que estaban cerca de la pared que tenía varios cuadros que llamaron mi atención, la mesera trajo los menú por lo tanto mi atención fue hacia la comida. Los dos veíamos la carta. Como Kibum pidió pasta, yo también quise. La cena fue divertida, nunca paramos de reír hasta que llegó la hora de irnos, íbamos de vuelta hacia el departamento donde nos hospedabamos y el camino era el mismo, simplemente que ahora me limite a decir alguna palabra.
-Taemin, muchas gracias.-Habíamos llegado.
-No fue nada-Le sonreí, buscaba la llave que abría la puerta.
-Estoy tan casado-Se recostó sobre mi poniéndome aún más nervioso, haciendo que mis llaves cayeran.
-Lo siento-Las recogí rápidamente abriendo la puerta, entramos y él se fue directo hacia su habitación no sin antes decirme buenas noches. Como no iba a estar cansado si se la paso cargando cajas y guardando sus cosas. Yo de igual manera me fui a la mía, pero no podía dormir, comenzó a llover, la verdad no me extraño ya que últimamente ha estado lloviendo por la noche, pero en el momento de que empezaron a caer los rayos sabía que ya no dormiría puesto que necesito estar en paz para poder hacerlo. Me levanté de la cama y fui por un vaso de jugo de naranja, pensaba demasiado que hacer, tener a Key tan cerca de mí hacia que me sintiera inquieto de alguna manera. Tal vez por el hecho de que es la persona que me gusta. Veía la puerta de su habitación. Me acerque a ella, dudoso de entrar. ¿Debía hacerlo?
Lo hice.
-Kibum ¿estas despierto?-Asomé mi cabeza en su puerta.
-Ahora ya no- ¿pasa algo?- se sentó en su cama, tallándose un ojo.
-Tengo que decirte algo.
-¿No puede ser mañana? Estoy muy cansado- Se iba a volver acostar, pero ya me había cansado de esperar debía hacerlo de una vez.
-¡Solo escúchame por una noche!
-lo… siento, te escucho Taemin,- Me acerque hacia su cama, el me seguía con la mirada, era ahora o nunca.
-Kibum, hemos sido amigos desde hace mucho tiempo y la verdad no sé si es el sentimiento correcto pero en verdad me he puesto nervioso cada vez que me miras, me hablas o me tocas y creo sentir amor por ti. Eres muy especial Kibum, y cada vez que te miro a los ojos, o veo tu cara haces que todo pensamiento se borre. Esto empezó desde hace tiempo pero simplemente todo lo que hacía para que me prestaras atención no daba resultado. Sé que es tonto e incluso ahora en adelante te incomodes conmigo, pero no tiene nada que cambiar ¿cierto?
-Taemin yo…
-No digas nada.
-Tengo que hacerlo- Sonrió.
-Pero antes de que lo hagas… ¿Kibum?
-¿Si?
-¿Puedo besarte?- su sonrojo no se hizo esperar al igual que el mío, el simplemente cerró sus ojos y yo me acerqué para hacerlo, nuestros labios chocaron, haciéndome sentir una nueva sensación, una con lo cual nunca la había sentido, quería besarlo más pero sabía que no podía, así que me separe de él. Nos miramos a los ojos, aparte mi mirada de él por lo avergonzado que estaba.- ¿Qué era lo que tenías que decir?
-Solo por una noche- Me giro mi cara y siguió besando, mis manos fueron hacia su cara sosteniéndola, nuestras caras pasaban de un lugar a otro, comencé a empujarlo hacia la cama, mis manos pasaban por todo su cuerpo, sostenía su cara para poder besarlo con mayor comodidad mientras lo recostaba levemente.
-Kibum, debo decírtelo- Me separe de él, lo miraba fijamente a los ojos- Fui, soy y seré la persona más feliz del mundo cuando me dices “hola” o me sonríes porque sé que, aunque haya sido por un solo segundo, sé que has pensado en mí.
-Taemin-Sonrió apenado, también lo hice y seguí besándolo, mi boca fue hacia su mentón bajando hacia su cuello, le abrí la camisa de la pijama de cuadros que traía y comencé a tocarlo mientras le veía. Era mi primera vez haciéndolo por lo tanto estaba muy nervioso, el deseo era grande pero el amor que sentía por él lo era aún más, desearía que este momento nunca acabe para así no escuchar la respuesta que tiene Key hacia mí. Baje mis manos hasta donde iniciaba su pantalón, las metí fugazmente haciendo que se estremeciera, empecé a masajear donde estaba su entrepierna el comenzó a sacar algunos gemidos, lo cual hacia que me excitara más, sus labios acorazonados, su piel suave y lechosa, ya no aguantaría más. Agarre su mano para que empezara a tocarme, el siguió haciendo por sí solo, nuestra temperatura comenzaba a elevarse, nuestras respiraciones comenzaban a agitarse, las masturbaciones por parte de los dos se hacían más rápidas hasta llegar el orgasmo. Quería llegar a más pero siento que con esto puedo ser feliz. Me acosté a su lado, Kibum tenía sus ojos cerrados y su boca abierta mientras respiraba por ella, yo lo veía, en verdad esta persona me hace sentir nervioso con tal solo observarlo.
-¿Tu respuesta?-Dije volteando a ver hacia el techo… no quería que me rechazara pero tampoco quería que nuestra amistad se acabara.
-Quiero ser tu amigo Taemin…
-Lo sabía.
-Pero déjame terminar, quiero ser tu amigo pero me gustas, y creo poder sostener una relación contigo.
-¿En serio lo crees?
-Si.
-Kibum, puedo dormir contigo esta noche.
-Solo por esta.-Lo abracé, besando su cuello nuevamente. Mientras los dos caíamos profundamente dormidos.