Eran cerca de las 8 de la noche aproximadamente; justo hoy era un día especial para ambos pues, no en todas ocasiones se cumplen siete años de noviazgo entre dos personas. Hace 7 años que estaban juntos, hace 7 que él había renunciado a su cómoda vida en el oceáno para formar parte de la sociedad humana que tanta curiosidad tenía de conocer.
Y cómo olvidarlo, si fue él quien despertó esa curiosidad. Cronus Ampora no era presiamente el tipo más querido en el acuario, pero si conocían su historia con el guarda costas que seguramente ahora cumplía con su deber; claro que Cronus estaba consciente, era sólo que esta ocasión debía ser una excepción; pero no fue así.
Pensaba que hoy sería diferente; más sin encambió que era lo ¿qué espera?
Miró su reloj por última vez y suspiró con un dejo de decepción. Levantó la vista, cerrando sus ojos con lentitud; estrujó el celofan del ramo de flores y dió media vuelta, dejando que estas cayeran en el asiento de la banca con violencia.
Algunos pétalos cayeron al suelo y con la suela de su zapato los aplastó; esta no era la primera vez que sucedia algo como esto, por el contrario ya había pasado en ocasiones anteriores. Cosas como estas le hacían sentir poco valorado y bastaste triste; mientras aguantaba las lágrimas decidió dirigirse hacia la puerta de salida del acuario, pero claro debía manternese digno y levantar la vista; aunque le era imposible no sentir vergüenza.
"Será la mejor celebración de aniversario, estoy 100% seguro de que Kanny quedará impactado pues claro, no en vano lo conozco muy bien"
Ahora dudaba de sus palabras; Mituna alzó la vista, posándola sobre aquel que le repetía constantemente lo mucho que Kankri le amaba. "Si es así, ¿qué hace caminado solo hacia la salida?"
"Lo conozco perfectamente bien y sé que jamás, por nada del mundo se perdería algo tan importante como esto"
Porrim quien discutía asuntos importantes con el director y fundador del acuario volteó a verle, perpleja, sin embargo prefirió guardarse sus comentarios y suspirar. "Al parecer no..."
Entre más pensaba en esto, comenzaba a considerar que todas aquellas afirmaciones que él daba eran más como palabras que le hacían sentir seguridad y sonaban más como excusas que él mismo se inventaba para continuar engañandose.
Al principio todo parecía ir bien, bastante bien para ser francos. Los mensajes en su buzón de entrada revesaban el limite y las conversaciones duraban casi todo el día; incluso en Trollian. Pero pronto dejo de ser así.
Aunque Kankri apareciera como usuario conectado a los pocos minutos de conversación se desconectaba, incluso los mensajes parecían contener más ideas acerca de lo que podrían hacer durante el acto sexual que sentimientos que al principio se profesaban y si la conversación no tomaba ese ritmo entonces, él simplemente dejaba de responderle, claro veía sus mensajes y así los dejaba hasta 3 días.
Quizá ya era tiempo de dejar de vivir engañandose.
Al cruzar la puerta de su deparento, que claro compartía con Kankri, la única presencia que le recibiño, como siempre fue ese pecesito gracioso que usaba lentes y ponía una cara de amargado cuando no le hacían caso.
"Hola Eridan.," suspiró bastante cansado, hoy había sido un largo día en el acuario, sobretodo cuando tenía que entretener a los visitantes más jovenes que miraban expectantes al joven hacer sus acrobacias y gracias de pez que muy bien recordaba."Lamento la tardanza"
Eridan conocía muy bien ese rostro, sabía que algo había pasado; es más según esto, en el mundo de Cronus el simple hecho de que Kankri le regalase un pez, esto era prueba suficiente de que lo amaba; tistemente su relaidad era otra. Eridan era reakmente importante para Cronus pues Kankri se lo había dado, la cuestión personal es que deacuerdo a su mundo, esto significa proesas de que estarían juntos; Eridan era todo y reprensentaba a Kankri; después de todo, era a la única persona con la que Cronus contaba y para él era suficiente, sin embargo, ahora reconocía que el mundo humano era bastante complicado de entender.
En silencio, jaló la pecera de Eridan se sentó a observarlo en silencio, sentando en una silla del comedor, costumbre que tenía desde Kankri pasaba más tiempo fuera de casa.