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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s! ¿Como han estado? :D

Por fin conty! Aunque este capitulo salio algo cortito. El capitulo solo tratara de Miguel :3 Y el proximo se dedicara solamente a Joel y Luis. Que aun hay cosas que deben aclararse de la vida de Joel.

En fin, pueden comenzar a leer.

Era domingo por la tarde, Miguel se encontraba acostado en el sofá, con Tepig sobre su pecho y con una lata de cerveza en su mano derecha. Estaba tan cansado de estudiar todo el día anterior que hasta le daba flojera sacar el cerdo de encima suyo, por más de que este le hiciera bastante peso en el pecho.

- ¿Belén no te mando mensaje? – Pregunto Joel mientras se dirigía a la sala con una lata de cerveza en la mano derecha y con un plato de papas fritas con la otra. Este fue directo hasta el otro sofá que no ocupaba Miguel para sentarse y dejo el plato de papas fritas sobre la mesita que estaba enfrente suyo.

-No, ya vendrá, pero de seguro vendrá drogada y con olor a porro. – Respondió Miguel mientras miraba al techo. Como ese día la madre de Joel llevo a Abril al cumpleaños de Felipe. Y como Joel y Belén ya lo fueron a visitar en la mañana, no tenía otra cosa mejor que hacer un domingo en la tarde que invitar a Miguel y a Belén a su casa. Normalmente Joel también invitaría a Sabrina como de costumbre, pero esta vez no lo hizo, lo cual extraño mucho a Miguel.

- ¿Sabrina está ocupada hoy? –

-No lo sé, hace mucho que no hablo con ella. – Respondió, como si no le interesase en lo más mínimo. Cada vez el asunto se volvía más extraño. Sabrina era una de las personas más importantes en la vida de Joel, y eso era algo que hasta él mismo reconocía. Era bastante raro que no hablase con ella tan a menudo y que hablase de eso como si le importase un carajo.

- ¿Paso algo entre ustedes? -

-No realmente. – Respondió fríamente para luego darle un sorbo a su cerveza. Segundos después de eso, sonó el timbre de la casa, indicando probablemente que Belén había llegado. Joel se levantó del sofá y fue hasta la puerta principal. Tardaron unos pocos segundos en entrar y dirigirse a la sala.

- Hola Migue, hola Tepig. -Saludo con una sonrisa Belén mientras se sentaba junto con Joel en el sofá. Se podía ver claramente el rojizo de sus ojos, estaba más que claro que si estaba drogada.

-Hola Belén, apestas a porro. – Saludo Miguel mientras se tapaba la nariz para molestar a Belén.

-Si bueno, estaba hace un rato en casa de una amiga y bueno, ella me convido uno. – Respondió entre risas, no era necesario olfatearla para darse cuenta que de verdad estaba drogada. - ¿Cómo han estado? –

-Cansados. – Respondieron los dos al mismo tiempo. Joel se encontraba entre lo duro que era trabajar y estudiar a la vez, mientras que Miguel se encontraba en época de exámenes y pronto acompañaría a Joel en lo que es estudiar y trabajar, ya que dentro de poco haría pasantía en una empresa.

-No me refería a eso cuando les pregunte como habían estado, me refería a situaciones amorosas. ¿Qué onda Migue? ¿Lograron tú y Noah hablar sobre sus sentimientos? – Pregunto muy curiosa y con una gran sonrisa. Miguel suspiro y se detuvo a recordar lo que había pasado el día anterior. Era cierto que había ido hasta allí con una excusa tonta solo para estar con Noah un poco más de tiempo. Mentiría si dijese que estar con Noah no le movía nada, le movía todo el mundo en realidad. Tan solo bastaba con ver sus ojitos para que Miguel sintiese un sinfín de emociones. Ni siquiera el mismo supo cómo se controló para no besarlo.

-Ayer le dije a Noah que lo seguía queriendo. – Respondió Miguel en un suspiro. Seguía pensando en lo sucedido hasta ese momento. Ni el mismo sabía que fue lo que le impulso a decirle la verdad a Noah, simplemente se dejó llevar por lo que sentía. Y quizás, la rabia y los celos que le provoco haber escuchado como Noah hablaba con Javier. Se sentía un poco feliz de saber que lo mando al demonio por él, las cosas no parecían ir bien entre ellos dos, y eso de algún modo motivo a Miguel a seguir con su idea de conquistarlo nuevamente.

- ¿Y qué te dijo? – Preguntaron los dos sorprendidos. Si bien Joel y Belén sabían que Miguel aun seguía amando a Noah, ninguno de los dos se imaginó que se lo confesaría tan rápido.

-Nada, le dije que no estorbaría en su relación con Javier y que estaba bien con tan solo ser su amigo. – “Una puta mentira.” Miguel no estaba bien con solo ser su amigo, él deseaba besarlo, tenerlo entre sus brazos sin miedo a que este lo rechazase, quería llegar a ser tan cursis como lo eran en aquel entonces, y también quería hacerle el amor como nunca antes lo había hecho. Se dio cuenta de todo eso cuando de un momento a otro cuando estaba pensando en Noah termino por masturbase con las imágenes eróticas que tenia de él de su pasado. -Pero también le dije que si llegaba terminar con él yo haría todo lo posible para tenerlo de nuevo. –

- ¡Ay que tierno! Eres tan dulce que te comería a besos. – Se burló Joel de él mientras Belén simplemente se reía.

-Cómeme ésta. – Respondió Miguel agarrándose la entrepierna por encima del pantalón, a lo que esta vez los tres rieron.

-Ay Migue, seamos sinceros, no quieres que Joel te la chupe, quieres que Noah te lo haga. – Hablo Belén con una voz un tanto fina para luego agarrar una de las papas fritas del plato.

- ¿Acaso lo he negado? – Pregunto un tanto divertido. -De todas formas, no sé qué hacer. Quiero estar con Noah, pero no quiero interferir en su relación solo porque sí, me odiara si lo hago. Soy paciente, pero cada día que lo veo se me hace más difícil. – Miguel sabía perfectamente que, si se atrevía a meterse en su relación con Javier, Noah se molestaría lo suficiente con él como para enviarlo al demonio. Por otra parte, no era sencillo tener a la persona que amas tan cerca y tan lejos de tu alcance a la vez.

- ¿Sabes? Javier nunca me cayó bien del todo, desde el primer momento en que lo vi que no me trague su fachada de “chico bueno” como Noah lo hacía ver. Créeme que si necesitas ayuda en algo te apoyo, todos en esta familia te quieren más a ti como novio de Noah que a Javier. Incluso el padre de Noah, que nunca le agrado la idea de que su hijo fuese gay solo te acepto a ti porque le agradabas, a Javier ni lo quiere ver cerca. – Le comento Belén bastante divertida. Ese era un dato que Miguel no sabía. Si bien recordaba que al padre de Noah jamás le agrado eso de que Noah fuese gay, el había terminado por aceptar su relación en aquel entonces. Aunque, nunca pensó que fuese porque le caía bien y que actualmente no quisiese saber nada del novio de Noah. “Creo que agradezco que mi exsuegro y a mí nos guste el mismo equipo de futbol”

- ¿Piensan que Javier oculta algo? – Al escuchar que a nadie le caía bien Javier, comenzó a preocuparse por Noah. Si llegaba a enterarse que le hacía alguna clase de mal a Noah, el mismo se encargaría de romperle todos y cada uno de sus dientes.

-No lo sabemos, aunque su actitud es realmente lo que no nos agrada, es como si no fuese quien realmente es. – Respondió Joel, para luego tomar un trago de su cerveza.

-Sí, me recuerda a mi ex novio Santiago en su actitud. – Agrego Belén, parecía estar distraída recordando a su ex.

- ¿Santiago no era el loco que se volvió adicto a las drogas y te dijo que ojalá te murieses? – Pregunto Miguel tratando de aparentar estar tranquilo. Simplemente no le tranquilizaba ni un poco que Belén comparase a alguno de sus ex novios con el novio de Noah.

-Sí, ese. – Respondió como si nada y le quito la lata de cerveza a Miguel de las manos mientras este estaba distraído para tomar un poco. Tras escuchar lo que sus amigos le habían dicho, una gran curiosidad comenzó nacer dentro de Miguel. Después de eso, nadie más volvió a hablar del tema, tan solo se dedicaron a contar cuantos ex novios locos tenia Belén, llegando a la conclusión de que toda persona que sale con Belén termina por enloquecer o por ser un maldito hijo de perra.

 

Al día siguiente en la facultad. Miguel pudo notar a simple vista como Noah se encontraba bastante distraído, como si su mente se encontrase en otro planeta. Casi ni había hablado durante todo el camino. Ni bien llegaron a la entrada de la facultad, se encontraron con Luis hablando con una compañera que Miguel conocía bastante bien.

- ¡Oh! Allí está Migue. – Hablo ella con su voz más enternecedora. La chica era cabello largo pelirrojo, ojos verdes claros y tez blanca, su estatura era no más de 1.66 y con su nariz estaba llena de pecas. Llevaba puesto unas botas negras, un pantalón ajustado de igual color, un tapado de color gris y una bufanda blanca.

-Buen día Caro. -Ella era Carolina Reyes, una compañera de clases de Miguel y Luis. Cuando ella siempre se acercaba a Miguel, sus mejillas se ruborizaban, justo como lo hacía en ese momento.

-Buen día Migue, te estaba esperando. Quería saber si aun seguía en pie lo de salir hoy en la tarde. – Pregunto la joven con una gran sonrisa en sus labios. “¿Qué?” Miguel no entendía exactamente a que se refería Carolina con eso. Miro hacia un costado por un segundo, que fue más que suficiente como para ver el rostro de sorpresa y molestia que tenía Noah en ese momento.

-Nos vemos adentro Joel. – Escucho como su voz se notaba bastante molesta y seria, mientras se adentraba al edificio a paso rápido. Miguel por su parte, no sabía qué hacer con lo de Carolina, aun trataba de buscar en su memoria cuando fue que arreglo para salir con ella.

-Lo siento Caro, pero no recuerdo ninguna salida programada para hoy. – Se disculpó sinceramente, realmente no lo recordaba. La joven lo miro un poco molesta para luego suspirar.

- ¿Qué? Pero si habías prometido que hoy saldríamos juntos con los chicos a casa de Alan por el nacimiento de su hijo, te lo pregunte este fin de semana. – “Ah, con que a esa salida se refería.” Alan era uno de sus amigos de la facultad con el cual se llevaba bastante bien, incluso hasta salían juntos a fiestas con Luis. Se había olvidado por completo de que su amigo los había invitado a conocer a su hijo. “Maldición, pasar tiempo con Joel hace que se me pegue su falta de memoria.” Justo cuando pensó en eso, recordó que Noah se había ido molesto, probablemente por el mal entendido.

-Lo lamento, lo había olvidado. Claro que iré, pero ahora tengo algo que hacer, hablaremos después en el salón de clases. – Respondió rápido para luego ir, prácticamente corriendo en busca de Noah.

Fue directamente hasta su salón para encontrarse con él, y allí estaba, justo en la puerta del salón hablando con el tipo de la otra vez. Tan solo ver a esa persona cerca de Noah le daban unas inmensas ganas de molerlo a golpes. No le agradaba para nada esa persona y si se atrevía a hacerle algo a Noah, esta vez no se detendría. Fue directamente hasta donde ellos se encontraban hablando.

- ¿Que hacen hablando? ¿Otra vez este tipo te está molestando? – Pregunto ya encontrándose justo enfrente de ambos. Obviamente, la expresión que tenía en su rostro debía de ser de las peores, de aquellas que no podía evitar tener cuando algo le desagradaba. Las miradas desafiantes y molestas de Miguel con aquel chico se encontraron, indicando quizás una invitación a matarse a golpes.

-Creo que la molestia aquí es otro en este caso. -Comento aquel chico un poco irritado. Mientras que Noah miraba a ambos chicos, temiendo nuevamente que se iniciase un enfrentamiento.

- ¡No! Nicolás solo se estaba disculpando conmigo por lo de la otra vez, no está haciendo nada malo. – Aclaro las cosas rápidamente para evitar un incidente. La mirada de Nicolás se suavizo un poco al ver a Noah, incluso pudo notarse una pequeña mueca en sus labios que simulaba ser una sonrisa. “Ah no, yo conozco esa cara.” Pensó al ver la expresión que aquel chico tenia, era la misma cara que ponía Miguel cuando se encontraba pensando en Noah.

-Y ahora qué sabes que estoy hablando con Noah ¿Por qué no te largas? Este no es tu salón de clases para empezar. – Comento Nicolás mientras veía a Miguel y justo cuando este iba responderle, Noah lo interrumpió.

-Nicolás tiene razón Miguel, deberías volver a tu salón. – Esta vez, Noah lo miro fríamente al hablarle. Claramente no podía dejar que se vaya sin explicarle lo sucedido, no iba a arriesgarse a que las cosas empeoraran. Miguel tomo la muñeca de Noah y comenzó a arrastrarlo de allí. -Oye ¿Qué haces? – Miguel no le respondió, no le importaba en lo más mínimo si los demás los estaban viendo, simplemente siguió arrastrándolo hasta que llegasen a los baños. Debía hablar con él y debía hacerlo en un lugar más privado. Una vez que llegaron hasta allí, se aseguró de que no había nadie allí, luego cerró la puerta y soltó a Noah.

-Tenemos que hablar. –

-No, no tenemos nada de qué hablar. – Noah intento salir del baño, pero Miguel no se lo permitió, apoyando su espalda justo en la puerta. -Con permiso, pero debo ir a mi salón…-

- ¿Por qué estabas hablando tan amistosamente con ese idiota? -

-Eso no te importa. – “Claro que me importa, todo lo que tenga que ver contigo me importa.” No se atrevió a decirle eso directamente.

- ¿Por qué estas molesto conmigo? Mira, lo de Caro fue solo un mal entendido. – Comenzó a hablar, no quería acorralar a Noah por mucho tiempo sabiendo que este de por sí ya se encontraba bastante molesto.

-Si fue un mal entendido o no, no me interesa, así que déjame ir. –

- No voy a salir con ella, tan solo vamos a ir con unos amigos a casa de uno de ellos porque ya nació su hijo. ¿Realmente creáis que me interesaría en alguien más que no seas tú? – Las mejillas de Noah se ruborizaron al escuchar eso, ahora no parecía estar molesto, sino más bien avergonzado, aunque no se sabía si era por su forma de actuar o por lo que Miguel le había dicho.

-Miguel, por favor. Tengo novio y situaciones como estas solo… -

- ¿Esa es la mayor excusa que vas a decir? ¿De en serio quieres que me crea esa mentira, cuando hace un momento te encontrabas celoso por mí? – Miguel había dado en el blanco, lo supo al ver como Noah tragaba saliva de los nervios. -La otra vez también te pusiste celoso, cuando Joel me hablo sobre la amiga de Belén. ¿Por qué no admites que sigues interesado en mí? –

Miguel estaba haciendo justo lo contrario a lo que había dicho que no haría en un principio, presionar a Noah. Era un truco bastante sucio presionarlo de esa manera, pero ni el mismo estaba teniendo control de la situación en la que se encontraban. Miguel se fue acercado poco a poco hacia Noah, haciendo que este retrocediese hasta llegar a la pared.

-No es verdad, yo... – Noah dejo de hablar cuando sintió el rostro de Miguel tan cerca suyo. Sus miradas se cruzaban entre sí, sus labios se encontraban muy cerca, y los latidos de sus corazones se hacían cada vez más acelerados. Miguel se tomó un momento para contemplar a Noah. Sus bellas mejillas teñidas de rojo, sus preciosos ojos, los preciosos y suaves mechones de cabellos que caían sobre su frente, la inquietud de sus manos que comenzaban a temblar. “Dios, se ve tan malditamente adorable” Todos y cada uno de esos factores estaban logrando que Miguel perdiera la poca cordura que le quedaba.

-Si realmente no sientes nada por mi como dices, si realmente has perdido todo interés en mí. Entonces demuéstralo, demuéstralo tratando de evitar lo que voy a hacer ahora. – No espero ni un solo segundo más, rápidamente junto sus labios con los de Noah, quitándose de una vez por todas las ganas que tenia de hacerlo desde hace un buen tiempo.

Llevaba tanto años sin besarlo, que se sintió como si fuera el primer beso que se daban. Sus labios tenían un dulce sabor embriagador, tanto que tenia deseos de morderlos un poco. Al notar que Noah no hacía nada para separarlo, Miguel rodeo su cintura con sus brazos y lo atrajo más aun hacia él. Lamio sus labios, esperando a que Noah abriese su boca para meter su lengua en su interior. Aprovechaba ese beso al máximo, rozando sus lenguas, lamiendo sus dientes y sintiendo el calor de su rostro enrojecido. Sus bocas no podían parar, querían más de ese beso, mucho más de lo que estaban haciendo en ese momento. Miguel estaba tan perdido, se estaba dejando llevar tanto con aquel beso, que sentía que en cualquier momento terminaría salteándose las clases, solo para hacer algo más con Noah. Todo iba perfecto, hasta que la puerta del baño se abrió.

-Genial, los encontré antes de que comenzasen a follar. Lamento arruinarles el momento, pero las clases están a punto de empezar. – Esa voz era reconocible para ambos, no era nada más ni nadie menos que Joel. En ese instante, Noah empujo a Miguel y se fue corriendo de allí, sin decir absolutamente nada.

-Te detesto. – Miguel miro molesto a Joel. ¿Y cómo no estarlo? Su mejor amigo le acaba de arruinar el momento. Llevaba tanto tiempo sin besar a Noah, que ahora lo único que se preguntaba era cuando volvería a tener una oportunidad así.

-Oye, no iba a dejar que violaras a mi primo en el baño de la facultad. – Se defendió Joel mientras se reía. Muy a pesar que estaba de su lado en eso de conquistar a Noah, Joel seguía siendo un poco sobreprotector con su primo.

“Genial, ahora sí que la cague.” Probablemente con ese beso impulsivo había complicado las cosas. Había muchas cosas que Miguel no podía cambiar de su forma de ser, y dentro de ellas estaba sus impulsos, sus impulsos de idiotez, mejor dicho. Pudo disfrutar ese beso y con eso pudo también confirmar que Noah aun sentía algo por él. Tan solo esperaba que Noah no mal interpretase ese beso y pensase que solo estaba jugando con él.

Continuara…

Notas finales:

Por fin, luego de 12 capitulos :D por fin se besaron XD! Lo siento, se que mis historias a veces avanzan demasiado lento. 

Cuando pense este fic pense que duraria unos 15 capitulos, y por como van las cosas. Quizas si dure 15 capitulos, en todo caso tal vez un poco más. Pero este fic no sera largo. Quizas tenga entre 15 a 20 Capitulos.

En fin, muchas gracias por leer! Recuerden dejarme sus reviews y nos leemos la proxima :D Bay neee


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