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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola a todos! :D Aqui Kina con un nuevo capitulo.

Este capitulo tal vez sea un poco confuso. El capitulo nuevamente es de Luis y Joel. (No se preocupen, pronto seguire con Miguel y Noah :3 Sé que quieren saber que decidira hacer Noah con sus sentimientos y esas cosas)

Vuelvo a repetir que quizas despues de leerlo o durante la lectura surgiran dudas, pero no se preocupen que se iran resolviendo, aunque pueden darse una idea de porque cierto personaje es asi como es.

Esta es la primera vez que un capitulo de este fic me duele al escribirlo. La verdad, es que me dolio justo en el kokoro </3 ok.no El capitulo salio un poquito más largo de lo habitual, pero bueno. xD

En fin, sin más que decir, pueden comenzar a leer. :3

Al día siguiente, fingió como si nada hubiese pasado. Se sentía muy avergonzado de su forma de actuar, y peor aún de que lo haya descubierto Luis. Estaba agradecido de que este no le haya regañado tanto, si hubiese empezado un discurso eterno como los que hacían Belén o Miguel, quizás hubiese terminado reaccionado muy mal en contra de Luis.

Ahora se encontraba saliendo de la facultad para ir a la estación de tren. Esa mañana no pudo hablar apropiadamente con Luis sobre lo sucedido y pedirle que no le contase nada a nadie, aunque al notar que Miguel no hizo ningún escándalo, dio por entendido que Luis no le había dicho nada. Estaba muy agradecido por eso y tenía que asegurarse de hacérselo saber tarde o temprano.

Al llegar a casa, siguió con su rutina de almorzar y descansar para luego irse a trabajar. Pensó que su vida seguiría tan normalmente como siempre, ni siquiera había recibido mensajes de parte de Candela después de lo sucedido. Una vez que terminaron de almorzar, el timbre de la casa comenzó a sonar con insistencia.

- Iré yo. – Hablo molesto Noah al escuchar como tocaban el timbre de esa forma, se levantó de su asiento para dirigirse a la puerta principal. En ese corto lapso de tiempo Joel junto los platos de ambos de la mesa y los llevo a la cocina.

- ¿Qué diablos sucede contigo? – Escucho la voz de Belén desde la entrada, parecía muy molesta y Joel no comprendía la razón de ello. Tampoco entendía porque Miguel había llegado con ella. -No puedo creer que seas tan idiota como para caer de nuevo. – Ni bien Joel noto las expresiones de molestia tanto en Belén como en Miguel y la mirada en el suelo de Noah, supuso a que se referían. - ¿Así que por esa maldita perra comenzaste a ignorar a Sabrina? ¿Cómo rayos pudiste besar a esa cucaracha asquerosa? –

- ¿Qué? ¿Quién te lo…? – Joel no sabía cómo responder a sus acusaciones, sabía que se venía ahora.

- Una de mis compañeras de clases es amiga de Candela, y ella misma le conto que ustedes dos se están reconciliando ¿Es eso cierto? – Pregunto Belén con una expresión de decepción en su rostro. Joel no pudo ni siquiera abrir la boca que nuevamente ella volvió a hablar. -No puedes negarlo ¿cierto? Has mantenido contacto con ella a nuestras espaldas ¿Cómo pudiste? Después de todo lo que esa arpía te hizo. –

- Ella quería verme para disculparse conmigo por lo sucedido. – Defenderse era inútil, lo sabía muy bien, pero no quería escucharlos regañándolo otra vez.

- ¿Y tú eres tan idiota como para creerle? Y si solo se disculpó contigo ¿Por qué tuviste que besarla? Joel, debes dejar ese amor tan estúpido que tienes por Candela, ella es una puta que no se lo merece. – Joel agacho la mirada, no tenía ánimos de seguir respondiéndole a Belén.

- Joel, Belén tiene razón. Cuando ella llego a mi casa molesta contándome esto, no pude creerlo. Pensé que ya la habías superado. – Hablo Miguel que, a pesar de verse molesto, parecía estar un poco más tranquilo que Belén. -Ella solo está jugando contigo, debiste darte cuenta de ello. –

- ¿Y ustedes quiénes son? ¿Mis padres? Ustedes no la vieron llorar arrepentida de lo que hizo, ella realmente lo siente, ella… -

- ¡¿Por qué la defiendes?! -  Belén esta vez se veía aún más exaltada por la discusión. -Tú no sabes lo que ha hecho ella durante todo este tiempo. ¿Ella te conto que la semana pasada intento coquetear con mi novio por Facebook? –

- No… - “¿La semana pasada?” Joel comenzó a recordar con molestia que él estuvo hablando con ella como hace tres meses.

- Mi novio me dijo que ella le mando mensaje y yo le pedí que me prestara su cuenta por un rato para hablar con ella fingiendo ser él. – “No quiero escucharla, no quiero escucharla.”Pensó, mientras inconscientemente llevaba sus manos hasta sus oídos para taparlos.  -La muy estúpida empezó a coquetear pensado que realmente podría quitarme a mi novio actual. Pero nadie es tan estúpido como para caer en la trampa de esa rata. Bueno, cualquiera menos tú. –

- ¿Podrías cerrar un poco el pico? – Pregunto levantando un poco el tono de su voz, dedicándole a su prima una mirada de molestia absoluta.

- Joel… - Hablaron Miguel y Noah al mismo tiempo, sin saber que decir exactamente para calmar la tensión que había en el ambiente.

- ¡No voy a callarme, debes abrir los ojos de una buena vez! Ella jamás te quiso ni te quiere ahora. Te utilizo en un principio solo para joderme a mí y ahora lo está haciendo otra vez porque está en una situación jodida. –

-Belén, para… - Miguel tomo de la muñeca a Belén para que esta lo escuchase, pero ella se apartó de él y simplemente lo ignoro.

- ¿No te pareció muy conveniente? ¿Por qué se vino a disculpar contigo después de tanto tiempo? Ella sabe que la abuela falleció y piensa que vives solo. Es muy conveniente esa información para alguien que fue abandonada por su novio por quedar embarazada. –

- ¿Qué…? – “Candela… ¿Embarazada?” Joel sentía como si en cualquier momento fuese a caerse al suelo. Comenzó a sentir una fuerte presión en su pecho y un poco de dolor en su cabeza.

- Eres una idiota Belén. – Hablo Noah mirando a Belén muy molesto, al igual que Miguel. Al darse cuenta de su error al contar eso último a causa de dejarse llevar por su molestia, rápidamente se calmó e intento acercarse a Joel.

- Joel… yo… lo siento, no quise… - Intento disculparse, pero Joel se alejó de ella y fue rápidamente hasta su habitación para encerrarse allí.

Joel cerro con llave la puerta de su habitación, fue hasta su escritorio, tomo sus auriculares y su celular para poder escuchar música a volumen fuerte. No le importaba quedarse sordo, tan solo no quería escuchar a nadie por un largo tiempo. Se acostó en su cama junto con su cerdito, quien intentaba llamar su atención olfateando su cara.

- Parece que nuevamente fui engañado. – Susurro, haciendo una expresión bastante triste en su rostro para luego abrazar a su cerdito, quien, a ojos de Joel, era el único amigo que tenia que no lo miraba con malos ojos. Muy en el fondo, Joel sabía que el mismo se lo había buscado y que Candela siempre lo había utilizado. Pero nuevamente el amor, ese amor que él tenía por ella, lo cegó nuevamente.

*-*-*-*

Luis se encontraba bastante aburrido en su casa, era de noche y lo único que se escuchaba el reloj de pared que estaba en la cocina. Su madre se había ido de viajes de negocios y su padre ese día tomaba en turno nocturno en la guardia del hospital. Eso significaba que estaría solo en casa hasta el día siguiente. Después de terminar sus trabajos, decidió tomarse un pequeño descanso para ver la televisión sentado en el sofá de la sala.

Se sentía un poco desanimado debido a que esa mañana apenas si pudo saludar a Joel. Estaba preocupado por él, tan solo pensar que quizás el estaría junto con esa chica en esos momentos, le llenaba de frustración y molestia. Fueron varias las veces en las que se distraía, mirando su celular con la duda en su cabeza de mandarle un mensaje o no. Al final, opto por no hacerlo, después de todo, tampoco sabía que decirle.

Momentos después sonó el timbre de la casa de Luis. Le parecía muy extraño que alguien llegara a su casa a esas horas. Tomo la campera y la bufanda que estaban sobre el sofá y se las coloco, hacia tanto frio que había colocado la estufa eléctrica al lado del sofá. Una vez que se abrigo lo suficiente, abrió la puerta de su casa, para encontrarse con una figura conocida del otro lado de las rejas.

- ¿Joel? – Pregunto al verlo allí, tapado hasta su nariz con una bufanda de color marrón oscura y tapado con un abrigo bastante grande. “¿Qué hace aquí?” Supuso que había llegado hasta aquí justo después de salir del trabajo, pero no sabía el motivo de aquello, ya era tarde y debía haberse ido directamente a casa si no quería perder el último tren.

- Hola ¿Puedo pasar? Hace frio aquí afuera. – Hablo mientras lo miraba para luego tiritar por el frio.

- Si, ahora busco la llave y te abro. – Luis tomo las llaves que se encontraban colgadas cerca de la entrada y fue directo hasta el portón para abrirle a Joel y que este pasara. – Entra rápido, hace frio. – Luis cerro nuevamente el portón con llave y entro con Joel a la casa. – Puedes quitarte el abrigo si quieres, esta prendida la estufa así que no hace tanto frio aquí. –

- Gracias, eres muy amable. – Joel se quitó primero su bolso y luego su abrigo, para dejarlos en el sofá. – Lamento molestarte a estar horas. ¿Dónde están tus padres? –

- Ellos no están, mi papa está tomando el turno de guardia y mi madre se fue a un viaje de negocios. – Respondió Luis.

- Oh, ya veo. –

- ¿Quieres tomar algo? ¿Tienes hambre? ¿Qué quieres comer? – Joel sonrió y negó con la cabeza.

- No tengo hambre, gracias. – Respondió y siguió. - ¿No te molestaría que me quedase a dormir esta noche? Realmente no se me apetece volver a casa hoy. – Joel parecía estar triste, mantenía su mirada baja y su voz se escuchaba muy despacio.

- ¿Estas bien? ¿Sucedió algo malo? ¿Quieres hablar de ello? – Joel volvió a negar con la cabeza a lo que Luis suspiro. “Soy un idiota” Luis no tenía ni la menor idea de cómo hablar con Joel, en esos momentos tenía miedo de decir algo estúpido o insistir demasiado de modo en que termine por molestarlo. – Esta bien, entiendo. Si quieres de comer o beber algo eres libre de tomar lo que quieras de la heladera. Ahora mismo iré a ordenar la habitación de invitados para que te sientas a gusto. – Justo cuando Luis comenzó a caminar hacia la habitación, Joel lo interrumpió.

- ¿Luis? ¿Puedo preguntarte algo? – En el momento en que escucho su voz, se dio media vuelta para verlo.

- ¿Si? –

- ¿Crees que soy un idiota? – Le pregunto, sin siquiera mirarlo. Luis supuso que, de algún modo, Joel se refería a lo sucedido con Candela. Claro que pensaba que era un idiota ¿Quién más podría caer en las garras de esa chica? Sin embargo, no se animaba a decírselo, él también era un idiota después de todo. Además, no le veía el sentido decirle idiota a la persona que ama y esta desanimada.

- Yo no soy nadie para juzgar tus acciones Joel, así que no puedo contestar a tu pregunta. – Fue lo único que se le cruzo por la cabeza contestar.

- Ya veo. – Fue la respuesta que recibió de su parte. Después de escuchar eso último, fue directo hasta la habitación de invitado y comenzó a ordenar la cama.

 Estaba un poco desconcertado con la actitud de Joel, era muy notable que algo andaba mal con él y era obvio que tenía algo que ver con Candela. Pero supuso que aún no tenía la confianza suficiente con Joel como para que le contase lo que le sucedía. Luis se sentía tan mal por estar enamorado de Joel sin saber siquiera un poco de su vida, sabia lo básico y esencial por cosas que él le conto, pero aún seguía pensando que no lo conocía en su totalidad.

- ¿Luis? – Escucho la voz de Joel, quien estaba abriendo la puerta de la habitación. Este comenzó a acercase a Luis lentamente.

- ¿Qué pasa? ¿Ya te vas a acostar? ¿Tienes sueño? Bueno, espera a que traiga la estufa eléctrica de la sala ¿sí? – Joel negó con la cabeza como respuesta. El chico estaba tan cerca suyo que sentía que en cualquier momento se apegaría a su cuerpo. - ¿Joel? ¿Qué pasa? –

- Tengo frio. – Escucho su débil voz responderle.

- Esta bien, entonces acuéstate y yo te traeré la… - Luis no pudo terminar de hablar, justo en ese momento sintió como Joel lo empujaba hacia la cama y se colocaba justo encima suyo. - ¿Joel? – Joel tomo las muñecas de Luis con ambas manos y mantuvo su mirada fija en él. Se acercó a su rostro lentamente para luego juntar sus labios con los suyos.

“¿Qué?” Luis se sentía perdido, no supo cómo fue que de un momento a otro tenía a Joel encima suyo besándolo. Intento quejarse por ello, pero le fue imposible cuando la lengua de este comenzó a pasarse por sus labios. Abrió la boca inconscientemente, dejándole así permiso para entrar a su boca. Su lengua paso cada rincón de su boca para luego rozar la lengua del otro una y otra vez, un contacto que se hacía tan irresistible.

Sin dejar de besar a Luis, Joel soltó sus muñecas y fue llevando sus manos hasta el pecho de este, descendiendo lentamente hasta llegar al final de su camiseta. Metió su mano por debajo de esta y comenzó a levantarla. “¿Eh?” Cuando se dio cuenta hacia donde estaban yendo las cosas, corto el beso con Joel.

- Espera, Joel… - Intento empujar a Joel para que se apartara, pero este simplemente se reusaba a hacer eso. En vez de quitarse o detenerse, siguió con su labor de quitarle su camiseta mientras llevaba su boca al cuello de Luis, lamiéndolo.

- No. – Contesto, para luego comenzar a dejar besos en su piel. “¿Cómo se supone que lo detenga si me está haciendo esto?” Alzo los brazos para ayudar a Joel en quitarse la camiseta. La lengua de Joel se deslizo desde el cuello de Luis hasta su pecho, dejando también allí marcas, incluso comenzó a estimular sus pezones con su boca, lamiéndolos y chupándolos. Joel estaba haciendo un buen trabajo en lo que hacía, incluso una de sus manos se encontraba tocando su entrepierna sobre la ropa. Luis ya no sabía que hacer a esas alturas, tan solo se quedó perplejo observando las acciones de Joel.

No intento detenerlo en ningún momento y se estaba sintiendo terriblemente mal por eso. No tenía ni la menor idea de que llevo a Joel a que fuera a su casa tan solo para besarlo. Había algo que debía saber, pero no lo iba a saberlo dejándose llevar. Justo en el momento en que sintió una de las manos frías de Joel metiéndose por debajo de su pantalón para tocar su trasero y pellizcarlo, fue cuando decidió apartarse. Tomo de los brazos a Joel y lo empujó hacia atrás.

- Joel, detente. Esto no está bien. – Joel alzo la mirada hacia Luis y se volvió a acercar a él.

- ¿Por qué no? Yo te gusto desde hace un tiempo ¿no? Así que no entiendo porque me detienes. – Joel intento volver a besar a Luis, pero este por la vergüenza se hizo para atrás.

- Tu…Tu ¿Lo sabias? – Joel se rio al ver el rostro rojo de Luis.

- Eras muy obvio, siempre te distraías cuando me mirabas ¿No es así? – Respondió, tomando ese momento de indefensa de Luis para volver a besarlo. “¿Soy tan transparente?” Sin embargo, a pesar de estar disfrutando los besos de Joel, seguía sintiendo intranquilo. Lo aparto nuevamente y esta vez lo miro serio. - ¿Y ahora qué ocurre? –

- Esto no está bien, no importa si tú me gustas o no. Algo pasa contigo y quiero que me lo digas. – Luis llevo una de sus manos a la mejilla de Joel y la acaricio con ternura, corriendo hacia atrás de su oreja uno de sus mechones de cabello.

- Solo quiero olvidarme de todo, estoy cansado de todo esto. – Joel alzo su mirada hacia el frente, demostrando así su rostro suplicante y triste. A Luis, ver aquella imagen tan débil de él le estaba partiendo el alma. - Por favor, ayúdame a olvidarme de todo, ayúdame a pensar en otra cosa que no sea ella. – “Maldición Candela ¿Qué rayos le hiciste a Joel ahora?”

Luis sabía que tener sexo con Joel, porque se notaba que eso era lo que quería, no resolvería nada. Coger con la persona que ama en su estado más vulnerable era algo que solo un aprovechado haría. Él no es el tipo de persona que haría eso, porque eso estaba mal, porque sabía que muy en el fondo Joel solo lo estaría usando para olvidarse de ella, sin importarle que se acostaría con un hombre, sin impórtale siquiera sus sentimientos.

Estaba perdido, dejar a Joel solo no era una opción, no quería hacer eso al verlo tan triste. Pero si no se iba de allí, probablemente terminaría cayendo en su trampa seductora de besos y caricias. Luis tomo a Joel de los hombros, lo giro para que su espalda cayera sobre la cama y así poder cambiar de posiciones, encontrándose ahora encima de él.

- Si eso es lo que quieres lo hare, pero solo si soy yo quien te la meta. – Hablo con un tono de voz un poco más grave de lo habitual, notando así su cambio de actitud ante la situación. Joel lo miro sorprendió, no se imaginaba que Luis hiciese tal cosa. “Espero que con esto se rinda, dudo mucho que acepte ser él…”

- Está bien, cógeme, no me importa. Tan solo ayúdame a olvidar todo. – Escucho su respuesta. Luis ahora sí que no sabía cómo escapar del asunto, nunca se imaginó que Joel aceptaría, ni mucho menos pensó que se le pondría dura con tan solo ver lo muy atrevido que estaba siendo. Era increíble que una persona tan despistada y olvidadiza como Joel se encontrase tan desesperado por olvidar a una chica que no valía nada. Pensó por unos momentos en esa vez en que Joel se dejó abrazar por él y lo consoló cuando estaba llorando por su pesadilla. Probablemente él se sentía de la misma manera, indefenso buscando olvidar aquello que tanto mal le hacía. Luis suspiro resignado por ser tan débil ante él.

- De acuerdo, solo espero no te arrepientas de esto después. – Luis unió sus labios con los de él en un pequeño y corto beso. Luego de eso, Joel se quitó sus anteojos para dejarlos sobre la mesita de noche.

- Si no logras hacerme sentir bien, luego seré yo quien te folle a ti. – Hablo Joel, rodeando con sus brazos el cuello de Luis, haciendo contacto visual con él para seducirlo. Esta vez Luis no iba detenerse o detenerlo a él, tan solo iba a disfrutar el momento.

Luis volvió a besarlo, esta vez tomando el control de la situación. Quería hacerle las mismas cosas que le había hecho él y aún más. Buscaba probar todo de él, lamer sus labios, chuparlos un poco y luego meter la lengua en su interior sentir el calor de sus besos. Rozando sus lenguas, sintiendo como los dedos de Joel se enredaba en sus cabellos, mientras que él llevaba sus manos por debajo la camiseta de este. Llegando a sus pezones, acariciándolos con cuidado, haciendo que estos se endurecieran. Corto el beso y miro a Joel a los ojos, sus bocas aún seguían unidas por un hilo de saliva.

- Quítate la camiseta. – Le pidió. Joel tomo su camiseta y se la quitó para luego lanzarla por algún lugar del suelo sin darle mucha importancia. Y justo cuando iba a llevar sus manos hacia su pantalón, Luis las aparto. - No, esto te lo quitare yo mismo. –

- Vaya, este lado dominante tuyo este interesante. -Comento Joel, a lo que Luis se avergonzó. Sin darle mucha importancia a eso, siguió con su labor. Su boca se encontraba en el cuello de Joel, lamiendo todo el camino del lóbulo de su oreja hasta llegar a su clavícula. Justo en ese momento pudo escuchar risas proviniendo de la boca de Joel. - ¿Qué pasa? –

- Tu barba me hace cosquillas. – Le respondió Joel aun entre risas. Si de por si Luis se encontraba avergonzado por estar haciendo ese tipo de cosas con Joel, ahora se encontraba aún más apenado.

- Lo… Lo siento. – Hablo inconscientemente. Joel le sonrió y levanto su mentón con su mano para poder besarlo.

- Tranquilo, solo continua. – Luis asintió y siguió con lo que hacía, repartiendo besos por el cuerpo de Joel, mientras que una de sus manos se deslizaba por debajo de su pantalón y su ropa interior, tocando directamente su entrepierna. Fue cuando comenzó a estimular su pene que escucho un suspiro salir de la boca de Joel. Pensó que ya era momento de continuar.

Sus manos se encontraban ahora en los pantalones de Joel, desabrochando el cinturón de este, para luego quitarle sus pantalones junto con su ropa interior, haciendo que esta se deslizara por sus piernas hasta que cayera en el suelo. Se tomó unos momentos para apreciar su cuerpo al desnudo, no era para nada una chica, era un hombre como cualquiera, tenía su cuerpo bien ejercitado y tenía vello en su cuerpo. Se preguntó cómo fue que el cuerpo de otro hombre le pareciera tan atractivo, no encontró respuesta a ello. Volvió a besarlo, estaba volviéndose adicto al contacto de sus bocas. Tomo con sus manos las piernas de Joel y se acomodó entre ellas, sin separarse de los labios de este.

Luis estaba tan perdido en Joel, que ni se daba cuenta de sus acciones, tan solo se dejaba llevar. Se encontraba rozando su entrepierna con el pene de Joel, mientras llevaba su mano derecha al trasero de este para acariciarlo. Joel soltó un suspiro tan profundo viniendo de él que termino por taparse la boca con una de sus manos por la vergüenza que le dio soltar ese tipo de sonidos.

- Quiero escucharte, así que no hagas eso. – Hablo Luis apartando la mano de Joel para quitársela de la boca. Joel no se quejó por eso, tan solo le sonrió.

- Está bien, pero quítate los pantalones tú también. -Le hablo, llevando sus manos a los pantalones que tenía Luis para ir bajándoselos. Luis aparto las manos de Joel, indicándole que el mismo lo haría por su cuenta. Se quitó sus pantalones junto con su ropa interior, encontrándose ahora los dos completamente desnudos. - Quizás esta pregunta te incomode un poco, pero… ¿Te has masturbado pensando en mí? – Le pregunto con una voz seductora.

- ¡No! ¡No lo he hecho! – Contesto rápidamente, esa pregunta si que logro ponerlo nervioso. Sabía que Joel solo estaba jugando con él, pero de todas formas no podía evitar apenarse con lo que este le decía. Aunque no estaba mintiendo, el realmente no se masturbado pensando en él en ningún momento.

- Solo estaba bromeando, avergonzarte es divertido. – Hablo entre risas. Joel parecía bastante divertido con la situación, lo que, de algún modo hacia feliz a Luis, ya que le gustaba verlo así que triste, aunque no le gustaba que sea acosta de su vergüenza.

Luis llevo tres sus dedos a los labios de Joel, indicándole que debía lamerlos. Joel obedeció sin chistar, sacando la lengua para comenzar a lamerlos uno por uno, mientras mantenía su mirada fija en Luis. Ver una imagen tan sexy como esa tan solo hacía que se desesperara aún más, incluso le estaba comenzado a doler su erección que tanto pedía a gritos atención.

Ni bien sintió que sus dedos estaban bien humedecidos, los aparto de la boca de Joel. Abrió un poco más sus piernas y llevo sus dedos justo en la entrada de este. Joel cerro los ojos fuertemente, no parecía querer ver lo que ocurría en ese momento, quizás por vergüenza o porque era su primera vez teniendo sexo anal. Luis suspiro y se relajó “Ya no hay vuelta atrás.” Acaricio su entrada con uno de sus dedos para luego introducirlo lentamente. El cuerpo de Joel se tensó al sentirse invadido, tanto que soltó un quejido de dolor que intento evitar.

- Joel, por favor, relájate un poco más. – Le pidió con su voz más suave. Al decir eso, el cuerpo de Joel ya no estaba rígido, por lo cual Luis continúo moviendo su dedo en su interior. Luego de un rato metió el siguiente dedo y el otro, moviéndolos apropiadamente para abrir un poco más la entrada de Joel. Quería prepararlo bien para que después no le doliese, quería ser amable con él después de todo era su primera vez teniendo sexo con un hombre.

Los suspiros seguían saliendo de la boca de Joel sin control cada vez que sentía como los dedos de Luis se movían en su interior. Sus ojos seguían fuertemente cerrados y sus mejillas se veían rojas. Se veía tan lindo que no pudo evitar besarlo una vez más, logrando que Joel abriese los ojos por la sorpresa. Después de eso, retiro sus dedos de su interior, tomando su miembro con una de sus manos para colocarlo justo enfrente de su entrada, rozándolo un poco con la punta.

- Voy a meterla ahora. – Aviso Luis un tanto impaciente, a lo que Joel asintió. Luego de esa respuesta, comenzó a introducirse lentamente dentro de Joel, escuchando el gemido que estaba soltando en ese momento, mientras se sentía apretado por las paredes internas de este. El gemido de Joel paro cuando Luis termino de introducirse dentro suyo, pero se sentía tan apretado que le estaba comenzado a doler un poco. - Joel, tranquilízate. – Le hablo para luego darle un corto beso en los labios. - Voy a moverme así que relájate un poco. –

- No te atrevas a tratarme tan delicadamente como si fuese una chica. – Hablo Joel, ya un poco más relajado.

- No pensaba hacerlo. – Respondió con una sonrisa. Una vez que dejo de sentirse tan apretado, comenzó a moverse en el interior de Joel, dando así su primera estocada. Joel soltó otro largo suspiro al recibir esa primera estocada. Luis tenia pensando actuar de manera lenta al principio, tan solo para no lastimarlo, pero si quería que no fuese tan cuidadoso pues después lo complacería.

Comenzó con estocadas lentas, quería disfrutar de ese momento lo mayormente posible. Tenía puestas sus manos apoyadas sobre la cama, mientras que los brazos de Joel seguían abrazando su espalda, recibiendo besos de su parte mientras lo penetraba. Sabía que Joel estaba callando sus gemidos con esos besos, por eso fue que decidió aumentar un poco más la velocidad de sus estocadas, para obligarlo a gemir para él.

Esta vez, Joel no podía ocultar sus gemidos con simples besos, esos sonidos que tanto lo avergonzaban salían de su boca sin control. Luis estaba disfrutando cada expresión y sonido que hacia Joel mientras lo embestía. Sus cuerpos estaban calientes, estaban en medio de la noche, desnudos y en invierno, donde todas las noches eran como dormir en una heladera, pero ellos sentían que se estaban quemando por cada roce que hacían sus cuerpos el uno con el otro.

El miembro erecto de Joel rozaba contra su abdomen, por lo que Luis tuvo que tomarlo con una de sus manos para comenzar a masturbarlo. Los sonidos que salían de la boca de Joel cada vez se hacían más y más eróticos. Y así también, las estocadas eran cada vez más intensas y placenteras para ambos. De un momento a otro, Joel quito una de sus manos de la espalda de Luis y la llevo hasta la mano de este que se encontraba masturbándolo, ayudándolo a acariciarlo a la velocidad de las embestidas.

Más tarde que temprano, se encontraban en medio de un orgasmo. Luis no podía negarlo, era la primera vez que se sentía tan bien haciendo el amor. Estaba tan nublado de placer como lo estaba Joel y eso lo hacía feliz, saber que no era el único que lo estaba disfrutando era algo que le alegraba bastante. Las gotas de sudor que caían de su piel, caían sobre Joel, uniéndose también con el sudor de este. Los labios de Joel estaban hinchados de tantos besos que Luis le había dado.

Seguía embistiendo dentro de él, esta vez con una ferocidad un poco fuera de lo habitual de lo que recordaba Luis que era. Estaba hambriento de Joel y quería más de él. Volvió a dejar marcas de besos por sobre sus hombros y su pecho. Se deleitaba con el sabor de su piel y con los gemidos que este soltaba. Llego a embestir tan duro dentro de él, que llego a ese punto dulce que enloqueció a Joel.

- ¡Luis! – Escucho como gritaba su nombre con desesperación, arqueando la espalda y con los ojos fuertemente cerrados. Él le pidió que lo ayudase a olvidar a Candela y eso estaba haciendo, estaba logrando hacer que se sintiese tan bien que en lo único en lo que debía pensar era en él y el placer que estaba recibiendo por su parte.

Luego de unas cuantas embestidas más, Joel fue el primero en correrse en la mano de Luis y entre sus abdómenes. Al sentirse tan apretado en su interior, Luis tampoco pudo evitar correrse en su interior. Sus respiraciones seguían agitadas aun, por lo cual se tomaron un tiempo para tranquilizarse. Justo después de eso, Luis salió de su interior.

-Eso estuvo increi… -No pudo terminar de hablar al notar que Joel se había quedado dormido. No se sorprendía en lo absoluto por eso, el chico tuvo un día demasiado largo y de seguro estaba muy cansando. Se preocupó por él al notar que se había quedado dormido estando desnudo y con el frio que hacia seguramente amanecería resfriado.

Luis se levantó de la cama, busco su ropa interior en el suelo y se la coloco. Fue hasta el armario de la habitación y busco unas cuantas frazadas para así poder a tapar a Joel con ellas. Una vez que lo abrigo bien con las frazadas, corrió los mechones de cabello que caían en su frente y lo beso.

- Descansa. – Susurro antes de salir de la habitación.

Después de todo lo que habían hecho, Luis pensó que lo mejor sería tomarse una ducha rápida antes de irse a dormir, pero no sin antes colocar la estufa de la sala en la habitación donde estaba Joel. Justo cuando entro en la sala, escucho como su celular comenzó a sonar, le pareció extraño recibir una llamada a esa hora, pero de todas formas fue a revisar. Fue hasta la mesa del comedor y tomo su celular. La llamada al parecer era de Noah. “No me digas que…”

- ¿Hola? ¿Noah? -Contesto a la llamada.

- Al fin contestas Luis ¿Sabes cuantas llamadas perdidas tienes? ¿Qué diablos estabas haciendo? ¿Masturbándote con una película porno a todo volumen? – Luis suspiro al escuchar esa voz, era imposible que Noah le hablase de esa manera.

- Lo siento, mi celular estaba en modo silencio así que no lo escuche hasta que lo revise. De todas formas ¿Qué haces con el celular de Noah, Migue? – Mintió, no quería decirle la verdad sobre lo que realmente estaba haciendo, por lo que cambio de tema con otra pregunta.

- ¿Tu qué crees? Estoy en casa de Noah otra vez por culpa de que cierto idiota lo dejo preocupado. – Cuando dijo idiota, supo que se trataba de Joel. - ¿Joel está contigo? Dime que si por favor. Llevo un buen rato llamándolo a su celular, pero el muy imbécil lo tiene apagado. Se me fue toda la batería del celular esperando respuestas de él así que termine usando el celular de Noah. –

- Sí, está conmigo. Está profundamente dormido así que dudo que pueda hablar contigo. – Respondió mientras miraba hacia la puerta de la habitación donde estaba Joel.

- Gracias al cielo está vivo, porque quiero matarlo con mis propias manos a ese imbécil. ¿En qué diablos pensaba? Escapándose de casa y preocupándonos. – El tono de voz de Miguel se escuchaba bastante molesto, pero también despacio, como si no quisiera causar mucho ruido. “Joel tiene razón, a veces Miguel y Noah actuaban como si fuesen sus padres.”

- Espera ¿Tú sabias que estaba aquí? – Pregunto sorprendió.

- Lo suponía. Esta tarde se molestó con todos nosotros, cuando me puse a pensar en donde estaría supuse que estaría contigo. Eres el único con el que no se molestó o se siente avergonzado, además ya te tiene confianza. Me disculpo por las molestias que te ocasiono. –

- No te preocupes, pero… ¿Molesto con ustedes? ¿Incluso con Noah? ¿Qué le hicieron? – Ahora sí que estaba confundido, se imaginaba a Joel molesto con cualquiera menos con Noah. “¿Quién sería capaz de enojarse con ese chico tan tranquilo?”

- No te dijo nada ¿cierto? – Escucho un suspiro por parte de Miguel. -Sinceramente no puedo contarte con sumo detalle lo sucedido, no me gusta mucho contar cosas de un amigo a alguien más, pero como estas cuidando de él por esta noche te contare lo básico y necesario. Ni se te ocurra a decirle que te conté. –

- Está bien, no le diré nada. –

- Joel es una persona bastante terca ¿sabes? Volvió a caer en la trampa de una chica que solo lo quería utilizar. Cuando le dijimos la verdad, bueno, cuando la estúpida de Belén abrió la boca y le dijo la verdad sobre esa chica, algo en Joel se rompió. - “Maldita seas Candela.”- Esta molesto con todos nosotros porque lo sabíamos y nunca se lo dijimos. Supongo que está bien de algún modo, al menos ahora si abrió los ojos con respecto a esa chica, pero Joel no es bueno enfrentándose a la realidad. -

- ¿A qué te refieres? – Pregunto curioso por saber a qué se refería con lo último que dijo.

- Lo siento, esto es algo muy personal de él. – Respondió rápidamente y siguió. -Bueno, como sea. No le digas a Joel que te llame ni nada por el estilo ¿Vale? Mañana luego lo moleré a golpes por idiota. Buenas noches Luis. -

-Buenas noches. – Respondió para luego cortar con la llamada.

Hablar con Miguel solo logro que más y más dudas naciesen en su cabeza, dándose cuenta que realmente no sabía absolutamente nada de Joel. Quería saber qué fue lo que le hizo Candela esta vez, quería saber porque decía que Joel era tan débil, quería saber tantas cosas y sin saber cómo responder a sus dudas. No quería presionar a Joel con ese tipo de cosas, sentía que si lo hacía terminaría agobiándolo, pero realmente quería saber todo de la persona que amaba.

Continuara…

Notas finales:

Si lo sé, nadie se esperaba que Joel le pidiese a Luis que se lo cogiera. 

Es gracioso, porque por un momento dude sobre quien poner de seme xD! Lo siento, es que la personalidad de Joel daba para seme. (Mi Luis es tan kawaii que casi ni lo veo tomando la iniciativaa) 

Si logre Trollearlas con que Joel seria el seme, me sentire orgullosa XD! okno

Aca en Argentina estamos en vacaciones de invierno y estamos todos hechos cubitos de hielo TwT encima que la cuota del gas aumento muchisimo durante estos meses. 

En fin, cualquier duda o opinion del capitulo, pueden dejarme un review :D Los contesto a todos, lo juro, aunque la ultima vez que conteste un review en el celular...termino por enviar una respuesta vacia. (Maldito celular) Como sea, bay neee besos y abrazos :D nos leemos pronto.


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