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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola a todos! Nuevo cap :D

Este capitulo me costo un poco, lo borre, lo escribi, lo volvio a borrar y asi sucesivamente hasta que quedo asi. 

Este cap sigue en donde se quedo el anterior con la vista de Noah. Y tambien tiene bastante de Joel y Luis que sé que algunos lo extrañan :D

Espero les guste ^^ Pueden comenzar a leer.

- ¿Por qué hiciste eso? -  Pregunto Noah molesto luego de que Joel lo soltase. Este no contesto a su pregunta, simplemente la ignoro. - ¿A dónde piensa ir Miguel? Él no sabe dónde está Javier ahora o ¿sí? -  Joel se alzó de hombros señalando que no tenía ni la menor idea sobre eso. Noah se cruzó de brazos mientras lo miraba fijamente, esperando recibir una mejor respuesta que esa.

- Oye, yo no sé nada, tan solo me dijo que evitara que lo siguieras y eso hice. Si realmente quieres saberlo pregúntaselo después. – Aunque su respuesta haya sido muy vaga, no parecía que Joel le estuviese mintiendo, tampoco es como si tuviera motivos para hacerlo en esos momentos.

- ¡No necesito saberlo después, necesito saberlo ahora! – Al levantar su tono de voz, varias personas en el vagón del tren lo miraron raro, por lo cual intento calmarse. Miro a Joel una vez más tan solo para darse cuenta de que se había puesto sus auriculares mientras miraba Facebook en su celular.

“Diablos, no poder volver a casa tranquilo por culpa de ese idiota. “Se detuvo a pensar por unos minutos en que es lo que debería hacer. Aprovechando que Joel estaba distraído escuchando música, Noah espero a que el tren parase en la siguiente estación para bajar de él sí que Joel pudiese impedirlo.

Una vez que lo hizo y bajo con las demás personas, saco su celular del bolsillo de su chaqueta y comenzó a marcar el número de Miguel. Espero unos segundos inútilmente, terminando por escuchar el mensaje de la contestadora. No iba a intentarlo otra vez, era obvio que no le contestaría. Suspiro, y luego comenzó a pensar un poco más tranquilo.

“Javier debería de estar en su casa… ¿Cómo mierda sabe Miguel donde vive?” Noah se golpeó la frente con la palma de su mano, pensaba que era absurdo preguntarse eso, cuando lo que debía hacer era ir a buscarlo, ya pronto tendría tiempo para preguntárselo.

Noah comenzó a caminar a paso rápido hasta que llego a la parada de autobuses, esperando a que el debido autobús que debía tomar llegase lo más rápido posible. Estaba tan preocupado y distraído por eso, que cuando llego el autobús por poco y no lo tomaba.

Una vez que bajo del autobús, fue prácticamente corriendo hasta la casa de Javier, aunque no por eso dejo de prestar atención a su alrededor y mirar hacia ambos lados antes de cruzar. Tan solo se encontraba a unas pocas cuadras de distancia de donde vivía Javier, se tomó unos segundos para descansar y recuperar aire. “Maldición, tengo una condición física muy patética” Luego de eso, fue directamente hasta la calle donde estaba la casa de Javier, tan solo para encontrarse a ambos idiotas peleando en la acera.

Los ojos de Miguel ardían en llamas, nuevamente tenía esa expresión en su rostro que daba miedo. De su boca salía sangre y se podía ver que tenía gran golpe en la mejilla. Mientras que Javier tenía un ojo morado, la nariz rota y su boca también sangraba. Miguel tenía agarrado a Javier de la camiseta, agarrándolo fuertemente. Justo cuando alzo su puño para golpearle una vez más a Javier, Noah fue corriendo hasta él y lo tomo de ese brazo.

- ¡Detente! – Grito esperando a que este se detuviera. - ¡Migue! – Justo en ese momento, Miguel se detuvo y observo a Noah, al parecer no había notado su presencia hasta ese momento.

- Noah…- Susurro Javier. Miguel al escuchar como lo nombraba, apretó su puño, pero al ver como Noah le negaba con la cabeza, decidió finalmente soltar a Javier, haciendo que este se cayera al suelo por el desequilibrio y luego bajo su puño.

- ¿Estas bien? – Noah se alejó de Miguel por unos momentos para tratar de acercarse a Javier, ya que este parecía estar más golpeado que Miguel. Este al ver como este le extendía su mano para ayudarlo a levantarse, aparto su mano y chasqueo la lengua. - Entiendo, me odias, era de esperarse. – Javier no dijo nada, tan solo tenía su mirada fija en el suelo.  - Yo, realmente lo siento, debí ser más sincero contigo y… -

- Tu y yo ya no somos nada, no necesito que me digas eso ahora. Tan solo lárguense y desaparezcan de mi vista para siempre. – Respondió fríamente, se paró por su propia cuenta del suelo y se quejó del dolor, para luego darle la espalda y comenzar a caminar lentamente.

- Prometo que nunca nos volverás a ver. – Fue lo último que pudo decir Noah antes de que Javier entrase a su casa y cerrase la puerta. – Bueno, ya todo termino. Vayamos a casa. – Hablo Noah mientras comenzaba a caminar, a lo que Migue lo siguió.

- ¡¿Qué fue eso?! ¿Por qué te preocupaste por él primero que por mí? – Pregunto Miguel confundido y con uno tono de voz que demostraba lo molesto o celoso que estaba. Noah se rio sin dejar de caminar ni tomarse siquiera la molestia de ver a Miguel.

- Porque él se veía muchísimo peor que tú y porque estoy muy molesto contigo, sabes que detesto las peleas, podrías haberte metido en problemas más grandes. –

- ¡No me refería a eso! Él no se merece tu compasión ni entendimiento después de lo que te hizo. – Respondió Miguel, esta vez deteniendo a Noah para que dejase de caminar y lo mirase a los ojos mientras le hablaba. Noah frunció el ceño, estaba molesto por la actitud de Miguel y por su manera de resolver las cosas a los golpes. No le sorprendía que fuese así, ya que incluso desde antes solía meterse en problemas con los demás, pero eso no significaba que le agrade la idea de verlo golpeado o golpeando a alguien más.

- Eso ya no importa ¿sí? Ya lo golpeaste, te desquitaste y lograste que no vuelva a molestarme nunca más ¿Qué más quie…? – No pudo seguir hablando, por justo cuando iba a terminar de hablar, sus labios fueron unidos con los de Miguel. Las manos de Miguel se posaron sobre las mejillas de Noah, acariciándolas con cariño y sintiendo el calor de ellas sobre la palma de sus manos. Corto el beso por un momento, para pegar su frente a la de Noah y lograr que sus miradas se conectaran.

- Quiero que solo me veas a mí. –  Le susurro. Noah se rio y volvió a besarlo, para luego quitar las manos de Miguel de su mejilla, acariciándolas y luego entrelazando sus dedos con los suyos.

- No tienes que pedirlo. – Le respondió con una sonrisa, sin apartar su mirada de él. “¿Cómo podría mirar a alguien más con lo enamorado que estoy de ti?” Noah soltó una de las manos de Miguel y giro para volver a caminar, esta vez tomado de una de las manos de Miguel.-Vamos a casa, quiero sanar tus heridas. – Después de eso, ninguno de los dos dijo más nada, caminaron tomados de la mano, disfrutando de ese contacto que tenían entre ambos que, a pesar de ser tan simple, transmitía un millón de emociones entre ellos.

*-*-*-*

Los días de semana se hicieron bastante agotadores para él, pero había una cosa que lo hacía feliz, y es que ya se encontraba de vacaciones de invierno. Tan solo serían dos semanas, pero no iba a quejarse, vacaciones de la facultad eran vacaciones. Era sábado en la mañana y se encontraba ayudando a limpiar la casa junto con Noah. Esa tarde ambos tendrían que irse de casa para juntarse con sus debidos compañeros para comenzar a discutir lo del trabajo grupal que tenían que entregar.

- ¿Viniste hasta aquí para vernos limpiar y a vaciar nuestra heladera o vas ayudar? – Le pregunto Joel a Belén mientras este trapeaba el piso de la cocina. Ella se encontraba parada junto en la entrada a la cocina, comiendo el yogurt que estaba en la heladera, el cual pertenecía a Noah.

- Pero si ya casi terminan. – Respondió, justo después de darle su última cucharada al pequeño potecito de yogurt. Joel la miro fijamente y alzo una ceja, logrando que Belén suspirara. -Está bien, ayudare. – Se resignó y luego tiro el potecito de yogurt en el tacho de basura, para luego dejar la cuchara en el lavado de la cocina. -Iré con Noah para ayudarlo a ordenar su cuarto. –

- Pero él no…- Joel suspiro al ver como Belén salió corriendo de la cocina. “Pero si él ya casi termino de ordenar su cuarto.”

Después de lo sucedido con Candela, Belén y Joel no habían hablado en lo absoluto durante todo ese tiempo. Ambos estaban muy frustrados debido a ese tema. Sin embargo, Belén vino a casa de Joel ese día para pedirle perdón y arreglar las cosas, hasta había traído sus galletitas favoritas como señal de disculpa, aunque al final ella y Noah terminaron por comérselas.

Una vez que Joel termino de limpiar la cocina, fue hasta la habitación de Noah para ver que estaban haciendo sus primos. Noah se encontraba sentado en el borde de su cama con un peluche de conejo que tenía bordado “Mi amor” en el corazón rojo que tenía en su pecho. Joel reconocía a la perfección ese peluche.

-No entiendo porque aún no lo tiras. Lo de Javier ya acabo cuando Migue lo golpeo por lo que te hizo. ¿Qué sentido tiene tener ese peluche ahora? – Pregunto Belén quien se encontraba parada justo enfrente de Noah. Este la miro molesto y frunció el ceño. Joel ahora entendía un poco que estaba pasando.

- Aun sigo molesto con ustedes dos, a ti por haberle dicho en donde vivía Migue y a ti por ayudar a Miguel reteniéndome. – Los regaño Noah a los dos.

-Oye, él se atrevió a golpearte, y ya sabes que si se meten contigo se meten conmigo, con Belén y con Migue. Entiende que eres como el más débil de la manada. – Hablo Joel, rodeando con uno de sus brazos el cuello de Belén mientras esta sonreía orgullosa y asintió, dándole la razón a Joel.

- ¿Y ahora se supone que somos como animales? -  Pregunto Noah un poco más molesto esta vez al ver como lo trataban como “el débil de la manada.” -Como sea, el punto es, que me da un poco de pena tirarlo. ¿Saben? Él no era tan malo realmente, fue amable conmigo durante nuestra relación hasta que paso lo que paso. Supongo que se sintió humillado porque no fui capaz de decirle la verdad desde un principio. – Noah miro nuevamente un poco triste a aquel peluche que tenía entre sus manos y suspiro.

- ¿Lo estas justificando? Aunque tu hayas hecho lo que hiciste, él no tenía por qué golpearte. – Hablo Belén subiendo un poco su tono de voz, escuchándose más agudo que lo habitual.

- ¡No lo estoy justificando! No es como si lo perdonara, y tampoco es como si le siguiese teniendo rencor por eso. Tan solo me gustaría quedarme con los buenos recuerdos de nuestra relación y no con lo malo. – Respondió al instante, explicando el mal entendido, estaba más que claro que Noah se sentía culpable por lo sucedido. -Aunque, no creo que pueda seguir durmiendo con este peluche. Me da mucha pena deshacerme de él y, tampoco creo que sea lo correcto quedarme con él. –

- ¿De en serio te preocupas tanto por eso? Yo siempre conservo todas las cosas que mis ex me regalaron. Si tanto te preocupa puedo guardarlo yo por ti. – Hablo Belén quitándole el peluche de las manos a su primo.Tanto Joel como Noah la miraron de mala gana cuando dijo eso. - ¿Qué? -

- Te quejas de que no quiero tirarlo diciendo que Javier no se merece ni que piense en eso, cundo tus conservas las cosas que te regalaron tus ex siendo que los tuyos son peores que Javier. – Joel asintió a lo que dijo Noah dándole la razón. El 80% de los novios que ha tenido Belén durante todo ese tiempo le desearon la muerte justo después de que terminaran, y lo peor de todo, es que nunca nadie entendió porque la detestaban tanto. Ella nunca los engaño y de eso todos estaban seguros.

- Bueno, pero yo los conservo como recordatorio de que nunca más debo volver a confiar en ellos y cada vez que los veo recuerdo esa lección aprendida. –

- Claro, conservas todos los zapatos, bolsos y ropa que tus ex te regalaron solo por el recordatorio de que no debes confiar en ellos. Apuesto a que de seguro también solo sigues teniendo ese celular último modelo que te regalo tu ultimo ex novio por esa razón. – Hablo Joel con un tono de sarcasmo.

- Él muy maldito me engaño con cinco de mis amigas, este celular me recuerda que debo elegir mejor a mis amigas y novios. – Comenzó a contar Belén entre risas. - Admite que Mariano es el mejor novio que he tenido, pienso que el si es el indicado para mí. Así que en elección de novios voy mejorando o ¿no? –

- ¿Encontraste al indicado después de tan solo dos días de haber roto con tu ex? – Volvió a hablar con sarcasmo Joel.

- Mira quien habla, como si tu tuvieras derecho de decirme eso. Tu siempre conseguías novia nueva a los pocos días. – Joel no pudo negarlo, era cierto lo que ella decía. Tuvo varias novias anteriormente, pero en casi todas sus relaciones siempre él nunca sintió algo más por ellas, por lo que siempre terminaban siendo como amigos. Aunque, cada vez que terminaba con una chica, a los pocos días empezaba una nueva relación y eso se debía a que no le gustaba estar solo.

- ¿Qué pasa con ustedes? ¿Es que acaso no pueden respetar a sus parejas como tal? Se supone que lo correcto es esperar su debido tiempo antes de… - Noah se calló justo en ese mismo momento, cuando vio a Joel y a Belén conteniendo la risa. Al parecer se había puesto a pensar un poco mejor las cosas antes de continuar. - ¡No! Yo no seré como ustedes, me niego a serlo. Yo no pude respetar a Javier como pareja engañándolo con Migue y fue por eso que paso lo que paso, minino debo respetarlo como ex novio y tomarme un tiempo antes de iniciar una relación con Miguel. – Tanto Joel como Belén abrieron sus ojos bien grandes al escuchar lo que dijo Noah.

- Pero Noah… Javier no te respeto y te golpeo ¿Por qué diablos debes respetarlo tú? – Pregunto Belén tratando de convencer a Noah de que no hiciese tal cosa.

- Ya te dije que voy a olvidarme de eso y prefiero quedarme con los buenos recuerdos que tengo de él. A demás, quiero hacerlo para demostrarles que soy diferente a ustedes dos. – Hablo Noah mientras se levantaba de su cama para luego tomar la ropa doblada y la toalla que estaba justo en la silla de su escritorio.  -Seguro Miguel lo entenderá, después de todo cuando nosotros terminamos yo si me tome un tiempo antes de empezar a salir con alguien más. – Agrego Noah con una sonrisa. -Bueno, ahora debo ir a bañarme para luego irme a casa de Nico para hacer el trabajo en grupo. – Fue lo último que dijo antes de salir de la habitación.

- ¿Crees que Migue nos vaya matar por esto? – Pregunto Belén.

- No creo, a lo sumo nos metera una patada tan fuerte en el culo que nos hará volar a la luna. – Le respondió tranquilamente, a lo que los dos suspiraron.

Luego de un tiempo, los tres se habían ido de la casa, dejando al pequeño Tepig cuidando de ella. Belén se fue a su casa, Noah a la de Nico y Joel reunirse con su compañera de la cual se hubiese olvidado su nombre y en donde vivía de no ser porque lo anoto en su celular, era sincero en decir que lo único que se acordaba de ella a la perfección era de sus curvas.

Sabía que su actitud a veces era de lo peor, admitía que era un maldito mujeriego que se divertía seduciendo chicas que consideraba bonitas, pero él nunca lastimo a ni una sola persona jugando con sus sentimientos, siempre trato a todas con respeto. Incluso si eran solo amigos con derecho o pareja, él siempre conseguía la forma de que todo terminase bien con ellas de modo que fuesen amigos sin importar lo demás. Y eso se debía a que nunca intento enamorarlas ni enamorarse él de ellas. Así fue con todas menos con Candela, que fue la primera mujer que logro enamorarlo y luego terminando jugando con sus emociones. Actualmente, ya no le importaba Candela, ya no quería saber más nada de ella. Lo único que quería era olvidarla y esta vez quería olvidarla de manera definitiva.

*-*-*-*

Se encontraba observando como un masoquista aquella escena sin apartar la vista en ningún momento. Allí estaba Joel, en la cafetería del club sentado en una de las mesas, hablando con una chica. La chica era bastante bonita, tenía el cabello negro largo y atado con una coleta, mientras que estaba vestida con un jean azul, una polera gris y unas botas zapatillas blancas deportivas, su piel era blanca y sus ojos eran azules. Por otra parte, estaba Joel vestido con su ropa deportiva para jugar vóley. Luis no estaba tan lejos de ellos por lo cual podía escucharlos hablar y verlos a la perfección, aunque ninguno de los dos notase su presencia, prácticamente se encontraba en la entrada a la cafetería. 

- ¿Cómo es eso de que no recibiste mi mensaje? Era importante, te estaba invitando a la fiesta que haría por mi cumpleaños. – Hablo la chica frunciendo el ceño.

-Lo siento, vi tu mensaje cuando salía del trabajo el otro día, pero en ese momento mi celular no tenía crédito y me terminé olvidando de contestarte. – Joel le contesto, para luego enseñarle su sonrisa más carismática.

- Tu sí que nunca cambias. – La chica se rio.

- Lo siento ¿Hay alguna forma en la que pueda compensarte, preciosa? – Le pregunto, llevando una de sus manos a los cabellos de la chica para acariciarlo y enredar sus dedos en ellos.

-Ven a mi fiesta o te mato. – Le respondió la chica mientras se reía y quitaba la mano de Joel de su cabello.

-Está bien, está bien, no quiero ni saber cómo sería morir en tus manos. - Joel le giño un ojo a la chica, a lo que ella le sonrió. Joel se paró de la mesa y tomo su bolso, el cual se encontraba justo al lado de su silla en el suelo. -Bueno, tengo que irme, ya casi es hora de que empiece la práctica. Hablamos luego Daniela. –  

-Más te vale que esta vez sí me contestes. – Lo regaño la chica, ella también se paró y se acercó hasta Joel para darle un beso en la mejilla. -Nos vemos. – Fue lo último que dijo ella para luego marcharse de allí. Aquel beso que esa chica le dio a Joel, fue como una apuñalada en el pecho para Luis. Estaba celoso y lo admitía, cualquiera estaría celoso al ver como la persona que te gusta coquetea con alguien más. Joel se dio la vuelta y alzo su mirada hacia el frente, notando así la presencia de Luis.

- Hola Luis ¿Estabas esperándome? – Joel lo saludo. Al principio estaba sorprendido por no haber notado que Luis estaba allí, pero luego le sonrió.

- ¿Eh? No, digo, recién acabo de llegar y te vi en la cafetería, justo te iba a saludar hasta que te disté vuelta y…- Joel lo miraba entretenido, con una gran sonrisa en sus labios que parecía que en cualquier momento se iba a reír de él. - Doy pena ¿verdad?  - Le pregunto mientras se tapaba la cara con ambas manos de la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento. “¿Quién diablos da una respuesta tan larga para algo tan simple?” Luis comenzaba a pensar que sus neuronas se apagaban cuando intentaba hablar con Joel. Y como lo dedujo desde un principio, este comenzó a reírse.

- Lo siento, pero eso me causo mucha gracia. Puede que des un poquito de pena, pero eso te hace ver tierno, creo. – “Genial, le da ternura que sea tan patético.” – Vamos, tenemos que ir a la práctica. – Hablo Joel comenzado a caminar mientras se sacaba el pirsin que tenía en su labio y lo guardaba en uno de los bolsillos de su bolso.

Todo siguió como siempre, ambos llegaron, saludaron a sus compañeros y al poco tiempo comenzaron a calentar. Luis estaba feliz al ver que Joel ya no se encontraba tan desanimado como la otra vez, actualmente se veía muchísimo más animado y eso era algo muy bueno. Aunque, muy fuera de eso, sentía que su relación no avanzaba en lo más mínimo. Solo eran amigos y nada más, el tema de lo que paso aquella noche no se volvió a tocar en ningún momento y en ningún momento Joel rechazo o acepto sus sentimientos. Sabía que era un idiota por ser el único que seguía pensando en esas cosas, pero no podía evitarlo, quería saber que era lo que pensaba Joel de él, si es que le daría una oportunidad para intentarlo o simplemente lo rechazaría y lo vería como su amigo.

Justo cuando estaban jugando vóley, en el último partido antes de que terminase la hora, su mirada se fijó en Joel. Nuevamente se encontraba tratando de sobrevivir en medio del juego mientras parte de sus pensamientos se trataban de Joel. “Vamos iba todo tan bien, trata de concentrarte, este es el último partido.” Se animó a si mismo mentalmente. En ese mismo momento tuvo que correr para salvar la pelota y así pasársela a su compañero. Esta vez agradeció estar lo suficientemente concentrado como para salvar la pelota.

Siguió así por un buen tiempo, manteniendo su mirada fija en la pelota, hasta que, en un momento a otro, la pelota la termino por recibir Joel. Esta vez su mirada nuevamente se fijó en Joel. Su rostro estaba un poco rojo debido al calor, su cabello estaba tan despeinado que hasta podía ver como caían gotas de sudor de su frente y también podía ver como respiraba bastante agitado. Fue en ese momento en que su mente le jugo una muy mala broma. Comenzó a recordar en ese mismo momento aquella noche en la que hicieron el amor.

Aquellas imágenes tan eróticas de Joel gimiendo, gritando su nombre, nublado por el placer y su sonrisa divertida cuando lo hacían, lograron que algo en él despertase. Tuvo suerte de que justo en ese momento el silbato del entrenador sonase, indicando que la hora había terminado.

Rápidamente tomo sus cosas, se despidió del entrenador junto con los demás y se fue de allí a gran velocidad, excusándose con que tenía que ir al baño urgente porque le dolía la panza. Ya se imaginaba a todos riéndose de él o extrañado al ver su extraño comportamiento, pero es que realmente debía llegar rápido al baño y encargarse de su pequeño problema.

Se metió a uno de los baños, se sentó en el retrete y dejo su bolso en el piso. Se tomó un tiempo para tranquilizarse y luego se bajó los pantalones junto con su ropa interior. Justo como el sospechaba, su pene estaba demasiado duro y tan solo por sus recuerdos eróticos de Joel. “¿Qué diablos es lo que estás haciendo conmigo Joel?”

Era la primera vez que se ponía duro pensando en Joel y eso lo hacía sentirse tan mal. Él no era así, nunca antes le había pasado tal cosa con nadie, él sabía muy bien cómo controlar sus emociones, hasta ahora. Pensó que lo mejor que podía hacer ahora era encargarse de ese pequeño problema suyo. Llevo una de sus manos a su pene y comenzó a masturbarse lentamente mientras pensaba en Joel.

- ¿Luis? ¿Estás aquí? – Escucho la voz de Joel del otro lado de la puerta del baño, para luego escuchar como tocaba la puerta.

- ¡Si! Estoy aquí. – Respondió rápidamente.

- ¿Estas bien? –

- Sí, lo siento si te preocupe, solo me duele un poco la panza es todo…-  En ningún momento Luis dejo de masturbase mientras le hablaba.

- Ya veo, no tienes que mentirme ¿sabes? – Justo cuando dijo eso la puerta del baño se abrió. Y Joel estaba allí, observándolo fijamente y con una sonrisa divertida en su rostro. El rostro de Luis enrojeció a más no poder al ser atrapado justo en ese momento por Joel.

 -Esto…yo… - Luis no sabía que decir ¿Cómo podría justificarse? Cuando se encontraba con su mano sobre su pene que estaba muy duro.

- Vi cómo te excitaste en medio en el partido, no te preocupes, creo que yo fui el único que lo noto. – Hablo Joel mientras se metía al baño y cerraba la puerta detrás suya.Aprovecho que Luis estaba paralizado por la vergüenza para sentarse sobre su regazo, rodeando con sus piernas su cintura y luego acercar su rostro hacia el suyo para terminar pegando sus frentes. Estaba siendo una tortura para Luis, una tortura seductora y que le daba muchísima vergüenza. -Dime ¿Te excitaste por mi culpa? ¿En que estabas pensando? – Luego de preguntarle eso, Joel lo beso en los labios. - ¿Quieres que te ayude con eso? – Le pregunto mientras le acariciaba la mano que estaba sosteniendo su pene.

Luis estaba tan perdido en sus ojos, que no sabía qué hacer. Estaba confundido, no sabía si eso era real o simplemente estaba delirando, y si así fuese, estaba deseando que no desaparezca. Se rindió, nuevamente Joel había logrado dominarlo, haciendo que su capacidad de razonamiento se fuese al demonio. Luis quito su mano de su pene y rodeo a Joel con sus brazos para abrazarlo y luego besarlo.

- Si. – Respondió, cayendo nuevamente en la tentación y el deseo que Joel provocaba en él.

Continuara…

Notas finales:

Si, lo sé, me odian por dejarlo justo en esa parte XD! 

Bueno, ya saben, en el próximo capitulo ya sabrán como sigue todo esto.

Y de paso aviso que a partir de ahora las contys volverán a su publicación de siempre de una vez a la semana :D! (Mis vacaciones terminaron) Y como seguramente me atacaran con trabajos prácticos y evaluaciones (como todos los años cada vez que terminan las vacaciones de invierno) Bueno, quizás me tarde bastante XD!

En fin, pueden dejarme un review si el capitulo les gusto y todo eso, bay nee besos y abrazos ^w^

 


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