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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola :D Lamento la tardanza, estos dias he estado muy ocupada y lo seguiré estando TnT

Llegamos al capitulo 20 de este fic :D! El próximo sera el ultimo y después solo quedara un epilogo.

Espero que les guste el capitulo ^w^ Es de ambas parejas.

Sin más que decir, pueden comenzar a leer.

Decir que quería matar a Belén y a Joel, era decir poco y nada con lo que realmente quería hacer con esos dos. Ya que, gracias a sus queridísimos amigos, Noah no lo dejo tocarlo durante todas las vacaciones de invierno. Tan solo podía hablarle como si fueran “amigos” hasta que pasase como mínimo un mes.

Al principio, cuando escucho la razón por la cual Noah quería tomarse un tiempo antes de comenzar a salir oficialmente, le pareció una estupidez. Sin embargo, no se puso a discutir con él por eso, sobre todo porque lo primero que le dijo al contarle eso fue que él había esperado bastante tiempo antes de iniciar una relación nueva después de su ruptura.

“- Esperar tendrá su recompensa, te lo aseguro. -” Fue lo que su queridísimo Noah le dijo, tratando de animarlo un poco con eso. “Claro que voy a hacer que esperar valga la pena, no te escaparas de mí. “Fue lo primero que pensó cuando acepto esperar. Después de eso, se la paso imaginando las cosas que haría con Noah, entusiasmado porque los días pasasen lo más rápido posible.

El mes ya se había cumplido recién la semana pasada, pero como Miguel había comenzado a trabajar por la pasantía, no tuvo ni tiempo de ver a Noah. Agregándole a eso que ese fin de semana su estrellita se la paso estudiando y luego con sus padres. Lo máximo que recibió de Noah durante todo ese tiempo, fue un beso en la mejilla de buena suerte para el día que comenzó a trabajar.

Miguel se encontraba sentado en una de las sillas del comedor de su casa, con su hermana Micaela al lado suyo estudiando con su carpeta y fotocopias. Ese día era sábado y hasta donde tenía entendido, Joel iría ese día a ver Suicide Squad, por lo cual Noah estaría solo en casa. Por ende, no podría escapar de sus brazos en ningún momento.

- ¿Qué hora es? – Pregunto, impaciente, sosteniendo sus llaves en mano y una pequeña cajita envuelta en papel de regalo de color purpura que estaba sobre la mesa. Micaela suspiro resignada nuevamente, dejando de leer las fotocopias que tenía en mano para ver a su hermano.

- ¿Por qué me preguntas que hora es cada cinco minutos? – Pregunto mientras agarraba su celular que estaba justo al lado de su carpeta.

- Yo primero hice la pregunta así que responde maldita sea. – Micaela rodo los ojos y luego miro la pantalla de su celular.

- Son la una y media de la tarde, el clima esta soleado, así que, si quieres irte, hazlo de una vez. – Respondió, dejando nuevamente su celular sobre la mesa. Ni bien Miguel escucho su respuesta, se paró de su asiento y beso la frente de su hermana. Luego de eso, se aseguró de tener en su mano el regalo que le iba a dar a Noah para después dirigirse a la puerta principal de la casa.

- Bien, gracias, nos vemos en algún momento, adiós. – Hablo rápido antes de abrir la puerta y salir de allí para luego cerrarla.

Estaba con una sonrisa en su boca muy difícil de borrar, ni bien salió de su casa, comenzó a caminar a paso rápido en dirección a la casa de Noah. Una vez que llego allí, toco el timbre de la casa insistentemente para que Noah reconociese que era él. Esperaba que Joel no se encontrase allí, quería estar solo con su amado desde un principio y sin que su queridísimo amigo los molestase.

Escucho el ruido de la puerta abrirse y de allí salió Noah con el ceño fruncido. Miguel sonrió, ver el rojizo de sus mejillas y con una expresión de molestia en su carita le causaba muchísima ternura.

- ¿Por qué maltratas al pobre timbre cada vez que vienes? – Pregunto Noah mientras se acercaba hacia el portón de la reja con llave en mano. Ni bien metió la llave en la cerradura y abrió el portón, Miguel lo atrapo en un fuerte abrazo.

- Porque es divertido molestarte. – Respondió Miguel para luego besar a Noah en los labios, un corto y tierno beso que era más que nada como un saludo.  – Por favor dime que Joel ya se fue. – Lo miro a los ojos, esperando una respuesta positiva por parte de Noah.

- No, pero estoy en eso. – Escucho la voz de Joel, miro hacia la puerta de la casa y allí estaba, saliendo por la puerta de la casa. Noah se separó de Miguel justo en el instante en que apareció Joel, debido a la vergüenza. Su amigo se acercó hasta ellos y saludo a Miguel. - Me iré, regreso más tarde. Por favor, pórtense bien y no rompan nada. Adiós. – Fue lo último que dijo antes de salir por el portón de la casa.

- ¡No te prometo nada! – Exclamo ni bien vio como Joel se alejaba de la casa. – Listo, se fue, ahora estaremos solos tu y yo durante toda la tarde. – Justo cuando iba a abrazarlo, se percató de que Noah ya estaba justo en la puerta de la casa. – Ey, espérame. –

Miguel entro a la casa junto con Noah para luego cerrar la puerta. Cuando su amado ya se encontraba justo cerca suyo, lo rodeo con sus brazos nuevamente y pego su frente a la de él, conectando sus miradas el uno con el otro, riéndose un poco nerviosos.

- Mira lo que te traje. – Hablo Miguel, señalando el pequeño regalo que tenía en su mano. – Pero primero lo primero, tienes que besarme en los labios. Quiero que confirmes con un beso que a partir de ahora tu y yo seremos novios. –

- ¿Qué es esto? ¿Acaso estoy firmando un contrato o algo? – Pregunto Noah con un tono de ironía en sus palabras. Noah llevo sus brazos al cuello de Miguel para abrazarlo.

- Tómalo un contrato, donde le estas vendiendo tu alma al diablo por toda la eternidad. – Ambos se rieron tras eso. Nuevamente se miraron a los ojos con una sonrisa en sus labios, para luego poder besarse. Sus labios se pegaron entre sí, sintiendo el contacto del otro, besándose con dulzura hasta que Miguel mordió el labio inferior de su amado, logrando que este abriese su boca un poco más. Metió su lengua en su boca, lamiendo por su interior y luego acariciando con esta la lengua del otro. Un beso profundo, en donde aferraban más sus cuerpos el uno con el otro cuando Miguel lo abrazo con más fuerza por la cintura. – Bien, supongo que ahora tu alma me pertenece ¿no? -Noah se rio y tomo el regalo de la mano de Miguel y de ese modo quitarle la envoltura a este, para luego encontrarse con que era una caja de bombones de su cafetería favorita.

- Gracias Migue. – Le agradeció para luego darle un beso en la mejilla. Luego de eso suspiro y se rio. - Y yo que pensaba en hacer dieta. –

- No lo hagas, asi de rellenito te ves bonito. Te amo con o sin kilos de más. – Hablo entre risas para luego besar su frente con ternura, Noah se ruborizo tras escuchar eso. – Si sabes que hoy vine a hacerte cosas sucias hasta el cansancio ¿cierto? -

- Me sorprendería mucho si fuera lo contrario. – Le respondió Noah con una sonrisa pícara en su rostro, mientras retiraba uno de sus brazos del cuello de Miguel, para pasear sus dedos sobre el pecho de este. Miguel no pudo resistirlo más, lo muy sexy que actuaba Noah en esos momentos termino por acabar con su paciencia.

Se separó de Noah un poco, para luego poder tomar de su mano izquierda y así poder arrastrarlo hacia la habitación de este, abriendo la puerta y cerrándola de una patada. Después de eso, arrojo a Noah sobre la cama y luego ponerse encima suyo, sosteniéndose con sus manos, cada una colocada en los costados de donde estaba Noah. Justo antes de que Miguel comenzase a atacarlo, Noah decidió dejar la caja de bombones que estaba en su mano sobre su mesita de noche.

Se detuvo a mirar cada detalle de su rostro. Sus ojitos estaban entre abiertos, al igual que su boca, tuvo que correr algunos mechones de su cabello para poder verlo mejor. Se rio un poco al ver como con su cabello intentaba tapar un par de granitos que tenía en su frente. Noah llevo sus manos al rostro de Miguel, acariciando sus mejillas y corriendo unos mechones de su cabello por detrás de sus orejas.

- ¿Sabes? La primera vez que vi tu cabello así, me sorprendí un poco, pero me resulto bastante atractivo. – Le hablo mientras tomaba parte de su cabello y lo acariciaba con sus dedos. – Te amo mi rubio teñido. –

- Y yo a ti mi estrellita. – Miguel le sonrió y luego lo beso, rodeando a Noah con sus brazos mientras este enredaba sus dedos en sus cabellos.

Devoraba sus labios con pasión, lamiéndolos, chupándolos y luego mordiéndolos con cuidado de no lastimarlo, tan solo quería sentirlo con sus dientes, metiendo su lengua en su interior y explorando nuevamente su boca, rozando sus lenguas con lentitud. Mientras que, por otra parte, sus manos se iban metiendo por debajo de la ropa de Noah, una se deslizaba por debajo de su camiseta, acariciando su espalda y con la otra acariciaba su trasero. Justo cuando apretó una de sus nalgas, Noah soltó un sensual suspiro que logro detenerlo de sus actos.

- Estas muy sensible, me pregunto ¿Por qué será? – Le pregunto divertido, mientras llevaba sus manos a su camiseta para quitársela. Noah copero en eso, levantado sus brazos para quitársela de una vez. Miguel observo con atención su torso, acaricio parte de su obligo y fue arrastrando su mano hasta su pecho. Se relamió los labios, logrando de ese modo que Noah apartarse su mirada de él.

- ¿Podrías dejar de mirarme así? Es muy vergonzoso… - Justo en ese momento sintió como los dedos de Miguel acariciaban su pezón derecho.

 - Oye, tu dijiste que esperar tiene su recompensa, así que déjame disfrutarlo. Sabes que esta es mi parte favorita de tu todo tu cuerpo. – Miguel hundió su cara en el pecho de Noah, sacando su lengua para poder ir lamiendo la piel de este. Llevo su lengua lentamente hacia su pezón izquierdo y lo modio suavemente para luego comenzar a chuparlo. Mientras que con una de sus manos acaricia el otro pezón.

- Migue…- Noah pronuncio su nombre entre suspiros. Se notaba por su voz suave y por como acariciaba sus cabellos lo mucho que le gustaba esa atención que estaba recibiendo. “No han cambiado en nada, sus pechos se siguen sintiendo como los de una chica. “Fue lo que pensó Miguel al volver a sentir esa suavidad en su piel, notando así lo muy tiernos que seguían siendo los pechos planos de Noah.

- Eres tan lindo. – Miguel alzo su mirada hacia su rostro, apartándose así un poco de su pecho. Llevo sus manos a los pantalones de Noah, quitándoselos de un tirón, le quito hasta su ropa interior y sus calcetines, lo quería ver completamente desnudo, sin ni una sola prenda puesta.

- No es justo, tú también desvístete. – Balbuceo Noah muy avergonzado al darse cuenta que era el único de los dos que estaba completamente desnudo. Miguel asintió y comenzó por quitarse la camiseta, lanzándola por alguna parte de suelo su ropa junto con la que le había quitado a Noah. Justo cuando Miguel estaba a punto de quitarse sus pantalones, Noah tomo una de sus manos para detenerlo. – Deja, yo me encargo de esto. – Menciono, inclinándose hacia adelante.

Llevo sus manos hacia los pantalones de Miguel, quitándoselos lentamente junto con su ropa interior. Pudo ver como su pene ya se encontraba sumamente duro. El rostro de Noah enrojeció, hasta había cerrado sus ojos con fuerza, pero nuevamente lo abrió y se fue agachando hasta quedar a la altura del pene de Miguel.  “No estará pensando hacer lo que yo creo que hará ¿o sí?”

- Noah… - Justo cuando lo llamo por su nombre, Noah ya había tomado su pene entre ambas manos, acariciándolo lentamente, sobre todo en la punta de este. Luego de eso, saco su lengua y comenzó a lamerlo de arriba abajo, llevando sus manos lentamente hacia sus testículos. Segundos después de eso, Noah termino por meterse el pene de Miguel en su boca, comenzando a succionarlo y moviendo su lengua de lado a lado.

“Mierda, debo de estar soñando otra vez ¿cierto?” Fue lo primero que pensó Miguel al encontrarse en esa situación. Noah se la estaba chupando y era la primera vez que recibiría ese tipo de atenciones por parte de él. Miguel se mordía los labios, evitando de esa forma que algún sonido extraño saliese de su boca. Mientras que, por otra parte, sus manos acarician los cabellos negros de Noah.

Sin embargo, no quería quedarse allí quieto disfrutando él solo del momento. Retiro una de sus manos del cabello de Noah y la fue deslizando por su espalda, hasta llegar a su trasero. Había algo que le estaba dando vueltas en la cabeza y quería confirmar si estaba en lo cierto o no. Busco con sus dedos la entrada de Noah, hasta que la encontró, en ese mismo instante metió dos de sus dedos sin siquiera pensarlo mucho. Noah quito el pene de Miguel de su boca y gimió. “Como lo sospechaba.”

- Vaya, veo que no soy el único que esperaba este momento ¿no? Dime la verdad ¿Te has estado masturbando recientemente? – Le pregunto Miguel, mientras movía sus dedos en su interior. Noah cerro los ojos fuertemente y soltó un largo suspiro. Justo cuando Miguel retiro sus dedos de su entrada, llevo una de sus manos a su mentón y otra a su hombro, para poder empujarlo hacia atrás y que recostara en la cama como lo estuvo en un principio. - ¿No vas a responder? –

- Si, si lo hice. Me estuve masturbando pensando en ti. ¡¿Ya estas contento?! – Grito eso ultimo dicho un tanto desesperado, probablemente por la vergüenza. Miguel pestaño un par de veces, sorprendido y con una sonrisa de idiota puesta en su cara. - ¡¿Por qué me miras así?!-

- No esperaba que fueses tan sincero, pero ya que nos deseamos tanto mutuamente ¿Por qué no complacernos? – Fue lo último que dijo Miguel antes de volver a besarlo. Noah correspondió a su beso, volviéndose a aferrar a la espalda de Miguel. Estaban mezclando saliva en sus bocas con sus lenguas. Las mejillas de Noah seguían igual de rojas que de un principio y el calor de su piel poco a poco fue calentando también al de Miguel. – Bueno, como ya te has preparado tu solito por tu cuenta, creo que ya puedo meterlo ¿no? –  Le pregunto con una sonrisa pícara cuando cortaron el beso, a lo que Noah simplemente asintió.

Llevo sus manos a las piernas de Noah, más específicamente a sus muslos, los cuales acaricio con cariño. Abrió sus piernas y se fue acomodando entre ellas, para luego tomar su pene y acomodarlo justo en la entrada de este. Las piernas de Noah lo abrazaban con fuerza, empujando a este para que se fuera introduciendo dentro suyo de una vez. Miguel entendió su señal y fue metiendo su pene en su interior, siendo abrazado por la calidez de este, metiéndolo lentamente hasta que entrase por completo. Noah soltó un largo gemido de placer, realmente lo estaba disfrutando.

Espero a que Noah se relaje un poco más, antes de moverse. Se quedó entretenido observando el rojizo de su cara. Miguel se acercó hasta su cuello y comenzó a besar su piel, chupándola un poco dejando algunas marcas rojas en su piel blanca. Cuando sintió como este comenzaba a mover su cadera de a poco, mientras acariciaba su oreja, decidió hacer caso a sus suplicas y comenzar de una vez.

El ritmo de las embestidas empezó bastante lento, tan lento que parecía una tortura, una tortura que ambos estaban gozando de algún modo. Estaba grabando esas sensaciones que recibía al estar dentro de Noah. Llevaba años que no disfrutaba de algo como eso, y quería atesorar ese momento lo mayormente posible.

Las piernas y los brazos de Noah rodeándolo en un abrazo, su dulce boca que tanto le gustaba besar se encontraba soltando varios suspiros de placer, su piel blanca se estaba llenando de marcas que Miguel dejaba por todas partes mientras lo embestía y sus ojitos se encontraba entre abiertos y llorosos. Esa imagen era tan malditamente erótica, que Miguel llego a pensar nuevamente que se encontraba en esas fantasías nocturnas que tuvo durante todo el mes.

Sin embargo, a pesar de estar disfrutando mucho tener a Noah de esa manera, había algo que aún le seguía incomodando. Su Noah no solo ha estado con él, estuvo con alguien más y probablemente esa persona había tocado su cuerpo más de una vez. Eso era fácil de percibir, ya que antes su Noah era más inocente y tímido, no tan pervertido como lo era en esos momentos.

- ¿Migue? – Escucho su dulce voz llamarlo. Las manos de Noah se deslizaron por su rostro, acariciando sus mejillas y luego acercándose un poco más para poder besarlo. - ¿Qué pasa?... ¿Por qué te ves tan raro? – Le pregunto en susurros. Miguel lo pensó por unos momentos, ahora Noah allí, justo en frente suyo observándolo solo a él y quería que eso se mantuviese de esa manera para siempre. Sonrió divertido y tomo de ambas manos, entrelazando sus dedos entre los suyos y llevándolas hacia la cama, posicionándolas a ambos costados de la cabeza de Noah. Este se sorprendió ante tal acción.

- ¿Sabes? No me importa si ese idiota te ha tocado antes. – Le hablo, mientras apretaba sus manos con un poco de fuerza, aferrándose así de ellas. - Hare que te olvides de él y de todo. Te haré sentir tan bien tan solo para que sepas que solo conmigo podrás estar satisfecho. –

Justo después de decir eso, Miguel comenzó a subir la velocidad de sus embestidas, logrando así arrancar varios gemidos de placer y de dolor de la garganta de Noah, quien tenía sus ojos fuertemente cerrados. Miguel llevo su mano derecha junto con la de Noah al pene de este, haciendo que sus manos lo masturbaran al ritmo de las embestidas. Mientras que, ambos se besaban lujuriosamente.

La fricción que hacían sus pieles calentaban más aun sus cuerpos, comenzando a sudar por el calor que hacer el amor les provocaba. Hubo varias veces en la que Miguel se separaba de los labios de Noah, tan solo para oírlo gritar su nombre y escuchar sus gemidos. Podía ver como Noah se encontraba segado de placer. Miguel sentía que en cualquier momento se iba a correr y al notar como en su mano derecha algunas gotas del seme de Noah se encontraban allí, supuso que tampoco le falta mucho a él también.

La mano izquierda de Noah apretó la suya con fuerza, para luego terminar gritando su nombre con desesperación mientras se corría en la mano derecha de Miguel y en la suya misma. Poco después, al sentirse tan apretado dentro de interior de Noah, Miguel no pudo resistirlo y termino por correrse en su interior.

Ambos se tomaron un tiempo, para regular un poco sus respiraciones agitadas. Luego de eso, se miraron y rieron como un par de idiotas, nerviosos un poco, pero divertidos por lo sucedido. Miguel besos su frente, su nariz y sus labios con dulzura, logrando que Noah le dedicase una muy bonita sonrisa. Después de eso, Miguel salió del interior de Noah, para luego acostarse al lado suyo y abrazarlo por la espalda. Sin embargo, no se detuvo allí, llevo una de sus manos al muslo derecho de Noah para poder levantar su pierna.

-Migue… ¿Qué estas…? – Pregunto Noah tartamudeando un poco.

- ¿Realmente creíste que me detendría allí? Yo aún no estoy satisfecho, necesito mucho más de ti Noah. – Le respondió divertido, dejando un par de marcas en su espalda, mientras volvía a introducir su pene erguido nuevamente en el interior de Noah. – No te dejare salir de la cama por un buen tiempo. – Fue lo último que le dijo antes de que comenzasen nuevamente.

*-*-*-*

Luis estaba sumamente emocionado, tenía una sonrisa en su rostro muy difícil de borrar.  La felicidad lo inundaba en su máxima totalidad. Ese mismo sábado tendría una cita con Joel y él ya se encontraba en el patio de comidas del shopping que estaba al lado de cine, esperando a que Joel llegase. No iba a negarlo, había llegado antes del tiempo acordado, pero la emoción por verlo era algo que nadie podía quitarle.

Durante todas las vacaciones estuvo hablando con él mediante mensajes de texto. No era de esperarse que, en varios de esos mensajes, Luis estuvo averiguando que cosas le gustaban y que cosas no. Gracias a eso, no solo lo conocía mejor, sino que también sabia como poder entablar una conversación con él y que cosas lo harían feliz y cuáles no.

Quizás estaba exagerando y estaba dejando llevar su imaginación muy alto, pero durante esos días no pudo hacer otra cosa que no sea esperar el día en que se estrenase la dichosa película para verla con Joel. El tiempo que pasaban juntos era casi nulo, solo se veían en las mañanas en la facultad y los sábados en la tarde cuando iban a vóley. Y más, sumado a que Joel trabajaba en la tarde y que Luis empezó junto con Miguel la pasantía, no tenían mucho tiempo libre como para verse.

Sin embargo, allí estaba, sentado observando su celular, esperando un mensaje de Joel o que este llegase en cualquier momento. Su celular vibro y rápidamente Luis reviso de quien era el mensaje que había recibido. Al ver que era el de Joel, lo abrió al instante para leerlo. “Estoy en frente tuyo.” Decía el mensaje. En ese momento, Luis alzo la mirada, encontrándose así con un Joel sonriente. Luis se levantó de su asiento rápidamente y fue caminando hasta donde estaba este para poder saludarlo.

Aunque, cuando llego a donde estaba Joel, vio algo que le sorprendió bastante. Justo al lado suyo, se encontraba una pequeña niña tomando de su mano, y si no mal recordaba, esa niña era su hermanita menor.

- Hola Joel. – Le saludo aun con una gran sonrisa en sus labios. Luego observo a la pequeña quien parecía ser bastante tímida, ya que ni bien lo vio se ocultó detrás de su hermano mayor.

- Hola Luis, Abril, saluda a Luis. – Hablo Joel, haciendo que su hermanita saliera de su escondite y mirase a Luis.

- Hola, un gusto volver a verte. – Luis se inclinó un poco para quedar a la altura de la niña y le extendió su mano para así poder saludarla. Esta asintió y correspondió su saludo.

- Siento mucho no decirte que Abril vendría con nosotros a ver la película, pero ella fue insistente a último momento y realmente no sabía cómo decirle que no. – Se disculpó Joel ante Luis algo apenado. Luis simplemente se rio al ver como una niña tan pequeña tenia tanto poder sobre él. No iba a negar que se sentía un poco desilusionado, él realmente pensó que esa tarde solo estaría con Joel, pero no podía decirle nada tampoco. Estaba feliz por verlo y los niños le caían bien, por lo cual no le veía nada de malo. Más allá de eso, le daba mucha ternura y gracia ver a ambos hermanos con una camiseta blanca con negro que tenía el símbolo de Batman.

- Yo no hice nada, fuiste tú quien me prometió que me llevaría a verla cuando se estrenase. Quiso poner de escusa que aún no tenía edad para verla, pero lo convencí cuando le recordé que él me llevo a ver Deadpool* la última vez. – Inevitablemente, Luis no pudo evitar mirar mal a Joel cuando escucho eso último. Hasta donde sabia, la niña a penas si tenía nueve años de edad y la película de Deadpool, no era algo que una niña de esa edad debería ver.

- No me mires así, la condición de que la llevase a ver esa película era si ella se tapaba los ojos cuando se lo decía. – Y aunque Joel intentase justificarse, la expresión de Luis no cambio. – Bueno, ya vámonos que si no llegaremos tarde a la función. – Ni bien dijo eso, su hermanita salto de la emoción y se fue adelantando de ellos.  – ¡No te vayas tan lejos! -

- Espera ¿No hay que ir primero a pedir las entradas que reservaste? – Pregunto Luis un poco extrañando mientras comenzaban a caminar.

- Vengo de allí, toma. – Joel saco del bolsillo de su pantalón su billetera y de está saco una de las estradas que estaban guardadas allí. -Esta es la tuya, ahora solo hay que ir a retirar el balde de palomitas que pague y luego a la sala. –

- ¿Pagaste la entrada por mí? No, eso no está bien, deja que te pague. – Luis estuvo a punto de sacar su billetera para pagarle a Joel, pero este lo detuvo tomando de su brazo. Luego de eso comenzó a reírse y lo soltó. - ¿Por qué te ríes? – Pregunto Luis un poco avergonzando, pensando en que quizás Joel se estaba burlando de él.

- Pareces de esas chicas que se sienten mal porque su novio paga todo. – Y estaba en lo cierto, Joel se estaba burlando de él. No era de esperarse que sus mejillas se ruborizasen al ser llamado de esa manera.  - Déjalo así, no importa, tan solo acepta mi regalo y ya. –

- Esta bien, gracias. – Luis se lo agradeció y sonrió. Realmente esa tarde iba a ser perfecta.

 

Durante toda la película, Joel y Abril tuvieron los ojos bien abiertos, prestando atención a cada segundo que pasaba en la pantalla, pareciera que no querían perderse ni un solo detalle o guiño de la película. También le pareció muy gracioso ver como se chocaban los brazos cada vez que veían una referencia de algo.  Justo cuando la película termino y salieron de la sala, pudo escuchar los pros y los contras de la película según la opinión de Joel.

- Sé que la película es de Suicide Squad, pero no debieron eliminar tantas escenas del Joker que se veían tan bien en los traílles. Y la relación que tenía él con Harley… - Justo en ese momento, Joel dejo de caminar, se encontraban en las puertas que daban a entrada al cine. Joel llevo una de sus manos a su mentón y se quedó pensativo.

- Joel… - Luis intento llamar su atención, pero le fue en vano.

- Shhh… Déjalo, está tratando de formar una teoría, yo lo sé, lo conozco. – Le hablo Abril, señalándole que hiciera silencio. “Vaya, tengo mucho que aprender aun de Joel” Pensó divertido al ver como la pequeña hermanita de Joel lo conocía y reconocía que significaba cada reacción de su hermano mayor.

- Ahora que lo pienso, me recuerda un poco a Arkham city Harley Quinn's revenge*. Puede que lo que estoy pensando sea verdad, pero tendremos que esperar a ver la nueva película de Batman para confirmarlo. – Hablo Joel, saliendo por fin de su transe. Luis y Abril se rieron. - ¿Qué? –

- Estás loco hermanito. – Respondió Abril. Joel inflo sus mejillas y frunció el ceño. Segundos después de eso, el celular de Joel comenzó a sonar, por lo cual este saco su celular de su pantalón y lo reviso.

- Tu tía Mónica dice que ya están en el patio de comida del shopping esperándote. – Le hablo Joel a su hermana, a lo que ella asintió como respuesta. Luis los miro confundido sin entender de que hablaba Joel. - Ah, no te conté. Hoy ella se queda a dormir a casa de uno de sus primos, y como su tía y sus hijos vinieron también al cine a ver “La vida secreta de tus mascotas” al mismo horario que nosotros mirábamos la película, Patricia me dijo que la deje con ellos así yo después puedo irme tranquilo a vóley. –

- Si, hoy es el cumpleaños de mi prima Ana. – Afirmo Abril. Luis asintió, por fin entendiendo un poco mejor la situación. “Entonces ¿Si podre pasar un poco de tiempo con Joel a solas?”

Ni bien llevaron a Abril con su tía y su prima, se despidieron de ella y comenzaron a caminar juntos hacia la parada del autobús. Una vez que se subieron y se sentaron juntos en dos asientos. Joel fijo su mirada en la ventana, Luis lo miro y abrió la boca una y otra vez, pensando en que tema podría tocar.

- Joel ¿Puedo preguntarte algo? – Le pregunto, llamando así tu atención. Joel dejo de mirar hacia la ventana y miro a Luis.

- Adelante. – Respondió recostando su cabeza en el hombro de Luis.

- Sé que quizás este tema no me incumba, pero ¿Por qué no te llevas bien con tu madre? – Se animó a preguntar. Por unos segundos, no recibió respuesta de Joel. Esto lo hizo pensar, que quizás toco un tema demasiado delicado en esos momentos. Luis había notado la relación poco convencional que tenía Joel con su madre, al escuchar que cada vez que se refiere a ella, la llama por su nombre.

- Mi padre abandono a Patricia cuando supo que quedó embarazada y ella hizo lo mismo conmigo pensando que jamás sería capaz de cuidar de mí. Es una mujer boba que solo logra que todos nos preocupemos y sintamos lastima por ella. – Comento Joel, haciendo una mueca de desagrado y frunciendo el ceño. - A veces tiendo a culparla de las cosas malas que me han pasado. Cuando ella se enfermó de cáncer, muchas cosas pasaron en mi vida. Mis amigos me dejaron de lado por defender a Candela en vez de creer en ellos, termine con la única chica que he amado y más recientemente mi abuela murió estando preocupada por ella. - La expresión que tenía en su rostro en ese momento parecía un poco más triste. - Sé que aquellas cosas no son culpa suya, pero es por su culpa que yo… -

- ¿Tienes miedo a estar solo? – Le pregunto, casi completando lo último que iba a decir. Joel confiaba en él, eso era un hecho, sino que explicación podía haber de por qué Joel le contaba todas sus inseguridades tan abiertamente. Luis sospechaba del temor de Joel desde aquella vez que hicieron el amor y Miguel le hizo un pequeño resumen de lo que había pasado con Joel ese día.

- A veces me asusta lo muy fácil que se resulta entenderme. – Joel soltó una pequeña risa. Esta vez, se veía más divertido que triste como lo estaba anteriormente. - Ella lleva como diez años buscando mi perdón, y yo simplemente, no puedo dárselo, por más de que sé que ella realmente tiene buenas intenciones. -

- Quizás deberías hablar con ella honestamente. Algunas personas cometemos errores, como tú o como yo. Y a veces nos damos cuenta de nuestros errores demasiado tarde. – Luis estaba muy familiarizado con eso de cometer grandes errores. Recordó ese día en su casa donde se confesaron mutuamente los errores que cometieron. - Pero si tienes la oportunidad de enmendar las cosas, no debes dejarlo como esta. Pienso que el que tu madre lleve diez años esperando su perdón sin rendirse, es la mayor prueba que puedes recibir de que ella realmente te quiere. -

- ¿Realmente crees eso? - Le pregunto Joel, quitando su cabeza de su hombro para poder observarlo bien a los ojos.

- Si, lo creo. Y no sé si esto te sea de ayuda o no, pero, créeme que puedes contar conmigo en todo lo que necesites. Prometo que no importa lo que pase, no te dejare solo. Así que deja de ser tan inseguro con eso. – Le confeso, mientras tomaba su mano. En esos momentos, la vergüenza en él había desaparecido. Por alguna extraña razón, ahora se encontraba mucho más cómodo que nervioso mientras se encontraba al lado suyo. Con esa acción, quería dejar en claro que sus sentimientos por él eran verdaderos, que el amor y confianza que le ofrecía no eran ningún engaño.

- Creo que me estas gustando más de lo que crees. – Joel le sonrió y, aprovechando que nadie los estaba observando, beso su mejilla para luego recostarse nuevamente sobre su hombro. – Gracias. – Durante todo el viaje, sus manos jamás se separaron. “Este es el mejor sábado de mi vida.” Pensó Luis, al ver que no estaba tan lejos como pensaba de conquistar a Joel.

*-*-*-*

Joel no podía negarlo, a pesar de estar un poco frustrado por algunas cosas de la película, eso dejo de importarle cuando estuvo hablando con Luis. Debía admitirlo, la ternura de ese chico era su virtud más notable y fue aquella la que logro llamar su atención. Ese lado suyo le gustaba mucho, tanto que se divertía avergonzándolo tan solo para ver como reaccionaria.

Sin embargo, nunca pensó que le tomaría confianza tan rápido. Él chico iba en serio con él, y Joel había decidido darle una oportunidad. Era la primera vez que sentía que había alguien que entendía sus complicaciones y no lo juzgaba, era la primera vez que alguien le decía lo que realmente quería oír. Sobre todo, era la primera vez que rompía su fetiche por las rubias divertidas y se dejaba llevar por un hombre.

Cuando tuvieron sexo, sintió cosas que nunca había sentido antes, se justificaba diciendo que era solamente porque era sexo entre dos hombres y no sexo entre hombre y mujer. Pero sus besos, su voz, la manera en como lo miraba, todo aquello estaba envuelto en un sentimiento de amor puro.

“Mierda, creo que me he vuelto a enamorar.” Fue lo que pensó comenzando a analizar todos los síntomas que estaba sintiendo. En esos momentos se encontraba en el autobús que lo llevaría a casa, ya habían ido al club a jugar vóley y se habían despedido. Y, aun así, su cabeza solo decía Luis, Luis y más Luis. Y el reproductor de música de su celular no ayudaba en lo más mínimo, solo ponía canción de amor tras canción de amor.

Justo cuando iba a saltear una de las canciones de su celular, le llego un mensaje de un número que conocía muy bien. Reviso el mensaje y leyó lo que decía el texto. “Joel, tanto tiempo sin saber nada del otro. Quisiera volver a verte y poder hablar contigo otra vez el próximo sábado si es posible vernos, besos. Candela.” Joel no pudo creer que después de tanto tiempo, le haya vuelto a mandar un mensaje.

Sin embargo, en vez de cerrar el mensaje e ignorarlo, comenzó a escribir una respuesta. “El sábado que viene está bien ¿A qué hora?” Luego de escribir eso, toco el botón de enviar mensaje.

Continuara…

Notas finales:

Deadpool: Personaje iconico de Marvel Comics, su pelicula fue clasificacion mayores de 18 y si, el actor estuvo desnudo al principio de la pelicula xD! asi que es entendible que Joel le dijiese que tapase sus ojos.

Arkham City Harley Quinn's Revenge: Es una mision extra del videojuego Arkham City. Se basaron en varios diseños de los juegos de Arkham para la pelicula de Suicide Squad.

*Aviso Importante* Abandonare el fic :D... na, es broma xD! El fic ya casi termina asi que eso no tiene mucho sentido. Lo que si aviso desde ya, es que este fic se convertira en mi primera Serie :D! yeeeii. (Una serie de tres fic, este y otros dos mini fics) Hay un personaje de este fic que merece llevar su historia más a fondo. No dire quien es para que sea misterio (CofcofNicolasCofCof) Lastimosamente, aun no tengo listo el primer capitulo del fic de la historia de este personaje. Tengo dos opciones. O que me tarde con el ultimo capitulo del fic un buen tiempo pero que cuando actualice pueda darle fin a este fic y les comparta el link del proximo fic de esta serie. O que me sigan por Twitter, que me sigan por Wattpad o revisen constantemente mi perfil de la pagina para ver si subí el siguiente fic. Como ustedes deseen ^^ Yo solamente lo digo para quienes le gusto este fic y quieren saber más de los personajes secundarios.

¿Que opinan? ¿Les gustaria leer sobre dicho personaje misterioso (cofcofNicolasCofCof)?

Fuera de eso, espero que el capitulo les haya gustado :D! Bay neee besos y abrazos. Nos leemos pronto. No olviden dejarme un review con su opinion del cap :3

 


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