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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola a todos :D!

Lamento haberme tardado un poco con la conty.

En este capitulo sabremos un poquito más de cierto personaje, solo un poco, aun faltan más cosas por descrubir de él. 

En fin, sin nada más que decir, pueden comenzar a leer :D

 

Le resultaba bastante difícil fingir que aquel mensaje que había recibido no le afectaba. Claro que le afectaba, desde que lo recibió se sentía como un imbécil. Su relación había terminado hace ya medio año y las cosas no habían terminado bien entre los dos como para que lo felicitase por su cumpleaños.

Quizás lo peor no era recibir un mensaje de ella, eso era lo de menos. Lo peor era que se sintiese feliz por recibirlo. Esa persona lo manipulo, lo engaño y lo utilizo como si fuese un simple pañuelo descartable, haciéndole creer que realmente lo quería. Sin embargo, a pesar de eso, él la seguía amando, se considera un verdadero masoquista por querer tanto a alguien tan vacío por dentro.

-Joel ¿Estas bien? – Le pregunto Miguel mientras veía como Joel serbia las masitas que habían quedado del día anterior sobre un plato. La persona más difícil de engañar era Miguel, al ser su mejor amigo lo conocía bastante bien como para saber cómo se sentía tan solo con verlo.

-No es nada, en todo caso después te digo. – Le respondió con una sonrisa, tratando de actuar lo más convincente posible. Miguel suspiro y fingió créele por el momento.

-Bueno, en fin, iré a despertar a mi hermana para irnos. – Justo en el momento en que Miguel salió de la cocina, aprovecho que Noah estaba en la sala para ayudar un poco a su amigo. “Los celos siempre funcionan.”

-Oye Migue ¿No te interesaría conocer a una amiga de Belén? Ella me dijo que su amiga “la gorda” está interesado en ti. – Joel pudo notar como Noah los miro de reojo mientras arreglaba los sofás de la sala.

- ¿Y quién es la gorda? – Pregunto Miguel interesado, parecía que había captado la intención de su amigo por lo cual decidió seguirle el juego.

-La gorda Evelyn, la mejor amiga de Belén. Pero lo de gorda es solo un apodo que le quedo, en realidad ahora está súper delgada, mírala. – Joel abrió su Facebook desde su celular mientras le hablaba para luego buscar el perfil de la chica. Le mostro las primeras fotos de la chica que se podían ver en su biografía.

-Vaya, la ensalada le hizo bien. Esta buena, yo le entro. – En el momento en que Miguel dijo eso, Noah camino a paso rápido hasta su habitación y cerró la puerta de un portazo. -Creo que me odia. – Suspiro al ver como el chico que adora se encerraba en su habitación.

-Por como lo molestas cualquiera te odiaría. – Agrego Luis para luego darle otro sorbo a su té. Miguel le saco la lengua para luego ir a buscar a su hermanita en la habitación que antes le pertenecía a la abuela de Joel. -Oye Joel, ya que tienes tu celular a mano ¿Podrías pasarme tu numero? – Le pregunto Luis observando fijamente a Joel, quien lo miro un poco confundido a lo que Luis se puso un poco nervioso. -No pienses mal, es solo por si las dudas ¿sí? Ambos vamos los sábados al club y yo solo… - La risa de Joel termino por interrumpir a Luis quien parecía que en cualquier momento se moriría de la vergüenza.

-Está bien, está bien. Ahora te lo paso, no tienes por qué justificarte. – Joel se sentó justo al lado de Luis para que ambos se pasasen sus números.

Luego de que Luis, Miguel y Micaela se fueran, Joel y Noah se dedicaron a limpiar a ordenar un poco la casa. Se aseguraron de alimentar de Tepig para luego descansar viendo la tele y conversando un poco sentados en el comedor. Joel quería distraerse para dejar de pensar en lo de Candela, por lo cual decidió entretenerse molestando a su adorado primito.

-Y dime ¿Por qué viniste tan molesto de la casa de Migue? ¿Qué paso? ¿Se acostaron juntos o qué? – La pregunta le había venido muy por sorpresa de Noah, tanto que al instante sus orejas se enrojecieron. Joel pudo deducir por esa acción que quizás si había dado en el blanco.

- ¡No lo mal interpretes! No pude dormir ni en la sala ni en el colchón de la cama de Mica porque el gato que adoptaron hace poco se orino en ellos. –

-Espera ¿Si dormiste con Migue? – Pregunto conteniéndose la risa.

-Solo dormimos juntos y… ¡Maldición! Me hiciste acordar que debo decirle a Javier sobre esto. –

- ¿Qué? ¿De enserio le dirás a tu novio que dormiste junto a tu ex? ¿Quieres ver correr sangre o que te pasa? –

-No quiero, pero tampoco quiero mentirle. Cuando ustedes me echaron no me dejaron terminar de contestarle el mensaje que me envió. Él detesta que le dejen el visto y seguramente no me creyó lo que le dije. – Joel rodo los ojos al escuchar como su primo se seguía complicando por algo tan bobo como eso. Parecía una mujer complicándose demasiado por una sola cosa. Aunque lo entendía, Noah tenía su propia regla de no mentirle a los demás, por lo cual no le sorprendería que se preocupase tanto por eso.

-Te complicas demasiado. Tan solo distorsiona un poco la verdad, dile todo menos el que dormiste en la misma cama que Migue y listo. Se molestará, eso seguro, pero al menos no tanto. – Noah lo miro dudoso al principio.

-Sí, probablemente le diga eso. – Noah soltó un pequeño gruñido y siguió. -Maldito Migue, por su culpa no pudo estar tranquilo un domingo. –

-Oh vamos, ya te dejara de molestar. Belén dijo que su amiga Evelyn está interesada en Migue, es solo cuestión de que tenga alguien con quien distraerse y seguro te dejara de molestar. – Era de esperarse de después de decir eso Noah lo mirase de mala gana. A Joel no le gustaba mucho meterse entre ellos, pero como quería ayudarlos a ser más sinceros consigo mismos por lo cual decidió empezar por algo tan sencillo como los celos.

-Sinceramente no me interesa, siempre y cuando no me moleste. – Joel pudo detectar un tono de molestia en su tono de voz, aunque lastimosamente Joel nuevamente tuvo que aguantar su risa. -Bueno, ya es hora de que me vaya a casa de mis padres, nos vemos en la noche Joel. – Noah se acercó hasta el sofá donde se encontraba su mochila y se la coloco en la espalda.

-Dale, mándale saludos a tus padres y a tus hermanitos. – Se despidieron con un choque de puños antes de que Noah se fuera de la casa.

Joel se quedaría solo en su casa, solo con la compañía de su cerdo que se encontraba durmiendo en su pequeña camita en el suelo. Pensaba aprovechar ese tiempo para estudiar un poco y luego dormir, ya que la facultad y el trabajo lo cansaba demasiado rápido. Se levantó de la silla y fue directo a su habitación para buscar sus apuntes. Justo cuando saco su cuadernillo y fotocopias de su mochila, su celular comenzó a sonar. Joel reviso su celular para encontrarse con un mensaje de Luis.

“Hola Joel, lamento molestarte ahora, pero, ¿De casualidad no encontraste un llavero de dos estrellas doradas?” Joel se sorprendió un poco al saber que ese llavero le partencia a Luis, era tan raro que un hombre tuviese de llavero algo como eso.

“Si, lo encontré hace rato, mañana te lo devuelvo.” Después de ese mensaje recibió un simple “gracias” como respuesta. Joel se fue directo al comedor con sus cosas para comenzar a estudiar, pero justo antes de hacerlo, tomo el llavero de Luis que estaba sobre el mueble y lo observo con detenimiento. En el momento en que lo encontró se había preguntando a quien le pertenecía, sabía que no era de Sabrina ni de Noah ni mucho menos de Belén, por lo cual dedujo que quizás le pertenecía a Micaela. “Cada quien con sus gustos supongo.” Pensó para luego dejar el llavero sobre el mueble.

 

Al día siguiente, Joel tenía ganas de matarse, los lunes eran una tortura para el ser humano según él. El viento fresco de ese día no hacía nada bueno, por lo que tuvo que abrigarse antes de salir, los cambios de clima drásticos podían resultarle fatales a veces. El viaje hasta la facultad fue bastante incomodo con Miguel y Noah que se mantenían lejos a más no poder, se podía ver la tensión que había entre ellos, pero ya se había acostumbrado a eso. Justo cuando llegaron a la facultad, Luis estaba en la entrada esperándolos con una sonrisa.

-Buenos días… Se ven espantosos todos. – Comento Luis al ver lo mal que se veían los tres, quienes lo saludaron con pesadez.

-Es que hoy es muy lunes. – Hablo Joel soltando una pequeña risa.

-Yo me voy adelantando, te veo en el salón Joel. – Hablo Noah mientras se adelantaba. Luego de que Noah se alejara bastante, Miguel comenzó a seguirlo.

-Yo también me adelanto, los veo después. – Comento mientras se iba.

-Irá a molestarlo. –

- ¿Lo dudas? – Le pregunto Joel soltando una risa. -Oye, te traje tu llavero. La primera vez que lo vi pensé que era de Micaela, me sorprendió mucho saber que era tuyo. – Joel saco el llavero del bolsillo de su pantalón y se lo devolvió a Luis.

-No me sorprende, este llavero es un regalo de mi madre cuando supo que iba a ser padre… -

- ¿Qué? ¿Tú eres padre? ¿O vas a ser padre? – Pregunto al instante en que lo escucho mencionar eso. En todo el tiempo que había conocido a Luis no lo escucho en ningún momento tocar ese tema.

-Iba a serlo, pero mi ex novia lo perdió al poco tiempo de decirme que estaba embarazada. Sigo teniendo este llavero porque tarde o temprano llegare a ser padre, así que lo conservo hasta entonces. – Hablaba con una gran sonrisa en su rostro mientras colocaba el llavero junto a sus llaves. Joel se sintió como un idiota al preguntarle eso, sentía como si le hubiese abierto una vieja herida y él detestaba muchísimo cuando se lo hacían.

-Lo siento, mi pregunta fue algo insensible. – Se disculpó echando su mirada hacia el suelo.

-Oh no te preocupes, esto ya paso hace tanto tiempo que ya no importa. – Le contesto y siguió. - ¿A ti no te gustaría ser padre alguna vez Joel? – Le pregunto casi sin pensarlo, cuando noto lo raro que lo veía Joel comenzó a ponerse un poco nervioso. -Digo, si no quieres contestar no tienes por qué hacerlo yo solo pregunte…-

-No me llevo muy bien con los niños, no soy una persona de mucha paciencia tampoco, solo con mi hermana y eso solo porque se comporta demasiado bien para su edad. – Respondió Joel. Lo de Luis le había tomado bastante por sorpresa, no se había imaginado que aquel chico le gustase tanto la idea de ser padre. “Bueno, tampoco es como si fuese extraño.”

*-*-*-*

Noah seguía molesto con Miguel y esta vez estaba más que seguro de que cumpliría su promesa de mantenerse alejado de él. Desde el último mensaje que le mando a Javier por disculpa el día anterior por no haberle contestado, no recibió ningún mensaje de él y eso se debía a que aún seguía molesto. Luego de eso, él muy descarado hablaba sobre cogerse a una chica en su presencia, y no era como si hubiese puesto celoso o algo por el estilo, solo que le irritaba bastante él que lo molestara para que luego decidiese ir tras las faldas de una chica. Se había tomado la molestia de adelantarse para poder evitar a Miguel en la facultad, pero ahora resultaba que este lo seguía.

- ¿Podrías dejar de seguirme? – Le pregunto molesto al sentir como Miguel lo seguía como si fuese su sombra.

-No sé tú dime ¿Podrías dejar de ignorarme y decirme que te pasa? – Miguel se acercó hasta Noah para tomar de su brazo y detenerlo. Noah lo fulmino con la mirada y luego se quitó del agarre.

-Mira, si te ignoro es por algo y si me pasa algo no tendría porque importante ¿sí? –

- ¿Cuál es tu problema? –

-Tu eres mi problema. Escucha Migue, no sé porque cada vez que estoy cerca de ti haces que me meta en problemas. Así que hazme un favor y déjame en paz ¿sí? ¿Por qué no mejor molestas a alguien más? Como a Evelyn, por ejemplo. – Eso ultimo lo había dicho sin pensarlo. Miguel lo vio divertido y comenzó a reírse. - ¿De qué te ríes? -

- ¿Estas celoso? – El rostro de Noah se puso rojo al recibir tal acusación.

- ¿Qué? Por supuesto que no. ¿Sabes qué? Mejor me voy a mi salón, adiós. – Noah le respondió eso ultimo furioso para luego irse a paso rápido hasta su salón. “¿Celoso? ¿Yo? Ya quisieras engreído”

Ni bien Noah se sentó en su asiento, saco su cuadernillo y su cartuchera, estaba seguro que el profesor llegaría en cualquier momento y prefirió usar ese tiempo para ir resaltando en sus fotocopias algunas cosas importantes que seguramente le tomarían en el próximo examen. Noah amaba estudiar, aunque la mayor parte del tiempo le costaban mucho algunas cosas, razón por la cual tenía que esforzarse al doble en ello.

-Maldición, los demás asientos están ocupados y solo me queda sentarme al lado del puto. – Noah intento hacer oídos sordos a eso que había escuchado y seguir con los suyo. -Te vi el otro día tomado de la mano con otro puto. Me da tanto asco tener que estar al lado tuyo. – Eso ultimo no pudo ignorarlo. Noah miro muy molesto al chico que estaba justo al lado suyo. Nicolás Molina, un chico alto de 1.84, cabello corto de color negro, piel de color beige con ojos de color marrón oscuro. Llevaba puesto un abrigo de color marrón y unos pantalones de color negro y llevaba pircings en sus orejas.

- ¿Te da asco? ¿O solo tienes miedo de que te termine gustando? – Le pregunto mirándolo fijamente y con una sonrisa en sus labios.

- ¿Qué dijiste marica? – Le pregunto tomándolo de la camiseta para luego alzar su puño.

-Oye, si tanto te molesta estar sentado allí cambiemos de lugar, pero ni te atrevas a tocar a mi primo porque si no las cosas terminaran mal para ti ¿escuchaste? – Joel apareció justo detrás de Nicolás, tomándolo del brazo para que soltase a Noah. Nicolás al ver la mirada seria y molesta de Joel decidió soltar a Noah y buscar el asiento libre del cual Joel le hablaba.

-Gracias. –

-No es nada, pero trata de no provocarlo ¿sí? No nos conviene meternos en peleas dentro de la facultad. A demás, le prometí a tu madre que te cuidaría así que simplemente no te metas en problemas. – Joel le sonrió para luego sentarse al lado de su primo. El profesor llego un minuto después de eso, por lo cual todas las siguientes horas se dedicaron a estudiar y a tomar apuntes.

 

Al finalizar las clases, Noah sentía como su mano lloraba de tanto que había escrito durante esas horas, ya no veía la hora de llegar a casa y descansar un poco. Sentía un poco de pena de que Joel trabajase hasta tarde para pagar las cosas y que en cambio él siguiese siendo mantenido por el dinero que sus padres le daban. Él también quería conseguir un empleo, pero sus padres se lo negaron rotundamente, ya que pensaba que le resultaría muy difícil estudiar y trabajar al mismo tiempo.

Mientras Miguel y Joel decían estupideces y se reían, Noah se encontraba con sus auriculares puestos escuchando música. Nuevamente haría lo mismo que esa mañana, viajar juntos a Miguel sin siquiera mirarlo o escucharlo. Todo iba bien, hasta que llego a la estación y se encontró con Javier.

-Noah, te estaba esperando. – “Oh mierda.” Encontrarse con Javier no era el problema, el problema es que se veía tan molesto que daba bastante miedo.

-Javier ¿Qué haces aquí? No me avisaste que vendrías. – Noah se acercó hasta él para poder abrazarlo y este le correspondió para luego darle un beso en labios. Le sorprendía bastante que lo besara estando molesto, prácticamente nunca lo hacía. Ni Joel ni Miguel se tomaron la molestia de saludarlo, simplemente fingieron como si no hubiesen visto nada y los dejaron solos.

-Quería darte una sorpresa ¿Puedes venir hoy a mi casa? – A pesar de que lo beso, eso no pareció calmar mucho su molestia. Noah estaba un poco cansado y quería llegar a casa en cuanto antes, pero sabía que si se negaba Javier se molestaría aún más.

-Está bien. – Contesto para luego tomar de su mano.

 

Una vez que llegaron a casa de Javier, este comenzó a actuar un poco frio y distante, lo que hacía que Noah comenzase a confundirse por su forma tan cambiante de actuar. Noah dejo su mochila sobre el sofá y se sentó allí esperando a que su novio fuese hacia él y le dijera porque se comportaba así. Sin embargo, como era de esperarse, Noah fue quien tuvo que romper con el silencio.

- ¿Sigues molesto conmigo? -Le pregunto mirándolo, Javier se acercó hasta él y se sentó al lado suyo.

-Eres malo mintiendo Noah y sabes que me molesta que me mientas. ¿Me vas a decir que paso el sábado? – “Lo suponía” Noah suspiro y miro fijamente a Javier a los ojos y luego tomo su mano para decirle la verdad.

-Lo siento, el sábado en la noche todos se enojaron conmigo y con Miguel porque por su culpa tiramos el pastel de cumpleaños de Joel al piso y… terminaron por echarnos de la casa por eso, sin mi celular ni mis cosas. Tuve que quedarme a dormir en la casa de Miguel esa noche. – Al terminar de hablar pudo sentir como Javier comenzaba a apretar sus manos con fuerza.

- ¿Dormiste con él? ¿Él te toco? – Pregunto subiendo su tono de voz, esa noticia no se la había tomado para nada bien.

- ¡No! Solo me quede a dormir en la sala, prometo que no volverá a pasar. Entre él y yo ya no hay más nada y solo acepte quedarme a dormir en su casa porque sabía que no me dejarían volver a la mía hasta el día siguiente. Lamento muchísimo no haberte contestado el mensaje y mentirte, pero quería decirte la verdad personalmente. – “Lamento mentirte ahora Javier, pero si te molestas solo por esto no quiero ni saber que harías si te dijese la verdad.” Noah sabía que no había engañado a su novio con Miguel, pero eso no cambiaba el hecho de que le estaba ocultando la verdad. Javier comenzó a relajarse, dejando de apretar la mano de Noah para luego soltar un suspiro.

-Te creo, pero si ese idiota te sigue molestando o se atreve a tocarte juro que se las verá conmigo. No me gusta que se acerque a ti y finja que es tu amigo. – Noah le sonrió y acaricio sus cabellos para tranquilizarlo.

-Eso no es necesario Javier, yo se cuidarme solo, no es necesario que hagas nada. – Javier llevo una de sus manos a la mejilla de Noah para acariciarla para luego darle un tierno beso en los labios.

-Noah ¿Podemos hacerlo? – Le pregunto para luego ir besando su frente, su mejilla para luego ir descendiendo por su cuello.

-No lo sé Javier, estoy un poco cansado y… - Noah intento alejarse un poco de Javier, pero este no se lo permitió.

-Por favor, quiero tocarte, estar lejos de ti me está matando, aunque no lo creas. – Javier lo miro a los ojos, demostrándole con su mirada cuanto necesitaba tocarlo, besarlo y hacerle muchas cosas más. Noah no sabía cómo negarse a su mirada, por lo cual termino aceptado.

-Está bien, vamos. – Ambos se levantaron del sofá y fueron tomados de la mano hacia la habitación de Javier para comenzar con sus juegos de caricias. Noah se sentía feliz de que Javier se lo haya tomado bastante bien y que ahora se viese más tranquilo. Ahora su mayor preocupación era el no quedarse dormido del cansancio en medio de la acción.

 

Continuara…

Notas finales:

Ame a Noah cuando se enfreta a su compañero y ame aun más a Joel por defenderlo <3. 

En fin, muchas gracias por leer ;D si quieren dejarme algun review sera muy bien bienvenido. 

Bay neee, besos y abrazos, nos leemos pronto >u<


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