Hacía frío, a pesar de que sentía la luz del sol acariciar la piel de mi rostro, la fría brisa del viento me da escalofríos. Al abrir los ojos, la luz me golpea haciendo que los cerrara inmediatamente. Intento levantarme pero un dolor atraviesa mis músculos, provocando que hiciera una mueca.
Abro mis ojos nuevamente y miro a mi alrededor, mi primer pensamiento es: ¿En dónde estoy?, no reconozco el lugar, no sé cómo llegué aquí. Me encuentro al aire libre, todo está en un inquietante silencio, hay rocas y escombros por todas partes.
Con cuidado término de ponerme de pie, tan pronto como voy recobrando el control de mis sentidos mi pulso va acelerando su ritmo. Bien, no sé dónde estoy, no sé cómo llegue aquí y... ¿Cómo se supone que me llamó? Siento el pánico expandirse por todo mi cuerpo. Mi mente está nublada, no, no siquiera hay niebla en mi mente, sólo hay vacío.
¿Quién soy?
Intento respirar y calmarme para aclarar mi mente e ir más profundo pero mientras más lo hago más me invade la desesperación. No puedo recordar nada. No hay nada en mi mente, es como si caminara por una habitación blanca y vacía, con un aspecto infinito. Esto no puede estar pasando. ¿Por qué no puedo recordar nada?
-¿Qué es todo esto? -, esa fue mi voz, pero realmente no se siente como mía, no me es familiar en absoluto. De hecho, este cuerpo tampoco se siente como mío.
Miro hacia abajo, a mis pies, sólo llevo un zapato puesto y mi otro pie está desnudo ¿Por qué sólo llevo un zapato? ¿Dónde está el otro?, Veo mis manos, se mueven cuando quiero que lo hagan, así que sí es mi cuerpo, creo. Tampoco sabría decir como luce mi rostro.
Me miro de nuevo la manos y encuentro un collar enrollado en mi muñeca derecha. Tiene colgado un dije de lo que parece ser una especie de estrella o más bien un sol, tiene un diseño bastante delicado y detallad... un momento, ¿Cómo puedo saber siquiera lo que es un collar o una estrella y lo demás, si no reconozco el sonido de mi propia voz o cuál es mi aspecto? Irónico. Al parecer sí sé algunas cosas, bien, al menos mi mente no está del todo vacía.
Uff, es un alivio. Realmente lo es, pero preferiría saber al menos mi nombre.
Un gruñido corta el silencio, me heló la sangre. Volteo y observo a la criatura frente a mí, es enorme, de al menos dos metros de alto, parece un perro mezclado con un pulpo en la cabeza y algún anfibio. Es una criatura horrible. No tengo mucho tiempo para analizarlo porque este se lanza contra mí. A penas pude apartarme a tiempo, ¿Cómo puedo luchar contra algo así? Correr. Debo correr.
Ignoro el dolor en mis músculos y fuerzo a mis piernas a avanzar y correr lo más rápido que puedo para alejarme de esa cosa. Es difícil moverme por la cantidad de escombros y rocas pero realmente no quiero estar cerca de eso, sea lo que sea. De un salto la criatura de pone frente a mí, impidiéndome el paso.
Gruñe y da un grito agudo que hace que la cabeza me de vueltas. Nuevamente se lanza contra mí, esta vez una de sus garras rasga mi brazo izquierdo y me lanza por los aires, aterrizando en un puñado de rocas. Grito por el intenso dolor que se extiende por todo mi brazo y por el suave aterrizaje. Miro la herida, veo que es profunda y la carne de alrededor se va tornando verde. Ugh.
Siento en mi interior una pequeña chispa, el nacimiento de una llama, observo de nuevo la herida e increíblemente está empezando a curarse sola, guau.
La bestia se acerca de nuevo, diablos, ¡denme un respiro! Tomo una vara de metal que está a mi alcance y me levanto. Todo está pasando muy rápido, no sé qué hacer pero no dejaré que esa cosa me coma. Aunque no recuerde nada, tengo que vivir para averiguar la razón, ¿Qué fue lo que me paso?
Ahora soy yo el que se lanza contra ella, me muevo ágilmente y le entierro la vara en la garganta. Brota una especie de mucosidad de su herida, supongo que es su sangre. Me alejo precavidamente y espero a que muera, pero no lo hace. La vara de metal se funde en la sustancia mucosa y su herida sana en cuestión de segundos. Me parece que ahora si la hice enfadar. Estoy en problemas, no sé cómo salir de esta y también está esa extraña sensación de adrenalina y calor que mueve todas mis terminaciones nerviosas.
¿Es mi imaginación o esa cosa aumentó de tamaño? Se prepara para atacarme, avanza y cuando está apunto de embestirme, doy un giro y la esquivo. ¿Cómo me deshago de esta criatura?
De un momento a otro, siento que el tiempo se mueve más lento, veo a la bestia y ahora está realmente furiosa. El calor en mí aumenta, miro mis brazos y veo grandes llamas envolverme. Voy a morir, pero extrañamente las llamas no me queman, emanan de mí.
En serio necesitó saber que está pasando. Mis ojos se nublan, la bestia se lanza contra mí y yo simplemente me dejo ir... la onda de calor es liberada y veo ante mis ojos como la criatura se desintegra entre las grandes llamaradas.
"Sueña conmigo..."
¿Qué? ¿Qué es esa voz? ¿Quién es?
"Sueña con nosotros..."
Me siento mareado, siento que mi mente se desvanece pero esa voz... sigue razonando como un eco, una y otra vez, en mi cabeza. La escucho cada vez con más claridad. No la reconozco pero escucharla me produce calma, no, en realidad me da consuelo. Un consuelo que me abraza. ¿Quién eres? ¿Sabes acaso quien soy yo? Oye vocecita, ¿Me darías una respuesta?
"Sueña conmigo."
El fuego a mi alrededor desaparece y me siento totalmente agotado. Oigo a algo acercarse, son varios, oh genial, más de esas cosas. Intento hacerme reaccionar pero es inútil, caigo de espaldas sobre la tierra carbonizada por las llamas. Mis ojos se cierran. Esas criaturas me matarán, pero tengo que vivir. Esa voz... Antes de perder la conciencia escucho varios jadeos y una voz que dice:
-Chan... ¡¿Chanyeol?! -después todo es oscuridad.