Miré el reloj en mi muñeca, estaba llegando 40 minutos tarde al hospital. No era posible, yo nunca había llegado tarde, ni siquiera cuando Seungri y yo pasábamos todo el día peleando, ni siquiera cuando no dormía en toda la noche debido al estrés, estúpido Seung Hyun.
Estacioné el auto en el lugar más cercano a la entrada y corrí lo más rápido que pude hacía mi área. Pero para mi buena o mala suerte, me topé con Young Bae.
–¡Ji Yong! –Young Bae vino corriendo hacia mí. –¡¿Dónde estabas?!
–Ah… eso… bueno, Bae, tengo buenas noticias –Sonreí y deje de correr. –Ya no viviré con Seungri nunca más, desde ayer estoy en mi apartamento.
–¡Por fin, ya era hora! –Bromeo.
–Idiota.
–Sabes que me alegro por ti, Kwon. Mereces ser feliz y estar con alguien que realmente te quiera, pero, ahora tu trabajo es ir a tu consultorio y atender los problemas de los demás, ya después me darás más detalles acerca de esto. –Palmeo mi espalda. –Felicidades, Ji.
–Gracias Bae, te contaré más cuando termine mi turno.
–Nos vemos, Doctor Kwon. –Y se fue.
Caminé hasta mi consultorio y vi la larga fila de pacientes que tenía. Al parecer si había llegado tarde y Chae Rin no podía hacerse cargo de todos. Me acerqué a la enfermera para darle indicaciones, me sentía un molesto, tantos psicólogos en el hospital y siempre nos dejaban el trabajo a Chae Rin y a mí.
–Bien, señorita Paek, hágame el favor de pasar a los pacientes a mi consultorio a partir de la señora Hae. –Tajé frío.
–Discúlpeme Doctor Kwon, pero esos pacientes están esperando al doctor Dong Wook, no a usted. El director del hospital dijo que si tanto le gustaba llegar tarde, mejor se diera el día libre. –Respondió con cinismo.
–Muchas gracias. –Dije con enojo.
Estúpido Seung Hyun. Todo es tu culpa.
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–¿Por qué tan molesto Doctor Kwon? –Young Bae preguntó, yo solo miré a Chae Rin quién estaba comiendo.
–Yang me dio el día libre por llegar tarde. –Resoplé con molestia.
–¿Y por eso estás molesto, Ji? –Chae Rin dijo con gracia.
–No… realmente no estoy molesto por tener el día libre, estoy molesto con la persona que me hizo llegar tarde… –Ambos se miraron.
–¿Fue Seungri? –Preguntó Chae Rin.
–No Chae, ya no vivo con él, desde ayer… De hecho, quería hablarles de eso hoy… –Miré a Young Bae.
–Habla, niño, queremos saber cómo fue que el pequeño Ji Yong escapó de las garras de Seungri. –Me reí.
–Bueno… ya tenía tiempo que planeaba irme, ustedes sabían de eso, así que finalmente el día de ayer tomé valor y terminé de empacar las cosas que me hacían falta y me fui, ya era tarde, iban a ser las once de la noche, subí las cosas al auto y conduje hacia mi apartamento… pero la razón por la que no tengo celular es porque… cuando iba camino hacía mi apartamento Seungri me llamó… comenzó a insultarme, obviamente me molesté y pues… aventé mi celular desde la autopista dónde iba manejando… –Los tres reímos, en cierta parte era gracioso.
–¿Es en serio, Ji? –Young Bae y Chae dijeron al unísono no podían parar de reír.
–En serio, Bae, sé que es gracioso pero es la verdad –Saqué mis medicinas de la bata y las tomé.
–Por cierto Ji… ¿Cómo te sientes? –Chae Rin preguntó al ver que me tomaba las diminutas pastillas.
–Pues… me siento más tranquilo, pero en las noches no puedo dormir si dejo las luces apagadas, siempre dejo las puertas de todos los cuartos cerradas con llave y aun así no me siento del todo seguro. –Me sentí bien al saber que después de todo siempre, tendría a personas que se preocuparan por mí.
–No tonto, yo me refería físicamente, creí que algo te había pasado y por eso habías llegado tarde… –Joder.
–No… yo… tuve un problema con la persona que vive en el piso de debajo de mi apartamento… Desde ayer me ha estado molestando. –Hice una mueca. –El día de ayer, cuando estaba acomodando mis muebles, tocó a la puerta, me reclamo por el “ruido” que estaba haciendo y después me dijo que tenía un bonito nombre. Hoy en la mañana se subió en el mismo ascensor que yo y presionó todos los botones ¡Y no fue todo! Su jodido auto estaba estacionado enfrente del mío y no podía salir del estacionamiento si él no se iba. No lo soporto, en serio. –Suspiré pesado y solo escuche las risas de los contrarios, no me parecía gracioso en lo absoluto.
–Quizá le gustes, Ji –Young Bae me guiño un ojo.
–No digas estupideces, Dong. –Le miré con el ceño fruncido.
–Tenlo en cuenta.
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De regreso a casa quise pasar por una tienda para comprar un celular nuevo, estaba nervioso, sí, tenía miedo de encontrarme a Seungri o a alguno de sus amigos porque en el momento en el que supieran de mi paradero, no descansarían hasta encontrarme.
Mientras miraba los celulares que había en el aparador me preguntaba eso; ¿por qué me quería a su lado? ¿Qué tengo yo de especial? ¿Por qué yo? No podía decir que era porque me quería, él me había dejado eso claro hace mucho tiempo… entonces ¿por qué?
Finalmente encontré un celular que me gustara y que las funciones y aplicaciones me sirvieran, tomé el manual y comencé a leerlo mientras la señorita envolvía, de pronto se escuchó la alarma en toda la tienda miré alrededor y pude ver a un hombre con una máscara y un arma en las manos.
Bien, realmente había sido un día de mierda.
–Miren, haremos esto por las buenas o por las malas. –Sentí un brazo alrededor de mi cuello impidiéndome respirar. –Si no quieren que éste joven cara de princesa muera, saquen todo el dinero que hay en las cajas, ¡Rápido, no tengo su tiempo! –Sentí la punta del arma en mi cuello. Mi cabeza daba vueltas y mi vista se volvía nula.
Solo podía ver a los empleados sacando el dinero en efectivo de sus cajas, entonces sentí mi cuerpo estrellarse contra el piso y por fin pude respirar bien, escuché muchos gritos pero lo único que hice fue gatear hasta el módulo y me quedarme sentado detrás de dónde estaba siendo atendido, busqué mis pastillas dentro del saco y como pude saqué dos y las tragué sin agua, estaba teniendo un episodio y no era precisamente el lugar ni la ocasión para que me desmayara.
Respira Ji Yong, guarda la calma… Inhala y Exhala…
Después de un rato dejé de temblar y pude ver mejor a mi alrededor, al parecer el ladrón había sido capturado y las personas estaban más tranquilas. Pude ver a lo lejos una figura alta acercarse, su voz se escuchaba distorsionada, no comprendía lo que decía.
–¿Ji Yong? –Enfoqué lo más que pude a aquella persona. –Ji Yong, soy yo, Seung Hyun… Vaya, no te ves muy bien… –Me levante del piso y tome la caja del celular.
–De-déjame… estoy bien… –Le di la espalda y salí de la tienda lo más rápido que pude. Escuché que llamaba mi nombre pero no voltee.
Una vez que recuperé el control de mi cuerpo y mi vista se hizo clara, corrí hacía el baño más cercano. Entré en un cubículo y comencé a llorar… Tal vez Seungri tenía razón, tal vez, si llegara a tener una nueva pareja me abandonaría al saber que estoy enfermo. Mis sollozos incrementaron y de nuevo, alguien tocó la puerta.
–Está ocupado, joder, ¡¿no ve?! –Grite con enojo.
–Ji, soy yo, Seung Hyun…
–¡Déjame en paz, maldita sea! –Abrí la puerta del cubículo. –¿No te fue suficiente con hacerme la vida imposible en la mañana? Llegué tarde a mi trabajo, por tu culpa, ¿Y ahora vienes a hacerte el héroe conmigo? –Exploté. –Si quieres que te agradezca, bueno, muchas gracias por salvarme la vida en la tienda, gracias por intentar hacer mi mañana más “graciosa” y gracias por hacerme llegar tarde al trabajo, me dieron el día libre y todos los pacientes se quedaron a cargo de mi amiga y del doctor Kang, pacientes que eran míos ¡Y que confiaban en mí! …Ahora… por favor vete… –Suspiré y cerré mis ojos, el mareo regresaba.
–Ji… yo lo siento… creí que no tenías muchas cosas que hacer, es más creí que eras un hijo de las familias millonarias de Seúl, no todos tienen un Lamborghini ni muebles de lujo, tampoco se compran el celular que tienes tan fácil como comprar un dulce, y mucho menos se visten con ropa tan cara como la que tienes puesta, creí que eras un niñato consentido… Ya veo que no es así… Lo siento. –Escuché atentamente sus palabras, reí irónicamente.
–No Seung, yo no soy nada de eso. Todo lo que tengo lo he ganado con mi trabajo, yo…
Y todo se volvió obscuro.
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Escuchaba mi nombre a lo lejos, alguien me llamaba con desesperación, intente abrir mis ojos pero no lo conseguí, los parpados me pesaban, no tenía fuerza. La voz que me llamaba se intensificó y podía escuchar susurros diciendo cosas acerca de mi enfermedad, me desesperé y en un último intento… pude abrir los ojos.
Todo se veía borroso, la cabeza me dolía horrores, parpadee un par de veces y enfoque lo más que pude… estaba en hospital y no estaba solo. Miré en la silla que estaba en la habitación y vi a Seung Hyun sentado, al parecer estaba durmiendo, le observé unos instantes… se veía muy apuesto mientras dormía, su ceño estaba fruncido y los dedos de su mano izquierda se movían de una manera extraña, por alguna razón sentí la necesidad de estar con él y hacerle un poco de compañía. Bajé de la cama y me sostuve de la pared para no caerme me acerqué a él lentamente… y me senté en el frío piso apoyando mi cabeza en sus piernas.
¿Por qué me haces esto, Seung Hyun…?
Tomé su mano izquierda y acaricié cada uno de sus dedos, se sentía estresado y el sentimiento de culpa vino a mí. Quizá lo que Seung Hyun necesitaba era compañía, un amigo, alguien que lo escuchara, que escuchara sus problemas… O alguien que lo amara…
¿Quién eres, Seung Hyun?