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Las cosas que nos consumen por PsychedelicYume

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Notas del fanfic:

Aumentare la lista del resumen y las etiquetas conforme actualice :3

Notas del capitulo:

Thor es un asesino retirado y Loki es quien esta metido hasta el cuello.

Por la noche las luces de la ciudad bien podrían ser luciérnagas estáticas. Mantiene los ojos en la ventana durante mucho tiempo, con los sentidos muy despiertos.

 

Ha desarrollado capacidades que reducen otras tantas, por lo que incluso cosas tan simples como dormir le cuestan poco más que la gente ordinaria. Pero Thor no podría considerarse alguien ordinario.

 

Mantiene armas escondidas por toda la casa, en lugares de fácil acceso; en cajones superiores, en el pequeño closet de su habitación, entre las botellas de alcohol apiladas en su pequeña cantina, debajo de la almohada, a esta última le gusta sentirla con la yema de los dedos durante estos momentos, cuando es difícil cerrar los ojos.

 

Piensa que en este momento podría entrar cualquier persona, de las más ruines, y matarla de una sola bala en la cabeza sin siquiera haber terminado de enfocarlo completamente con la mirada. Ante ello, la adrenalina se dispara en sus venas; por lo que muchas veces opta por ejercitarse, despejar su mente, tratar de agotarse.

 

Los viejos recuerdos son caóticos.

 

En un cuarto mantiene unas cuantas pesas, entre libros viejos y hojas sueltas. Muchas veces curiosea entre aquellas cosas; y siempre termina con la mandíbula muy tensa. Ahí mismo se dirige por incontable vez.

 

La casa normalmente se mantiene a oscuras. No le gusta prender la luz, odia el entumecimiento en los ojos, además de que le resulta más cómodo. No recuerda que alguna vez tuviera miedo a la oscuridad.

 

Se recuesta en el suelo, y empieza a contar.

 

1,2,3,4,5...6,7,8,9,10,11…

 

Algo hace click en sus pensamientos. Deja de contar antes de darse cuenta, y levanta la pesa más rápidamente mientras empieza a relacionar situaciones. Hoy habia algo...importante. Tira la pesa y se incorpora. Camina a la cocina, donde cuelga un maltratado calendario.

 

Marca una fecha que podría ser cualquier otra, y aun asi no seria tan importante de no ser que, este dia fue en el que nació Loki.

 

Debería hacer algo.

 

Pero la primera cuestión era, ¿dónde demonios se había metido? Y mucho más importante estaba el hecho de que, en realidad, si ponía un pie cerca de él cosas terribles podrían desatarse. No algo como el infierno, Thor siempre pensó con humor que ahí habría menos sangre.

 

Pasaron días enteros antes de obsesionarse con la idea de buscarlo. Era mala idea desde un principio, pero era un riesgo de gran atractivo. Lo había intentado antes, multitud de veces antes, pero nunca imaginó que Loki sería más rápido y vendría por  él.



*

 

Tenía un empleo en un taller mecánico afueras de la ciudad desde hace dos años. Desde entonces parece ser que sus manos siempre mantendrán algo de olor a aceite en ellas, por más que las talla. Y más que eso, ese pequeño empleo significó una gran oportunidad. Su constante mirada depredadora y cuerpo tonificado no fueron un problema en lo absoluto allí, alrededor de gente con la que se entendió a la perfección, podía fumar y maldecir cuantas veces necesitará.

 

No estaba preparado para círculos sociales más normales. Sus compañeros y en especial su jefe eran lo suficientemente maleantes como para no sentirse incómodo. Algunas veces compartían experiencias, algunas horribles, pero Thor siempre mantiene un silencio perpetuo ante algunas anécdotas propias que podrían ser muy chocantes, que podría meterlo en problemas o sentenciar de abrir la boca.

 

Su jefe, un hombre viejo, había acordado con Thor que los viernes reducirían sus horas de trabajo con la misma paga. Había aceptado con la falsa idea de que necesitaba ese tiempo para un descanso.

 

No le sorprendió en lo absoluto verse tentado a volver al poco tiempo de salir. En su pequeño departamento no encontraba distracción alguna.

 

Hoy era viernes y por ende salió a la hora acordada.

 

Dio una vuelta por el supermercado, compro latas y cerveza. En el recorrido, dio una mirada a las verduras, jamones, quesos y condimentos. Lo que la gente compraba si quería hacer una comida elaborada.

 

Su vida estaba siendo más estable, pensó, no tiene porque comprar comida enlatada e instantánea como si no tuviera suficiente tiempo, como si en cualquier momento necesitara salir corriendo. Se acercó a esos estantes, casi tomaba el queso cuando alguien se acercó. Es algo que puede detectar fácilmente, se tenso, pero de inmediato se tranquilizo.

 

Soltó su respiración.

 

Dio la vuelta para alejarse lo más posible. Paso a su lado, alguien alto con un gorro en la cabeza y chaqueta de cuero. Parecía tararear algo. Sus caminos no se volvieron a cruzar hasta que salió del supermercado.

 

Ahí estaba, recargado en un semáforo.

 

Multitud de personas a su alrededor pero en ningún momento desvió la mirada. Lo veía a él. Solo a él.

 

Se alejó del individuo, caminando tranquilamente hacia su hogar. La sombras en el asfalto se expanden, y así pudo ver que lo seguía. Apretó su agarre en la bolsa del mercado, que golpeaba su muslo.

 

En cuanto más calles pasaban, cada vez más gente desaparecía.  El silencio fue tal que solo se escuchaban los pasos de él y aquel hombre. Alguien asi, tan descaradamente obvio, tan tranquilo. No podía ser coincidencia.

 

Cada vez se acercaba más así que ,cuando estuvo lo suficientemente cerca lo golpeó con la bolsa en la cara y lo tiró del brazo para empujarlo hacia un callejón húmedo. Nadie los vio. Una vez teniendolo con la espalda pegada en la pared se deshizo de la gorra. Esperaba ver una hebras negras y largas, preciosos ojos verdes brillantes y tal vez unos delgados labios formando sonrisa socarrona la cual podría morder. Pero no. Aquel no era Loki.

Desconcertado, le gruño en la cara.

 

—¿Quién eres?—le pregunto.

 

—Yo…

 

Un poco después, noto una pistola siendo presionado en su carne. El chico la apretaba en sus temblorosas manos.

 

Se hubiera reído si tan solo no hubiera captado el olor a una colonia particular. Volteo la cabeza, tratando de ver algo ademas de oscuridad.

 

—¿Es uno de tus cómplices?

 

—No.

 

Loki apareció en su campo de visión, se inclinó hacia su rostro. Thor no movió ni un músculo. Así el olor era más claro, algo dulce y agrio como el limón. Fue atrapado entre dos cuerpos. Uno tan nervioso y asustado-ya apenas ocupando su atención-, él otro seguro y zancarrón.

 

—Te esperan algunas personas en tu departamento.— murmuró Loki.

 

—¿También me estabas siguiendo?

 

—Nadie más que yo te seguía, Thor.

 

El chico asustado delante de él temblaba de pies a cabeza, confundido. Thor soltó sus solapas, y con una indicación de Loki, salió corriendo. Pudo haber disparado en cualquier momento. Thor a veces no entiende a las personas.

 

Solo quedaron ellos.

 

—El chico quería robarte los centavos en tu cartera. —soltó una risa. Su sonido favorito en el mundo.

 

—¿Y tu que esperas de mi?

 

La respiración de Loki fue una ventisca suave en el cuello.

 

—Espero que estés quieto. Hay noticias, Thor. Ahora gírate.

 

Obedeció, lentamente. Se vieron a los ojos por primera vez, desde hace años.

Antes de que pudiera hacer algo. Loki tomó de su brazo, y lo jalo a la calle.

 

—Hablaremos allá. Si te escapas recibirás una bala en el cráneo, y no de mi,ya sabes como funciona.

 

—Te has echo de amigos,eh.

 

—No tienes ni idea.

 

No hablan nada más. La oscuridad de los traga y los escupe a puerta de un edificio que huele a madera. Hay un jardín lateral en el que estuvo trabajando. Apenas con unos arbustos para embellecerlo, descuidado.

 

Loki abre la puerta de una patada. Adentro un hombre estaba recargado en la pared, sus manos tenían guantes de cuero, pantalones militares.  Desagradables. La gente que tanto quería evitar.

 

—Hola, Thor,¿me extrañaste?

 

Hace una mueca como respuesta. Loki lo empuja dentro, caminaron todo el pasillo hasta las escaleras. Poca gente vivía ahí, personas tan solas como Thor, pero lo suficientemente lúcidos para no asomar sus cabezas por las ventanas o puertas para averiguar qué ocurría. No tendría que preocuparse porque alguien más saliera herido.

 

Sin más indicaciones subió los escalones hasta su piso, donde suponía, ya habria mas caras felices para recibirlo. Y así era, pero solo un hombre más. Si pretendian someterlo, era caso perdido.

 

En el centro de la sala habían puesto una de sus sillas. Las cuerdas las llevaba el segundo hombre, el más bajo de ellos. Se sentó en ella. Loki permaneció cerca de la  puerta, mirando a Thor de arriba a abajo.

 

—Hubieran podido ahorrarse esto.—dijo Thor mordazmente. Detestaba la idea de que lo vieran fácilmente manejable.

 

—Sí.—contestó el más bajo.—Sabemos que no sirven en ti.

 

—¿Entonces porque tanto espectáculo, eh?

 

—Por eso, amigo.— dijo el hombre.—Ha venido él.—apuntó a Loki, quien estaba tan apacible, de brazos cruzados.

 

—Amarrenlo.

 

La cuerda se deslizó por sus muñecas que fueron presionadas fuertemente con los brazos de la silla, lo suficiente para perder la circulación. Y entre todo eso, no soltó la vista de Loki y él a la vez tampoco la apartó.

 

—Comiencen.

 

Loki tenía una voz profunda, una voz que, por mas cosas sucias e indeseables que diga, no hace reducir su adoración. Con una sonrisa recibió el primer puñetazo de tantos más.




*

 



Le tiraron un diente y terminó con un horrible dolor en el cuerpo. El otro par no estaban en mejores condiciones. Fue una lucha en la que su hermano adoptivo fue el único ileso, mirando, juzgando.

 

Las cuerdas terminaron en el suelo, pero fue lo último en caer.

 

Se levantó de la silla que después rompió en la espalda del primer acompañante. Entonces acarició sus muñecas, ya rojas e irritadas.

 

—¿Ya acabaste?—se dirigió a Loki, intranquilo.

 

—Quería comprobar si aún tienes tus dones.

 

—¿Y bien? ¿Que dices, aun los tengo? —alzó los brazos al aire. Detrás suyo los cuerpos casi inertes de los hombres.

 

Loki presionó los labios, ladeo la cabeza— Si. Aun.

 

—Y supongo que solo vienes a eso.

 

—No. Como dije, hay noticias.

 

Thor camino tranquilamente al refrigerador, tomó una botella de agua helada y la vacio en pocos tragos.

 

—¿Como me encontraste?—pregunto.

 

—Prefiero ir a mi ritmo.

 

—Estas en mi maldita casa, aquí tengo mis reglas.

 

Loki hizo su propio camino hacia el sofá. Se sentó con gracia. Palmeo el sofá, haciendo una mueca por el polvo.

 

El par de hombres no se remueven en lo absoluto, tampoco emitían sonido alguno. Había desventajas a trabajos tan bien pagados.

 

—Entonces matar gente dentro es una de ellas. Creí que ya lo habías dejado.

 

La camisa de Thor se había llenado de sangre. Limpio su rostro con ella, y deshizo de ella tirándola al suelo. Loki paseo la mirada en el torso desnudo sin expresión alguna, tonificado como nunca. —¿Y dejarme golpear?—río —No, hermano, me volví pacífico pero no imbécil. Ademas no estan muertos, solo inconscientes.

 

Se acercó al grifo de la cocina, lleno de platos sucios. Abrió la llave y se inclinó; bebió de ella con la esperanza de quitarse ese sabor a cobre de la boca. Escupió un par de veces. Jugueteo un poco con la lengua en el hueco vacío donde antes estaba su diente.

 

Mientras tanto Loki pasó de largo los cuerpos en el suelo, para sentarse en el sofá empolvado. Escucho el flujo de agua correr, cerrarse, abrirse.

 

—Murió.—dijo Loki

 

—¿Quien?

 

—Odin. Ya murió.

 

Thor se detuvo en seco. Sus ojos se abrieron. Algo pesado y frío sintió en el pecho, que pudo reconocer como el impacto y el comienzo de la tristeza.

 

—¿Como fue?

 

Loki cruzó sus piernas. Aburrido, narro los hechos:

 

—Pasó unos días en el extranjero, se hospedó en un gran hotel. En la segunda noche no despertó. Hicieron revisiones en el cuerpo, nada anormal. No lo asesinaron.

 

Ante un silencio de unos minutos, donde Thor trataba de procesar la información, dio una vista general a la habitación. Se limpió la nariz con el dorso de la mano. Suspiro. —Bien,¿habrá funeral o algo así?

 

—Ya lo enterraron...al lado de Frigga.

 

Thor asintió con la cabeza baja, aun sabiendo que desde ahí no lo podía ver . Ya más tranquilo se acercó y sentó en el suelo, al lado del sofá. —¿Vienes a compartir nuestro dolor, hermano? Porque yo ya empecé antes de la noticia.—dijo sin humor, haciendo hincapié en las heridas.

 

—No.

 

Alzó la vista hacia Loki, con la idea de encontrarlo aun viéndolo descaradamente sin embargo Loki no miraba más su desnudez, más bien su mano cerrada en la botella de agua, que, poco a poco Thor movió a una pequeña cicatriz rodeada de estrías.

 

Ellos, como todos, tenían su historia.

 

Hace años, muchísimos,  vivían en una casa acomodada, tenían dos padres, estudios. Algo tuvo que degradarse para que quedaran asi, como ahora, pero en su caso no fue una sola única cosa. Fue todo.

 

Su padre, Odín, fue arrestado un día. Fue tan repentino, tan rápido que tardaron días en procesarlo. Se enteraron de la razón de forma equivocada, por parte de mucha otra gente, de las razones.Fue un golpe para ellos, que creían a su padre un hombre derecho y respetado.

 

Después y sin que nadie lo hubiera previsto alguien intercepto a Loki fuera de clases. Fue secuestrado. Pagaron su rescate pero al regresar a casa no era el mismo. Recibió maltratos.Había sido una venganza contra el hijo menor de Odin. Hubo un drama que se extendió por meses. Y empeoro cuando Loki descubrió que era adoptado.

 

Ellos se mantuvieron juntos, su lazo se estrechó a las habladurías y rechazos.

 

Thor, sin embargo, comenzó a relacionarse con gente particular. Conoció a multitud de personas que con el tiempo lo arrastraron.

 

Frigga se quedó sola. El detonante fue su asesinato a manos de cobradores muy furiosos. El dinero se iba. Odin aun en la cárcel. Thor y Loki solos, aun sin cumplir la mayoría de edad.

Si bien algunos familiares se ofrecieron a recogerlos, no hubo remedio. Se quedó con gente peligrosa. Aprendió a usar armas y a  usar su fuerza.

 

Ahora estaban ahí.

 

La marca ahí no relucía entre las demás irregularidades en su piel; confesando su turbia vida. Pero esta era especial por el recuerdo. Fue la primera vez que sintió el terrible dolor de una bala; cuando trato de evitar el secuestro de su hermano al correr tras el auto.  Fue una impotencia horrible. Sabía que desde entonces tenía que estar en control con la situación. Cualquier situación.

 

—¿Ya te marcharas?— preguntó Thor, el hermano mayor.

 

Loki dio una mirada a sus acompañantes —Ellos si.



*



Su sorpresiva visita pasaría la noche sin haberlo previsto. Inspeccionó sus pertenencias con curiosidad. Paseando entre habitación y habitación. Estrechas, pero lo suficientemente altas para no pegarse la cabeza con el techo.

 

Thor lo miraba desde su posición.

 

—¿Cómo me encontraste?—preguntó por segunda vez.

 

—No debería sorprenderte mucho. Tengo mis medios.

 

—No te creo.

 

—Oh, deberías, tus amigos, los adictos, abrieron la boca apenas comencé a decir la suma que dinero que les iba a  ofrecer.

 

Su hermano paseo un poco más antes de hacer su camino a la habitación, la única. No le había ofrecido su cama en ningún momento, pero no se opondría. Ya la situación era lo bastante surreal como para seguir el dia.

 

Bueno, a lo único que estaba acostumbrado eran a las ataduras y el sabor a sangre.

 

Tic, tac. La sala por la noche era demasiado tranquila. Miro al suelo, lleno de motitas rojas. Los hombres habían sido llevados por otros más tras una llamada de Loki. Había podido conseguir a  montón de gente durante su separación. Creció en el negocio, por lo que pudo ver.

 

Sacudió el sofá antes de recostarse en él, sin preocuparse por encontrar una manta para cubrirse. Empezó a pensar, como siempre.

 

¿Loki tambien sufriria de pesadillas tan recurrentes como las suyas? ¿Podía dormir? ¿Por qué razón exactamente estaba aquí? De pronto se dio cuenta que no había felicitado a Loki por su reciente cumpleaños. Ninguno de sus cumpleaños.

 

Lo imagino dormido en su cama en simples boxers. Suspirando. Despeinado. Su ritmo cardiaco se elevó, de aquella forma que ocurre cuando se excitaba. Antes compartían todo. Mucho más de lo que estaba permitido y ahora, siendo casi extraños, no encontraba razonable tener aún la palpable atracción a Loki.

 

Queriendo distraerse un poco, sin hacer ruido como lo haría si levantara pesas por lo que fue al baño a darse una ducha fría.

 

Su baño constituía en un inodoro, un lavamanos y una regadera apuntando a una tina de mármol. Seguramente lo más caro después del departamento. Se liberó de los pantalones y ropa interior de un solo jalón. Abrió las llaves, el agua corrio libre y abundantemente.

 

Pasaron minutos, y de la nada, el del inconfundible rechinido de la puerta. Tenía los ojos cerrados. No habría que ser genio para saber quién era, pero sintió, realmente sintió que en cualquier otra situación también sabría que es él.

 

—¿No tienes sueño?

 

Loki se recargo en la barandilla, observando.

 

—No. En realidad no. — respondió.

 

No tenia encima nada más que una su bata encima, mal amarrada en la cintura. Estaba aún en el estrecho pasillo, apenas cabiendo de hombro a hombro.

 

El rubio, en un impulso, alzó el brazo hacia el. Loki tomó su mano sin objeción y Thor lo empujo de a poco hacia el, dentro de la tina, a su cuerpo. El menor siseo por el agua helada.

 

—Quítate la bata.

 

—¿Por qué debería?

 

Aprisiono sus caderas en un fuerte agarre. La amenaza estaba en sus ojos y aun así se esforzó por susurrar delicadamente.—Porque te estás empapando.

 

Lo miró largamente antes de obedecer, la retiro y la aventó fuera de la tina. Sin poder aguantar, Thor junto sus entrepiernas que les arrancó jadeos suaves a ambos. Era repentino, pero por la expresión de su hermano sabia que haria de todo menos alejarse.

 

El agua corría por ambos. Empapo a Loki en tiempo récord, su cabello se adhiere a su piel. De sus pestañas caen pequeñas gotas.

 

Quiere besarlo, mantenerlo para sí mismo y olvidarse de todo lo demás. Y también hacerlo pagar por las incontables burlas y engaños. Quería tomarlo tanto como lastimarlo.

 

Evito sus labios, yendo directo a su cuello. No merece mucho dulzura, puesto que, aún siente que entre ellos dos, él es el más equivocado. ¿Por que quererlo tanto si en un instante después se marcha?

 

Pero es algo que necesita él mismo. Quiere ser egoísta. Necesitaba serlo.

 

A Loki la sangre se le disparó. Experimento cosquilleos en el cuerpo y más aún donde su hermano dirigía su atención. A su boca se le sumó las manos, acariciándolo con cuidado.

 

Sus brazos irremediablemente fueron a parar al duro abdomen, aprisionadas entre ambos, incapaces de saber donde mantenerlas. Presionó sus marcas, disfrutando de los sonidos tranquilos que hacía Thor. La última de ellas, la especial, quiso ponerle más atención.

 

Se deshizo del toque de Thor, se agacho la suficiente y beso la pequeña marca.

 

Aquello tomó al mayor por sorpresa pensando que los labios de Loki irían más abajo. Pero encontró el gesto absolutamente hermoso. Acarició su suave mejilla.

 

—¿Entonces no me la vas a chupar?— pregunto casi riendo. Loki hizo una mueca y se levantó cuan alto era. El buen humor de Thor desapareció cuando sintió esos pálidos dedos estrujandolo lo suficiente para formar una erección completa.

 

Presiono  las caderas de Loki, ansioso.

 

—¿Por esto querías verme?— quiso saber..

 

La expresión de Loki casi fue inocencia pura. No se lo trago, ya habiendo lidiado con eso en muchas ocasiones.

 

—¿No me extrañas, hermano? —dijo suavemente. —Todo esto, ¿no lo extrañas?

 

—Prometiste dejarlo conmigo.

 

Loki bajó los ojos, casi pareciendo avergonzado.—No soy débil.

 

Iba a apartarse por lo que Thor sufrió otro impulso que le hizo empujar a Loki en la pared de azulejos. Las llaves de agua golpearon. A punto de replicar, Thor alzó los muslos de Loki lo suficiente para que sus piernas puedan descansar en sus caderas y así evitar contacto con las llaves, que cambió a un contacto con su dura entrepierna.

 

—¿Estás seguro de eso? Mira como tiemblas.

 

—No vas a hacerlo solo así, ¿verdad?—Loki gimió, apenas lo pudo decir, respirando con dificultad. Abrazo el cuello de Thor. Sentía como si en cualquier momento pudiera caer, pero Thor es fuerte, lo mantendra asi por horas si es necesario.

 

—¿Quieres que lo haga así?

 

Luchaba para una buena respuesta, incapaz de articular algo. Quería decir que no, que consiguiera algo malditamente decente para prepararlo a esa igual maldita erección.

 

El agua seguía igual de helada, pero ya no lo sintió en lo absoluto.

 

Thor lame su boca y amasa la carne de sus glúteos. Apenas comenzaron, y si embargo ya arde de anticipación.

 

—Los dedos, Thor, al menos los dedos.

 

Rápidamente mete dos de sus dedos a la boca y con el brazo libre aún lo sostiene. Está aquí, no lo dejara caer. Ve sus labios pecaminosamente rojos andar de arriba a abajo sobre sus dígitos. Loki no aparta los ojos de él; grandes perlas verdes y brillantes.

 

El agua se confunde con la saliva. Creyendo haber recolectado lo suficiente dirige la mano a entrada, la rosa con un dedo, tiembla de deseo sintiendo la pequeña contracción. Empieza a meter el dígito. Acepta las mordidas y rasguños en su piel de parte de su inquieta hermano. Quiere susurrarle algo para mantenerlo más tranquilo.

 

Al segundo dedo Loki ya jadeaba. Lo abrazo fuertemente durante todo momento. Si era necesario o no un tercer dedo, no se lo cuestiono.

 

—Hey.

 

Loki, parpadeando, encontró su mirada. Movió suavemente sus caderas a su trasero.

 

—Si,si, hazlo.

 

Esa voz, su profunda voz.

 

Para la sorpresa de Loki, Thor lo volteo rápidamente e hizo que se colocara de manos y rodillas en la tina. Resbaló en un intento de ponerse estable. Así, Thor lo alzó por la cadera. Tuvo que colocar las manos en el borde de la bañera. La cabeza baja. Como si fuera algún vulgar, una puta.

 

—No hables.—gruño Thor. Poco después se puso en posición. Entró en Loki lentamente, sin detenerse.

 

Su preciosa espalda se curvó y sus largas piernas empezaron a tensarse.

 

El hombre debajo de él tiene un nombre que combina con el suyo. Es alto, insensato, mal hablado. Fue su mejor amigo y único hermano. También es la única persona que le queda y por ende, la que más ama. Es perfecto pero siempre deseo que se comportara de otra forma. La única manera que tiene para que se quede quieto es así. Solo así.

 

Comenzó a empujar sin darle el tiempo de darle un respiro. Loki comenzó a gritar y hacer aquellos sonidos. El agua resbala por toda su cara, le impide respirar correctamente pues el chorro de agua da directo a él,  algunas gotas se van a su nariz. A Thor no le importa. Se asegura de mantener la cabeza de su hermano en su posición.

 

—Creo que si, Loki, extrañe esto.

 

La respuesta de Loki fue un patético sonido.

 

Levanta la pierna derecha que equilibra en el borde, atrás de la mano de Loki. La posición es mas comoda, puede dar embestidas más precisas.

 

Las caderas de Loki son fáciles de manejar, se mecen junto a las suyas de aquella forma que siempre le gusto ver. Su cabello azabache daba salpicadas en cada empuje, harto de ello, con una mano reunió todas sus hebras y las jalo hacia atrás. Loki gimió con fuerza. Y eso animó a Thor a ir más rápido y fuerte.

 

Todo eso, y el hecho de quien era el objeto de su deseo, hizo que se  acercará peligrosamente al final. Salió de Loki, el cual dio un pequeño chillido.

 

—¿Qué haces?

 

Volteo un poco la cabeza, viendo como Thor empezó a masturbarse arriba de él. Inquieto,  alzó las caderas. —Thor, Thor, por favor.— murmuro, sabiendo el efecto en el mayor.

—Callate, Loki.

 

—¿Ya no te gusta cuando ruego?.

 

—Maldita sea.

 

Cuando terminó, salpicó su espalda. Exprimio todo, ante la mirada atenta de Loki, que no se movió. Aun en una posición forzada, y terriblemente duro.

 

Thor luchaba para mantener su respiración, su pecho subía y bajaba. La deliciosa sensación de los músculos relajados le inundó.

 

Y Loki, pacientemente, espera hasta que la atención de Thor vuelve a él.

 

Estaba precioso manchado en su semen, debía admitirlo, y no se reprimio en decírselo. Si se sonrojo no lo supo, ya que rápidamente bajó su rostro.

 

—Thor…

 

—¿umm?

 

—Por favor…

 

El rubio se estiró y cerró las llaves del agua. De pronto había un silencio enorme que lleno con besos húmedos en el hombro del menor.

 

—Vamos a la cama. Allá terminare contigo.

 

Lo llevo cargando, como siempre le gusto llevarlo, con sus piernas bien apretadas en él. Han pasado años, y sigue igual delgado.

 

Entre besos repaso una toalla por sus cuerpos. Loki aprovechaba cada oportunidad por rozarse con él, gimiendo, casi como un gatito.

 

Lo hizo recostarse en la cama. Separó sus larguísimas piernas, el duro miembro lo recibió, muy rojo, con pequeñas fugas preseminales en la punta. Envolvió su boca en ella, y junto con sus dedos lo  estimularon, apretaron, y lo penetraron. Era glorioso verlo retorcerse, inhalar aire que le faltaba en los pulmones, jadear. La consecuencia fue que pronto tuvo otra erección.

 

Loki lo noto, rogó por ello, así que no se lo pudo negar. Puso las piernas de Loki en sus hombros, solo para molestarlo ya que irremediablemente lo haría recordar su primera vez.

 

—¿Lo recuerdas? Yo nunca lo olvido.

 

Loki mordió sus propios labios, gimió con un tembloroso: —Si, lo recuerdo.

 

Escondidos entre las sábanas de una cama de una habitación de invitados, nerviosos porque al otro lado de la pared dormía su madre. Habían comprado condones baratos en una farmacia cercana. Habían prepararon todo pero cuando llegó el momento no tenían idea de qué hacer. Son el tipo de recuerdos que arrastra con cariño.

 

Dio embestidas cortas, ya dispuesto a concentrarse en su hermano. Loki llegó así, apenas tocarse a sí mismo. Y esta vez Thor si termino dentro suyo.

 

Antes de quedarse dormido, se aseguro de preguntarle. —¿Me vas a clavar algún cuchillo de la cocina por la mañana?

 

Loki se rió, negando con la cabeza.—Ya veremos.

 

Lo abrazo fuertemente toda la noche para asegurarse de que no lo haría.

 

*



Al despertar, Loki acariciaba su barba que había dejado de rasurar hace meses. Era más oscura que su cabello, y pareció que le encantaba.

 

Estaba aquí. En su cama.

 

No hablaron durante minutos enteros, Loki no cesó sus caricias, al parecer pensaba en algo. Thor no quiso interrumpirlo, por lo que solo disfruto del tacto en silencio. Entonces Loki comenzó a hablar:

 

—Pase muchos dias ahi. Eso  lo sabes. Me tenían en un ático.

 

Thor abrió los ojos ante eso, pero no dijo nada. Espero a que continuara.

 

—Una noche, no recuerdo cual, un niño bajo. Me vio, empezó a gritar y se fue corriendo gritando “Un monstruo,papá,papá, hay un monstruo” Yo no tenía idea porque había dicho algo así. Desde mi posición, su padre era un peor que un monstruo. Creí que algo así le daría problemas al hijo de puta pero no. El padre solamente colocó una cerradura y le dijo al niño que no bajará más.

 

Tomó una larga respiración —Después tuve la oportunidad de verme al espejo...tenía el rostro magullado. Horrible. Lleno de moretones azules, rojos…Creí que eso era a lo que el niño se refería.— encontró la mirada de Thor, fruncida. Loki sonrió de manera dulce, como si le contara algo bello. — Años después busqué a ese hombre. No me costó mucho. Cuando acabe con él lo arrastre al ático. Me asegure de sellar bien su boca.

 

—¿Que paso entonces?

 

—Me quede afuera, hasta que llego el chico. No encontraba a su padre. No lo escucho. Imagine bobamente que...podría el niño ir y verlo en algún momento y gritar de miedo, como pasó conmigo. Pero en realidad pronto el chico se dio cuenta que yo estaba afuera, y solo así comenzó a asustarse…

 

Aumentó su sonrisa. —Me di cuenta en ese instante que el niño había tenido razón. No fue mi cara lo que vio ese día...él...

 

Thor rápidamente le tapó la boca. —No, Loki.

 

Loki le retiró la mano. —¿Soy mejor que él?

 

—Si, lo eres.— respondió rápidamente. En su voz estaba la duda, pero aun asi no dejo que su expresión lo demostrara.

 

Loki paseo los ojos por todo su rostro con esos inteligentes ojos.— Thor...Estoy reclutando.

 

En un primer momento no sabia de que estaba hablando, pero no le tomó mucho tiempo articular las cosas. Se separó de Loki.

 

—Ellos dos, aquellos que venían conmigo, son los mejores que tengo.

 

Thor rápidamente se levantó y se colocó ropa limpia. Dio una vuelta por la habitación, apretando su sien. —Lárgate.

 

—No me has dicho tu respuesta.

 

—¡No, no y no!

 

Loki lo siguió. Lo hizo voltear a verlo, se levantó de puntas para alcanzarlo bien y darle un beso. Lento, suave. Thor se relajó con sorprendente rapidez. Apenas pudo envolverlo con los brazos cuando se separó.

 

—Te necesito.

 

Escondió el rostro en su cuello, aspirando su olor. —Estoy bien asi, aqui.

 

—¿No quieres protegerme?

 

—Te quiero fuera de esto.

 

Loki tomó su rostro. Presionaron sus narices juntas. Aquello era tan íntimo que casi se ve tentado a  separarse.

 

—Un año...Thor, solo eso. Para juntar lo necesario, y es todo. Acabaremos con eso.

No le cree absolutamente nada. Su lengua articula cara mentira insana, que lastima y lo hiere, y llena de esperanza. Quiere gritarle, sacarlo de su vida de una vez por todas. Quiere seguir cultivando ese estúpido jardín y ahorrar para conseguir un auto, pagar facturas, tener una vida tranquila. Quiere monton de cosas distintas.

 

Y sin embargo, estando tan cerca de Loki, su respuesta es simple.

 

—De acuerdo...lo haré.

 

Thor ha recibido balas, sabe como matar, quitar armas y también cobrar por ello  e increíblemente ha aprendido a detestar la violencia. Pero, en secreto y a oídos de nadie más, encontró cierto cálido sentimiento en su pecho cuando dijo esas palabras. Estaba de vuelta.

 
Notas finales:

Disculpen los errores y gracias por leer <3 


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