BYUNGHEE.
Son las seis de la tarde menos diez minutos y voy en camino a la oficina donde trabaja JooYeon, mi novia. No nos hemos visto en una semana a causa de nuestras labores así que hoy decidí salir un poco antes de mi propio trabajo para ir a recogerla, estoy seguro que le gustará verme llegar. Le he comprado una flor en el trayecto, a ella le encantan y quiero sorprenderla. Mientras conduzco prendo la radio para escuchar música que empiezo a tararear, el tránsito se va haciendo un poco torpe, ya casi todos salen de trabajar pero ni eso me quita el buen humor, soy el chico más feliz del mundo y no hay nada que pueda cambiarlo.
Este año cumplo mis 27 y puedo decir que estoy en la mejor etapa de mi vida, digamos que es eso que las personas llaman "plenitud". Tengo un excelente trabajo como Director Creativo en una de las mejores agencias del país, yo soy el que está al frente de crear campañas publicitarias exitosas y no es por nada pero mi equipo y yo hemos ganado algunos premios gracias a nuestro esfuerzo; además de ello mi salud está en perfectas condiciones, mi nivel de vida es bastante bueno, mi familia está con bien y por si fuera poco, tengo una linda novia de la cual estoy más que enamorado.
En un par de meses JooYeon y yo cumplimos dos años de noviazgo y ha llegado el momento de pedirle matrimonio así que aprovecharé la fecha de nuestro aniversario para pedírselo. Sería realmente lindo que sucediera. De hecho ya he estado viendo algunos anillos de compromiso pero ninguno me convence, quiero algo especial, único para ella. Algo como un diamante rosado.
Saliendo un poco de mi ensoñación detengo el auto en la acera opuesta al edificio donde trabaja, nerviosamente miro el reloj y justo dan las siete y cinco, no sé por qué me siento tan emocionado pero doy rienda suelta a mis emociones; esta noche presiento será especial. Poco a poco empiezo a ver cómo sus compañeros de oficina salen del lugar, despidiéndose unos de otros, me quito el cinturón de seguridad y aguardo. Cuando son las siete con once veo un grupo de personas bastante grande avanzar hacia la salida, de inmediato distingo a JooYeon entre ellos, viene riendo alegremente con sus amigos agitando su cabello castaño, su rostro tiene ese hermosos hoyuelos que se le forman cuando sonríe coquetamente; tomo la flor entre mis dedos y me bajo del auto con el corazón palpitante dispuesto a ir a su encuentro, de un golpe cierro la puerta del auto pero me detengo ya que un carro viene por la calle que necesito cruzar. JooYeon ya salió del edificio y empieza a despedirse de sus amigos, es cuestión de segundos para que me vea ir hacia ella, el auto negro pasa delante de mí aventando aire que me refresca; esta tarde ha sido bastante calurosa.
Doy el primer paso, el segundo y JooYeon no me ve pero ya lo hará, el tercero, el cuarto, el quinto y alcanzo la acera delante de mí. Ella sonríe ampliamente mientras mira a la derecha y estoy por dar el sexto paso pero nunca llega, me he quedado congelado en mi sitio sosteniendo la flor en mi mano derecha ante lo que veo.
JooYeon se echa a reír, escucho su risa que revuela en el aire, justo del lado derecho sale un chico como de mi estatura y edad, vestido en un traje negro y avanza con paso rápido; tiene cabello rojizo peinado de forma que al frente queda levantado pero no alcanzo a ver su rostro ya que el farol de la calle me deslumbra; de inmediato JooYeon lo alcanza y se le avienta a los brazos, rodea su cuello y...lo besa. Él la toma de la cintura para corresponderle, no puede ser. El corazón me duele, ¿por qué me hace esto? ¿Por qué si se supone que me ama? Aprieto mis puños y siento cómo las espinas de la rosa se me clavan en la piel, hay dolor pero es poco comparado con la desilusión y traición que me llena. Ella y él se abrazan luego de besarse apasionadamente justo delante de mis narices; las emociones se me agolpan en el centro de mi ser y creo que estoy a nada de llorar, las lágrimas atiborran mis ojos pero aún así los miro tomarse de la manos, sonreírse como un par de felices enamorados y se van; mi mirada los persigue y quiero gritar, correr hacia ella, pedirle una explicación pero no puedo, no soy capaz de hacer nada salvo sentirme morir por dentro poco a poco. Ella y él se suben a un auto que de seguro es donde la estaba esperando como yo lo estuve hace unos minutos atrás soñando con nuestra boda, con lo feliz que era y ahora; ahora no me queda nada de ese recuerdo porque ella lo acaba de romper. Se suben al auto y pronto lo pone en marcha, es definitivo que lloro porque las gotas calientes bajan por mi rostro y ya no soy capaz de pensar en nada que no sea JooYeon y su traición, un minuto después siento la brisa del auto que pasa por la calle a mis espaldas, me giro un poco tarde y lo único que alcanzo a ver es el número final de la placa. 87. Es todo, ella se ha ido con otro y mi corazón junto con JooYeon.
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