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Mi acosador personal. por MA-D

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Miradas. Me miran sin parar. Estoy aquí, parado, sentado en medio de tantas personas. No lo sé. Nunca supe realmente si estoy bien o si estoy mal. Cada vez que alguien se acerca sonrío con mi mejor sonrisa, pero realmente no me apetece sonreír. Sonreír es algo sagrado, y no he sonreído de verdad desde mucho.  Me confunde, me hace sentir mal ver cómo me miran. No, no es que me haga sentir mal, porque siempre está bien ser el centro de atención, pero no así, no con esas miradas, no de esta forma.

 

Incomodidad . Eso me hace sentir. Soledad. No me importa cuántas personas estén a  mi lado, no me importan cuantas personas estarán a mí lado. No encuentro a LuHan.  No me encuentro a mí mismo, y nadie ya me puede ayudar.

 

-No, no, esta noche no. – Rechazo la oferta, después otras 10 más. O quizás fueron más. Hoy ni siquiera me apetece enfadarme cuando hombres me proponen lo mismo que las mujeres.  Hoy no.

 

Hoy me apetece irme temprano.

 

Cuando llego  a casa busco las llaves. Siempre me costó encontrarlas en esta bolsa. Por qué llevo bolsas si son tan femeninas? No sé. La estilista dijo que quedaría bien, y yo le hice caso quizás porque no me apetecía mucho lidiar con la voz gritona del manager. Por mí no me echo maquillaje. Me hace ver como una niñita.

 

Abro la puerta, doy dos palmadas y se encienden las luces. Vivo en un lugar bonito, no? Es bonito. Es grande y tiene mucho espacio vacío, como me gusta. Nunca fui partidario del desorden, por eso contraté hace un tiempo a varios empleados que me mantuviesen todo el lugar en orden.

 

Tiro la maldita bolsa en el sofá, y lo siguiente en tirarse al sofá soy yo. Mierda. Me pesan los párpados. Odio que me pesen los párpados, aunque siempre me pesan los párpados.

 

Odio quedarme solo por las noches. Odio profundamente no encontrar nada hecho en casa y tener que pedir la comida. Odio el silencio. Odio estar solo por las noches. Odio todo ahora mismo, odio a LuHan. Odio a LuHan. Mierda. Odio la necesidad que tuve de sacar dinero de forma rápida, sin pensar en las consecuencias, nunca me imaginé que mi vida se pudriría así, y ya no soy LuHan. Ahora soy Ming.

 

Vivir como Ming es difícil. Me acuesto tarde, me levanto temprano, voy a la compañía, ensayo, luego como, luego descanso unos momentos cortos, y vuelvo a la compañía. O quizás algún evento. No sé, donde me lleve el manager, lo que me diga, sin más, lo cumplo. Por las noches es cuando relajo. Bajo al club en el que suelo beber, y quizás fumar. Fumar otras cosas. Me llenan de ofertas y suelo elegir el mejor par de tetas que vea, pero todas se maquillan tanto. De verdad, qué tiene la gente con el maquillaje? Luego me llevo a la elegida a casa, pasamos el rato, y por la mañana despierto, solo. Esta es mi rutina.

No soy feliz. Ming no es una persona nacida para ser feliz. Es como una estrella que está cayendo constantemente, cuya fecha del impacto ha sido predeterminada. Quizá sea LuHan el que le puso fecha. Pero no encuentro a LuHan…

Quiero mi vida de vuelta. Quiero a LuHan de vuelta. Quiero vivir. Quiero sonreír…

---

 

LuHan despertó abrazado a un pequeño cuerpecito. Pudo ver ese cabello rubio que tanto le encantaba, el cual no pudo evitar oler, sentir y restregar su nariz en cada pelo… Recordar la noche, saber que fue verdad lo que pasó y no solo un sueño… Eso a LuHan le hacía más feliz que nunca. Porque él ahora se sentía más LuHan que nunca, con un Baozi entre sus brazos…

 

Pasó su mano por la tripa del chico que tenía tan pegado a su delantera, trazando líneas inexistentes, círculos, ligeros pellizcos…

 

Sí. LuHan era el hombre más feliz del mundo. LuHan quería despertar así todos los días. LuHan se sentía más cálido que nunca.  LuHan ya no se sentía solo.

-Me haces cosquillas… noo… - El pequeño Minseok soltó unas leves carcajadas, abriendo sus ojos  y girándose de golpe…

Fue una sorpresa demasiado grande, ver a quién tenía delante. Ver a LuHan. Juró que fue un sueño. Juró que no había pasado. Juró… Juraría que…

No…

No. No. No. Yo no soy gay. No. Yo no… No puede ser…

 

-Baozi… No sabía que te veías tan bonito por las mañanas recién levantado… Yo me debería de ver penoso ahora mismo. Verdad? – LuHan sonrió, con esa sonrisa que tanto le encantaba a Minseok, solo que ahora los efectos eran diferentes. El menor estaba espantado, y LuHan pudo ver eso en sus ojos, por lo que le soltó. – Ya veo.  Ya veo. – Se levantó, caminando al armario para buscar nuevos boxers. Miró hacia su parte de la ropa, eligiendo unos negros. Se los puso y fue al baño, no quería ver a MinSeok. Se sentía usado. De verdad MinSeok le rechazaría después de todo lo que pasó entre ellos? No disfrutaron juntos? No fueron uno? No sintió MinSeok esas mariposas que LuHan había sentido?

 

Xiumin no podía aceptar esto. Apretó su puño, recordando todo lo sucedido la noche anterior, como habían acabado acostándose después de esos celos injustificados. Como la necesidad y la tensión sexual les había impulsado a besarse, e ir a más.

 

Minseok se arrepentía, quería llorar. MinSeok quería gritar, coger el teléfono   y marcar el número de su madre. Quería pedirle disculpas, quería decirle que era un estúpido por haber huido así y que lo sentía demasiado. Quería pedirle que por favor le encontrase la prometida más bonita del mundo, quería estar con ella, casarse, tener hijos, dirigir la empresa, cerrarle la boca a sus padres, a su hermano sobre todo. MinSeok quería huir.

 

Xiumin sin embargo no iba a huir. Antes, hace un mes, antes de conocerles a todos, antes huiría. Ahora no. Porque ahora tenía amigos.

Amigos.

Le encantaba ir todos los días al trabajo y verlos a todos. Le encantaba platicar con KyungSoo, le encantaba Lay y su torpeza a la hora de preparar café. Le encantaba ver a Chanyeol ir y volver con tanta energía positiva, o la sonrisa tan bonita de Chen. Le encantaba ver a los tres meseros moverse de ahí para allá. BaekHyun era tan femenino y bonito, Kai tan cuidadoso, SeHun tan tierno y estable. Le encantaba que SuHo le cuidase el secreto y fuese tan confiable, que Kris fuese tan gran soporte para él, como un hermano mayor, aunque era mayor que él. Le encantaba Tao, que era ahora como un hermano menor, que no  dejaba de pedir que le comprasen cosas. Le encantaba tanto él

LuHan le encantaba. LuHan le encantaba. LuHan era tierno, único. Como un cuadro pintado con colores de frutos del paraíso. LuHan brillaba. LuHan siempre brilló para Minseok, para Xiumin, para Baozi. LuHan era LuHan.

 

-Luge! Quieres ducharte conmigo? – Fue solo esa pregunta la que hizo que LuHan parase en seco. MinSeok de verdad preguntaba eso?  Casi estaba por llorar, pero esa pregunta le secó las lágrimas.  –Luge?

No, LuHan no se podía mover. Esto es felicidad?

Minseok al no recibir respuesta se puso de pie. Se rodeó de las mantas, caminando hasta LuHan. Dio un salto, apoyando su cuerpo en la espalda del más alto, poniéndose de puntillas… Su boca tocó la espalda desnuda del pelirrojo, dándole un dulce beso…

-Esto no es un sueño, verdad? No te arrepientes, verdad? No me lo puedo creer… - La voz de LuHan sonaba rota, miraba hacia abajo, con una sonrisa que ya no brillaba, sino que transmitía luz.

Fue un tiro de brazo, unos pasos apresurados, un empujón, un hombre empotrado a la pared,  y otro de puntillas, mirando, con ojos llenos de seguridad, con una mueca llena de deseo y sentimientos confusos, pero una seguridad increíble, con la que podía decir claramente…

-No es un sueño. No me arrepiento. Por qué debería arrepentirme, Luge? – El pecho desnudo al de LuHan…Eran dos corazones que latían tan rápido…  - Me lo pasé bien anoche, contigo. Pero yo no pienso estar abajo la próxima vez. Mírate. Esa carita de niñita que tienes, tan roja… - Soltó una leve carcajada, cogiendo su mejilla, rozando sus finos y delicados labios, mientras sus miradas conectaban…se miraban, se analizaban. Los ojos de LuHan brillaban, escondiendo lágrimas que no quería desbordar, porque él era un hombre, y los hombres no lloran. Los hombres tampoco se enamoran de hombres. LuHan de hace  3 años le hubiese dado una paliza tremenda al chico que tenía delante, el chico que le presionaba como si fuese una mujercita débil… pero el LuHan de ahora, el LuHan presente, no dejaba de sentirse como un adolescente enamorado entre esos brazos tan bien tonificados del Baozi… Y se sonrojaba, sí, como una nena, ante su “LuGe” que tanto le encantaba.

-Eres un pervertido, Baozi… Se te ha caído la manta… - LuHan tenía su mirada hacia abajo, porque no quería perderse ningún pedazo de su Minseok…

 

-Ah… - Fue un MinSeok acalorado el que se giró, bajó y cogió la manta, tapándose de nuevo… - Luge… Eres tonto…Tonto…  - Fueron mejillas infladas, ojos en blanco y luego muchas risas…Un baño sin mucha falta de palabras, solo esponja que el uno pasaba por el cuerpo del otro de forma delicada, solo miradas…

Y fue cuando salieron de la ducha cuando se dieron cuenta de la hora. 6 y media de la tarde. Ambos actuaron de la misma forma. Tiraron las toallas, corriendo al armario…LuHan cogió su uniforme apresurado, yendo a la cama para vestirse…Minseok se vistió el uniforme de pie, mientras llamaba a SuHo…

-Venimos ahora, JunMyeon. – Dijo serio, aunque su voz salió extraña, por apresurarse tanto…

-Mira MinSeok. Cuantas veces tengo que decir que tenemos muchísimos clientes y no damos para nada!? Me decepcionan! – Y colgó.

Era horrible la forma de enfadarse de SuHo. No era llamarles estúpidos, insultar, dar puñetazos a la pared, sino que iba más allá, hería los sentimientos, te hacía sentir mal, sin necesidad de soltar palabras feas.

-Corre, Baozi. – LuHan ya estaba listo. Se miró al espejo, sonriéndose a sí mismo, luego  al chico a su lado, que se veía tan genial…

No tardó en ponerse la máscara y tirar del brazo del Baozi, hasta que se quedaron al lado de la puerta. Ahí fue LuHan el que dio un beso lento y apasionado sobre los labios de Minseok, el cual correspondió con cariño, acariciando su cuello, pero no hubo tanto tiempo, por eso se separaron…

Correr después de haber tenido su primera relación sexual no era una buena idea. Su forma de correr era extraña, porque le dolía el trasero, y se sentía más que avergonzado…

En el café SeHun y Baek estaban intentando servirle lo más rápido posible a los clientes, aunque se le haya ido de las manos a Baek varias veces, por andar echándole miraditas traviesas a Chanyeol mientras entraba y salía… Sí. Era una tarde difícil. Kai se encontraba en la cocina, obedeciendo a KyungSo, a todo lo que le dijera, aunque KyungSo tampoco era bueno con los dulces. Esto estaba siendo un desastre, y D.O mataría a LuHan cuando le viera. SuHo se había puesto a servir también a los clientes, ya que los dos meseros no daban… Y para mala suerte de todos, Kris y Tao aun no llegaban. SuHo no podía estar peor. Quería matar a Kris, por dejarle en un momento como este, cuando más le necesitaba como mesero o algo, algo, cualquier ayuda de parte de él estaría bien, aunque fuera ayuda moral, pero había tenido que ir con Tao a comprar productos. Sí, Tao. Todo el rato Tao de ahí para allá… Pero como odiar ese chico tan tierno? SuHo realmente le sentía como su hijo. Cuando todos vivían juntos, Tao no dejaba de pedirle dinero para comprarse tonterías, y SuHo era el que accedía a comprarle, sin rechistar. Pero es que Kris luego se puso a tontear con Tao, y puso como excusa que le ve como un hermano pequeño. Ya claro.

 

-Ya era hora! – Baek señaló a LuHan y Minseok, que acababan de entrar por la puerta, sofocados de haber corrido, con el pelo mojado ambos… - Sois unos traidores!

-Perdón! – Minseok bajó su cabeza, corriendo donde SuHo al verle con la tabla de camarero…  - Me encargo yo, SuHo. – Le quitó la tabla…

-Perdón. Me encargo yo, SuHo! – Baek imitó la voz de Xiumin, rodando los ojos. – Pasamos 3 horas tan difíciles! No me pude ni ir!

-Eres un llorón, Baek.- LuHan tuvo una risilla, reluciendo. Porque LuHan ahora brillaba para todos. Y eso a Baek le pareció extraño, que LuHan luciera tan feliz.

Al pasar al lado de Xiumin le lanzó una mirada fugaz, formándose en sus labios una mueca peculiar, y avanzando a la cocina, dejando un MinSeok completamente rojo y paralizado… Un MinSeok quizás enamorado.

 

Todo se volvió a la normalidad con el paso de los minutos, todos comenzaron a seguir el ritmo, y para lo poco que quedaba, Baek se quedó ahí, sentado, descansando al fin. Estaba en la barra, hablando con Lay cuando estaba libre, riendo, soltando tonterías, como siempre… Y Lay tan ido, tan extraño, típico. No es que fuese fácil para él trabajar de tan pronto a tan tarde, su novia estaba algo enfadada últimamente, pero con la llegada de MinSeok, podría comenzar a tomarse más libertad…

-Hyuung! – Tao entró por la puerta, corriendo donde Minseok. Le extendió una pulsera con toda la rapidez del mundo, sorprendiendo al pequeño chico que casi se choca contra Kai, que le perdonó sin mucha importancia… - Esto es una pulsera de amistad! – Se la dio, señalando la suya, la que ya llevaba puesta… - Tengo una con todos los chicos, y solo me faltaba una contigo…

Mientras Tao hablaba con Minseok, que sonreía tan feliz, sintiéndose tan cálido y querido, era un SuHo con aires de enfado el que miraba a Kris…

-Me echaste de menos, JunMyeon? – La sonrisa de Kris, tan peculiar, tan marcada, tan cool.

-Claro que no te eché de menos. No pudiste acaso actuar más rápido? Aquí nosotros matándonos, y tú con Tao yendo a comprar pulseritas de amistad. Ya te vale. – SuHo infló las mejillas, porque le era inevitable. Pero fue Tao el que contestó, acercándose y poniendo su cabeza en el brazo de SuHo, restregando su cara un poco, como si fuese un gato…

-Lo siento SuHo Hyung. Es que… Fue una pulsera que me recordó al Hyung, y no pude no comprarla. Pero podemos tener otra juntos. – Tao rio, mientras Kris les observaba con una sonrisita. Pasó su mano por la cabeza de Tao, revolviendo su pelo, luego su mano por la mejilla de SuHo… Ahí fue hacia la puerta trasera, salió, yendo a pasar todas las bolsas que había comprado, llenas de productos.

Tao ante esos actos sonrió como un niño pequeño, yendo a la cocina para saludar a sus amigos…

SuHo estaba como un tomate, propio de él cuando Kris actuaba de esa forma. Odiaba que le hubiese ofrecido vivir en su apartamento con él  y Tao. Sería raro, él rechazó por el bien de los otros 3. Sería mala idea dejar a SeHun y Kai con los dos locos de Chanyeol y Chen y Baek .* Además, vivir con Kris… Para SuHo sería extraño. Quizás temía a que por las noches el gigante se colase en su cuarto…

Caminó a la puerta trasera, viendo como Kris bajaba del coche las bolsas con productos… Dio un leve suspiro, acercándose. 

-Te ayudo. – Cogió  2 bolsas en cada mano, casi tambaleándose,  pero Kris le paró, mirándole serio. –Qué?

-Yo puedo solo. Con ese cuerpo, no podrás con tanto peso. – YiFan siempre fue muy protector, solo con SuHo, quizás. Porque para él, SuHo era una persona que se preocupaba por todos y siempre el encargado de mantener todo en orden, pero luego quién protegería a SuHo? Sí, Kris había adaptado ese papel a él. El de proteger a SuHo.

-Que le pasa a mi cuerpo? – SuHo le miró con una cara de enfado demasiado mona, caminando a la puerta con bastante dificultad, subiendo las escaleras, pero fue la mano de Kris que le cogió de la cintura, la que le paró.  Se abrazó a su espalda, pegando la pequeña espalda de SuHo a su pecho, mirando desde arriba…  -Kris no hagas estas cosas…YIFan….  –De nuevo el chico más bajo se sonrojaba como un tonto, y se sentía mal consigo mismo…

-Te dije que no cargases con las bolsas, JunMyeon. – Dijo, con su tono frío, neutro, aunque haciendo tales cosas no podía significar que estaba neutro…

-Pero yo no soy débil! Voy al gimnasio…! – La voz de JunMyeon sonaba de niño enfadado, que protestaba. No era típico de él, pero quizás inevitable si se trataba de Kris…

-Que vayas al gimnasio desde 1 semana, no significa que seas fuerte. – Le susurró el alto, con sus labios muy cerca de la oreja de SuHo… Se escuchaba tan frío… su voz ronca le hizo erizarse la piel a SuHo… Y fue entonces cuando le quitó las 4 bolsas, yendo hacia dentro, dejando al chico de pelo casi blanco tan sorprendido… Tan…acalorado…

Fue entonces cuando SuHo decidió irse a su despacho  y perderse por ahí, para no volver a ver el careto del imbécil de Kris al menos unas horas. Se puso a leer su típico libro de “Como ser un buen hombre”

 

 

 

 

 

Quizás Minseok andaba de forma extraña, quizás algunos lo habían notado pero decidieron no mencionarlo. Simplemente se dedicaron a atender a los clientes, hasta que finalmente llegó la hora de abrir el bar.

Poco a poco el segundo piso se fue llenando, la música empezó a sonar, provocada por el talentoso Tao.  Chen ya había llegado y estaba en la cocina, ayudando a KyungSoo a cocinar algunos aperitivos que pedían en el bar.

LuHan se encontraba ahora mismo en el cuarto de empleados, cambiándose. En realidad lo hacía más lento de lo normal, quizás porque quería coincidir con MinSeok. Estaba desesperado por verle, por besarle y acariciar su bonita cabeza… Y trabajar en el mismo lugar no le ayudaba… No le ayudaba ver cada vez que se asomaba por esa ventana a MinSeok, que si haciendo café, que si repartiendo pedidos… Recordar lo que había pasado hacía varias horas le mataba…

-Oh. Luge. – Xiumin había entrado, quitándose el delantal para ponerse el que habían comprado para las noches, algo más oficial, menos pastelero  y más un empleado de noche. Para LuHan era demasiado ver a Minseok con ese delantal que solo le cubría la cadera. Era perfecto, mierda. Perfecto.

 

No pudo evitar acercarse a él, cogerlo de las mejillas con ambas manos y plantarle un beso que dejó al más bajo totalmente colorado y sorprendido. Los labios del pelirrojo se movían con total desesperación, con pasión y muchísimo deseo. Y MinSeok no tardó en incorporarse al juego, casi siguiéndole el ritmo, pero siempre era LuHan el que lo hacía más intenso, quizás por ser un pervertido desesperado y obsesionado.

 

-Luge…nos podrán ver… - Minseok habló, con voz totalmente sumisa… -Luge…- Entre besos profundos, lenguas rozándose y caricias por la espalda, LuHan le acabó mordiendo el labio, de forma sensual. Fue en ese entonces cuando  se separó, aunque enfadado, porque no quería separarse pero tampoco era plan que les pillasen. Lo sabía.

 

Cómo acabamos así, LuHan? Eres tierno… Arg… 

LuHan había puesto una cara de pena muy linda, como de un niño pequeño cuando le quitan el juguete favorito…

MinSeok rodó los ojos, se acercó, dándole un último beso, corto pero profundo, empotrando un poco a la pared a LuHan, dando un ligero suspiro.

-Vamos. – Se puso el delantal, saliendo hacia el segundo piso.

LuHan había necesitado tan poco para sonreír de oreja a oreja…Tener al sexy baozi haciéndole esto le influía  y se sentía jodidamente bien…

 

Fue una tarde más tranquila que la anterior, pero aun así tuvieron muchísimo trabajo. SuHo llegó a la conclusión de que debían contratar más personas, al menos los fines de semana. Hasta él se había unido a ayudar, porque cierto MinSeok se comportaba muy torpe, se le habían caído varios vasos ya 3 veces, y eso sacaba de quicio a todos, menos a LuHan, el cual sabía la razón de la torpeza de su Baozi.

 

Al final de la noche se reunieron los 12 en los sofás de la planta de abajo. SuHo contó de nuevo el dinero que habían sacado todos, sonriendo al ver buenos resultados. Sin duda había muchísimas chicas interesadas en venir por culpa de los empleados, pero quizás convenía contratar mujeres… O que alguien se travistiese. Estaría bien.

-LuHan… Tengo una propuesta para ti. Aumentará tu sueldo bastante si aceptas. –

Todos se quedaron con la boca abierta ante lo que dijo SuHo, atendiendo mucho.

-Le ofrecerás algo pervertido, verdad? – Baek soltó una risa, haciendo que todos rieran también.

LuHan como siempre con su mirada de ciervo miraba hacia todos mientras hablaban, hasta finalmente acabar mirando a SuHo.

-Ya que somos hombres atraemos mucho a la clientela femenina, pero quizás convenga que haya una mujer entre nosotros…

Fue interrumpido por un “No” de LuHan, que se mostró enfadado. – Ni hablar. Yo soy muy masculino, pídeselo a SeHun, que con esa carita que tiene seguro que le va mejor. No ves lo macho que soy? Jamás.

Hubo un silencio quizás de ironía en la sala, luego risas que casi desembocaron en lágrimas por parte de algunos. Xiumin se estaba partiendo por la cara de LuHan de “Que os pasa? sabéis que es verdad!”

-LuHan es masculino. No podría. – Ahí al fin le defendió el bueno de Lay. – Sí que le pega más a SeHun.

-Soy muy alto como para travestirme. – Buen punto había dado el Maknae del grupo. – Y muy ancho.

-Pero tus piernas son de mujer! – Tao habló, con su tono típico de burla.

La cara de burla que puso SeHun mirando a Tao fue increíble. Le dio un golpe en el pecho. – Tú sí que eres una mujercita, llorón.

-Bla bla bla. – Tao le devolvió el golpe.

-Yo creo que quizá si SuHo Hyung se trasviste. Sería la mejor idea, ya que nadie le reconocerá, porque apenas le ven en el bar y la pastelería… - JongIn dio un buen punto, con su típica sonrisa gentil…

-Pero por qué hay que travestirse? No es más fácil contratar alguna mujer? – Chanyeol dio un ligero suspiro. Quizás alguna de las amigas de SeHun…

-SuHo de mujer quizás sea buena idea. Él es muy así, como una madre, no? – Kris tuvo una muequita, mirando directo a los ojos de SuHo, que soltó una risa, negando muchas veces.

-Jamás.-  Dijo, tan tranquilo.

-Pues podríamos pensar en alguna chica. SeHun es bueno con las mujeres, no? – Baek le dio un golpecito de orgullo al maknae, el cual negó muchas veces.

KyungSoo y Xiumin estaban callados, sentados uno al lado de otro, mirando sin decir nada. Ellos dos eran del tipo callado, por eso se caían tan bien. No necesitaban dar su opinión. SeHun tampoco dijo mucho más, no le apetecía.

-Podemos poner un anuncio. Ah! Ya sé!! Kai! Taemin! – Chen señaló a Kai, sonriendo mucho, con su sonrisita de gato tan adorable…

-Taemin Hyung?- Kai negó como 100 veces. – No creo que le parezca buena idea.

KyungSo le echó  una mirada de asesino a Kai. Siempre tenía celos de la relación de Kai y Taemin, pero sabía que eran como hermanos…Aun así, los celos estaban ahí.

-Lo que no podemos es pagar a alguien más para que haga eso. – Un golpe de realidad por parte de D.O. – Aunque sea los fines de semana, no tenemos dinero.

-Y por qué no lo hacemos por descarte? – Tao propuso, ya dejando de molestar a SeHun en su juego de gato y perro.

-Piedra papel o tijera? – Chanyeol tuvo una mueca. Él estaba tranquilo, porque no tenía que meterse en eso, él era el guardaespaldas grandullón, no podía ser una mujer.

-Sí. – SuHo puso su mano en medio. Indicó después a LuHan, SeHun, Tao, Xiumin, Baek , Lay  y Kai que pusieran sus manos en medio. Tao y Sehun se hicieron señas, luego la misma a Kai, y Kai le hizo señas a Lay. Los cuatro usarían piedra. Pequeños tramposos, pero harían lo que fuera para librarse de ello.

-Piedra papel o tijeras! – Dijeron  a la vez. Xiumin y Baek tijeras, , el resto piedra. Las risas fueron demasiadas, sobre todo por parte de LuHan y Chanyeol, que se descojonaron de las caras de Baek y Xiumin…

Ambos sudaban, sobre todo Xiumin… Con su mala suerte…Con su malísima suerte…

-Piedra papel o tijeras! – Dijeron a la vez. Uno piedra, el otro papel. – Piedra papel o tijeras. – Los dos piedra. – Piedra, papel o tijeras. – Uno papel, el otro tijeras. – Piedra papel….o tijeras! – Uno piedra y el otro tijeras.

 

Venga…

Fueron risas y burlas por parte de todos, muchísimas risas. LuHan le daba golpecitos a su Baozi, riendo mucho…

-Te verás adorable, Xiumin! – Dijo, el resto reían y sonreían…

Ahora Minseok tenía el orgullo dañado…

-Decidido. – SuHo tuvo una mueca intensa. – Xiumin, mañana iremos a comprarte ropa y peluca. – Dijo, sonriente. No había metido al resto en el juego porque o eran cocineros y no se les vería, o porque eran demasiado enormes como para ser mujeres (Kris y Chanyeol)

-Soy el mayor de aquí y me hacéis esto! – Xiumin dio suspiros intensos… - Soy el más fuerte también! No podría ser una mujer! Es mucho mejor en eso BaekHyun!

-No, no. Ya nada, Hyung. – Chen soltó una risa enferma. – Has perdido.

-Me voy! – Xiumin se puso de pie, saliendo enfadado hacia la salida… LuHan reía, yendo hacia él, siguiéndole.

-Va Baozi! Será solo los fines de semana… Además sabes que te quedará bien…Eres tan pequeñito y adorable… - LuHan no ayudaba, más bien lo empeoraba, y Minseok ahora quería pegarle un puñetazo, o muchos puñetazos. MinSeok ahora quería ir al gimnasio.

 

Todos los de la cafetería tras un rato de charla se fueron hacia sus casas. Sin duda el comportamiento de Xiumin les hizo gracia, ahí confesaron que sí que hicieron trampas. Baek les había regañado como nunca, pero llegaron a la conclusión de que sería lo mejor para MinSeok, así podría ahorrarse un dinero y además así se abriría más con el resto, quizás.

 

-Ni me hables, LuHan! Yo no podría parecer una mujer nunca! Es Baekhyun el que se maquilla siempre! – Dijo, entre gritos. Ambos caminaban hacia su casa, aunque el más bajo caminaba más rápido que LuHan, que le intentaba tranquilizar…

-Te verás genial! No tienes por qué avergonzarte! Además, los dos sabemos que tú tienes una cara de mujer! – Le intentó agarrar del brazo, pero Xiumin le empujó.

Tardaron muchísimo menos en llegar a casa de lo normal, será por el enfado y la sangre hirviendo de MinSeok.  Subiendo las escaleras LuHan de nuevo le agarró…

-Venga, no te enfades! A mí me lo dicen todo el rato. Ya viste…! Y yo soy muy macho. Mira antes. –

Mira antes.

La mirada de Minseok fue de odio profundo, enfado. Se quedó callado, porque si dijera algo ahora mismo, serían solo insultos, y esto acabaría mal.

Entró en el apartamento, yendo al cuarto, dejando todo tirado por el camino, le dio igual por un momento la organización del lugar.

-Xiumin! Venga Minseok! Sabes que lo decía de broma. Eres muy masculino también, Minseok! Abre. – LuHan dio varios golpes a la puerta del cuarto en el que entró Xiumin.

Mierda…Mierda… La cagué? Me pasé con la broma? Mierda…

-Es mentira lo de que tienes cara de mujer! Tienes una cara linda y adorable, como un Baozi! Ya sabes!  - Volvió a dar otros cuantos golpes. Ni se había molestado en dejar la mochila o el abrigo por ahí, los tenía puestos aún.

Solo recibió silencio como respuesta. No, LuHan no pensaba dejar esto así…No estaba dispuesto a perder a Minseok por una tontería como esa… 

-Mierda MinSeok! Por favor, abre! No quise decir lo de antes… No tiene por qué haber una “mujer” en una relación de dos hombres. Que yo sea el activo por ser más macho…

Mierda. Otra vez lo hice.

De golpe se abrió la puerta. Fue un MinSeok con cara de enfado que no podía ni quería disimular el que le tiró del brazo, quizá con demasiada fuerza, haciéndole daño a LuHan. Sus pequeños dedo se clavaban, y era un LuHan preocupado y algo asustado el que se intentó separar, pero sin mucho éxito, por la fuerza del pequeño.

No pronunció ni una palabra, solo le jaló y tiró encima de la cama, como si se tratase de un saco.

-Baozi que haces? Yo lo siento por esas palabras. No pienso que seas una mujer, ni nada. Eres tan lindo como una mujer, pero porque las mujeres son lindas. – No pudo evitar el miedo, porque la mirada de MinSeok era de odio puro, un odio que no pensaba que podría llegar a sentir el Baozi.

Fue Minseok el que le apretó el cuello, mirándole fijamente. Su otra mano desabrochó el abrigo de LuHan, subiendo su camiseta.

Sí, quizás su orgullo estaba dañado. Quizás ya no aguantaba que se pensase que tenía todo el poder en esto. MinSeok era más hombre que LuHan, y se lo demostraría.

 

-Que… No…Minseok! –

Notas finales:

 

Espero os haya gustado~~~~


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