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Mi acosador personal. por MA-D

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Notas del capitulo:

Advertencia: Lemon.

 

Quizás para algunos sonase loco, pero para LuHan no. Solo él tenía derecho de fotografiar a su Baozi. A saber para qué usarían esas fotos. Mejor dicho, quién se atrevía a hacerle fotos a algo que es SUYO? Ya mucho que se había dedicado él a hacerle fotos mientras dormía, mientras cocinaba, mientras trabajaba de mesero, mientras se duchaba…mientras meaba…Mientras… sí. LuHan tenía todo tipo de fotos de MinSeok. Su carpeta era única. Una carpeta con más de 1000 fotos.  La carpeta “Baozi <3”

 

Cuando MinSeok le dijo la dirección, LuHan salió pitando.  Iba a perseguir a su Baozi, encontraría la persona que le hizo la foto, y haría que se comiera su propia cámara. Mínimo.

 

No se dio cuenta de cómo algunas personas le miraban confusas. Sobre todo la gente joven que acababa de salir de sus respectivos institutos.  Varios gritos le hicieron salir de su burbuja Baozil.

 

-ES MING! LOS RUMORES ERAN CIERTOS! MING! –  Chillidos de chicas.

 

No fue hace  mes  y poco que pasó eso mismo? Mierda. Ahora eran más. LuHan maldijo en voz alta. Joder! Otra vez! Mil mierdas! Mil joder! Por qué siempre a mí me pasan esas cosas? Malditas mocosas asquerosas que no tienen otra vida más que fangirlear y sacar drama de donde no hay. Mierda con las zorras esas. Por su culpa ahora llegaré tarde donde mi preciado Baozi. Mierda joder. Malcriadas asquerosas. Que no saben respetar la intimidad? Por qué no se olvidan del hijo de puta de Ming?   Yo no soy él, joder.

 

Salió corriendo, intentando perder a todas esas fans que le perseguían. Eso sí, no se olvidaba de que de alguna manera debía llegar a la cafetería en la que se encontraban los dos pajaritos enamorados y SU MALDITO BAOZI. Maldito y sexy, eso sí.

 

Esto estaba mal, LuHan lo sabía. Ya era la segunda vez que le reconocían. Estaba mal porque él era un retrasado al que se le olvidó ponerse la mascarilla. Pero en estos momentos, poco le importaba. Quería llevarse a su MinSeok de ahí y volver a casa y violarlo. Eso quería.

 

Le sorprendió que las malditas zorras obsesionadas le estuviesen persiguiendo. Pero es que algunas habían llamado a Taxis. Sin duda eran muy certeras esas palabras “No tengas miedo de los paparazzi, ten miedo de los fans”  No, las fans de LuHan no eran así. LuHan quería sus fans amables que le regalaban dulces en las firmas de discos  y las que lloraban en silencio al verle, no las que gritaban como locas “Miiing Miiing” No, esas eran asquerosas. Porque si Justin Bieber era  la estrella de las  adolescentes hormonadas  de América, Ming era igual pero para las de China y medio Oriente. Y no, LuHan no estaba muy orgulloso. Sobre todo por el hecho de que fuesen unas enfermas. Bien que le dieron dinero en un pasado, bien que la fama implicase eso, él lo sabía. Solo  estaba enfadado porque tenía cosas más importantes que hacer que lidiar con “fans” Que no pensaban que si desapareció hace años será por algo? Que no es que si le piensan el bien a su IDOLO no harían publica su instancia en otro país porque QUIZÁS se tendría que IR de ese PAIS. LuHan no entendía esto. Ahora no.

 

Corrió y corrió, cuando vio que su Baozi pacientemente le esperaba a la salida. Tiró de su brazo, sin dejar de correr. 

MinSeok miraba confuso. Al girarse  y ver de qué se trataba, recordó el momento en el que conoció a LuHan, como de nuevo le perseguía tanta gente… Entre todo el agobio y estrés se acordó de ponerse la capucha para que no le hicieran fotos. Ambos corrían y corrían, hasta que al fin las perdieron. Aun así no dejaron de correr, llegar a su casa y tirarse ambos al sofá, exhaustos. 

 

-Por qué te perseguían, Lu? – Preguntó MinSeok, sin plantearse mucho que se estaba metiendo en su pasado. No es como si no sospechara nada. MinSeok no era tonto, MinSeok sabía que LuHan era alguien famoso de China, lo que no sabía era el porqué de su instancia en Corea y por qué un famoso trabajaría en una pastelería. Aunque claro, por qué un niño de familia multimillonaria trabajaría en una pastelería? Para huir.

 

Huir, sí.

 

MinSeok huía, LuHan huía. Ambos sabían que huían de algo. Solo que nunca se lo plantearon, nunca les interesó del todo el pasado del otro, porque tampoco querían hablar mucho de su propio pasado.

 

Hoy era diferente. Hoy estaban a punto de perderlo todo, y debían confiar el uno en el otro.

 

-Porque se creen que soy un idol chino. – LuHan respiró acelerado, falta de aire, falta de Baozi… Hoy todo le faltaba. Era demasiado… Qué le pasaba a ese día?

 

-Y lo eres? – Preguntó Min, fijándose en los labios perfectos de LuHan..

 

-Yo no. Bueno, sí. Ming. Ming. – LuHan no le dio tanta importancia. Para qué. Le agarró fuerte de la mano, tirando hacia él.

No, no le impresionaba. MinSeok se lo había esperado. Eso y un millón de suposiciones más que a veces se dedicaba a elaborar, pero rápidamente perdía el interés.

 

-Yo soy hijo de los propietarios de KimER. – MinSeok le miró, LuHan le miró. Ambos se sonrieron.

 

No estaban borrachos, tampoco estaban fumados. Sus condiciones mentales eran perfectas. Simplemente, se sentían aliviados de al fin poder decir aquellas cosas con tanta ligereza. Como si no fuese nada del otro mundo ser un idol famoso, como si no fuese nada del otro mundo ser el heredero de la empresa KimER.

 

-Tenía un coche de esa empresa en mi pasado de idol malcriado. – Confesó LuHan. MinSeok se rio.

 

-Yo nunca estuve muy metido en el mundo de Idols Chinos, pero eres famoso, al parecer. – Baozi tiró de él también, pero él mismo acabó sentado en los muslos de LuHan… Todo hoy estaba mal,  y a ellos les daba igual.

 

-Era muy famoso. Ming esto, Ming lo otro… – LuHan le acercó, mirando con deseo. Quería que este momento no acabase, porque cuanto más pasaban los minutos, más arriesgado era todo.

 

-Mi LuGe debió de tener muchas muchas fans… - MinSeok se comenzó a restregar en la entrepierna de su chico, moviendo su cadera de forma sexy, en círculos,  mientras le echaba una mirada de deseo…

 

En estos momentos de verdad que sabían que todo estaba mal, y que era mejor ignorarlo.  Si no, no podrían estar felices, ni juntos.

 

-Sí… Tan popular que me nombraron varias veces artista del año… Aquí me tienes, niño rico. – LuHan miró con deseo también. Sus manos se posaron el perfecto culo de su Baozi, apretando… Abriendo y cerrando sus nalgas…Disfrutando del tacto…

-Lu…LuGe…  - MinSeok a veces se sorprendía. No sabía si LuHan se daba cuenta de las miraditas que le echaba, esas miraditas frías y sexys, como un lobo apunto de devorar a su presa… Pero a Min le encantaba, se sentía en el cielo, se sentía de LuHan… - Yo soy el heredero… Algún día podría tener la empresa… - Siguió moviendo su cadera, comenzando a sentir necesidad de quitarse la ropa, porque su entrepierna dolía…

 

LuHan ignoró lo que dijo de la empresa. Esperaba que Min jamás fuese el heredero de esa empresa, porque significaba separarse.

 

-Siempre serás mío, Baozi. – Las caricias se hicieron más intensas. A LuHan también le molestaba la ropa. Dado el hecho, comenzó a desnudarle lentamente, sin prisas, porque cada momento era sagrado y  a su Baozi debía tratarle bien. Esa era la diferencia ente

 

XiuMin y LuHan. Mientras XiuMin era pasión y calor, LuHan quizás era sensibilidad más templada. 

 

-Y tú siempre… uhm…siempre serás mío LuGe… No lo olvides. – MinSeok le miró a los ojos. Le miró fijamente, con seriedad,  una seriedad que hizo que LuHan dejase de hacer lo que hacía para mirarle de la misma manera, serio. Porque esto era un comienzo. – Mío, LuHan. Seas estrella del pop china o estrella de futbol o de lo que quieras, tú LuHan. Tú Eres mío. Tocas otra  u otro, y te haré la vida imposible.  –

 

MinSeok fue directo y poco delicado, más bien fue brusco y temible, pero a LuHan eso le pareció perfecto.

 

-Tú también eres mío, Kim MinSeok. Seas hijo de familia rica o pobre, o seas hijo de extraterrestres o yo qué sé… Eres un Baozi, y eres mío. Mío, mío y mío.  Solo Mío. No? – LuHan sonrió, dándole un beso, para sellar esa promesa. Una promesa que se mantendría de por vida. Ellos lo sabían, un mes no era nada. Un mes no era nada, pero era suficiente para encapricharse de tal forma con alguien que con seguridad decir que ES MÍO.

 

MinSeok sonrió también, con seguridad. Le gustó eso, dejarse las cosas claras al fin. Y aunque se volviera todo difícil, a MinSeok le daba igual. A MinSeok le parecía LuHan lo más importante del mundo, porque era la única cosa a la que podía llamar SUYA.

 

Ambos se empezaron a besar, de forma desesperada. LuHan volvió con su labor de desnudar a Min, ya sin delicadeza, porque mierda, después de tales confesiones, LuHan lo que menos quería era decepcionar a su Baozi. Si a su Baozi le gustaba el sexo duro, se lo daría.

 

XiuMin le ayudó a desnudarse también, sin dejar de sentir la lengua de él en su boca, sin estar avergonzado, sin sentir inseguridad.  MinSeok quizás sí sentía inseguridad. XiuMin no sentía inseguridad.

 

El mayor le succionó la lengua a LuHan, sacándola, comenzando a lamerla, como si fuese un helado, el mejor helado del mundo. Sentía el bulto de su LuGe, lo sentía duro y palpitante debajo de la ya inexistente ropa, que el menor se había encargado de tirar lo más lejos posible.   Sí, se estaban rozando desnudos, las nalgas de Min encajadas perfectamente con el pene de LuHan, los brazos de XiuMin rodeando el cuello de su chico, la mano de  LuHan de nuevo estrujando tan rico el culo de Min…

 

-Eres mío. – Y le dio un azote en la nalga, con un poco de fuerza, no mucha, porque no sabía hasta qué punto le gustaría.  Min soltó un gemido, echándose hacia atrás… Su boca quedó abierta, suspirando, disfrutando…

 

-Por dios no te limites…   - MinSeok le suplicó. A él le encantaban las emociones fuertes, y ahora mismo, deseaba más que nada eso. A LuHan.

 

 

Eso fue suficiente para que LuHan le diese los azotes como le placiera, siempre con un +1 en mente: “No pasarse” Pero ver los gemidos de MinSeok…  Era normal? A él también le pasaba… 

 

Le abrió con una mano la nalga derecha, llegó sus dos dedos a la boca de Min, que estaba abierta por el placer. Los metió de golpe, haciendo que este chupara…  Porque MinSeok se estaba restregando el pene en la suave tripa de su LuGe, sintiendo ardor  y mariposas por todo el cuerpo… No dudó en chupar y dejar todo lleno de saliva, sabiendo donde irían esos dedos…

 

Y LuHan los llevó ahí, metiéndolos de golpe hasta la mitad, haciendo que MinSeok soltase un gemido… Mezclado de una especie de dolor y placer…

 

-Di que eres mío, Baozi… - Le miró fijamente, con los ojos entrecerrados. – DILO. –

Un golpe.

 

LuHan le golpeó la nalga, haciendo que los ojos de Min se llenasen de lágrimas… Y por un momento se iba a arrepentir de todo esto, por las lágrimas de su Baozi, pero después comprendió que eran lágrimas de placer…

 

-Soy jodidamente tuyo, LuHan! Te di todo lo puto mío! – Cerró su boca cuando sintió los dedos de LuGe moviéndose en su interior, metiéndolos hasta el fondo… Sí que dolía. MinSeok sabía que dolía, pero eso no era nada, le gustaba. Le hacía sentir vivo.

 

-Ya lo sé! Mmm.. – LuHan miró hacia abajo. Sus pollas estaban pegadas, ambas mojadas en pre seminal, deseosas. Él no dejó sin embargo de mover los dedos, abriéndolos, moviéndolos en círculos, dilatando bien la entrada de su chico, que disfrutaba demasiado de los movimientos de sus dedos…

Sus pechos rozaban, ambos tenían los pezones duros, ambos estaban ligeramente sudados, siendo más sudado el mayor que el menor. XiuMin miraba a LuHan como si estuviese por desaparecer en cualquier momento, captando cualquier detalle. Los ojos de LuHan eran como los de un ciervo, tenía un iris pequeño, y parecía que estaba mirando todo el tiempo como esperando a que algo llegase, para comenzar a correr, justo como un ciervo a punto de ser atrapado por su depredador. Sí, XiuMin era un depredador, al que sin embargo le gustaba que su LuGe le follase. Porque luego él se encargaría de marcarlo.

 

-Joder...LuGe… eres putamente mío… Hasta el jodido infinito… Métela! – MinSeok llevó su boca a la clavícula marcada del pelirrojo, empezando a dar mordiscos, los cuales LuHan disfrutó como nunca, y más aún cuando comenzó a meter su polla en la ya dilatada entrada de XiuMin, sintiendo como cada poro de su piel se abría, como cada célula se contraía… Como la entrada de MinSeok le estaba absorbiendo, como su polla se estaba haciendo paso por las ricas paredes de su Baozi, que le envolvía totalmente, le enloquecía.

 

-M..M..Miinnie…Mierda… - Soltó un gemido, corriéndose. LuHan siempre fue fácil, pero eso iba a otro nivel ya. Al menos, la había conseguido meter entera aguantándose… LuHan siempre fue fácil con MinSeok.

 

Cuando se recuperó empezó a meter   y sacar, haciendo que los ricos vaivenes enloquecieran lentamente a su Baozi, dándole un placer a otro novel, clavando sus uñas en el perfecto trasero del mayor… 

MinSeok cogió los pezones de LuHan, apretando, mirándole fijamente… Ambos se devoraban con la mirada, y no tardaron mucho en comenzar a devorarse con las bocas… Les daba igual chocar dientes, morder lenguas, dejar caer la saliva por sus barbillas…

 

-Es rico… Joder…  Mm… -Xiumin le ayudaba, moviéndose también, saltando, a su vez apretando los rosados (ahora algo rojizos) pezones.

 

Los minutos pasaban, esta vez LuHan aguantó bien.  Una de sus manos que le arañaban y azotaban el trasero a su Baozi la llevó delante, comenzando a masturbarle, moviendo rápido, sin pudor, sin contenerse. – Joder... Baozi… La tienes tan dura… - Le mordió el labio, estrujando más su polla, sintiendo como palpaba en su mano, como el pre seminal hacía que todo fuese más pegajoso…

 

-Luuu…- MinSeok gimió, dando el comienzo a una serie de guarros quejidos y gemidos que se unieron al ruido del choque del trasero de MinSeok con los muslos de LuHan a la hora de saltar…

 

Escucharon en ese momento como alguien llamaba al telefonillo de abajo. Ambos lo ignoraron, siguiendo con lo suyo…

-Oh dios mío… Me estás partiendo… - Min le comenzó a morder con más ímpetu los labios, esforzándose en romperle el labio inferior y así dejar marca… Y fue fácil.

De nuevo el timbre. De nuevo lo ignoraron.

 

-Me…me encanta…joder… Me estás apretando…Tu rico culo… No me cansaré de llenártelo… Baozi… -  Movió sus propias caderas para meter más rápido…sintiéndose a putno… Y sabía que MinSeok también.

 

-Luuu… Mmmm… Rico…Mmhm.. – Le gimió en el oído, quizás aposta….Luego se lo comenzó a devorar…Sintiendo doble placer… LuHan le estaba dando en su punto dulce… Y su mano…Su maldita mano…  -LuuuHan… Gee… -

-Joder… - El pelirrojo le dio una nalgada fuerte, cogiéndole, cargándole  y dejándole acostado en el sofá, le levantó las piernas, sujetándolas con fuerza, dejándolas así en el aire, él se puso en medio, clavándosela…ahora muchísimo más rápido, más fuerte… - Mmm… Te gusta, eh? Eres una pequeña perra…Baozii…

 

-Sí joder…! Mmmm… Soy…tu puta perra… - Él mismo se masturbó al sentir la ausencia de la mano de LuHan, aguantándose duramente el orgasmo…  No, sin éxito. Se manchó su propia tripa… Gimiendo… - Soy…oh dios..tu perra… Y tú… mmmmmm…

 

-Ah? Qué? – LuHan movió más duro, sabía que ahí era su punto débil, y él estaba por llenarle de nuevo…

 

-Eres jodidamente mío… - MinSeok extendió su brazo, dándole un bofetón, que hizo que LuHan soltase una carcajada, riendo con crueldad casi.

 

-Te marcaré hasta… hasta el fondo… Mmmm… - Arañó las preciosas piernas de su Baozi… Dando una última estocada, soltando toda su esencia… Marcándole…

 

MinSeok gimió también… Cerrando sus ojos… Intentó calmarse… LuHan sacó con cuidado su polla, para no hacerle daño a su chico. Como si hace un rato no le estuviese clavando las uñas y la polla de forma brutal, como si ahora tuviese que cuidarle de cualquier daño… Se tiró al otro lado del sofá, echándole una miradita a su XiuMin..

 

-Joo…der… - Fue lo único que pudo pronunciar en ese momento.

 

MinSeok como ya era costumbre después del sexo, se levantó  y con toda la inocencia del mundo se pegó a su LuGe..

 

-Te gustó? Aguanté bien? – Besó su pecho, lentamente, acariciando la tripa suave de LuHan…

 

-Baozi… Fue lo mejor…  Cada vez…mejor…  - LuHan le acarició el pelo, dejándose hacer… Pero fueron sus pensamientos interrumpidos por el maldito timbre. MinSeok maldijo, porque le tocaba a él ahora marcarle a su LuHan, pero no podría.

Cuantas veces habrán llamado ya? 100? De verdad que 100. Qué coño le pasaba a la gente a la puta cabeza?  LuHan no creía que fuesen sus amigos. Ni la señora que le alquilaba la casa. LuHan sabía quién era. Las putas fans.  Si a esas acosadoras se las podía llamar fans.

 

-LuGe… Creo que te tendrás que teñir de otro color…  Y habrá que mudarse…de casa… B…buscar trabajo nuevo…  - Habló el pequeño.  LuHan asintió. Claro que lo haría.

 

-Voy a llamar al guardia.  –Este con cuidado separó a MinSeok, que se tapó con una almohada la intimidad. LuHan cogió el telefonillo, para escuchar quien era…

 

Por qué justo a él le pasaba esto? Pensó que habían perdido a las fans… Pensó que las había dejado calles atrás… pero quien era el que llamaba ahora mismo…?

 

-Há. Al fin eh. Os hemos cortado el rollito? – La voz de Chen.

 

NO PUEDE SER. EL CHEN DE LOS COJONES.  Pensó, no, gritó LuHan en su mente.

 

-Eso te pasa por despertarnos esta mañana, Hyung. – Y Baek…

 

Pero sí, LuHan no podía estar más feliz… No eran las fans…Eran sus amigos retrasados…

 

-Que exactamente hacías por la mañana en el piso de los chicos, Baozi? Fuiste un niño malo?  - Ni se cortó en dejar el telefonillo, Chen y Baek escucharon eso.  La conversación.

 

-Yo solo quise bromear, ya sabes…No fui un niño malo… - Min se encogió…  Escondió más su intimidad con la almohada…

 

-Que no fuiste un niño malo? Y por qué Chen y  Baek nos llamaron tantas veces? Me molestaron! Por tu culpa Baozi! Pensé que me habían pillado! Te vas a enterar…  - Una risa enferma por parte de LuHan. Cerró el telefonillo, lanzándose encima de su chico…

 

El resto fueron varias rondas más de sexo, que se podría denominar salvaje. Sin ningún tipo de regla ni patrón. Solo sexo salvaje, acompañado con una pizca de amor posesivo.

 


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